Capítulo 2 ~Nuevas emociones~
Al llegar a su casa Naike se sentía como si una aplanadora le hubiera pasado encima, todo el estrés acumulado le estaba pasando la cuenta, así que se dirigió directamente a darse un necesario baño de tina, que sus agarrotados músculos seguro agradecerían. Dejó su bolso sobre la mesa el cual solo contenía una libreta y un lápiz que siempre llevaba, antes ya había perdido muchas ideas por no ir preparada por lo que había aprendido la lección, después de todo la inspiración nunca avisaba cuando llegaba, era como Ashlyn, una de sus amigas, siempre le caía cuando menos la esperabas.
Mientras llenaba la tina su mente no puedo evitar sumergirse en los eventos ocurridos en el día. El encuentro con aquel hombre fue realmente toda una odisea, nunca nadie le había molestado tanto antes y a pesar de eso había algo en el fondo de su mirada que le indicaba que había algo más que no lograba ver a simple vista. Era contradictorio, ya que, a pesar de comportarse groseramente sus acciones eran consideradas.
Sacó el anillo de su bolsillo, mientras la tina se terminaba de llenar, era hermoso ciertamente. Tentativamente se lo probó descubriendo que le quedaba perfectamente en el dedo anular. <<¿Ese no era el dedo de los anillos de compromiso? ¿Por eso estaba tan alterado?>>
Se quitó el anillo y lo dejó cuidadosamente en la mesita que estaba en el baño para luego cerrar la llave de la tina, una vez se desnudó se metió en la calidez del agua que había preparado.
—Con que incluso alguien tan descortés y bruto como él tenía una pareja. —Reflexionó en voz alta mientras dejaba que el agua le relajara. Era lo más seguro por el tamaño y el motivo de corazón que tenía. —Pareja, eh, ¿cómo sería tener a alguien especial ahí para ti? —Se preguntó mientras un anhelo que creía ya olvidado volvió a atormentarla como si de un demonio se tratase susurrándole deseos que vivían ocultos en su corazón y no quería aceptar. Quizá vivir en un mundo de fantasía ya no te satisface tanto como antes Naike, después de todo, tus héroes de cuentos no te pueden abrazar.
Comenzó a jabonarse con brusquedad como si eso detuviera el flujo de sus pensamientos. Ella no servía para amar, solo para ser utilizada era algo con lo que debía vivir, por eso había reducido sus amigos, contacto social o cualquier cosa que la expusiera a ilusionarse falsamente, y sí era una maldita ermitaña, pero amaba aquella paz que le daba su soledad que solo sus amigas y su trabajo rompían de vez en cuando. Es verdad, no necesitaba algo como el amor en su vida, tenía todo lo que había deseado para qué iba a querer enamorarse cuando sabía cuánto daño podía causar.
Después de tomar su relajante y reconfortante baño se envolvió en su cálido y práctico pijama, tomó su notebook de la mesita de noche, donde aprovechó dejar el anillo para que no se perdiera, y se puso cómoda para empezar a escribir de una vez, pero nada, era curioso cómo sentía que su mente estaba igual que la pantalla frente a ella: en blanco. Sintiéndose frustrada estuvo a punto de tirar su notebook solo para tener la satisfacción de escuchar el sonido que haría, para su suerte el celular que había olvidado que tenía empezó a sonar desviándola de los pensamientos asesinos que tenía contra su pobre computador.
—Aló. —Atendió una vez que logró localizar dónde estaba el molesto aparato.
—Al fin, pensé que te habían raptado los ovnis o algo por el estilo, puesto que ya habías prometido llevar tu celular en caso de emergencia ¿verdad? —El sarcasmo en la voz de su mejor amigo y Director de su editorial, Diamond Heart, era evidente.
—No es para tanto, solo salí un momento a despejarme. —Se excusó tratando de aplacar el discurso que vendría después... sin éxito.
—Por Dios Naike cuando aprenderás que debes llevar tu celular, trabajas independiente y nunca sabes cuándo te puedan llamar por alguna propuesta o alguna emergencia, ya estoy pensando que deberé amarrarte el maldito celular a la mano... —Naike rodó los ojos ante el discurso que ya se sabía de memoria. —¿Me estás escuchando?
—Sí, ya lo sé, llevare mi celular la próxima vez ¿Bueno? —Aseguró esperando que no siguiera con el tema.
—Buena chica. —Alabó sabiendo que le fastidiaba que la tratara como perrito, pero siguió hablando antes de que pudiera reprocharle. —Bueno el punto es que necesitaba localizarte porque hoy recibí una propuesta inesperada, pero que podría interesarte.
De lo mucho que lo conocía podía apostar que Brian estaría sonriendo como gato Cheshire por lograr su objetivo, ya que la curiosidad por saber de qué se trataba la estaba matando. —¿Qué propuesta?
