CAPITULO 16


En el antiguo bosque del dragón de la tierra, dos dragones miraban hacia el cielo, donde se posesionó la estrella del dragón rojo, Daimaku con un semblante triste observaba en silencio el árbol en donde se encontraba la tumba de su amada, se concentraba en la presencia de su hijo, Bardock al notarlo distraído solo soltó un suspiro.

- ¿cómo piensas llamarlo? –

- su madre lo llamaría Picoro-dijo en tono nostálgico

-es un nombre interesante, el nombre de Goku se lo dio mi suegro-observó el pequeño frasco rojizo que estaba entre sus manos-en una semana llevaré lo que me dejó Kyabe para su compañera-el dragón verde asintió

-es mejor que vuelvas a tu hogar, tu familia debe estar preocupada-Bardock asintió

-nos vemos la siguiente semana Daimaku, adiós-dijo desapareciendo entre las sombras.

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Ya habían pasado varias horas y Bardock se encontraba caminando por el camino que lo llevaría a Paoz, se encontraba muy pensativo, en la bolsa que tenía había guardado el frasco de la promesa con el dragón rojo, observaba a la gente del pueblo, una vida tranquila y despreocupada, pero le preocupaba que pronto nadie podría ser feliz, el odio del dragón amarillo era absoluto, estaba tan metido en sus pensamientos que no se percató que Goku ya iba a su encuentro a toda velocidad, se dio cuenta cuando lo tumbó totalmente en el piso, varias personas se reían de lo sucedido.

-que bien que regresaste, papá-dijo el pequeño pelinegro

-Goku-al ver la sonrisa de su hijo desapareció su preocupación-me alegra volver, no encontré dulces, pero te traje esto-dijo sacando una bolsa con varias manzanas que había recogido en el camino, el pequeño agarró la bolsa y salió corriendo donde su madre para mostrarle las manzanas, Bardock al ver la sonrisa de Goku y Gine supo que no debía rendirse y que debía luchar por ellos.

La familia Son almorzó tranquilamente, Bardock trató de inventarse una historia, no quería que su hijo supiera la verdad por el momento, Gine solo esperaba la noche para poder hablar con él, su instinto le decía que era algo muy malo lo que había presenciado su esposo, ocultó sus sentimientos lo más que pudo para que su hijo no notara su preocupación.

Cuando llegó la noche Bardock se preparaba para contarle todo a su esposa, la conocía muy bien, la mirada que tenía desde que llegó era esa mirada comprensiva y paciente que le decía, "espero pacientemente hasta que estés listo para decirme los que pasó", parte de él temía su reacción, sentado en la cama miraba el cielo nocturno, concentrado miraba la estrella con tono rojizo, la estrella de Kyabe, Gine entró a su habitación después de arropar a Goku, en silencio se acercó a su esposo, se sentó a su lado, se apoyó sobre el brazo de su esposo observando junto a él la maravillosa noche, cuando lo notó sintió una punzada en su interior.

- ¿quién es? –dijo con una mirada triste

-el dragón rojo, Kyabe-dijo bajando la mirada a sus manos-no pudimos salvarlo-la mujer lo abrazó, acariciando sus alborotados cabellos, consolándolo, conocía que su esposo no era muy abierto con sus sentimientos

-cuéntamelo todo Bardock-dijo en un susurro.

Bardock le narró todo lo sucedido, las razones del dragón amarillo, los hombres de túnicas, la muerte de Kyabe y su promesa, al terminar la historia Gine sintió curiosidad por lo que había dejado el dragón rojo.

-Gine voy a entregar el frasco la siguiente semana, pero me preocupa no encontrar a la compañera de Kyabe, o tardarme demasiado-

- ¿puedo ver el frasco? –a Bardock no le pareció extraño la petición de su esposa, después de todo era muy curiosa, Bardock se puso de pie y caminó a uno de los muebles sacando el frasco envuelto en un trozo de tela

-es esto-dijo sentándose de vuelta y desenvolviendo el frasco rojizo, Gine al ver el tono y forma del frasco se sorprendió

-parece que tuviera fuego en su interior-dijo curiosa y con cuidado tocó el frasco-pero está frio, incluso brilla un poco-con cuidado lo sostuvo en sus delicadas manos, sintió una energía, Bardock al ver su expresión se preocupó-Sharotto-dijo de repente

- ¿Sharotto? –

-ese es su nombre, me lo dijo en un susurro, y también me mostró un pueblo con grandes fundidoras de metal-

-Kyabe me dijo que ella vivía hacia el este, creo que hay un solo pueblo que tiene esas características-dijo pensativo

-mi padre debe saberlo, mañana puedes preguntarle, después de todo él ha viajado por muchos lugares-

-está bien, pero Gine-dijo mirándola- ¿no tienes miedo? –

-no-dijo al instante-sé que podrás protegernos, pero lo único que me preocupa es el futuro de Goku, cuando él se entere de todo y más que todo su compañera, no quisiera que sufra por encontrarla-

-no te preocupes, sé que podrá manejarlo-ella asintió, después de hablar un poco más se fueron a dormir.

