Pagina 19 (parte 1)
Holaaa, este es un capitulo nuevo, como dije algunos capitulos retroceden y otros avanzan, espero que les guste
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"...Los recuerdos del ayer...son los enormes planes en el futuro..."
-¡Rin!- escucho el llamado que lo obligo a soltar el diario de sus garras, cayendo este al suelo, para recogerlo rápidamente y esconderse, de verdad se sentía estúpido, ¡se estaba escondiendo! ¿Cómo él un poderoso demonio se escondía para no ser descubierto?, parecía una paradoja ridícula, su agudo olfato le indicaba solo una cosa, se trataba de Kohaku, pidiendo permiso para ingresar a la cabaña, hasta que se asomo por mera curiosidad-¡Rin!-le llamo nuevamente- de seguro debe estar en la colina o cerca del árbol sagrado,-pensó en voz alta-o quizás este con el señor Sesshomaru- sin mas se marcho alejándose del lugar, una vez que noto que se había alejado lo suficiente, se sentó nuevamente para hojear las paginas del diario, era algo extraño, pero no podía dejar de leer, ver las notas como evolucionaban a través del tiempo, como su letra se volvía mas elegante y meticulosa, sin embargo, para su mala suerte, había perdido el orden en que estaba, no encontrando la pagina que estaba leyendo para pasar a la siguiente, solo que en una de las partes noto que había una ramita de un árbol en una de las paginas, sintiendo su fragancia haciéndole recordar algunas cosas, comenzando la lectura nuevamente
Querido diario...
El día de hoy me desperté como siempre, pero la anciana Kaede estaba preparando algunas cosas que no entiendo todavía, era una especie de infuciones extrañas y a la vez poseían mal olor
-hola Rin ¿Cómo amaneciste?
-bien gracia, ¿Qué hace?
-Sango necesita algunas hierbas medicinales para las gemelas, y me pidió que se las hiciera, ya que Kagome esta con Inuyasha de camino con Totosai
-¿le ayudo en algo?
-por ahora no pequeña, eres muy amable, ¿Por qué no aprovechas de practicar tu lectura, ya sabes escribir muy bien, pero aun te cuesta una poco leer, es mejor que practiques ¿de acuerdo?
-esta bien-suspiro aburrida, pero sonrió de inmediato al saber que tenia escondidos unos cuentos que le había entregado Kagome poco después de que había regresado con Inuyasha a la aldea, le sorprendía por las portadas tan llamativas y coloridas, además de los dibujos que hacían volar su imaginación, saliendo de la cabaña para irse a una pequeña colina solitaria a leerlos-la...bella durmiente...-leyó mirando los dibujos entretenidamente -¡wow! Y la despertó con un beso y vivieron felices para siempre-termino su lectura para recostarse sobre la hierba, saco de su kimono el amuleto que le había entregado su amo exponiéndolo al sol, el cual brillaba al igual que un cristal hermoso –la señora Kagome me dijo que lo cuidara porque es algo muy valioso, pero para mi es lo mas importante, porque me lo regalo el amo Sesshomaru-pensó cerrando sus ojos posándolo sobre su pecho- esto significa que soy importante para mi amo
-hola Rin
-¡Kohaku!- se sobre salto poniéndose inmediatamente de pie-¿Qué haces aquí?
-¿Cómo que hago aquí? Vivo aquí- contesto de forma graciosa
-lo siento estaba algo distraída- contesto
-bueno, no importa, la anciana Kaede quiere pedirte un favor
-enseguida- se apresuro para correr con rapidez hacia la cabaña en donde vivía, siendo mas rápida que el mismo Kohaku- ¿Qué le sucedió anciana Kaede?
-pequeña, me faltaron hierbas medicinales ¿podrías ir por ella al campo de hierbas de Jinenji?
-¡si!
-puedes pedirle a Kohaku que te lleve, no creo que sea una molestia
-para nada-intervino el moreno en la puerta de la cabaña- iremos y regresaremos enseguida
-¡gracias Kohaku!-ambos subieron en el lomo de Kirara, para volar en dirección a los campos de Jinenji, entre mas avanzaba mas recordaba aquella vez que fue envenenado el señor Jaken, y ella tuvo la ir allí pidiendo ayuda, solo que no resulto como pensaba y al final fue rescatada por su amo, la distancia fue agotadora para la gatita, obligándola a descender por un momento de descanso, aprovecho que se encontraba cerca de un pequeño riachuelo para poder refrescarse y llevarle un poco agua a Kirara
-no te alejes mucho Rin-le advirtió el moreno, no sabemos muy bien en donde estamos y puede ser peligroso
- Kohaku no esta muy lejos el rio, además Kirara necesita descansar y un poco de agua también, la traeré y volveré enseguida
-esta bien, pero ten cuidado ¿si?
