A la mañana siguiente, Kanon había salido muy temprano de la casa de Milo para dirigirse a la casa de su padre, necesitaba que Saga le prestara algún traje para presentarse a trabajar.
Tiempo no le daba para regresar a la suya, dejar su traje húmedo después que cayera el agua sobre de él cuando llevó a Milo a dejarle flores a sus padres.

Le dejó a Milo una nota sobre la mesa pequeña que se encontraba en la sala agradeciendo que lo haya dejado pasar la noche ahí, sin falta se verían en el trabajo para que después en la tarde lo acompañe por los arreglos de la boda.

Cuando llegó a la casa de su padre se encontró con su tío Deuteros quien se dirigía con pasos muy sigilosos a la puerta procurando no hacer ruido.

— ¡Tío! A ti te quería encontrar — Exclamó Kanon acercándose para evitar que se les escapara — ¿Donde andabas metido? Anoche Saga estaba preocupado por ti.

Deuteros se llevó una mano a su rostro, lo había descubierto su sobrino. Se dio la media vuelta para poder responderle.

— Entonces... ¿Sólo Saga se preocupó por mí? — Le cuestionó en un tono de broma.

— No.... Digo, yo también me preocupé por ti pero... — Kanon comenzó a titubear nervioso pero después se dio cuenta que su tío intentaba evadir ese tema — ¡Oye! No me cambies la conversación tío, claro que me preocupé pero ayer te vi entrando a un hotel - Spa con Degel... ¡Qué andabas haciendo tío pervertido — En ese momento comenzó a reírse.

Ante la respuesta de su sobrino, se quedó completamente perplejo — No, no es lo que piensas, yo... — Dejó escapar un suspiro — No hicimos nada malo si es lo que estás pensando.

— Entonces...

— Hace muchos años, incluso antes de que ustedes nacieran... Cuando eramos unos jóvenes adolescentes, Degel fue mi pareja.

— ¿Qué? — Cuestionó Kanon asombrado — Entonces Camus puede ser tu hijo — Susurró asombrado.

— No Kanon, yo creí lo mismo pero Degel me contó todo ayer ¿Sabes? Me lo lleve al spa porqué tiene muchas preocupaciones. Tiene algunas deudas que debe pagar, voy a revisar mi cuenta en el banco, lo que tengo en el fondo de ahorros lo usaré para ayudarle a pagar — Respondió Deuteros tomando la manija de la puerta para poder abrir.
Ambos pasaron a la casa.

— Bueno, comprendo esa parte; pero esto no explica porqué te desapareciste en la noche. El prometido de Saga estaba muy preocupado por Degel — Kanon seguía cuestionando mientras seguía los pasos de su tío

— Si piensas que tuve una noche apasionada, déjame decirte que estás mal... Ni que fuera Aspros, ese si más alocado que yo — Le contestó riéndose ante su comentario — Era evidente que en el spa, Degel se quedó profundamente dormido ¡Yo ni siquiera se donde vive! Lo único que se me ocurrió fue pedir una habitación y lo llevé cargando. Ni modo que lo dejara solo en el hotel... Eso no es de caballeros.

— Bueno, eso explica muchas cosas — Respondió Kanon llevándose una mano a la cabeza después de haber despejado sus dudas.

— Así es, y ahora si me disculpas debo pasar por unos documentos... Nos vemos en la oficina — Después de decirle esto, Deuteros tomó su camino rumbo al estudio que tenía su hermano junto a la sala, mientras que Kanon comenzó a subir las escaleras para llegar a la habitación de su gemelo.

Cuando llegó la habitación de Saga se dio cuenta que no había nadie. Se acercó a su clóset y sacó un traje que le sirviera para ponerse el día de hoy.

Milo se había quedado dormido en la habitación de Shaina, Kanon prefirió pasar la noche en la sala mientras que Aioria y Death Mask se quedaron en la recámara de su amigo.

Esta ocasión había dejado la alarma de su celular programada para evitar que este día se le hiciera tarde.
El sonido interrumpió su sueño, muy a su pesar se levantó de la cama, arrastrando los pies se fue al baño de la recámara de su hermana para poder darse una ducha.

En esos mismos momentos Aioria también se había despertado, no pudo dormir cómodamente después de aquella plática incómoda con Kanon, sumando a ello que Death Mask no lo dejaba descansar con sus fuertes ronquidos.

Mientras terminaba de despertarse completamente, le dio un último vistazo a su amigo quien seguía durmiendo y bajó a la cocina para poder prepararse un buen café.
Al llegar a la cocina, nuevamente aquella plática inundaba sus pensamientos.

