Saga se estaba preparando para presentarse a las oficinas de su padre, necesitaba adelantarse porque Kanon había salido urgentemente a su casa después de una llamada por parte de sus vecinos avisando que entraron a robarle algunas de sus pertenencias durante su ausencia.

Aspros al ver la situación con su hijo Kanon tuvo que recurrir a otra solución. Era evidente que necesitaba a Kanon más cerca de él porqué Saga cuando uniera su vida con  su amado Camus era probable que necesitaran una casa por cuestión de privacidad para la joven pareja. Era claro que no se quedarían a vivir con él.

Su hijo menor vivía lejos de ellos, siempre quiso una vida tranquila. Es por ello que para llegar a las oficinas para trabajar con su tío Deuteros necesitaba moverse en transporte público, su largo itinerario era muy largo... Dos horas de camino para ser exactos.
Esa era la razón por la cual los amigos de Saga no conocían a Kanon... Hasta ese día de la despedida de soltero del gemelo mayor.

— Saga — Llamó Aspros a su hijo, quien seguía frente al espejo para terminar de arreglarse.

— ¿Qué sucede papá? — Cuestionó el gemelo mayor terminando de colocarse perfume en su cuello.

— Estaba pensando seriamente que cuando te cases con Camus, ambos se vayan a vivir a la casa de Kanon.

— Pero a Kanon no le gustará la idea. Siempre le ha gustado estar solo.

— Lo sé, pero a estas alturas no tiene caso que siga viviendo tan lejos para que entren ladrones y se lleven las pertenencias de tu hermano.

— Entran porqué la casa siempre está sola de día, en la noche cuando él regresa solo es a descansar.

— Es por ello que hablaré con él... Así poco a poco puede ir trayendo sus cosas y tú irás remodelando con lo que tu desees. También quiero pedirte otro favor — Tomó su vaso y le dio un sorbo.

— ¿Cuál? — Cuestionó Saga esperando que le diría su padre.

— Ya no más fiestas... Dentro de pocos días sentarás cabeza, de ahora en adelante si sales o te invitan a un lugar concurrido tendrás que llevarte a Camus. Ni pienses que te dejaré hacer lo que quieras. Tomar la decisión definitiva de unir sus vidas no es un juego Saga.

— Lo sé papá, descuida... No tienes que recordármelo, amo a Camus más que a mi propia vida. Jamás permitiré que le pase algo malo.

Aspros dejó escapar un gran suspiro — De acuerdo... Confío en tí. Ahora hay que irnos a la empresa, necesitas aprender más... Llegará el momento que Kanon y tú tomen posesión.

Ambos seguían platicando mientras tomaban  sus pertenencias y caminaban al auto de Aspros para llegar al trabajo.
Estando arriba del vehículo, Aspros esperó que su hijo se subiera del lado del copiloto y encendió el auto, tomó el volante y comenzaron avanzar rumbo al trabajo.

— ¿Mi tío Deuteros se quedó soltero verdad?—  Cuestionó Saga recordando que solo ellos eran los herederos, puesto que el hermano de  Aspros jamás se casó con alguien.

— Sé que no tuvo hijos... Ó al menos eso nos ha dicho. Sabes que casi no habla de su vida... Por  cierto, ahora que lo recuerdo... ¿Camus solo tiene a Degel como padre? — Preguntó Aspros con curiosidad por querer saber más de ese joven que sería parte de la familia muy pronto.

— Si, de hecho Camus es doncel... Lo heredó de Degel pero jamás le he preguntado sobre su progenitor.

— Eso no lo sabía... ¿Entonces tendré nietos?— Preguntó Aspros muy motivado al escuchar aquella noticia — Porqué con Kanon dudo que tenga descendía.

—  Claro que si mi copito quiere los tendremos — Respondió Saga.

Aspros comenzó a sonreír, sin quitar su mirada al frente, ya les faltaba poco para llegar a la empresa.

Milo salía de su casa muy molesto, tenía que trabajar  ahora.

