Capítulo 13 ~Mal presagio~
El sonido del celular lo desconcentro de su trabajo, todo el tiempo fuera le estaba cobrando interés y ahora tenía una montaña de papeles que verificar, era una suerte que su personal fuera lo suficientemente eficiente para soportar su ausencia por unos días, pero habían cosas que solo podía atender el mismo.
—¿Aló? —Contestó sin mayor reparo Xavier poniendo el celular en su hombro mientras seguía revisando los papeles que tenía delante, quería terminar antes que llegará Naike, al menos esperaba que llegara.
—¿Xavier? —Apenas escuchó esa voz tomó con fuerza el celular mientras se enderezaba, no podía creer que le estuviera llamando, no después de todos esos años, aunque si ya tuvo la desfachatez de invitarlo a su cumpleaños añadiendo además una foto de cuando estaban juntos, tampoco era tan descabellado, se podía esperar cualquier cosa en realidad. —Soy Amaru... ¿Estás?
—Vaya que sorpresa y a qué debo el honor de tu llamado. —Consultó sarcásticamente sin poderlo evitar, ni siquiera quería saber cómo había conseguido su número solo le traería dolor de cabeza.
—Ha pasado mucho tiempo Xavier... —La voz de Amaru sonaba quebrada como si estuviera a punto de llorar, pero ¿Cómo podía confiar en ella? Miles de veces en el pasado lo habían manipulado de la misma forma. Apretó más el teléfono en su mano temiendo que pudiera romperlo. —¿Te llego lo que te envié? Nos vemos muy bien juntos ¿No crees?
—¿A qué juegas Amaru? —Espetó sin rodeos, la duda que lo estaba carcomiendo desde que aquella invitación había llegado a sus manos y había puesto su mundo de cabeza nuevamente, desenterrando un pasado que creía olvidado. —¿Por qué ahora?
—Te extraño Xavier, quiero verte una vez más. —Esas palabras eran las mismas que tanto quería escuchar durante tantos años, las mismas por las cuales hubiera rogado. Cerró los ojos ahogando los sentimientos que se desbordaban con esas simples palabras que sentía tan vacías ahora. Cuánto había amado a esa mujer tras el teléfono. Cuánto había dado por ella ¿Podía simplemente olvidar todo lo que hizo? —Xavier vendrás ¿Verdad?
—Sí, iré. —Accedió antes de pensarlo mejor, quería ver con sus propios ojos que es lo que buscaba, aun si verla lo pudiera confundir o incluso destruir otra vez, quería cerrar ese capítulo de su vida de una vez por todas, no quería hacerse más daño torturándome a sí mismo con el pasado y preocupando a la gente a su alrededor. No podía ser tan cobarde.
—Gracias, Xavy espero con ansias esta tarde. —La voz de Amaru se escuchaba seductora y segura de sí misma muy distinta a como se escucha apenas unos segundos cuando le pidió ir, incluso se atrevió a usar el apodo que usaba cuando estaban juntos. Xavier entrecerró los ojos al comprobar que el llanto anterior había sido una mentira como sospechaba.
—Yo también Amaru, pero no esperes un regalo de mi parte ¿Está bien? —Contestó siguiéndole el juego con un toque de malicia al saber lo materialista que era.
—No te preocupes, con verte será suficiente. Te espero, Xavy.
El llamado se cortó dejando a Xavier confundido por como terminó la conversación.
<<¿Qué había sido eso? ¿Que esperaba diciendo que con solo verle le era suficiente? >> Brevemente se preguntó si aceptar aquella invitación había sido una buena idea después de recordar las palabras de Lucien, pero su curiosidad era mayor, no quería quedarse otra vez con la duda de que hubiese pasado si hubiera ido, no quería cometer el mismo error que en el pasado.
Xavier se concentró nuevamente en su trabajo aún tenía cosas que terminar antes que llegara la hora y se sentía demasiado ansioso por ver a su escritora, solo ese pensamiento lograba tranquilizarlo después de aquella llamada.
Después del incidente en su casa Naike se sentía hecha polvo, solo había dormido a intervalos cortos asustada de encontrarse con Jason en su casa, para distraerse se la había pasado escribiendo intentado recuperar lo que había perdido, al menos la rabia e impotencia que sentía le había impulsado aún más a terminar la novela a cualquier costo. No permitiría que Jason la pisoteara, menos a su trabajo, aunque tuviera que escribirlo mil veces lo haría si fuera necesario.
Su mirada se desvió al reloj de pared y se sorprendió que fuera tan tarde apenas alcanzaba a arreglarse un poco y salir para buscar la dirección que Xavier le había dado, bueno no era que lo necesitará de todos modos, solo iría a entregar ese anillo no a una pasarela.
Sin pensarlo más guardó el anillo en el bolsillo interno de su chaqueta antes de tomar su celular y llaves para salir, pero cuando vio su computador recordó lo que había pasado la última vez que había salido, dudo un poco antes de tomar un bolso y meter su computador en él. Ya había tomado la precaución de llamar a un cerrajero, pero aun así no le daba seguridad, ni siquiera sabía cómo Jason había logrado entrar la primera vez y no se quería arriesgar. Verificó dos veces que estaba cerrada la puerta antes de ponerse en camino.
Dirigió sus pasos hacía la dirección de la tarjeta mientras intentaba distraer sus deprimentes pensamientos con el paisaje sin mucho éxito, sentía tanta impotencia... y estaba sola, Brian no contestaba y sus amigas estaban ocupadas en sus propios asuntos como para atreverse a decirles sus preocupaciones.
Cuando alzo la mirada se sorprendido de que la calle que buscaba se encontrara cerca donde se ubicaba el parque en el que solía correr y la cafetería que frecuentaba, ahora entendía porque se habían encontrado antes, pero se extrañó al recordar que en ese lugar solo había casas comerciales y un enorme edificio en el cual nunca había reparado... hasta ahora.
—Agencia Esmeralda & CIA. —Leyó en voz alta el letrero de la entrada del lujoso edificio. Si recordaba bien esa era la agencia de espectáculo más importante del país en la actualidad constantemente escuchaba rumores sobre el prestigio que había ganado en pocos años posicionándose rápidamente entre las mejores y todo se lo atribuían a la dirección de su presidente el cual incluso catalogaban de genio por su logros.
Miro la elegante tarjeta de Xavier y se preguntó qué relación tenía con aquella agencia, aunque sería lógico pensar que estuviera ligado al mundo del espectáculo si lo había visto en Fahrenheit Estudios, no podía imaginarse cómo. <<¿Quizá era algún funcionario o famoso? Bueno tampoco es que tenga que ver conmigo de todos modos>> Solo iba por su compromiso, lo que hiciera no tenía que ver con ella. Aun así entrar a ese edificio le provocaba nervios.
Comprobó una vez más la dirección antes de atreverse a entrar por las puertas y ser recibida por una seria secretaría, que se veía, que sí hacía su trabajo.
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