Capítulo 7 ~Cicatrices~

Para Xavier era un día de esos donde nada importaba.

Desde que había llegado la invitación de Amaru junto aquella foto a sus manos, todo había dejado de importarle, incluso el trabajo que tanto amaba en la agencia, si seguía así perdería todo por lo que tanto había luchado. Sus amigos tenían razón en regañarle se estaba comportando como un completo estúpido y aunque era consciente de ello no podía evitar querer sumergirse en su propia miseria. Era increíble como algunas personas podían marcar tanto tu vida al punto de poder destruirte con algo tan simple.

Se levantó pesadamente de la cama sintiendo las piernas demasiado inestables y no era para menos después de emborracharse hasta más no poder la noche anterior. Fue al baño a asearse, al menos podía lucir presentable y fingir que todo estaba bien para que Lucien no fuera a molestarlo otra vez. Él no era ningún enclenque, pero sabía que si Lucien se lo proponía, cumpliría su amenaza de una forma u otra y no quería descubrir cómo lo haría.

Después de una rápida ducha, se afeito y recorto un poco su cabello, odiaba tener que ir a una peluquería así que había aprendido lo básico para hacerlo él mismo y ahora estaba agradecido por ello. Para cuando volvió a su habitación hizo una mueca ante el desastre que tenía, estaba todo desordenado con varias botellas de licor regadas por el piso y otras cuantas a medio terminar encima de los muebles. No era alcohólico pero beber hasta quedar inconsciente era lo único que lo salvaba de no perder la cabeza nuevamente y hacer una estupidez como correr a los brazos de Amaru esperando tener un final feliz.

En verdad se odiaba por ser tan débil se sentía igual de pequeño e indefenso que aquella vez que lo dejó en la calle sin nada más que un corazón roto.

Se sentó sobre la cama deshecha cubriendo sus ojos con ambas manos esperando con ello mitigar la migraña que ya veía venir sin éxito mientras su rebelde mente se empecinaba en recordar aquellos días donde creyó eran felices.

Xavier había conocido a Amaru cuando recién incursionaban en el mundo del espectáculo, había tenido la suerte de ser aprobado junto a Blake, en una de las más prestigiosas agencias de talentos de ese entonces.

Amaru era una famosa modelo, además de la mujer más bella y fuera de su alcance que alguna vez había visto, aun así eso no le impidió conquistarla a pesar de la diferencia de sus estatus, al ser la hija del presidente de la agencia y Xavier un simple aspirante que se esforzaba en sobrevivir por su cuenta con su hermano menor, la típica historia de "la Dama y el vagabundo" todo un cuento de hadas lleno de adrenalina y pasión.

Todo era perfecto, ella quería tener el mundo a sus pies y él era un tonto ingenuo que haría cualquier cosa para cumplir sus deseos, sin embargo con el paso del tiempo eso no fue suficiente. Constantemente Amaru le insistía aceptar sus contactos para convertirse en famoso y darle la vida de lujos que merecía y con tal de darle el gusto Xavier aceptó su ayuda hasta que descubrió que para conseguir aquellas oportunidades se las estaba arrebatando a la gente de su alrededor entre ellos a su hermano y eso no le gusto.

Blake era la razón por la que ambos huyeron de casa, su mayor sueño era ser actor y su familia no estaba de acuerdo, al pertenecer a una larga trayectoria de destacados médicos se esperaba que ambos siguieran la tradición, por lo que no lo dudó en marcharse de casa para ayudarlo a pesar de que se irían sin nada, saber que él sería el culpable de destruir su carrera fue un duro golpe, en consecuencia dejó de aceptar los trabajos que le ofrecían completamente aunque no tuvieran que ver con los contactos de Amaru cediendo su lugar a su hermano esperando compensar lo que había hecho inconscientemente, lo que no esperaba era que con ello no solo perdería la oportunidad de progresar en su carrera de actor.

Poco después de negar los trabajos sintió como Amaru se alejaba más de él, muchas veces le llegaban rumores que le estaba engañando, pero nunca les tomó atención. Era consciente que no podía atar a una persona como ella, por eso saber que al final del día era suya le bastaba, aunque tuviera que compartirla, la amaba como era y haría cualquier cosa a su alcance para complacerla, cualquier cosa, exceptuando perjudicar a la gente que le importaba.

Para compensar su fracaso en volverse famoso, decidió demostrarle que era capaz de hacerla feliz y darle todo lo que quisiera aunque no tuviera logros o riquezas, así que se propuso a hacer la mayor locura de amor que se le ocurrió, conseguir el tan afamado anillo edición limitada de Bulgari con el cual Amaru muchas veces había fantaseado tener.