-si Kohaku, regreso enseguida- se encamino para dirigirse al lugar, no dejaba de sentirse un poco molesta, Kohaku la sobre protegía demasiado, y mucho, sintiéndose un tanto ahogada ante tanto cuidado- el señor Sesshomaru me dejaba andar sola, pero...me sobre protegen demasiado-suspiro-me quieren todos, por eso lo hacen...-sonrió para caminar tranquilamente hacia el rio encontrándolo con facilidad, bebiendo un poco de sus manos cuando al levantar la mirada se encontró con un gran estandarte y muchos caballos frente a ella, además de de muchos hombre obligándola a ponerse de pie para tratar de huir, sin embargo, estaba algo acorralada
-¿Qué sucede?-pregunto un hombre que le llevaba un par de años a ella, que bajaba desde su caballo, mirando a Rin- es una niña, pero muy bonita
-¿Qué?
-señor, esa niña es una aldeana simple
-¿acaso no has visto como esta vestida?-le pregunto con cierta ironía el joven mirando a la castaña quien solo retrocedía poco a poco tratando que no se dieran cuenta- sus vestimentas parecen las de una princesa , ¿Quién es tu padre?-le pregunto
-¿Qué...por que?...
-necesito saberlo –ella le miro sin entender – para pedir tu mano
-¿Qué?-exclamo fuertemente ¿Cómo se le ocurría? ¿Cómo ese chico desconocía se disponía a escribir su futuro?, era la primera vez que se enfrentaba a algo así, a un pretendiente, y muy insistente también
-no...-jugo con sus dedos nerviosa – mis padres murieron- confeso
-¿entonces eres una princesa sin un esposo?
-¿eh? No...no, soy ninguna princesa, yo vivo con la anciana Kaede en una aldea cerca de aquí
-entonces eso es mucho mejor-contesto el desconocido- ¡le daré una buena vida a ti y a tu abuela!- grito a los cuatro vientos mientras la mandíbula de Rin era arrastrada por la gravedad, cubriéndose el rostro con ambas manos por la vergüenza que sentía –no te sientas apenada ¡es tu día de suerte!
-no...no entiendes, yo...- recordó las paginas de el libro que había acabado de leer, y como podía salir de esa situación ¡una mentira!-¡estoy comprometida!-grito avergonzada silenciando el lugar
-¿Qué? Pero me dijiste que vivías sola
-no me dejaste explicar – respondió
-¿Quién es ese prometido tuyo? Yo creo que tu estas mintiendo
-¡claro que no! ¡mi prometido es un príncipe!- grito completamente ruborizada
-¿enserio?-pregunto incrédulo
-¡claro que si! ¡es un fuerte príncipe! Dueño de muchas tierras- decía segura, pero internamente suplicaba que su amo no estuviera cerca, porque mataría a todos los hombres que están a su alrededor, y lo peor es que escucharía todo lo que estaba diciendo y recibiría un gran regaño del señor Jaken
-¿entonces porque vives con tu abuela?
-no tengo porque decirte- respondió sacándole la lengua
-¡que mocosa tan malcriada señor!- dijo uno de ellos alzándole la malo amenazándola con golpearla
-¡Rin!- Kohaku había llegado al lugar-¿Qué esta pasando?
-¿este es tu príncipe?
-no, no lo es- respondió rápidamente la niña- es mi...mi...¡guardia personal!
-¿eh?-decía Kohaku incrédulo
-hay que irnos- tomo de la mano del moreno para salir huyendo lo mas rápido posible para subir en el lomo de Kirara, y alejarse lo mas posible del lugar
-¿me puedes decir que paso allí?
-pidió mi mano
-¡¿Qué?! ¿es enserio? Que valiente- comento con algo de gracia
-¡no te rías Kohaku!- contesto con las mejillas infladas- le mentí hasta que llegaste
-bueno de las mentiras que dijiste puede que sean verdad- susurro mirando al cielo
-¿dijiste algo Kohaku?
-no, nada, hay que apresurarnos, se no esta siento tarde
-¡si!
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Hola espero que les haya gustado este capitulo, muchas gracias por leer y comentar, mil abrazos y gracias por la paciencia
proximamente ...................Parte 2 : Nuestro arbol...
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