—Veras quien llamó es un director el Fahrenheit Estudios.
—¿Acabas de decir Fahrenheit Estudios? —Cuestionó dudando de haber escuchado bien. El único Fahrenheit Estudios que conocía era uno de los estudios más famosos en el tema de cine y producción de grandes series del último tiempo, prácticamente todo lo que hacían se volvía un éxito seguro.
—Sí, es lo que dije. —Confirmó Brian volviéndose serio. —Ya sabes lo que significa ¿Verdad?
—A decir verdad no sé qué pensar. Mejor dímelo tú. —Pidió sin querer hacerse ilusiones, lo que tenía en mente le parecía demasiado fantástico como para ser real.
—Está bien, pero espero que estés sentada no quiero que te lastimes si te desmayas.
—Solo dime de qué se trata. —Exigió sin poder contener la ansiedad que le provocaba saber la respuesta.
—Este director está interesado en trabajar con una de tus obras. —Anunció filtrando parte de la emoción que él mismo sentía con la noticia.
Naike tardó varios segundos en asimilar sus palabras y cuando lo hizo realmente agradeció estar sentada, Brian no bromeaba. —¡¿Trabajar con una de mis obras?! ¿Lo dices enserio? ¿No es broma verdad? —Cuestiono temiendo que fuese mentira, pero no era día de los inocentes según recordaba.
—Nunca bromearía con algo así, es cien por ciento real. —Aseveró seriamente. —Esta es una gran oportunidad Naike, pero también es una gran apuesta y como tal hay riesgos.
—Sí, lo sé. —Es algo que siempre tenían en consideración a la hora de tomar nuevos proyectos o hacer innovaciones, un error podría arruinar todo lo que habían avanzado hasta ahora.
—Exacto, bueno piensa en ello con cuidado y me das tu respuesta.
—Lo haré. —Afirmó. Era una gran propuesta, pero también sabía que había muchas cosas a considerar, no era algo para tomárselo a la ligera.
—Ok entonces te dejo descansar, que tengas una linda noche. —Se despidió haciendo notar lo tarde que era.
—Espera Brian. —Le detuvo antes de que colgara. —¿Por qué me llamaste tan tarde? no hubiera sido mejor esperar hasta mañana, de todos modos había quedado en ir a tu oficina o ¿el proyecto es urgente?
—Bien te confesare que he estado tan emocionado que no podía esperar a contarte, solo eso. —Confesó como si fuera un niño pequeño haciendo una travesura, no podía creer que ese chico en verdad fuera el director de su editorial.
—Te das cuenta que ahora será un milagro si logro dormir ¿verdad?
—Por supuesto cariño, contaba con eso... ahora seremos dos. —Ronroneó con coquetería antes de que le cortara sin dejarle responder.
—Malvado. —Susurro mirando el celular como si fuera el verdadero culpable, pero inevitablemente una sonrisa se formó en su rostro por la oportunidad que le estaban dando.
Un proyecto con Fahrenheit Estudios sería un sueño cumplido, pero también significaría un gran desafío y tendría que decir si lo quería enfrentar.
Se estiró en su cama rendida ante las múltiples emociones que le embargaban, aún temía que se despertaría en cualquier momento y todo sería nada más que un sueño, se acomodó de lado dejando en su campo de visión el delicado objeto que brillaba sobre su mesita de noche. Se incorporó para alcanzarlo mientras jugaba con él entre sus dedos, vagamente se preguntó cómo haría para devolverlo a su dueño. Miró de nuevo el corazón del anillo, nunca había visto uno igual aunque tampoco es que soliera usar anillos, menos de compromiso, examinó el interior y se sorprendió al encontrar al lado de la serie del anillo unas iniciales "A y X".
Se dejó caer nuevamente en la cama. <<¿Qué tan malo puede ser un chico que lleva esto y lo considera importante?>> Se rio para sí misma, en realidad era extraño, pero quería verlo de nuevo... para refregárselo en la cara, claro... No podría haberle llamado la atención un chico así, no era tan extraña... o eso creía. <<Aunque tenía una voz muy linda... cuando no estaba gruñendo.>>
—Bien a trabajar. —Se dijo a sí misma sin querer indagar en esos pensamientos. Dejó el anillo nuevamente sobre la mesita de noche y se dispuso a escribir, una historia surgió en su cabeza dominada por unos ojos dorados que miraban con intensidad, pero no tenían nada que ver con el dueño del anillo, solo era coincidencia que fueran similares, de todos modos no era algo relevante mientras las palabras se iban plasmando en la hoja en blanco dándole vida, podía escribir y eso era todo lo que le importaba aquella noche llena de tantas y nuevas emociones.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top