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La semana había pasado rápidamente, Bardock se preparaba de nuevo para el viaje, tenía la esperanza de encontrar a la compañera de Kyabe pronto para después averiguar un poco más de los hombres de túnicas y sobre el paradero del dragón amarillo. Goku y Gine se despidieron de él ese sábado en la mañana, primero se dirigió al bosque del dragón verde, Daimaku escuchaba atento cada palabra de Bardock, cada vez más le sorprendía la conexión que tenían las elegidas por la luna. Bardock emprendió su viaje hacia el este con las indicaciones de su suegro, caminó por varias horas y aún le faltaba mucho por recorrer, recordó entonces que por esa parte del bosque habían encontrado una cueva en la que le gustaba descansar, con su poder se acercó rápidamente, debía descansar si quería después obtener más información sobre la situación de los demás dragones y la amenaza que representaba los hombres de túnica. Esa noche fue tranquila, al día siguiente muy temprano volvió al camino para llegar a uno de los pueblos más importantes de esa zona, un lugar en donde creaban armas de acero y la mayoría de los varones eran guerreros.

Pasadas varias horas logró llegar, buscaba a Sharotto, la chica con cabello rojizo y de ojos azules, caminó mucho dentro del pueblo, pero no encontró a alguien con esas características, cansado buscó un lugar para refrescarse del calor de medio día, sintió una presencia detrás de él, al girar la vio, tal como lo había descrito el dragón rojo, pero tenía el ceño fruncido y a la vez una mirada de tristeza.

-los forasteros no son muy bienvenidos en el pueblo, ten cuidado-dijo dándose la vuelta para regresar al pueblo

-espera-dijo Bardock- ¿tú eres Sharotto? –ella puso una expresión de sorpresa

-sí-dijo seria, lo observó con detenimiento, y se dio cuenta de algo- ¿tú no eres humano verdad? –Bardock se sorprendió por lo directa que fue, solo le quedó asentir con la cabeza- ¿a qué has venido hasta aquí? –

-sé que conociste a Kyabe-sacó el frasco envuelto-él me ha dejado esto para ti-dijo en tono triste, ella con desconfianza se acercó tomando en sus manos el objeto envuelto

- ¿por qué ni ha venido él? –dijo con tono de preocupación- ¿él volverá? –dijo con miedo en su voz, Bardock negó, lágrimas rebajaron de sus mejillas

-prometí entregarte eso, ahora debo partir-dijo para darle la espalda encaminándose hacia el hogar del dragón azul

-él no prometió esto-

-no pudo evitarlo-dijo mirando hacia el cielo-en la noche puedes encontrarlo en el cielo-

-esto no puede ser posible-dijo abrazando el frasco

-él sentía que con eso te serías más feliz, por esa razón te lo dejó, ahora debo irme-volteó a verla-úsalo para el bien-dijo avanzando a un rápido paso.

Ella desenvolvió con cuidado el frasco, al tocarlo pudo sentir el cumplimiento de la promesa de Kyabe "te ayudaré a ser más fuerte" eran sus palabras, con seguridad destapó el frasco y sin miedo bebió todo el contenido, al instante el frasco desapareció y ella sintió un gran poder en su interior, ahora cumpliría sus sueños, miraba el cielo al cerrar los ojos podía sentir al dragón color fuego, hablándole en su interior y dándole ánimos.

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Se había hecho muy tarde, pero la noche le permitía moverse más rápido, tenía que hablar con el dragón azul, ya le faltaba muy poco para llegar a sus dominios, cuando llegó al borde del acantilado de donde se observaba la hermosa playa le sorprendió ver muchas flamas a la lejanía, a la cercanía de la playa, un pueblo ardía en llamas.




CONTINUARÁ...



Mis bellas lectoras un capítulo más de esta historia, ya va llegando en drama así que no mueran, gracias por su apoyo:

dbzsuper14

anapau25yes

Cap_Hantoz

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polii225

AndrySon

PrincesaSarahi113

Mikysakura23

__SiteMilk

kajika83

BlackRozetto

ClaraFarias6

MB_son

faviaa

fer_alva

Gracias por sus votos y comentarios

un saludo especial para AntonellaOuji que votó en todos los capítulos de "Hijo de la luna"


Hasta la siguiente semana.


CELESTIACARITO

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