Capítulo 11 ~Vientos favorables~
-¿Qué fue eso? -Naike tocó tentativamente su mejilla en el lugar que Xavier había besado. <<¡Qué demonios solo fue una despedida! por qué su corazón latía como loco, maldición seguramente también estaba sonrojada ¿Se estaría enfermando?>>.
Desde que ese sujeto había aparecido delante de ella de esa forma no había hecho más que alterarla y jugar con ella, maldito gigoló seguro estaba acostumbrado a hacer eso con todas.
Naike estaba tan sumida en sus pensamientos que no noto que alguien miraba con curiosidad su diálogo interno hasta que hablo.
-¿De qué hablabas con Xavier? -Ante la sorpresiva interrupción de su debate mental Naike volvió a saltar del susto, eso debía ser definitivamente el karma. Molesta se enfrentó al perpetrador con una mirada fulminante antes de darse cuenta de quién se trataba.
-¡¿Qué demonios pasa con ustedes?! Su meta en la vida es matar a alguien de un infarto. Es que enserio ¿No pueden presentarse como la gente normal?
-Supongo que así es más divertido. -El recién llegado encogió los hombros con indiferencia, pero se podía notar un atisbo de diversión en sus ojos azules que le recordó demasiado a la persona que se había marchado hace un momento atrás. -De todos modos qué asuntos tienes con mi hermano.
<<Bueno eso lo explica.>> Pensó al ver sus similares formas de ser. -Nada importante solo hice que perdiera algo y me dio una dirección para entregárselo. -Señaló mostrándole la tarjeta que le había dado Xavier.
El oji-azul frunció levemente el ceño contrariado. -¿Eso que perdió fue un anillo de compromiso?
-Eh... Sí. Aunque no sé por qué me pidió ir específicamente el viernes, como dijo que era importante pensé que lo querría tener lo antes posible.
-Con que el viernes. -El chico le miró pensativo por unos segundos antes de hablar nuevamente. -¿Irás?
-Supongo que sí, planeaba entregárselo de todos modos.
-¿Por qué? ¿Esperas una recompensa? -La pregunta estaba cargada de desconfianza al igual que su afilada mirada, pero no le importó era lo normal teniendo en cuenta el valor del anillo.
-Por supuesto. -Asintió Naike con una sonrisa desafiante. -Espero que ese ogro sin modales me dé unas buenas disculpas por subestimarme y ser tan bruto.
El chico frente a ella llevó una mano cubriendo su boca mientras veía sus hombros comenzar a temblar. <<¿Se estaba riendo?>>
-Ya veo, soy Blake, por cierto. -Se presentó tomándola desprevenida, esos hermanos eran muy impredecibles nunca sabías cuándo te tomarían por sorpresa.
-Naike... Em por cierto. -Dudo un poco antes de proseguir. -Estaba viendo tu actuación y me gustó mucho, sigue así.
Blake la miró sorprendido un momento antes de hablar. -Sí que eres directa. -Murmuró mientras rascaba la parte posterior de su cabeza.
-¿Fui muy impertinente?
-No. Bueno mi descanso está por terminar. -dijo algo nervioso mientras miraba su reloj. -Fue un placer Madame. -Se despidió en un tono completamente diferente con un aire de caballero que le impresionó.
Naike sonrió al reconocer que era parte de su actuación <<¿Será que era su forma de agradecer>> Ese chico definitivamente no se sabía expresar en otra cosa que no fuera la actuación, le recordaba un poco a Alex.
Dio una última mirada al set antes de encaminarse a buscar la salida de ese laberinto pensando en todas las nuevas ideas que tenía para su novela, probablemente esta noche no dormiría de nuevo, ya sentía el cosquilleo en sus dedos por continuar escribiendo.
Cuando Xavier atravesó la puerta de la agencia todos lo miraban sorprendidos y no le extrañó, imaginaba que nadie le esperaba llegar y menos a esa hora.
Se dirigió directamente hacia su secretaria ignorando las miradas.
-Sr. Evans, buenos días, el Sr. Crosszeira lo está esperando en su oficina. -Anunció Laura nada más lo vio llegar, internamente agradeció su eficiencia, mas no saber que Lucien ya le esperaba para acribillarlo a preguntas.
-Buenos días Laura y gracias. Cuando termine envíame un reporte para ponerme al tanto de que ha sucedido en mi ausencia.
-Claro Sr. Evans lo tendré preparado.
Xavier solo asintió antes de entrar a su oficina que ahora le parecía un campo minado.
