Capítulo 9
Milo cuando escuchó que alguien llamaba a la puerta, dejó la nota de su hermana sobre el mueble de la cocina.
Suspiró aliviado al darse cuenta que se trataba ni más ni menos que de Aioria, uno de sus mejores amigos.
— Buenas noches Milo ¿Puedo pasar la noche aquí contigo? — Preguntó el joven de cabellos castaños con unas frazadas en sus manos y un pequeño peluche de león en sus manos.
— Aioria — Saludó a su amigo estrechando un abrazo — ¿Te corrió Aioros? — Preguntó confundido Milo al ver sus pertenencias en sus manos.
— No que va... El muy tonto me dijo que tenía la noche libre porqué quería privacidad en su cena de esta noche — Contestó mientras pasaba a la sala de su amigo, cuando estuvo adentro Milo cerró la puerta.
— No tengo problema en que te quedes — Lo observó que comenzaba acomodar sus cosas en el sillón de la sala — Mejor vamos a mi habitación, estás de suerte... Shaina no está y yo puedo dormir en su recámara.
— ¿Le tocó doblar turno otra vez? Pobre de tu hermana... Ella es muy trabajadora y da todo por tener lo mejor posible esta casa.
Estas palabras hicieron que Milo se sintiera de lo peor, esa era la realidad, toda su vida se basó en estar en el relajo y jamás tomar las riendas de su vida.
— Vamos te llevo a mi habitación... Solo qué...
Aioria levantó la mirada para ver a su amigo y que continuara su plática — ¿Qué?
Se llevó sus manos a la cabeza — Me tengo que levantar temprano.
Al escuchar eso el joven castaño quería comenzar a reírse pero quería seguir escuchando el porqué de ese cambio tan repentino en su amigo.
— Shaina me mandó a trabajar — Respondió molesto mirando para otro lado.
— Pero... Trabajar no es malo Milo — Aioria levantó los hombros, es algo muy natural en los adultos, necesitan trabajar para poder vivir, en esta vida nada es gratis.
— No reniego de ello, sino de que... — Se calló por unos instantes, no sabía si decirle en realidad que su jefe era ni más ni menos que el hermano gemelo de Saga.
— ¿Entonces de que reniegas Milo? — Cuestionó Aioria tratando de que su amigo siguiera hablando.
— Kanon es mi jefe — Susurró molesto tratando de mirar para otra dirección.
— Kanon... ¿El hermano de Saga? Pero porqué te molesta Milo, si ya nos dijeron que ustedes dos se llevan bien, además Saga nos dijo que tú estuviste muy ocupado con él en su casa, por eso ya no fueron con nosotros esa vez.
Milo no supo que decir, ahora ya hasta ellos sabían del incidente que pasó con el gemelo menor... Eso significa qué... — ¿Quien les dijo?
Aioria intentaba controlarse, no dejaba de reír ante la desgracia de su amigo — Perdón Milo — Se limpió una lágrima a causa de sus risas — Nos dijo Saga.
Ahora era el turno de Milo comenzar a impacientarse, sentía en carne propia lo que Kanon sentía cuando le mencionaban que ellos eran algo más cuando nada de eso era cierto — ¿Quién más lo sabe? — Preguntó nervioso, esperando que Camus no lo supiera nunca, se moriría de la vergüenza.
— No te preocupes, nadie más lo sabe... Sólo yo, me dijo Saga porqué le llamé al día siguiente para saber el porqué no habían ido con nosotros... Preocúpate cuando Dohko se entere, ese si le dirá a todo mundo lo que pasó.
Si Dohko se enteraba sería el hazme reír de todos, lo conocía a la perfección y una oportunidad así claro que no la dejaría pasar. Dejó escapar un suspiro y tomó las cosas de su amigo castaño para que se subiera a su habitación.
— Vamos Aioria, te llevaré a mi recámara... Acomodas tus cosas y bajas para que cenemos algo — Contestó Milo mientras subían las escaleras y lo guiaba hasta su habitación.
Mientras lo dejó acomodando a su gusto, bajó a la cocina nuevamente y se puso a sacar algunos alimentos que le servirían para cenar.
De repente sonó el timbre de nuevo, eso aún más lo desconsertó... Aioria ya estaba con él, ahora ¿Quién lo vino a buscar?
Dejó los alimentos que llevaba en sus manos y caminó hasta la entrada, de esas ocasiones que jamás se le ocurrió preguntar sobre la identidad de la persona que llamaba a su puerta.
No podía creer que ahí estuviera el gemelo de Saga, aquel al que le hace la vida imposible en el trabajo.
— ¿Kanon? — Cuestionó Milo sorprendido, eso no se lo esperaba en realidad.
— Buenas noches Milo— Saludó el gemelo con toda la seriedad del mundo mirándolo de frente.
Kanon comenzó a caminar entrando a la casa de Milo mirando todo su entorno, era todo lo contrario a lo que imaginó... Creyó que su hogar sería un desastre, así como lo es Milo, el lugar estaba ordenado, eso era trabajo de alguien más y no precisamente de él.
— Disculpa Kanon... ¿A que debo tu visita a estas horas? — Cuestionó Milo caminando detrás de él siguiendo sus pasos, también preocupado esperando que Aioria no se diera cuenta que estaba aquí el hermano de Saga.
— No creas que vine por gusto — Contestó abriendo lentamente el abrigo negro que llevaba puesto para sacar lo que vino a entregar.
— ¿Entonces? Espero que no sea un sermón de tu trabajo, quiero descansar.
Kanon rodó los ojos al escuchar eso, de pronto sacó el celular que se había encontrado en su oficina
— ¿Es tuyo? — Preguntó mientras lo sostenía en su mano derecha.
Milo ahora lo comprendió, afortunadamente Kanon había encontrado su celular... Era algo que estaría completamente agradecido pero necesitaba que se saliera de su casa de una vez antes de que Aioria los vea juntos.
— Te lo agradezco Kanon, pensé que lo había perdido en la calle — Contestó tomando su móvil — ¡Cielos! Ya es muy tarde llegarás muy noche a tu casa — Decía Milo tratando de que Kanon se fuera pero no fué suficiente...
— Milo... ¿El hermano de Saga está aquí? — Preguntó Aioria acercándose a ellos. Ya se había terminado de vestir, llevaba puesta su pijama.
Kanon se dio la media vuelta, recordó que ese joven es un amigo de su hermano — ¿Eres el amigo de Saga verdad?
— Si, yo soy Aioria... Quizá no lo recuerdas mucho porqué casi no pudimos platicar contigo — De repente al joven de cabellos castaños se le vino una loca idea, solo con tal de molestar a Milo— Oye... Quédate a cenar Kanon, ahorita pedimos algo, así podré conocerte mejor.
— ¿Qué? — Preguntó Milo nervioso, si lo que realmente quería era que ya se fuera.
— Milo, no seas aguafiestas... Tú ya lo conoces bien, pero yo no... Así que insisto, yo pago la cena, pediré servicio a domicilio— Contestó Aioria mientras buscaba su celular para pedir algo.
Milo por su parte quería que la tierra se lo tragara...
❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖
Buenas noches personitas bellas, lamento un poco la demora de este capítulo pero estuve haciendo los one shots que hice tanto de Degel como para Camus hoy en su cumpleaños.
Pero ya retomaré esto nuevamente, espero que les haya gustado este capítulo, los quiero 🥰🥰🥰
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top