Naike se sentía demasiado extraña, de vez en cuando miraba su reflejo en el espejo del auto y no podía reconocerse, no era que se viera mal, pero no se sentía como ella misma.

Nunca antes había entrado a un salón de belleza, ni comprado ese tipo de ropa, mucho menos una tan costosa, casi se cae de espaldas de solo ver el precio del vestido, por lo que ni siquiera se atrevió a comprobar cuánto valía el abrigo y los zapatos.

—Llegamos. —Anunció Xavier una vez había aparcado el coche.

No quería voltear a verlo, el maldito también se había comprado ropa y se veía demasiado bien entre casual y formal, tuvo que usar todo su autocontrol para no comérselo con la mirada y el que prácticamente vistieran a juego como pareja no ayudaba. Sin embargo Xavier se le adelantó abriéndole la puerta del copiloto como si fuera todo un caballero ¡Hasta le ofreció la mano para que se bajara!

Naike rodó los ojos ante su gesto antes de bajar por sí misma ignorando su mano.

. —Xavier cedió antes de darle una última mirada, algo que agradeció. —¿Ya decidiste qué pedir?

—La verdad no entiendo la mitad de lo que dice aquí. Creo que está en chino. —Mencionó intentando leer el menú sin éxito.

—Déjame ver. ¿Qué te gusta? —Preguntó mientras ojeaba el menú.

—¿Una hamburguesa? —Xavier le miró interrogante. Sabía que sonaba más a una pregunta que una respuesta, pero no sabía qué pedir. —Creo que cualquier cosa normal estaría bien. Solo no me gusta el picante y lo agridulce.

—De acuerdo entonces creo que sé que te podría gustar. —Antes que pudiera averiguar lo que era llamó al mesero por la campana de la mesa.

En unos minutos Lucien estaba de vuelta con una gran sonrisa en la cara.

—Se tomaron su tiempo. —Comentó con un brillo de diversión en sus ojos a lo que Xavier correspondió con una dura mirada, como si le molestara algo que no había llegado a entender.

—Pediré lo de siempre y lo mismo para Naike.

—¿Algo para beber? —Sugirió mientras retiraba las cartas.

—Para mí un Cabernet Sauvignon. —Pidió Xavier antes de mirar a Naike.

—Lo mismo. —Se limitó a decir para evitar complicarse eligiendo otra bebida.

—Perfecto, regreso en un momento. —Asintió antes de retirarse nuevamente sin más preguntas.

—No te ves cómo alguien que bebe. —Mencionó Xavier una vez que Lucien se fue.

—Una copa de vez en cuando no hace mal. —Se encogiendo los hombros indiferente. —¿Y qué pediste?

—Se-cre-to. —Respondió mientras le guiñaba un ojo con coquetería.

<<Era tan exasperante ese gigolo>>

El sonido de su celular interrumpió el reproche que estaba a punto de decir. Le llamó la atención que fuera un número desconocido, pero atendió de todas formas.

—¿Aló?

—Hola amor. —La voz de Jason le paralizó, sabía que se veía mal porque Xavier le miraba preocupado. —¿Por qué no estás en casa?

Naike tomó el celular presionando el celular con más fuerza para evitar que se notara el temblor de sus manos. —¿Cómo sabes que no estoy?

—Me di la libertad de comprobar y la casa está vacía ¿No te dije que tendrías que estar en tu casa para mí? —Su voz era enloquecida lo que la asustó aún más. Ni siquiera comprendía lo que decía, ellos no eran nada.

—Tuve que salir. —Se excusó intentando que su voz se mantuviera firme y calmada, tenía ganas de gritarle, pero no quería que Xavier notara que algo no estaba bien, además que estaban en un lugar público.

—Espero que entiendas lo que pasará ahora. —Fue lo último que dijo antes de cortarle.

—¿Sucedió algo? —Indagó Xavier mirándola con preocupación, pero antes de contestar Lucien ya había vuelto con los platos para ambos y una botella de vino que sirvió galantemente. El ambiente tenso se notaba, pero no dijo nada solo intercambió una mirada con Xavier antes de retirarse. Se notaba que eran muy amigos y se conocían demasiado bien.

—¿Y bien? —Volvió a preguntar mientras cortaba un trozo de carne.

—Es de trabajo. —Respondió ausentemente mientras tomaba un bocado de la comida y se sorprendió de lo exquisito que estaba, era suave con el aliño justo y un acompañamiento fresco que realzaba el sabor del ingrediente principal. —Esto está realmente delicioso. —No puedo evitar alabar olvidando su preocupación.

—Qué bueno que te gusto. —Xavier le sonrió plácidamente al ver que era de su agrado. —Pruébalo con el vino y verás que sabe mucho mejor.

Naike hizo lo que sugirió sin creerle que fuera verdad, sin embargo no pudo evitar gemir de placer ante lo bien que se mezclaban en su boca los sabores. —Wau, tenías razón, increíblemente sabe mejor, como si fuera el complemento que le faltaba. —Admitió mientras comía otro bocado disfrutando de su sabor, olvidándose por completo de la llamada anterior.

—Te dije que no te arrepentirías.

Naike le iba a replicar para quitar esa sonrisa presuntuosa de su rostro, pero el celular nuevamente le interrumpió. Miró el número y suspiro aliviada de que fuera Brian.

—¿Aló? ¿Brian? —Atendió algo nerviosa. Hace mucho que no hablaban, pero imaginaba que lo haría en algún momento por el número de llamadas perdidas que le había dejado.

—Naike ¿Sucedió algo? tengo muchas llamadas tuyas. No es normal que llames tanto. —La preocupación era evidente en su voz.

Naike mordió su labio inferior ante la mala sincronización, quería decirle de Jason, pero no quería que Xavier le preguntará al respecto, ya había evitado que siguiera preguntando después de su anterior llamada.

—Si tengo que hablar de un asunto contigo. —Declaró eligiendo bien las palabras.

—Está bien, puedes pasar por mi oficina ahora. —Naike volvió morder su labio inferior que seguro ya estaba hinchado.

—Creo que sería mejor vernos mañana. —Sugirió nerviosa mientras sentía la mirada de Xavier sobre ella.

—¿Estás ocupada? ¿Quieres que vaya a tu casa?

—¡No!... digo no es necesario, no es algo urgente. —Intentó disimular su arrebato ante la idea que fuera a su casa y no la encontrará ahí, seguramente le haría demasiadas preguntas que no quería contestar.

Ni ella misma se podía responder que estaba haciendo en ese lugar disfrutando una comida con el hombre que tenía al frente, pero desde que le había mencionado el significado de ese anillo no se había atrevido a rechazarlo, a pesar de hacerle hacer cosas que nunca hubiera hecho por su cuenta.

—¿Estás segura que estas bien?

—Sí, no te preocupes mañana nos vemos. —Aseguró intentando persuadirlo.

—Está bien, pero más te vale por sino iré yo. —Amenazó antes de cortar.

<<Qué le pasaba hoy a todos con sus amenazas>> Pensó mientras miraba el aparato molesta.

—Estás algo solicitada ¿Siempre es así? —Preguntó Xavier mirándola curiosamente mientras apoyaba su cabeza en su mano en una actitud relajada.

—No, por lo general en mi vida no hay nada emocionante y ya estoy extrañando que sea así. —Suspiro ante lo cierto que era mientras se disponía a disfrutar de lo que quedaba de su comida.

—Y dime ¿Una de esas llamadas era tu novio? —El tenedor de Naike quedó a medio camino ante la pregunta.

<<¿Novio? ¿Le estaba tomando el pelo?>>