— Hay Shaina... Te prometo que no me desquito porqué eres mi hermana, de lo contrario ya te hubiera dicho muchas cosas.

Caminó rumbo al transporte público para llegar a las oficinas donde trabajaría. Sin saber que estaría al mando de la persona que más odiaba en esta vida.

Deuteros fué el primero en llegar a la oficina, en su mano derecha llevaba su maleta mientras que en la izquierda llevaba un vaso de café, como era su costumbre.
Se subió al elevador, había poco personal llegando, aún faltaban veinte minutos para la entrada, pero siempre gustaba de llegar temprano.

Cuando llegó al piso donde laboraba, salió del elevador y tomó  camino a su oficina muy apresurado.

Lo primero que hizo fué dejar la maleta sobre el escritorio junto con el café. Tomó asiento en su silla y abrió el cajón que tenía a su derecha para sacar un sobre, pero no se percató que al sacarlo cayeron varios papeles al suelo.

— Necesito darme un tiempo para acomodar aquí — Se dijo a si mismo mientras recogía aquellos documentos tirados, pero al levantarlos se encontró con algo que robó completamente su atención.

— Por años he buscado esta foto — Susurró tomándola del suelo — ¿Qué nos pasó Degel? De pronto desapareciste de mi vida y jamás supe más de ti — Suspiró mientras guardaba la foto en su maleta...

Nueve de la mañana en punto, el personal de la empresa había llegado en su mayoría.
Milo se encontraba afuera del edificio observando como entraban y salían las personas.
Ahora que lo pensaba no se había preparado para un trabajo de oficina, su ropa casual no le ayudaba en nada, un pantalón de mezclilla, acompañado de su camisa roja y su chaqueta de cuero negro no le ayudaba en nada.
En ese lugar los hombres vestían de traje y las mujeres de conjuntos ejecutivos.

— Bueno al menos lo intenté — Respondió Milo dando la vuelta para regresar a su casa pero Marín quien iba llegando al trabajo también lo alcanzó a tomar del hombro.

— Milo, veo que ya estás listo—  Saludó se manera cordial al hermano de su amiga.

El joven estaba por responderle de mala gana  cuando menos se lo esperó, Marín se lo llevó hasta el elevador, de ahí lo llevaría frente a Deuteros par que le diera la bienvenida.

Tanto Aspros como Deuteros manejaban diferentes áreas en la empresa.

Uno tenía el control de la parte más alta del edificio mientras que el otro gemelo la parte restante.
Kanon le ayudaba a Deuteros, mientras que Saga aprendía de su padre Aspros.

Kanon  no demoró mucho en llegar, detestaba llegar tarde pero no tuvo opción, su casa era todo un desastre después de que le robaron algunas de sus pertenencias.
Tomó  el elevador para llegar con su tío y seguir retomando sus labores.

Marín en todo el camino se llevó jalando a Milo quien comenzaba actuar de manera inoportuna queriendo regresar a su casa. Cuando llegaron a la oficina de Deuteros, la dulce joven de cabellos rojizos lo llevó frente al gemelo quien se encontraba ocupado escribiendo en la computadora.

— Señor Deuteros... Aquí está el nuevo chico que trabajará para ustedes — Contestó Marín señalando al impertinente de Milo.

El gemelo levantó su mirada para conocerlo — Muchas gracias Marín, puedes pasar a tomar tu lugar de trabajo, yo me quedo con este joven aquí, mi sobrino ya no tarda en llegar.

Marín asintió y  comenzó a salir, no sin antes levantar sus pulgares deseándole suerte a Milo.

Deuteros se levantó de su silla para saludar al nuevo joven pero de pronto llegó su sobrino muy apresurado.

— Lamento mi retraso tío, tuve algunos problemas y... — Interrumpió su llegada al ver que ahí se encontraba a la persona que deseaba no verlo nunca más — ¡Tu!

Milo no podía creer que ahí estaba el molesto gemelo de Saga — ¡Tu! — Exclamó molesto...

💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