Capítulo 34
El pedido no demoro mucho en llegar, Milo había ordenado dos paquetes de desayunos completos; se sentía totalmente pleno al tener la compañía amena de Kanon.
Por primera vez en su vida sentía que su presencia valía más que las ocasiones que se encontraba con sus amigos.
- Vamos a la cocina Kanon.
Lo llamó tomando la bolsa de papel donde contenían sus alimentos.
- Si, voy - Kanon aún intentaba controlar su respiración agitada después de aquel acercamiento que tuvo con Milo momentos atrás.
En realidad él no mentía, la presencia de Milo lo hacía una mejor persona. Si su padre o incluso su hermano Saga vieran como había cambiado, seguramente le estarían haciendo burlas por sus comentarios cuando era un poco más joven.
De mi no esperen que me case, soy feliz estando solo.
¿Mandar diario mensajes cursis donde se vaya mi dignidad? Que aburrido.
El amor no es para mí.
Y entre algunas ideas más rondaban por su mente, rápidamente movió su cabeza a los lados intentando olvidar lo que alguna vez decía en sus épocas de soltero y sin compromisos...
De las constantes burlas que le hacía a Saga cada vez que salía con Camus cuando eran amigos y después de aquella vez de tanto pensarlo de decidió a declararse en grande con su ahora esposo.
Ahora sus pensamientos pasaban a su presente, de tan solo recordar que estuvieron a punto de besarse solo por que el sonido de su estómago hambriento los interrumpió, de lo contrario no se imagina hasta donde pudieron llegar si realmente ese roce de labios hubiera llegado más allá que solo un simple acercamiento.
- La comida se enfría.
- Voy.
Kanon se dirigió a la cocina, aún dudando si realmente lograría poder mantenerse firme ante la mirada de Milo.
Él es tu empleado y tu su jefe, deja de poner ideas sin sentido en tu corazón.
Pensaba el gemelo menor una y otra vez antes de entrar a la cocina, sin embargo lo que miró lo dejo totalmente perplejo.
La escena parecía como si fueran unos inexpertos recién casados, Milo había sacado los alimentos de la bolsa y los acomodó perfectamente, sin mencionar que también se tomó el atrevimiento de colocar en el centro de la mesa unas flores que Shaina había dejado días atrás solo para adornar la mesa.
Ver de espaldas a Milo como si fuera su pareja preparando su desayuno lo lleno de infinita ternura, ahora solo les quedaba intentar dormir juntos para poder aceptar la realidad que todo mundo le había confirmado.
Que ambos eran tal para cual.
- Que bonitas flores - Halago Kanon pasando la yema de sus dedos con parsimonía sobre la mesa intentando no tener un contacto de miradas con Milo. No tenía el valor de hacerlo, no después de ver qué estaban a escasos milímetros de besarlo.
- Son de Shaina, se las dió su burro.
- Se nota que la pareja de tu hermana no es de tu agrado.
Contestó Kanon tomando asiento en una de las sillas.
Milo llevó por último dos tazas con café recién preparado de la cafetera, el aroma de la bebida caliente inundó las fosas nasales del gemelo menor quien cerró por unos momentos sus párpados deseando que ese momento con las atenciones de Milo no se acabe nunca.
- Claro que no lo es, mi hermana se pudo conseguir algo mejor y optó por ese inmaduro bueno para nada de Seiya.
- Dentro de sus defectos quizá le encontró algo que la cautivo - Añadió Kanon mientras recibía la taza humeante de café.
- Puede ser, pero no me gusta para ella.
El silencio se hizo presente unos momentos, Milo tomó su lugar en la mesa mientras que Kanon tomaba sus cubiertos para poder probar de ese cóctel de frutas que les envío el restaurante como regalo.
Por unos minutos ninguno de los dos dijo palabra alguna; Kanon se debatía internamente por aquella nueva sensación que alberga ante la presencia de su empleado.
Milo por su parte jugaba con su cabello mientras disfrutaba de aquel biscocho que le enviaron; intentaba no tener un contacto con la mirada de su jefe por qué hace momentos atrás estuvo a punto de besarlo.
No negaba que era lindo, con cuerpo envidiable, de mayor masa muscular que él, incluso hasta más simpático y hermoso que Saga, fue entonces que Milo movió su cabeza en negación al darse cuenta que sus pensamientos iban más allá al grado de fantasear con su jefe.
Un ligero color rojizo se hizo presente en las mejillas de Milo, ante este nerviosismo Kanon se dió cuenta de ello, lo primero que se le ocurrió preguntar fue saber si se encontraba bien.
- Milo, te veo muy preocupado ¿Te sientes bien?
- Yo... Claro - Respondió con timidez, luego tomó su tenedor y se dispuso a jugar con la fruta de su plato.
Kanon dejó sus cubiertos sobre la mesa - ¡Ya no puedo más!
- ¿Que cosa? - Cuestionó Milo al ver la reacción repentina del gemelo menor.
- ¿No te has dado cuenta? Todos tienen razón cuando estamos juntos - Añadió Kanon levantándose de su lugar para quedar de frente a su empleado.
- ¿Que soy un desastre? ¿Que soy un tipo sin beneficio alguno que busca salir de su realidad? - Cuestionó Milo sin saber realmente lo que Kanon quería decirle.
- Se lo que eres Milo y jamás te he juzgado por ello, pero tú forma de ser es la que me gusta... Ya no puedo ocultarlo, amo tu compañía, amo que me molestes, adoro ver como te enojas cuando alguien más se me acerca.
- Kanon yo...
- Todos tienen razón por qué... Creo que me he enamorado de ti.
Ante estás palabras Milo dejo caer su cubierto sobre la mesa, no se esperaba esas palabras por parte de su jefe.
El también amaba su compañía, perdía la cabeza cuando lo miraba con alguien más.
- Kanon yo...
El gemelo menor tomó la mano del contrario invitándolo a ponerse de pie frente a él, colocó su mano sobre su cintura y lentamente acercó su cuerpo al suyo sintiendo la calidez que desprende Milo.
- No quiero que me alejes de tu vida por qué no pienso dejarte ir.
- No tengo intenciones de permitir que te vayas de mi vida, eres quien le da una razón a mi corazón de volver a latir.
Por qué...
Extrañamente sentimos lo mismo.
❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top