Tuvo que recorrer todas las joyerías de la ciudad hasta que por fin dio con un joyero que aceptará reservarle el anillo hasta que pudiese pagarlo, aunque solo para reservarlo tuvo que empeñar las escasas cosas que conservaba de valor y conseguir dos trabajos más para llegar al valor que le exigía, sin embargo no le importó con tal de poder ver la cara de Amaru cuando le entregara lo que siempre soñó, el solo pensarlo le daba fuerzas para seguir hasta lograr su tan anhelado objetivo. Cuando al fin lo tuvo en sus manos no cabía en su felicidad, sin esperar más corrió al encuentro con la que consideraba la mujer de su vida dispuesto a pedirle compartir el resto de su vida con él, pero ella solo se rió en su cara, sus palabras aún estaban grabadas en su destrozado corazón como si se lo hubiera dicho ayer y no hace años.

—Ya conseguí a alguien que me dará lo que merezco, lo siento Xavier. —Amaru le miró como si se estuviera deshaciendo de una mascota con la que ya no le interesaba jugar, así de patético se sentía. —Lo nuestro fue lindo mientras duró, pero ya no puede ser, nunca me casaría con un hombre como tú, mírate, no hay nada que me puedas ofrecer más que tu amor y eso no me alcanza.

<<Había sido tan tonto.>>

Odiaba esos recuerdos porque a pesar de todo creía podría haber sido diferente si solo le hubiese dado ese anillo antes... Su mirada vagó sobre la botella de whisky medio vacía sobre su mesita de noche y la tentación de emborracharse otra vez se veía muy bien, al menos así dejaría de pensar cosas inútiles. Se levantó perezosamente mientras ponía sus brazos sobre sus piernas para estabilizarse.

—Dios soy patético. —Se lamentó mientras se preguntaba qué tan bajo podría seguir cayendo por la misma mujer que lo destruyó sin ningún remordimiento.

¿Qué tan masoquista podía ser para atesorar tanto tiempo un anillo que le traía esos dolorosos recuerdos? Al menos ya lo había perdido. Rio entre dientes al recordar la ridícula forma en que lo había hecho.

Su celular empezó a sonar sacándolo de sus pensamientos. Busco el bendito aparato que no paraba de sonar para apagarlo, pero cuando vio de quien se trataba se extrañó y por curiosidad decidió atender.

—Alo.

Hey hermano ¿cómo has estado? —Xavier alejo su celular y lo miró como si de repente fuera a morderlo <<¿Qué le había picado a su hermano para que le bajara el amor tan de repente? Sea lo que sea esperaba que no fuera contagioso.>>¿Estás ahí?

—Eh... sí. ¿Sucedió algo? —Indagó curioso de lo que quería su interlocutor.

Qué acaso no puedo llamar a mi hermano favorito.

—Desde cuándo soy tu hermano favorito. —Xavier frunció el ceño confundido. No era por ser malo, pero Blake no era de los más cariñosos del planeta, así que solo podía significar que quería algo. —No des más vueltas al asunto y dime en qué problema te metiste.

¿Me puedes decir cuando me he metido yo en problemas? Ni que fuera tú. —Bufó indignado. —Me tomé la molestia de llamarte para decirte algo que podría interesarte, pero si no quieres saber mejor te cuelgo. —Xavier rodó los ojos ante su dramática respuesta.

—Dime qué es. —Exigió fastidiado mientras se dejaba caer hacia atrás en la cama olvidando sus planes previos de emborracharse. —Y espero que sea algo bueno.

Bueno el director Collins va a hacer la adaptación de un libro.

Xavier frunció el ceño nuevamente ante su información. —¿Y a mí que me importa? —Lo que hiciera el director de Fahrenheit no tenía mayor repercusión en él más allá de que pidiera alguno de sus talentos, pero no era algo nuevo como para molestarse en llamarlo por eso.

Es de Alessia Winter. ¿Te interesa?

Xavier se levantó de golpe al escuchar aquel nombre. —¿Acabas de decir Alessia Winter? Espera ¿eso quiere decir que estará allá?

—Es obvio, por qué más te estaría llamando ¿o acaso crees que me gusta perder el tiempo hablando contigo? —dijo con molestia, pero Xavier sonrió consciente que lo hacía porque en el fondo estaba preocupado por él y sabía que fue uno de los libros Alessia Winter el que le había ayudado a salir adelante en el pasado, por lo que conocerla siempre había sido uno de sus sueños por cumplir.

—¿Cuándo estará ahí?

Digamos que como en... —Hizo una pausa como si estuviera verificando su reloj. —Una hora.

—Maldición. —Escucho una leve risa al otro lado del teléfono por su reacción pero no le importó. Debía ir. Miro la botella y lo que pensaba hacer y sonrió. Alessia Winter lo había salvado una vez más. —Estaré ahí en cuanto pueda. —Avisó antes de colgar, tiro el celular a la cama mientras se dirigía a buscar algo para ponerse, sería un día totalmente diferente a como lo había pensado y estaba feliz por eso.

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Hello~~ Reescribí esta parte para explicar mejor cómo era su relación con Amaru y lo que había hecho ya que sentí que quedaba muy en el aire espero que les guste owo~~

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