Xavier no supo en qué momento pasó de estar a punto de besar a Naike a estar bailando con Amaru, lo que sí sabía era que no le gustaba para nada el cambio.

Todavía sentía su cuerpo hormiguear al recordar cómo se sentía Naike entre sus brazos y su embriagante aroma a vainilla con un toque de fresa.

<<¿Sus labios sabrían igual de bien?>> Estuvo tan cerca de averiguarlo...

—Xavier, préstame atención. —Demandó Amaru sacándolo de sus pensamientos.

—¿Qué sucede Amaru? —Suspiro distraídamente aun pensando en el baile que había tenido con Naike y en lo mucho que había deseado besarla.

—No puedo creer que estés así por esa niña. —Acusó ofuscada Amaru llamando su atención nuevamente. —Has bajado mucho tus estándares desde que te deje por lo que veo.

—¿Tú lo crees? —Preguntó fingiendo ignorancia. —Porque yo creo que ella es perfecta.

La cara que puso Amaru no tenía precio, si hubiera podido, le sacaba una foto para el recuerdo, lo merecía sobre todo por lo superficial que estaba siendo, intentando pasar por encima los demás solo porque se creía superior. Realmente le molestaba que actuara así sobre todo con Naike.

—Xavier qué te pasa, ¿en serio crees que esa niña podría ser mejor que yo? —Amaru se acercó a su oído mientras deslizaba las manos al borde de su cinturón. —Quieres que te recuerde cómo era cuando estábamos juntos.

—Preferiría que no. —Xavier apartó sus manos mirándola con reproche por su actitud, realmente se avergonzaba de sí mismo al siquiera haber pensado en aceptar una proposición así en el pasado. —Tienes a tu novio a pocos metros de ti, no creo que deberías decir esas cosas.

—¿Dirías lo mismo si te dijera que estoy dispuesta a terminar con él?

—¿Qué sucedió? —Replicó con una sonrisa de medio lado al ver que realmente quería volver con él después de todo. —¿El fiscal no cumplió como esperabas?

—¿Eso es lo que te gustaría escuchar? Xavier no has cambiado nada, pero me gustas así. —Amaru cruzó las manos detrás de su cuello de forma que quedaran más cerca, igual de cerca como había estado con Naike antes que les interrumpieran, pero con ella no sentía esa urgencia de besarla, contrario a lo que había esperado. —Sabes, hoy no es solo mi cumpleaños, también es mi compromiso, Carl seguramente pondrá una costosa piedra en mi mano, pero he pensado que si aparecías aquí... Tú y yo podríamos darnos otra oportunidad ¿Qué dices?

Xavier entrecerró los ojos mientras le escuchaba, le resultaba completamente irrisorio. —¿Para eso me pediste que viniera? Para dejar plantado a tu novio con el ex que dejaste cuando te hizo la misma proposición, no me hagas reír o es que acaso ¿Le tienes miedo al compromiso?

—Así que te da gracia que quiera volver contigo. Me pregunto qué te ha hecho esa niña para que estés tan colado por ella, pero de todas formas, estoy segura que yo podría hacerlo muchísimo mejor. —Amaru lamió sus labios antes de acercarse con intenciones de besarlo, pero la apartó lo más sutilmente que pudo deshaciéndose de su agarre.

—No la cambiaría a ella por una persona que nada más escuchar la palabra compromiso planea como huir.

—Si ese es tu problema, no me importaría comprometerme contigo ahora, sobre todo después de que te convertiste en alguien tan exitoso y sexi. —Amaru le guiño un ojo desvergonzadamente.

Xavier repentinamente tenía ganas de golpear su cabeza contra la pared. —Déjame ver si entiendo, ¿quieres estar conmigo porque ahora tengo más dinero que tu fiscal?

—Y no olvides lo sexi, solo piénsalo seriamos la pareja perfecta, todos nos envidiarán. —Propuso descaradamente sin ninguna vergüenza.