-Hasta que te dignas a aparecer. -Lucien lo escaneó con su escudriñadora mirada caoba que a la luz parecía casi roja. -Bueno al menos veo que si es verdad, estás mejor.
-Te lo dije. -Alegó mientras se dirigía a su escritorio. -¿Ya me dejaras en paz?
-No hasta que tenga certeza que el viernes no cometerás alguna estupidez. -Replicó Lucien sin darle oportunidad de librarse de él.
Xavier suspiró sabiendo que no se marcharía sin una respuesta, su amigo se preocupaba demasiado, pero entendía su aprensión después de cómo había estado.
-No te puedo prometer nada, si dijera que ya no me afecta Amaru te estaría mintiendo. -Confesó finalmente a la única persona que podía entender completamente por lo que estaba pasando. -Ni yo mismo tengo confianza de no hacer algo estúpido si la veo.
-Lo sabía. -Asintió esperando esa respuesta, él lo conocía mejor que cualquiera y podía ver a través de sus mentiras, así que no servía de nada ni siquiera intentarlo. -Solo ten presente que si buscas que ella te corresponda de igual manera estás perdiendo tu tiempo.
-Eso ya lo sé, pero aun así no me puedo sacar de la cabeza qué motivos habrá tenido para contactar conmigo y enviar esa foto, hasta he pensado que tal vez, solo tal vez haya cambiado y... se haya arrepentido. -Declaró frustrado mientras revolvía su cabello al pensar que hasta había evaluado en darle otra oportunidad si se lo proponía.
-Se lo que estás pensando Xavier sin que me lo digas y te diré que es una muy mala idea.
-¿Cómo estás tan seguro? ¿No crees en segundas oportunidades? -Cuestionó buscando alguna luz de esperanza para saber que no estaba tan equivocado, se negaba a admitir que había dado todo por una persona que no lo valía. Quizá solo era su orgullo herido o que aún sintiera algo por aquella persona, pero quería pensar que las cosas podían ser diferentes entre ellos.
-No, no creo. -La mirada de Lucien era dura y su expresión casi dolorosa, imaginaba que tal vez estaba pensando en algo que quería olvidar. -Xavier no quiero que te hagas ilusiones y te termines perdiendo como la última vez.
-Lo intentaré. -Era todo lo que podía hacer, perderse de nuevo era algo muy probable ya casi había caído si no hubiera sido por el incidente en el parque y su encuentro esta mañana.
Una pequeña sonrisa se formó en su cara al recordar a la pequeña escritora que se empeñaba en devolverle aquel anillo, el mismo que tanto dolor le traía y del cual irónicamente había intentado deshacerse sin éxito, aferrado a los recuerdos, preguntándose una y otra vez qué hubiera pasado si... Y sin embargo ahora en lo único que podía pensar era en qué haría si Naike realmente iba a verlo en un par de días más para devolverle ese mismo anillo.
-¿Eh? ¿Estás sonriendo? ¿Hay algo que no me has contado aún? -Pregunto sorprendido Lucien antes de arrugar la nariz con disgusto. -Realmente espero que esa sonrisa no tenga que ver con esa víbora.
-No te preocupes no es por ella solo recordé algo divertido.
-Está bien. -Asintió no muy convencido para luego suspirar. -De todos modos me alegra verte mejor, incluso sonriendo, hace unos días pensé que volverías a tirar tu vida como hace años atrás. Nos tenías realmente preocupados.
Xavier sintió una punzada de culpa al saber que eso fue exactamente lo que estuvo a punto de pasar si no fuera por aquel afortunado encuentro, realmente agradecía que se cruzara en su camino justo en aquel momento, no pudo haber sido más oportuno.
-Pero aun así piensa bien lo que harás, sabes muy bien que esa víbora siempre encuentra una forma de envolverte con sus artimañas.
-Lo sé, lo pensaré muy bien. -Xavier no estaba seguro si iría o no, de lo único que estaba seguro era que quería ver a Naike ese día y no sabía muy bien por qué.
-De acuerdo, supongo que confiare en ti, en realidad te ves muy repuesto. -Comentó levantándose de su asiento. -No sé qué te paso, pero sea lo que sea espero que te siga ayudando.
Xavier se sorprendió por sus palabras y más por su significado ¿Realmente lo estaba superando? Aún si viera a Amaru ¿Cómo reaccionaría? No lo sabía, pero lo quería averiguar ya no quería seguir así.
-Bien creo que será la última entonces. -Anunció Lucien antes de colocar una caja de almuerzo en su escritorio y despedirse sin más.
Xavier sonrió. ¿Tal vez su suerte estaba cambiando?
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