—Y bien Naike ¿estás lista para rendirte? —Preguntó Jasón con falsa amabilidad mientras sostenía un plato de comida y agua frente a Naike.

No sabía cuánto tiempo había pasado en la oscura habitación en la que su ex editor le había encerrado, no podía identificar el día de la noche y los minutos ya parecían horas, solo sabía que no estaban cerca de la ciudad, porque no escuchaba su característico ruido.

Naike miró desafiante a su carcelero desde su posición acurrucada en la cama a la que estaba atada por ambos pies con grandes grilletes de los cuales no se pudo librar por mucho que lo intento.

—Olvidado. —Consiguió decir aunque su garganta estaba seca como un desierto y el estómago adolorido, pues se negaba a comer o beber cualquier cosa que le ofreciera si eso significaba que tendría que obedecerlo a él, ni siquiera le importaba morir de inanición, es más, no importaba morir en absoluto, ya se sentía muerta en vida de todos modos.

—Eres terca. —Jason chistó los dientes antes de darle una macabra sonrisa. —Pero no te preocupes, seguiré teniendo paciencia si prometes portarte bien, además encontrar manera de hacerte obediente será muy divertido. —Se acercó amenazante haciéndola temblar instintivamente sin poder evitarlo, tomó su rostro a pesar de sus forcejeos por liberarse y le lamió aprovechando su sorpresa para besarle, pero Naike mordió su boca sacándole sangre haciendo que retrocediera.

Jason limpio la sangre de su boca con su mano en un hosco gesto mirándola con enfado. —¡Eres un perra! ¡Mira lo que hiciste! —Despotricó con los ojos desorbitados de la cólera antes de pegarle una cachetada que le dio vuelta la cara por la fuerza.

Naike tomó su cara adolorida sintiendo el picor del golpe quemar su mejilla mientras involuntarias lágrimas corrían libres por su rostro producto del intenso dolor.

—Me has cansado, quería esperar a que lo quisieras, pero me hiciste perder la paciencia. —Jason desabrocho su cinturón. —No te preocupes te dejaré lo suficientemente consciente para que lo sientas.

Naike le miró con pavor mientras le veía acercarse a ella con el cinturón en la mano, pero no había a donde huir, de un movimiento le quitó la ropa que llevaba volviéndola harapos dejándola solo en ropa interior.

Jason se lamió los labios en anticipación antes de blandir el cinturón contra ella, el cuero sobre su piel parecía quemar en cada golpe dejándole una marca roja por donde pasaba, el agudo dolor pasó convertirse en un eco sordo mientras intentaba hacer su cuerpo más pequeño para protegerse de los golpes, pero a medida que avanzaba el tiempo sus fuerzas decaían ayudados por la falta de sueño y hambre, a pesar que luchaba por mantenerse consciente su cuerpo le pedía a gritos desvanecerse y huir del dolor.

—Así me gustas. —Jason susurró en su oído, pero a pesar de ello, Naike no escucha como un sonido lejano en su mente, sus oídos piteaban aún por el silbido de la correa contra su cuerpo. —Linda y dócil. —Canturreo Jason arrimándose a ella.

Naike le sentía besar su cuello y tocarla, pero no podía hacer nada, no tenía fuerzas, ni siquiera para llorar, pero antes de ir más lejos y sin previo aviso Jason cayó a su lado inerte, para que luego un abrigo cayera sobre ella cubriéndola, sus ojos se abrieron de sorpresa cuando logró identificar quien le había salvado.

—Tranquila te sacaré de aquí. —Tranquilizó el castaño de amable mirada caoba mientras buscaba en la habitación algo para liberarla.

Mientras buscaba Naike escuchó un quejido a su lado, pero antes de poder hacer algo para advertirle a Carl, Jason se abalanzó contra él con un objeto que no pudo identificar, Carl se aulló de dolor antes de caer al piso.

—No sé quién mierda eres, pero te mataré por interrumpirme. ¡Maldito idiota! —Rugió Jason tirándose encima para apuñalarlo de nuevo mientras Carl intentaba resistir sujetando sus manos.

Naike luchó contra su adolorido cuerpo para que se moviera, no iba a permitir que alguien más sufriera por culpa de ese enfermo, como pudo se levantó y tomó lo primero que encontró estrellándoselo en la cabeza a Jason con toda la escasa fuerza que reunió, no lo noqueó, pero lo distrajo lo suficiente para que Carl se lo quitará de encima y sin esperar a que Jason se recompusiera le dio dos certeros golpes en el estómago y la cabeza que lo desestabilizaron, aun así Carl estaba débil y no podría controlarlo mucho tiempo, por suerte la puerta se abrió justo a tiempo revelando a dos personas que hicieron que Naike quisiera llorar de felicidad de verlas.

