Capítulo 33 ~Un accidente~

Cuando Xavier llegó a su casa se extrañó que todas las luces estuvieran apagadas, ya que por la hora Naike ya debería estar ahí, a menos que le hubiera ocurrido algo, ante ese pensamiento se apresuró al interior encendiendo las luces a su paso.

-¿Naike estás aquí? -Al no recibir respuesta su inquietud aumentó, hasta que la encontró en su habitación. Se había quedado dormida sobre su computador, eso explicaba porque no había encendido las luces ni respondido cuando le llamo.

Xavier se apoyó en el marco de la puerta, soltando el aliento que no se había dado cuenta que estaba reteniendo por temor a que le hubiera sucedido algo. Tomó una manta y se acercó a ella para cubrirla. Mientras le observaba dormir se preguntó cómo fue que se había metido tan rápido en su corazón, nunca espero volver a enamorarse, menos de ese modo.

<<¿Qué haré contigo?>> Se preguntó mientras le observaba atentamente. Su piel era tan pálida haciendo que se sonrojara con facilidad y eso le hacía desear provocarla de más maneras de las que podía admitir, su mirada se deslizó de sus largas pestañas clavándose en sus rosados labios, no podía sacarse de su cabeza cómo sería probarlos y lo cerca que estuvo de hacerlo, desvió la mirada a la pantalla del ordenador para distraerse del rumbo que estaban tomando sus pensamientos, solo para encontrarse con un documento lleno de palabras ininteligibles producto, al parecer, de haberse dormido sobre el teclado. Xavier resopló divertido antes de salir de la habitación. Si se quedaba más tiempo ahí no resistiría la tentación de saber si los labios de Naike eran tan dulces como se veían.

Se dirigió al baño para tomar larga una ducha y así sacarse la tensión acumulada. Entre la desagradable visita de Amaru, el mal entendido con Blake, que aún no podía resolver, y lo cada vez más complicado que se estaba volviendo convivir con Naike bajo el mismo techo, no sabía cuánto más aguantaría de esa manera, lo peor de todo es que pensar en lograr algún avance con ella era prácticamente imposible teniendo en cuenta la situación en la se encontraba, sin mencionar que aún estaba la declaración de su sobreprotector amigo.

Suspiro mientras cerraba la llave, no veía cómo solucionar el lío que se había vuelto su vida, al menos tenía una idea de cómo arreglar las cosas con Blake, sobre lo demás no sabía qué hacer.

Una vez que se secó, se dio cuenta que se había olvidado de llevar ropa limpia para cambiarse, algo que había comenzado a hacer desde que Naike se estaba quedando con él.

-Bueno de todos modos está durmiendo ahora, así que no debería haber problemas. -Se dijo envolviendo una toalla alrededor de su cadera para ir a su habitación, pero por un descuido dejó caer uno de los adornos de la repisa, se volteó a ver que había sido justo antes que recibiera un fuerte golpe en la cabeza por detrás, como reflejo se volteó rápidamente para que su asaltante no lo tomara desprevenido, sin embargo se desestabilizo al darse cuenta de quién se trataba.

-Te tengo. -Declaró Naike mientras se montaba encima de él.

-¿Qué diablos te pasa Naike? -Xavier se quejó mientras presionaba la zona donde recibió el golpe. -Casi me rompes la cabeza.

-¿Eh? ¿Xavier? -Pregunto Naike aturdida.

-¿Quién más podría ser?

-Lo siento, y-yo pensé que... el ruido... las luces... luego. -Balbuceó incoherentemente Naike intentando explicarse mientras se apresuraba a salir de encima de él.

-Qué gusto tienes de caerte encima de mí. -preguntó incorporándose lentamente debido al dolor del golpe.

-L-lo si-siento mucho. -Musitó débilmente Naike mirando el suelo con la cara muy roja mientras le tendía una toalla, solo entonces se dio cuenta que la había perdido.

-Eres más agresiva de lo que pensé, si quieres algo solo debes pedirlo. -Insinuó perversamente viendo como Naike se ponía más roja aún, algo que no creía fuera posible.

-¡Y-ya-ya te dije que no fue mi intención! -Exclamó enojada mientras le tiraba la toalla en la cara antes de huir rápidamente.

