CAPITULO 15
En medio de la noche, en una formación rocosa el dragón rojo se encontraba muy mal herido, el antiguo dragón negro se encontraba en su forma humana escuchando quizás, sus últimas palabras. Bardock lo miraba asustado, escuchar que alguien perdió al ser que amaba le generó un vacío, se sentía preocupado, no solo por la gente sino también por sus compañeros dragones.
- ¿cómo ocurrió todo eso? -dijo en todo bajo- ¿qué le pasó a ella? -
-él la conoció en otras montañas, muy al sur, se lo veía contento-dijo con una leve sonrisa-me hablaba de cómo era ella, y de cómo haría para llevarla a su templo, él tenía mucha vergüenza como para decírselo a Daimaku, además por lo que fuimos a explorar solo sabe que Brief tiene una hija, de ti no sabe nada piensa que andas por ahí buscando sitios para descansar como siempre-miró la luz de luna-él no sabe tu secreto-
-pero ¿por qué atacó Fripan? -se acercó un poco más el dragón rojo cerró los ojos y Bardock puso su mano sobre su cabeza observando los recuerdos que le mostraba Kyabe. En los recuerdos se veía la alegría del dragón amarillo, de cómo con su poder brindaba ayuda a la gente, mientras pensaba en su compañera, pero entonces los vio, hombres vestidos de túnicas viejas de color negro y rojo, la buscaban a ella, la atraparon, no eran personas normales, ellos tenían magia, sabían que al ver una marca de los dragones en una mujer estos estaban destinados a estar juntos, la chica cuya marca estaba en su brazo derecho no pudo negar lo que pasaba, y se aprovecharon de ello, ellos saben que los dragones tienen mucho poder según su elemento, solo es necesario su sangre para poder adquirirlo, pero no son fáciles de manipular o atrapar, necesitan una buena carnada. Bardock siguió observando de cómo ellos la ataron en un altar llamando al dragón amarillo y exigiendo las condiciones para liberarla, obviamente el dragón amarillo al ser un poco joven era ingenuo, se apareció frente a ellos, el dragón rojo estaba presente, pero a la distancia, pero en el lugar no solo se encontraban ahí los hechiceros, también la familia de la chica, al ver al dragón se asustaron fuertemente pero también se llenaron de ira, le reprocharon a la chica del por qué había rechazado tan buenos pretendientes y todo por una criatura desconocida, entonces uno de sus hermanos la atacó, ella había manchado el honor de su familia y esas eran las consecuencias, los hechiceros se vieron asustados pues la magia del dragón se incrementaba mientras gruesas lágrimas caían de sus ojos, atacó a los que pudo y se acercó a ella, escuchando sus últimas palabras, lleno de dolor fue en busca de los culpables, primero intentó ir tras los hechiceros, los persiguió por unos días, pero después solo desaparecieron, entonces decidió ir tras la familia de la chica que había huido hacia el norte, los encontró en Fripan, atacó todo lo que pudo, el dragón rojo intentó detenerlo, pues se había revelado sus existencias, y ahora eran considerados criaturas monstruosas, pero nada lo detenía, ambos pelearon, el dragón amarillo ganó y lo dejo sobre las rocas, sabía que si no tocaba nada de tierra el dragón verde no podría encontrarlo, mientras se preparaba para su venganza, escuchando sus palabras al irse, "si yo no puedo ser feliz, nadie más lo será, mis queridos hermanos prepárense para sufrir el mismo dolor que yo", Bardock abrió los ojos, esa era una declaración de guerra, el dragón amarillo haría todo lo posible por destruir a las compañeras de los dragones. Mientras Bardock estaba pensativo, la suave voz del dragón rojo habló.
