Capítulo 42 ~Te extraño~

Un golpeteo en la puerta la despertó, pero cuando abrió los ojos deseó no haberlo hecho, se giró de lado sintiendo el cuerpo pesado y los ojos hinchados por llorar hasta quedarse dormida.

—¿Naike vienes a desayunar? —La voz de Brian se escuchó tras la puerta haciendo que su corazón se sobrecogiera al recordar las muchas veces que Xavier le había hecho esa misma pregunta, cada recuerdo dolía y por mucho que quería odiarlo, no podía. —¿Naike estás durmiendo?

—N-no, ya voy. —Respondió rápidamente por miedo a que abriera la puerta y la viera en ese estado.

—Te espero en la cocina entonces. —Anunció antes de que escuchara sus pasos alejarse.

Suspiró mientras se levantaba, busco aletargadamente algo que ponerse de la maleta, que no había deshecho, antes de ir al baño y darse una rápida ducha con agua casi fría esperando que la espabilará y quitará un poco la hinchazón de los ojos. Una vez estuvo vestida se dirigió a la cocina.

—Hola... —Saludo tímidamente mirando el suelo.

—Hola ¿Cómo amaneciste? —Pregunto Brian cálidamente antes de ofrecerse tomar desayuno.

—Bien. —Mintió sentándose a comer quedamente.

Brian le miró un momento pensativo antes de hablar. —Qué bueno, porque estaba pensando en ir al estudio de grabación hoy. —Brian anunció haciendo que lo mirara a lo que sonrió triunfante. —Me informaron que empezarían con las grabaciones.

—Es verdad escuché era hoy, casi lo había olvidado. —Comentó sorprendida de olvidar algo tan importante, había estado muy entusiasmada con la idea de ir a ver las grabaciones desde que empezó el proyecto, pero con lo que había pasado con Xavier, solo podía pensar en lo miserable que se sentía por atreverse entregar su corazón de nuevo y se lo devolvieran roto otra vez.

—¿Quieres ir conmigo? —Preguntó amablemente Brian, pero se notaba que estaba preocupado por ella.

Al verlo, pendiente de ella, no podía evitar pensar en distinto que hubiera sido si se hubiera enamorado de él, pero no quería cambiar su amistad en probar algo de lo que no estaba segura y, sin embargo, cayó rendida como una tonta, por un gigoló pervertido que solo se burlaba de ella, no tenía ninguna lógica.

—No pienses tanto. —Brian le sacó de sus pensamientos empujando un dedo en su frente.

Naike hizo un mohín mientras llevaba una mano a la zona donde le había tocado. —¿Cómo sabes que estoy pensando?

—Porque estabas pensando tan alto, que hasta podía escucharte. —dijo con un sonrisa burlona mientras comía su desayuno que se basaba en un mocaccino y waffles con dulce de leche, por lo que le conocía, sabía que Brian amaba lo dulce, lo que no entendía es como mantenía la línea con una dieta así, simplemente no lo entendía.

—Estás mintiendo. —Replicó mirándolo incrédulamente.

—No, estoy diciendo la verdad.

—Pruébalo. Dime en qué estaba pensando. —Le desafió mientras terminaba su, igualmente, dulce desayuno.

—Estabas pensando en porque te enamoraste de un idiota arrogante en vez de mí. —Respondió con una sonrisa de suficiencia dejándola tan sorprendida, que solo pudo parpadear choqueada. —Lo ves, por la expresión de tu cara di justo en el blanco.

—Cómo... —Fue lo único que pudo decir al ver que efectivamente Brian había acertado.

—Te conozco Naike y no es tan difícil deducirlo. Además yo también me pregunto lo mismo. —Mencionó con un deje de tristeza, a pesar de su empática sonrisa.

—Lo siento. —Naike desvió la mirada, ya que sabía que aunque habían quedado como amigos, los sentimientos no se iban de un día para el otro y eso lo estaba viviendo en carne propia. Aunque intentará hacer como si nada hubiera pasado y olvidarse de todo, simplemente no podía, lo extrañaba demasiado y hubiera dado lo que fuera para estar en el lugar que esa rubia oxigenada, seguramente, ahora ocupaba.

—No tienes nada que sentir, lo único que quiero es que seas feliz, incluso si no es conmigo. Te quiero mucho Naike, eso no cambiara. —Brian acarició su cabeza como tantas veces había hecho antes y sintió ganas de llorar cuando el anhelo de que esas manos fueran otras vino a su mente.

—Yo también quiero que seas feliz Brian, pero sé que no lo serás conmigo.

—Sí, lo sé, no podría dormir con tus ronquidos. —Se burló cortando el tenso ambiente que se había formado fácilmente con su humor.