-Tan inocente. -Murmuró Xavier cubriendo su rostro con una mano. <<Era demasiado tierna para ser verdad>> Enrollo la toalla nuevamente alrededor de sus caderas reanudando su interrumpido camino a la habitación.

Una vez estuvo decente fue a la cocina a preparar la cena, pero se llevó la sorpresa de que todo estaba listo y no solo eso, Naike le esperaba con una bolsa de hielo conservando aún un leve sonrojo sobre sus mejillas.

-Por fin llegas pensé que te habías desmayado o algo. -Refunfuño Naike en una mezcla extraña entre enojada y avergonzada, seguramente por la forma en que le molesto antes.

-No, pero con el golpe que me diste es un milagro que no quedara inconsciente. -Exageró tocándose la zona resentida.

-Ten. -Ofreció pasándole una bolsa de hielo.

-Y qué quieres que haga con eso. -Señaló negándose a aceptarla.

-No te hagas el tonto es para evitar que se inflame. -Explicó irritada mientras se la volvía a ofrecer.

-Entonces por qué no me lo aplicas tú. -Propuso empujando la bolsa hacía ella.

-¡¿Yo por qué...?! -El reclamo de Naike fue interrumpido por la desafiante mirada de Xavier haciendo que resoplará resignada. -Está bien, pero será mejor que te sientes, eres demasiado alto.

-No será que tú eres demasiado baja. -Picó divertido antes de soltar un siseó de dolor cuando Naike presionó la bolsa de hielo sobre su cabeza una vez que se hubo sentado.

-Eso te pasa por burlarte, ahora no te muevas. -Ordenó sosteniendo la bolsa con más delicadeza.

-Duele. -Protesto algo incómodo por la posición en la que estaban, era demasiado fácil eliminar la escasa distancia que los separaba.

-¿Ahora está mejor? -pregunto Naike inconsciente de lo que provocaba en él, estaba demasiado concentrada en lo que hacía para notar algo más.

-Sí.

-¿Eh? ¿Por qué estás rojo? ¿Tienes fiebre? -Naike colocó una mano sobre su frente preocupada intentado comprobar su temperatura.

-Ya estoy bien, vamos a comer quiero ver que preparaste. -Evadió mientras se alejaba de ella para sentarse en su usual puesto en la mesa.

-No es nada tan elaborado como lo que tú haces, pero es mejor que nada. -Se excusó mientras le servía antes de sentarse frente a él.

Mientras observaba a Naike comer, no podía dejar de pensar en cuánto le gustaría poder estar así con ella por siempre, lo que le hacía sentir era fuerte y tan distinto lo que vivió con Amaru, era algo más que gustarle o desearla, con ella se sentía completo como si fuera su complemento perfecto, hablar y reír a su lado era algo natural, provocarla, ver sus expresiones, su sorpresiva incapacidad para mentir o recibir halagos, era totalmente opuesta a Amaru, con ella nunca sabías cuándo era sincera y cuando no, siempre sentía la tensión e incertidumbre de no saber qué era lo que esperaba y más allá de la pasión física no compartían nada, ella nunca le preguntó lo que quería o cuáles eran sus metas y aunque él intentó conocerla, ella no expresaba más que su deseo de poseer más.

-¿Por qué me miras así? ¿Está malo? -Naike se inquietó examinando su plato como si allí pudiera encontrar la solución al problema.

Xavier esbozo una sonrisa mirándola con ternura. -Tienes migas en la cara. -Mintió.

-¿Eh? ¿Dónde? -Preguntó sacudiendo su cara con las manos.

Xavier ocultó su diversión detrás de una expresión seria para no delatarse mientras se ponía de pie apartando las manos de Naike, que le miro sorprendida de verlo tan cerca.

-Aquí. -Señaló sosteniendo su rostro para limpiar la imaginaria suciedad de la comisura de sus labios con su boca. -Delicioso. -Susurro dejándola libre para después lamer sus labios degustando su sabor. <<Era dulce>>

-Gr-gracias. Vo-voy a mi ha-habitación -Tartamudeo débilmente con las mejillas encendidas por el rubor mientras se retiraba prácticamente corriendo de la cocina después de dejar apresuradamente los trastes en el fregadero.

Xavier cubrió su boca una vez fue consciente de lo que había hecho. <<Si las cosas siguen así no seré capaz de detenerme a mí mismo>> pensó tocando sus labios. No era suficiente, quería más.

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