-yo también creí encontrarla, pero es muy tarde para mí-dijo débilmente-ten cuidado, va a vengarse de los humanos, pero su sentimiento de envidia es mayor, temo que también te dañe a ti y a Brief-
-eso es peligroso, debo llevarte hacia el bosque, Daimaku podrá ayudarte-
-pero ahora no tienes mucho poder-
-no te preocupes, estoy en mi dominio ahora-dijo levantando las sombras que llevaban al dragón rojo hacia la superficie cercana al bosque-las rocas no están conectadas al bosque, por esa razón Daimaku no lograba encontrarte-logró colocarlo en una superficie llena de flores y de repente se formó un rostro entre los árboles.
-Kyabe-
-Daimaku-
- ¿Qué sucedió? -dijo preocupado
-Yamoshi me atacó, piensa destruir a la humanidad-
-eso no puede ser-
-Daimaku quiero que me hagas un favor-
-no hables ahora vienes conmigo-dijo mientras gruesas ramas lo cubrían-Bardock ven a mi bosque-Bardock asintió entre las sombras se movió lo más rápido que pudo
Una vez que llegaron al dominio del dragón más antiguo se movieron rápidamente para poder salvar al dragón rojo, pero sus heridas eran demasiado profundas. Mientras intentaban parar la sangre Bardock le contaba a Daimaku lo que había pasado, Daimaku escuchaba muy triste toda la historia.
-Yamoshi parece un niño, pero hay que tener cuidado, su elemento es uno de los más poderosos-
- ¿no podemos hacer algo por él? - dijo Bardock, el dragón verde negó
-si ella ya falleció, no podemos hacer nada-miró el amanecer-me preocupan esas personas de túnicas, son pocos los seres que saben de nosotros y de nuestros poderes, no me gusta para nada esta situación-
-me parece extraño-dijo Bardock mientras exprimía unas vendas llenas de sangre
-ellos quieren nuestra sangre-dijo el dragón rojo
-pero nuestro poder no puede pasarse con solo beberla, nosotros tenemos que ofrecerla o nuestra magia no les funcionará, pensaron que sí les funcionaría amenazar a Yamoshi para que les diera poder si así salvaba a su compañera, pero les salió muy mal-
-Bardock-dijo con una voz cansina-he preparado algo para ella-el ex-dragón negro lo miraba sorprendido-sé que te dije que creí haberla encontrado, no puedo dejar de pensar en ella y su cabello rojizo-una sonrisa apareció mientras un brillo lo cubría, el dragón verde lo miraba con tristeza, él empezaba a partir hacia el cielo-ella vive hacia el este, es la hija mayor de un comandante, ella es una guerrera, la conocí cuando buscaba rastros de los hechiceros, sus bellos ojos azules no me miraron con miedo-Bardock recordó la mirada de Gine al conocerlo en esa cueva, él entendió claramente-pude hablar con ella un poco, pero no sé si acepte lo que te entregaré-poco a poco su cuerpo se iba desvaneciendo mientras quedaba un pequeño frasco de un color rojizo claro, parecía tener un fuego en su interior-es para ella, ella quiere ser una buena guerrera, pero la desprecian por ser mujer, este es mi regalo y el único consuelo que dejo para ella-
-está bien Kyabe, yo se lo entregaré-dijo Bardock muy decidido
-espero verlos pronto con sus compañeras cuando tengan que partir, adiós-dijo desapareciendo en el aire, dejando solamente el pequeño frasco que cabía en las manos de Bardock.
-pensé que yo sería el primero en irme-dijo el Dragón Verde mientras en el cielo una nueva estrella apareció, después el amanecer la ocultó, observó el semblante apagado de Bardock-al menos cumpliremos su último deseo-
-solo espero que nadie más pierda lo que ama-dijo pensando en su esposa Gine y su pequeño hijo, Goku.
CONTINUARÁ...
Mis bellas lectoras, un capítulo más esta historia, muchas gracias por sus votos y comentarios. Un gigante abrazo a:
Gracias por leer, las quiero un montón, hasta la siguiente semana.
CELESTIACARITO
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