Xavier golpeó a Jason para luego estrellarlo repetidamente contra la pared mientras Brian después de comprobar que Naike estuviera bien ayudó a Carl con sus heridas al tiempo que llamaba a la ambulancia y la policía.

—Sabía que esas clases de defensa personal me servirían algún día. —Bromeó Carl levantándose con dificultad, ayudado por Brian, mientras sostenía el improvisado vendaje sobre el sitio donde le había logrado apuñalar Jason, para controlar la hemorragia.

Luego de dejar a Jason irreconocible por los golpes Xavier corrió donde estaba Naike.

—Naike ¿estás bien? —dijo examinándola, soltando un gruñido cuando noto que estaba casi desnuda y llena de magulladuras debajo del abrigo. —¿Qué te hizo ese infeliz?

Naike solo pudo mirara Xavier con infinito alivio mientras se aferraba a él, no quería que la dejará sola otra vez, pero el cansancio, el hambre y el dolor reclamaban su merecido descanso que tanto le había negado y al cual, a pesar de no quererlo, cedió porla certeza de que estaría protegida entre los brazos de Xavier. 

—Naike. —Xavier la llamó temeroso de que no despertara, se veía muy mal, más delgada, ojerosa y toda golpeada. Odiaba cada marca en su hermosa piel.

—Déjala descansar. —Carl pidió sorprendiéndolo, se veía que apenas se podía mantener en pie aun así soltó una leve risita por lo bajo. —Así que me siguieron. ¿Creyeron que estaba involucrado en esto?

Brian intercambió una mirada culpable con Xavier que lo decía todo.

—Es verdad, pero no creo que te puedas quejar en vista a cómo te encontramos. —dijo Xavier antes de agregar. —además, cómo sabías de este lugar, está apartado de todo y es inubicable si no sabes exactamente dónde buscar.

—Esta es una de mis propiedades, Amaru me pidió las llaves de esta cabaña hace un tiempo, me causó cuidado porque odiaba lo aislada que estaba de la ciudad. —Murmuró agotado. —Ahora veo por qué la insistencia.

—Sabes que no descansaré hasta que Amaru esté tras las rejas o en un manicomio, no me interesa lo que le pasé, pero la quiero lejos de mí o cualquiera que me importe sobre todo de Naike. —Aclaró firmemente Xavier.

—Lo sé, no me opondré. —dijo seriamente Carl antes de llevar su mirada de Jason a Naike. —Cuando llegue... no quiero ni pensar en que hubiera pasado si hubiera tardado más.

—¿Qué sucedió? —Se atrevió a preguntar tragando el pesado nudo que se había alojado en su garganta mientras sujetaba con fuerza a Naike entre sus brazos.

—Estuvo a punto de violarla. —Respondió Carl con una mueca de desagrado. —Saber qué Amaru estuvo involucrada en algo así me dan ganas de vomitar.

Antes de decir algo más el sonido de las sirenas los alertó de la llegada de la ambulancia y la policía que rápidamente irrumpieron en el lugar, atendiendo rápidamente a los heridos, pero Xavier se negaba a soltar a Naike después de lo que Carl le había dicho, no quería perderla de vista ni por un segundo, por lo que tuvieron que acceder a que él le llevara al hospital y no se separó de ella a menos que fuese estrictamente necesario.

Xavier pasó la noche a su lado a pesar de los reclamos de sus amigos y el personal del hospital, pero se negó a irse a su casa hasta que viera que estaba bien.

Al día siguiente solo se apartó de Naike para dar su declaración, lo único que agradecía era que con toda la evidencia y cargos que tenían en contra de Amaru y Jason, pagarían por sus crímenes, pero el caso de Logan era harina de otro costal, al no poderlo relacionar con el caso de Amaru fue desestimado y la noticia ya se había expandido tanto que era de dominio nacional y no faltaba medio que aprovechara la tendencia para hablar de ello en las noticias. Era algo que tendrían que resolver no solo por el bien de la grabación de "Luna Oscura" si no también por la carrera e imagen de su amigo, pero lo primero que tenía en mente en esos momentos era saber que Naike estaría bien, lo demás tendría que esperar.