¿Luke?

Cinco días después...
*Eric*

-Pasame una lata.- gritó mi hermano desde el living, en el sillón con su novia, Sofía.

Solté un gran suspiro y revoleé los ojos frente al refrigerador. Me tenía cansado. Hace sólo cuatro días que está y ya me está volviendo loco. Todo el día sentado en el sillón. Y lo peor es que mi padre y mi madre lo único que saben hacer es complacerlo en lo que él quiere.

Agarro con furia su estúpida lata de cerveza, y me encamino al living con ella en la mano.

Se la tiendo y me lo agradece.

-Deberías mover tu culo del sillón, ¿No crees?- pregunto sentandome en el sillón individual.

-Tu boca, cuidala.- Me señaló Luke con su dedo índice.- Hay mujeres aquí.- agregó acariciando la nariz de Sofía, quien sonrió como idiota.

Gruñi un poco y me levanté del sillón, cansado de los tortolitos del sillón.

Subí las escaleras lo más rápido posible, entré a mi habitación y me tumbé en la cama, mirando el techo.

La imagen de Gala atada a la cama del boliche, con James, y su mano tan cerca de su intimidad, me hace entremecerme. Y pensar que le pudiera haber pasado si yo no hubiera llamado a James para saber donde estaba. Si yo no hubiera ido a Ams. Si yo no hubiera derribado la maldita puerta. Si yo no la hubiera salvado de ese chico...

Suspiro frustrado, mirando el techo. Estos días me he dedo cuenta de que estoy muy, muy cambiado. No tengo idea de por qué. Por ejemplo, el otro día, cuando gané esa apuesta, el Eric de hace cuatro meses atrás hubiera tomado hasta emborracharse, y además, drogarse y acostarse con mujeres. Bueno, esa apuesta de conseguir números, me costó acostarme con algunas de ellas. Pero fue por algo bueno, ¿Verdad?

-¿Eric?- una voz femenina detrás de la puerta me interrumpió de mis pensamientos.

Giré mi cabeza hacia la dirección de la puerta. Pensé que era mi mamá, pero no, esa era una voz mucho más chillona.

Me levantó pesadamente y abro la puerta, encontrandome con una Sofía casi desnuda, con un conjunto de ropa de interior rojo y una bata de terciopelo. Estaba apoyada en el marco de la puerta, mirándome provocativamente.

-¿Q-Qué haces aquí, Sofía?- pregunté algo incómodo, intentando no recorrerla con la mirada.

Sofía revolea los ojos, y me empuja con una mano en mi pecho, dentro de la habitación. La miró un poco confundida mientras me empuja, mientras ella me mira con cara de loca. Choco contra la cama y me tumbo en ella nuevamente. Sofía se sienta a a horcajadas sobre mis piernas inmóviles. Ella sigue con una mano sobre mi pecho, se inclina y me besa apasionadamente. Sus labios son suaves.

Esto está mal. Demasiado mal. Ella no es una chica cualquiera, es la chica de mi hermano. Y por más que mi hermano sea un basura, no puedo hacerle esto. ¿Como se atreve Sofía a hacerme lo que hace? Soy hombre, y por una mujer como ésta cualquiera se deja llevar.

La aparto bruscamente de mí. Aún encima mío, Sofía me observa.

-¿Qué te pasa?- dice.

-Eres la novia de mi hermano. No puedes hacerle esto, Sofía.

Ella me miró, y sonrió.

-Ese-dijo- es un idiota.

-No le digas así.- me levante, haciéndola caer de culo al piso.

Por la puerta de mí habitación, la cual quedó abierta, apareció mi hermano, con una bata que dejaba ver que sólo tenía puesto un boxer. Me miró a mí, luego miró a Sofía, tirada en el piso.

-¿Qué pasó aquí?- preguntó corriendo hacia Sofía, para ayudarla a levantarse. Ella se tambaleo un poco al hacerlo.

-¿La... empujaste?- preguntó Luke, asustado.

-¿¡Que!? No. Ella estaba encima mío, me estaba provocando. Mira como está vestida, en mi habitación.- grité, y la señalo, culpandola.

Sofía se apoyó en el hombro de mi hermano, mientras simulaba que lloraba.

-Ella estaba preparada para mí- susurró Luke.

-Él...- la voz de ella parecía entrecortada, pero no se le caía una lágrima.- Cuando estaba pasando por la puerta para ir a tu habitación, él- me señaló aún en el cuello de mi hermano-, me intentó violar.

Ya, esto era demasiado. Lo miro con toda la furia, y puedo ver la sonrisita burlona de Sofía. Maldita idiota.

-Es mentira- grité- nunca le haría eso a mi hermano.

-Vamos, Sofía- le susurra Luke en su oído, sin dejar de mirarme.

-¡Creele a ella, a mi no, por que me odias, aunque soy tu hermano!-grité furioso, y lleno de ira.