—P-pero que dices ¡yo no ronco! —Le increpó golpeando su hombro en un ademán amistoso.

Brian rio antes de sonreírle amablemente. —Me alegra que quitaras esa melancólica expresión de tu rostro, entonces qué dices ¿irás conmigo?

Naike suspiro antes de devolverle la sonrisa agradecida de que quisiera levantarle el ánimo. —Me encantaría.

El camino al set de grabación fue entre charlas sin sentido y amenas bromas que le hacían olvidar, por momentos, el dolor que sentía de enamorarse de alguien que ya amaba a otra persona.

Desde que le conoció lo supo, Xavier no había olvidado a Amaru, fue ingenua al pensar que podría ocupar su lugar fácilmente, solo porque se llevaban bien y le había besado. Sintió una punzada de dolor al recordar el beso que habían compartido, nada más un día antes que la corriera de su casa. <<Quizá fue por eso que se apresuró en correrme, tal vez no quería que me hiciera ilusiones por algo que solo era un juego>>

—¡Naike! ¡Brian! —Llamó alegremente Logan seguido de Blake.

En cuanto Naike vio a Blake no pudo evitar ver a Xavier en él y el hecho que las grabaciones empezaran en el mismo lugar donde Xavier se había acercado a pedirle aquella sorpresiva cita que inicio todo, no ayudaba mucho tampoco.

—¿Naike sucede algo? —Preguntó Blake preocupado al notar que su mirada había quedado perdida en él.

—N-no, estoy bien. —Desvió la mirada avergonzada al percatarse de lo que había hecho. <<No estaba bien>> No podía dejar de ver a Xavier en todos lados, por mucho que no quería le era imposible no pensar en él.

—¿Paso algo con Xavier? Desde que nos cortó la llamada ese día no hemos sabido nada de él, ni contesta el teléfono. —Mencionó Blake preocupado.

Naike se tensó ante la mención de su nombre. —N-no, no lo sé. —Musitó vagamente sin mirarlos.

—Naike ya no tiene que ver con él. —Mencionó Brian cortante. —No sé qué le pasó a ese idiota, pero ahora ella se queda conmigo desde que volvió con su ex.

—¿Qué? —Logan y Blake se miraron perplejos antes de fruncir el ceño.

—De todos modos no venimos a hablar de eso ¿Verdad Naike? —Animó Brian cambiando audazmente el tema. —Estamos ansiosos por ver cómo va tomando forma la adaptación.

—Cierto. —Logan asintió emocionado. —Ya estamos planeando las escenas para la promo, además Blake y Rose ya han ensayado como ira el concurso. —Mencionó dando unas palmaditas a Blake que no reaccionó, seguía pensativo por el tema anterior, pero no dijo nada. Entendía que no era algo de lo que quisieran hablar.

Las escenas se veían geniales y el equipo trabajaba muy bien, pero ese lugar le traía muchos recuerdos y ver a Xavier en Blake le dolía, sabía que no era él, sin embargo no podía evitar rememorar una y otra vez cuando le corrió de su casa, su expresión vacía y su voz tan fría aún le daba escalofríos, las ganas de querer llorar la embargaron, por lo que se disculpó con todos antes de pedirle a Brian que le llevara a su casa.

—¿Naike? —Brian llamó al verla correr a la habitación de invitados. —¿Sucede algo? ¿Te sientes mal?

—Es-estoy bien, solo... solo me sentí algo mareada, descansaré un poco. —Se excusó apoyada contra la puerta, mientras intentaba que su quebrada voz, sonara normal.

—De acuerdo, pero si necesitas algo llámame. —Pidió Brian antes de retirarse algo vacilante.

Una vez se supo sola, sin que ella pudiera evitarlo, las lágrimas que luchaba por reprimir se desbordaron de sus ojos sin control, intento retenerlas refregando sus ojos fuertemente, sin éxito, hasta que se rindió, al igual que sus piernas que ya no tenían fuerza para mantenerla en pie, y así, hincada en medio de una habitación que no era suya, dejó que todo el dolor acumulado que sentía se desbordara igual que sus lagrimas.

Tenía que olvidarlo como hizo con Jason, pero era mucho más doloroso y difícil que aquella vez, porque lo que Xavier le mostró, no tenía punto de comparación. La forma en que le miraba, la tocaba y le hizo sentir con cada gesto, no podía simplemente olvidarlo, por mucho que le doliera. Lo amaba demasiado.

—Ni siquiera te pude decir cómo me sentía, estúpido gigolo pervertido. —Se quejó entre las lágrimas que no dejaban de salir. —Si tan solo pudiera odiarte y no extrañarte de la forma en que lo hago. ¿Por qué me tuve que enamorar de ti?  Si sabía como terminaría...



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top