Xavier sabía que era algo materialista y codiciosa, pero no había visto hasta qué punto. <<¿Cómo es que siquiera pensó alguna vez que esa mujer lo había querido por algo más que la apariencia y lo que le podía dar?>> Lucien tenía demasiada razón en lo que decía, ella nunca sería capaz de dar lo que recibía a cambio.

—¿Y qué pasará cuando aparezca alguien más rico y sexi en tu camino? o en caso que tuviera un accidente o perdiera mi dinero ¿Seguirías pensando así?

Amaru le miró entre sorprendida y horrorizada por las preguntas antes de reírse nerviosamente, como si fuera parte de alguna broma de mal gusto. —No digas esas cosas. Actualmente no hay nadie más atractivo que tú y lo sabes, te he estado observando y siguiendo en las revistas de moda y siempre figuras entre los primeros más deseables y poderosos del país.

—Ya veo. —Xavier le miró pensativo un momento antes de seguir. —Si es así entonces creo que tendré que rechazar tu proposición.

—¡¿De qué hablas?! —Amaru casi chillo las palabras haciendo que se tapara los oídos.

—No grites, acaso estás sorda. —Amonestó molesto. —He dicho que ya no quiero estar contigo, quédate con tu fiscal o busca otro tonto que cumpla tus caprichos.

—¿Cómo puedes hablarme así? Tú me amabas. —Golpeó su pecho despechada. —Siempre estabas ahí para mí ¿Qué cambio? Dime que hizo esa niña que te hace rechazarme. ¡Dímelo! Estoy segura que puedo hacerlo mejor.

—Déjala fuera de esto, solo me di cuenta de la clase de persona que eres en realidad y no me gusto para nada. —Xavier paro sus manos. —Mis amigos y hermano siempre tuvieron razón, realmente me arrepiento de no haberlos escuchado antes.

—¡Tus amigos siempre fueron un estorbo! Sobre todo tu hermano. —Despotricó intentando soltar sus manos para seguir golpeándolo. —Si ellos no hubieran estado, tú serías una estrella a esta hora y aún seguiría contigo, ¡pero no! Decidiste postergarte por su bien, rechazando todos los trabajos que te conseguía y dándoselos a ellos fue tu culpa que te dejara. Deberías estar feliz de que te diera otra oportunidad.

Xavier suspiró sintiéndose repentinamente agotado. —Muchas veces me pregunté en qué me había equivocado contigo, me pregunté qué fue lo que me faltó para hacerte feliz. Ahora no se si llorar o reír por la respuesta.

—¿Crees que fue tan fácil? —Amaru dejo de forcejear mientras bajaba la mirada. —La compañía de mi padre se estaba yendo a bancarrota y necesitaba a alguien que me diera la vida que merezco y tú no hacías nada por surgir. Tenía que velar por mi futuro, aunque separarme de ti fue difícil, lo tuve que hacer y ahora que podemos estar juntos me sales con eso, la que debería llorar soy yo.

Xavier cerró los ojos antes de abrazarla. —Si hubieras creído en mí cuando me arrodille frente a ti rogándote que no me dejarás, seguramente estaríamos juntos aún, porque era un idiota y te amaba ciegamente, pero ahora hay alguien más a quien quiero a mi lado.

Xavier sintió los hombros de Amaru temblar antes de que lo apartara bruscamente. —No... ¡No! ¡Cómo puedes preferir a esa niña sobre mí! Cuando veas que no te puede complacer como yo lo hacía te arrepentirás.

—Ese es mi problema Amaru, tú tampoco pensaste en eso cuando te fuiste con tu fiscal.

—¿Esto es en venganza? —Preguntó mirándolo con odio.

—Te equivocas, yo no soy tan calculador como tú. Solo vine a este lugar porque tenía curiosidad de saber qué era lo que querías después de tanto tiempo, pero creo que ya no tenemos nada más de que hablar. Ahora si me disculpas iré con mi pareja.

—Te arrepentirás Xavier, pronto te darás cuenta que me necesitas.

Xavier solo levanto la mano en despedida mientras se alejaba en busca de Naike, cuando la divisó sentada en su mesa mientras tomaba tranquilamente su daiquiri de fresa exhaló el aire que no sabía que estaba conteniendo.