— Kanon quiere a Milo — Se dijo a si mismo mientras servía un poco de agua dentro de la tetera — Solo que ni uno ni otro se dan cuenta.

Después de encender la estufa, tomó asiento en una silla, su mirada estaba totalmente perdida en la flama que calentaba el agua para el café.

— Pensé que seguías durmiendo Aioria — Respondió Milo entrando a la cocina portando un atuendo casual.

— ¿Esta ocasión no usarás un traje? — Le cuestionó el castaño mirando su vestuario, un pantalón de mezclilla azul, un suéter rojo que dejaba ver parte de la camisa que llevaba puesta abajo y zapatos negros — Menos mal esta ocasión no estás usando tu chaqueta de cuero que usas siempre.

— No, ya estoy aprendiendo a usar atuendos más formales... Ahora entiendo porqué Shaina tiene distintas prendas para cada ocasión — Contestó mientras sacaba de su refrigerador los alimentos que usaría para poder prepararse un emparedado.

— Por cierto, hablando de vestuarios... ¿Tendré que usar traje mañana? — Preguntó el castaño, aunque no le agradaba la idea en absoluto.

— Si, Saga quiere que estemos presentables en la boda... Así que por primera vez en mi vida te veré de traje gatito — Respondió Milo en un tono burlón sin dejar su labor de preparar emparedados para ellos.

— ¿Qué? — Preguntó con asombro — Me niego a que Shaka me mire vestido tan elegante ¿Donde quedó mi vestuario casual y rebelde? — Respondió el castaño sacando su celular donde tenía una imagen de fondo donde salía portando algunas prendas como toda una estrella de rock, incluso con sus cabellos castaños alborotados.

— ¿Vamos a ir de traje? — Cuestionó Death Mask entrando a la cocina — ¡Me lleva! No tengo ni un solo traje — Se quejó molesto tomando un vaso del mueble para poder servirse un poco de agua.

— Hay por favor — Se acercó el castaño — Dile a tu hermano que te preste uno, no creo que te niegue ese favor.

— No lo sé, Manigoldo detesta que tome sus cosas... Por  cierto ¿Tu si tienes Milo?

El joven heleno sin dejar de preparar los emparedados les respondió.

— Kanon me compró dos.

Aioria y Death Mask se quedaron mirándose el uno al otro con asombro, después las burlas no se hicieron esperar.

— ¡Uy! Así te está ganando Milo.

En ese momento Death Mask se acercó para entregarle un pequeño papel.

— Lo encontré en tu mesa de la sala... Ya está haciendo méritos para robar tu corazón, bicho. Ja, ja, ja. Hasta cita en la tarde tienen.

— ¡A ver! — Exclamó Aioria arrebatando el papel de las manos de Milo para poder leerlo.

Milo no entendía nada, estaba muy confundido — No sé porqué pero ustedes traman algo  conmigo ¿Verdad?

— ¿Nosotros? No, Milo que va... Solo esperemos que cuando Camus aviente su ramo mañana... Caiga en tus manos — Le susurró Death entregándole el papel que Aioria había leído.

Milo estaba dispuesto a preguntarles algo referente sobre ese tema pero la llegada repentina de su hermana hizo que todos cambiaran su semblante divertido a uno serio.

— ¡Milo!... ¡Qué hacen tus amiguitos en la casa! — Exclamó molesta Shaina entrando a la cocina aún sosteniendo su maleta en su mano derecha.

— ¿Nosotros? — Cuestionó Aioria — Pues... Aquí estamos desayunando con el buen Milo.

Death Mask se acercó para colocar su brazo sobre el hombro de ella — Mi querida Shaina, lo que pasa es que nos estamos preparando para la boda de mañana... ¿Vas a ir?

— Si, a mi Seiya me invito... — Después de decir esto Shaina ligeramente se sonrojó — Por cierto en la tarde no voy estar Milo, saldré al centro comercial para buscar un atuendo para la fiesta.

— Descuida, tampoco estaré. Me comprometí con mi jefe para ir a recoger los centros de mesa, así que no te preocupes por mi — Después de responder esto, Milo sonrió y nuevamente siguió en su labor de preparar los emparedados.

Shaina notaba otro semblante distinto en Milo, ahora que lo analizaba bien parecía que su personalidad había cambiado mucho, no era el mismo que le importaba poco su vida, incluso hasta reflejaba un poco más de seguridad en si mismo.
Algo lo estaba haciendo cambiar...

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