Después de aquella plática con Deuteros, Milo nuevamente regresó a la oficina para entregar los documentos que Kanon necesitaba.

Iba muy distraído, el simple hecho de enterarse que Deuteros y Degel fueron pareja hace muchos años atrás lo tenía asombrado. Por lo menos guardaba la esperanza de que el gemelo fuera el padre de Camus.

No se quedó con las ganas, la paciencia no era lo suyo... Tomó su celular y le envió un mensaje a Camus para preguntarle sobre su verdadero padre.
No fué lo correcto pero las dudas lo atormentaban.

El celular del joven no demoró mucho en sonar, era un mensaje de respuesta de Camus.

Milo buenos días, no sé porqué repentinamente quieres saber de mi padre. No me gusta tratar ese tema porqué es doloroso para mi. Lo perdi cuando yo tenía catorce años en un accidente, el se llamaba Kardia.

Espero haber resuelto tu duda...

Quería responderle y decirle lo que sabía de Deuteros  pero... Al darse cuenta que a Camus le dolía el simple hecho de recordar a su padre prefirió no molestarlo más, la había regado... Otra vez.
Sus locos impulsos no lo dejan pensar con claridad, tomó su celular de nuevo y escribió un mensaje de respuesta.

Siento haber sido muy directo Camus, disculpa... Sólo tenía la duda de saber más de ti pero descuida, no te volveré a preguntar nuevamente por ello.
Espero que estés emocionado por la boda, estaré ahí contigo para desearte lo mejor en tu día.
Te quiere..... Milo

En realidad eso le había dolido escribirlo, pero también lo hizo porqué Deuteros se lo dijo, que no se aferrara a un amor que no le corresponderá si no quería sufrir en lo que le resta de vida.
Solo era cuestión de que se fijara en alguien más.

Pero...

¿Como hacerlo si le gusta llamar la atención de las damas...?

Faltaba poco para que llegara a la oficina de Kanon, sin embargo notó que no estaba solo.
Estaba acompañado de una mujer de cabellos rubios y con un conjunto rosa.

Al parecer se llevaban bien porqué el gemelo menor no dejaba de sonreírle, pareciera que eran algo más.
Extrañamente eso le molestó, nadie más que él puede hacerle vida imposible a Kanon.
Con pasos firmes entró a la oficina de manera altiva.

— Espero no interrumpir Kanon... Aquí están los documentos que manda tu tío Deuteros — Al decir esto esbozó una sonrisa maliciosa.

Kanon alzó una ceja, estaba en cierta parte asombrado por la manera en la que su empleado llegó.
Nuevamente dirigió su mirada a la dama para agradecer el favor que le había pedido.

— Luego hablamos Tetis, sin tí no hubiera alcanzado reservar un lugar — Después de decir esto la joven se levantó de la silla para dejarlos solos.

— No me lo agradezcas Kanon... Por cierto, Julián te manda saludos — Movió su mano en el aire para despedirse y salió de la oficina, dejándolos solos.

— A ver Milo.... ¿Ahora que te traes? — Cuestionó mientras entrelazaba sus dedos esperando una respuesta, lo miraba de manera seria.

— Yo nada... Solo que no quería interrumpir el momento con tu novia — Se burló tomando asiento en la silla.

Kanon cerró sus ojos y no pudo evitar dar un largo suspiro — No es mi novia... Además, le das mucha importancia a mi vida ¿No?

Ahora el que no sabia que responder era Milo, extrañamente le incomodó ver a Kanon con alguien más — Eso no es cierto... Si a esas vamos, tu también le das importancia a la mía.

— Ja, ahora resulta que preocuparme por mi empleado es porque estoy interesado en su vida ¿Y sabes que? — Después de decir esto se levantó de su silla y cerró la puerta de la oficina para que los demás no escucharan su plática que comenzaba a tornarse más fuerte e incómodo — Me preocupo porqué ya es hora que aprendas a diferenciar el relajo con el trabajo... La vida no solo es un juego Milo, también tienes que poner de tu parte para triunfar en la vida.

Después de decir esto nuevamente tomó lugar en su asiento esperando que le dijera algo por ello, sin embargo solo notó que trataba de desviar la mirada para otro lado, donde fuera menos el rostro del gemelo.

— A veces suenas como mi hermana.

— Milo, siento si fui muy duro pero... Estoy dispuesto a escucharte en la cena. El motivo por el cual estaba Tetis aquí era porqué ella me ayudó a reservar dos lugares en el restaurante - Bar que está en el centro de la ciudad. Aunque ahora que lo pienso, pareciera que estabas celoso.

— ¡No! — Negó rápidamente, eso no es cierto, te vi muy ocupado que es distinto.

El gemelo menor solo negó de manera divertida — Si tu lo dices te creeré.

La tarde se les fué rápidamente, en varias ocasiones Milo ayudó a Kanon con los papeles. Tenían que dejar todo en orden para irse a cenar sin problemas.

Cuando el reloj marcó la salida, ambos se fueron al estacionamiento para irse en el auto del gemelo.

— Al lugar al que iremos preparan las mejores bebidas... No te vayas a querer pasar de más, de lo contrario no querrás trabajar mañana — Dijo Kanon mientras caminaban a la par rumbo al auto.

— ¿Cómo me niegas lo más delicioso en la vida? Si solo tomo un trago siento que no tomé nada.

— Tu no cambias Milo — Se rió, aunque también lo hacía por qué solo de esa manera era como Milo expresaba lo que guardaba en el interior...

Deuteros buscaba entre las redes sociales al prometido de su sobrino Saga.
Si lo encontraba a él, era evidente que apareciera Degel.

No demoró mucho en dar con el perfil de Camus, en su lista de seguidores también aparecía Degel.

— Sigues tan bello como siempre Degel — Dejó escapar un suspiro mientras tocaba la pantalla de su celular — Pero... ¿Porqué te fuiste sin decirme nada? ¿Acaso te hice algo malo? — Se preguntaba a si mismo, estaba decidido a mandarle un mensaje.
Quería una respuesta.

💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