Le cree a la zorra de su novia y no a la persona con la que vivió toda su vida. Pero claro, él siempre tan caballeroso y el favorito de mamá.

¿Envidia?, pregunta mi subconsciente.

¡No! Nunca lo envidie. Maldito idiota. Sólo es que ni puedo creer lo que haya dicho Sofía.... ¡Y que mi hermano le haya creído!

Suspire frustrado por cuarta vez en el día y me recoste en mi cama, cerrando la puerta con llave. Apenas apoyé la cabeza en la almohada, me quedé profundamente dormido.

***

Me despertó el ruido de algo golpeando contra la puerta. Me incorporo lentamente, mirando a mi alrededor. Estoy en mi habitación, eso es obvio.

Me levanto del todo, sacando las piernas de las sábanas, dejándolas colgar. Miro hacia arriba, pidiendo que no sean problemas que estén detrás de la puerta.

Me envuelvo en una toalla, ya que estoy en ropa interior, y no quiero imaginar que si la que está detrás de la puerta de Sofía.

-¿Quien?- pregunto, apoyado en la puerta.

-Tu hermano.

Abro la puerta, encontrandome con Luke, vestido como siempre, observandome.

Luke pasa a mi habitación, sin nisiquiera pedirme permiso. Lo sigo con la mirada.

-Ésta ya no es tu habitación- murmuro siguiendolo.

-No, pero yo soy mayor.- dice sin mirarme, con las manos en el bolsillo-La has cambiado mucho.

-Claro que lo he hecho. Tú nunca estás aquí, la he cambiado varias veces.- digo, sentandome en mi cama, con las manos en el regazo.

-¿A que viniste?- agrego preguntando.

Él sonríe.

-Vine a hablar.- dice mientras se sienta a mi lado.

-Mira, si vienes aquí por que piensas que le intenté hacer eso a tu novia, estás muy equivocado. Yo no haría eso...

-Claro que lo harías. Lo hiciste hace tiempo, lo podrías hacer ahora- me interrumpe.

Quiere volver al pasado con horribles recuerdos. Mi día está cagado.

-No. Ya he cambiado eso- digo tragando saliva.

Luke me examina serio.

-No lo haria. Ya no- susurro mirándolo a los ojos.

-Sí. ¿Volverían a hacerlo si yo te lo propusiera?- sonríe con malicia.

Oh, no, espero que no sea lo que estoy pensando.

-Luke. ¿En que estás metido?- pregunto, con la voz casi llorosa.

Él sonríe.

-Dime que tú... tú no estuviste metido en lo de Gala.

Él sonríe aún más, y es suficiente como para tirarme encima de él, y darle puñetazos en la cara con furia.

Mientras yo golpeaba, una persona gritaba que pare, pero yo seguía. Estaba en el suelo, sentado encima de las piernas de Luke, golpeando su cara.

No podía creerlo. Mi hermano, ha estado metido en eso de secuestrar mujeres inofensivas, vulnerables. De nuevo. Y además, se metió con Gala. A la chica que yo traicione, y no pienso dejar que le pase nada de nada. Parezco un idiota enamorado, pero no lo estoy. De verdad que no lo estoy.

¿O sí?

Unas manos en mis hombros me detienen. Dejo de golpear a mi hermano y lo miro con seriedad, con la respiración agitada, entre jadeos.

-¡Basta!- grito Sofía. Me doy la vuelta y la veo aún con la bata.

Vuelvo la vista a mi hermano. Tenía un ojo morado, y sus labios chorreaban sangre.

Salgo de sus piernas y Luke escupe sangre al costado suyo, manchando el piso.

Sofía se arrodilló al lado de Luke, acariciando su pecho, preocupada.

-Esto...- murmuró Luke aun en el piso- es sólo el comienzo.

****

Caminando por la vereda, con la cabeza gacha a cualquier persona que se me cruce. La lluvia que caía golpeada contra la capucha de mi campera que tenía puesta.

Caminaba por un barrio desecho, con casas arruinadas, donde no hay ningún alma caminando por aquí.

Con mis manos en el bolsillo, saque un cigarrillo, y lo encendí rodeandolo con la mano para que la chispa del encendedor se encienda.

Me desvío por un callejón sin salida, no había nadie, sólo ratas y basura.

Me siento contra la pared del callejón y miro hacia el cielo. Llovía sin césar. Miro hacia el frente, ya que las gotas molestaban a mis ojos.

Observo con atención luna puerta que está enfrente mío. La conozco perfectamente. Sé que estoy a punto de cometer una locura, pero no me importa.

Esa puerta me trae tantas cosas malas.

Camino a ella, sin detenerme. Apreto con fuerza los puños y golpeo la puerta, entrando en ella.

_______
Hola! Siento muchísimo la tardanza, no llegue con el tiempo u.u
Bien, gracias a los pocos lectores
Besos y abrazos :)
Clara_Sr

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