Si mal no recuerdo, la mejor gloria que uno puede vivir viene después de haber sufrido el peor dolor del mundo. Aunque claro, no veo el porqué uno tiene que sufrir para después recibir una recompensa, pero lo que sí sé es que mi dolor no me traira gloria, solo más dolor.

–Mira, esta es una foto de él cuando tenía tan solo 2 años, mira su traserito tan bonito –decía mi madre mientras mostraba fotos de mi de niño.

–¡Aiii, es toda una ternura, ojalá hubiera podido verlo cuando estaba así de chiquito! –gritaba Rakkun emocionada.

–Por favor, mateneme –suplicaba por un final rápido y digno… aunque mi dignidad ya no existía.

Desde que Rakkun había llegado, mi madre había estado pegada a ella, mostrándole fotos mías y contantodole cientos de historias vergonzosas de cuando era un niño.

–Oh, y no te conté la vez que fue el líder del coro, todos lo miraban expectantes, y justo cuando le tocaba su solo se le olvidó la letra de la canción por completo –coloco sal en mis heridas mi madre.

–Awww, de seguro estabas muy nervioso –dijo Rakkun, tratando de mostrar empatia ante este cuerpo sin vida.

Sabía que traer a Rakkun a mi hogar iba a ser algo horripilante, pero no pensé que tendría que vivir una humillación de esta magnitud.

Había visto en muchos programas de televisión que algo como esto podría suceder, pero eran solo sátiras, cosas burdas para hacer reír a la gente, jamás pensé que esto se volviera en una realidad.

Mire a Rakkun mientras mi madre le seguía contando cosas humillantes sobre mi pasado, ella me miró y me dio una dulce sonrisa como lo hace siempre. Dándome a entender que ella se estaba divirtiendo con mis desgracias… de una buena forma… si es que es posible.

–Bien, esas son todas las fotos humillantes que tengo sobre él –dijo completamente honesta mi madre.

–Yo diría que son más tiernas qué humillantes –respondió Rakkun con una sonrisa y una pureza qué dejaría ciego a todo aquel con malas intenciones, clmo mi madre.

"–¡Es muy brillante, ciega mis ojos llenos de maldad!"

Sé que eso no es lo que dijo ni pensó mi madre, pero se vale soñar.

–Oh, sí que eres dulce. Bueno, es hora de cenar, y después de eso podrás platicarme sobre cómo se conocieron –dijo mi madre antes de caminar hacia la cocina.

Lentamente me acerque a Rakkun, la cual continuaba hojeando el álbum lleno de mis fotos humillantes. De vez en cuando soltaba una ligera carcajada con una sonrisa tan pura en su rostro.

–Jejeje, sí que era pequeño en ese entonces –dijo mientras miraba cuidadosamente una foto.

Me acerque a ella curioso para ver a que foto se refería, y para mi mala suerte se trataba de una foto mía de bebé en la que estaba completamente desnudo.

–… Por favor, dime que no te refieres a mi… –dije al borde de la muerte.

–¿Hmm? ¡Ahh, nonono, me refería a ti en general, no a tu, ya sabes que! –dijo avergonzada mientras lo negaba con fuerza.

–Bien, creo que iré a ahogarme en una cubeta –dije dándome por vencido.

–¡No seas tan dramático! A-además, ambos sabemos que ahora es más grande –dijo mientras ocultaba su rostro apenada.

–No trates de arreglar lo que rompiste, osea mi corazón–dije en tono burlon para ocultar mi vergüenza.

–Dramático –dijo advirtiendo la mirada.

–Oye, tu viste mis fotos de bebé embarazosas, y cuando estuvimos en tu casa ni siquiera me mostraste una foto de cuando eras una niña –dije fastidiado.

–Ehm, bueno, la verdad es que yo –dijo evitando el tema.

–Ves, solo sería justo que me dejaras ver cosas vergonzosas tuyas para que estemos a mano –reitere que con fuerza.

–Bu-bueno, en ese caso –dijo justo antes de jalar su blusa ligeramente, permitiéndome ver su pecho casi al desnudo.

Aquella escena, erotica y linda, tan solo duró unos cuantos segundos.

–A-ahí esta, ya estamos a mano –dijo avergonzada.

–N-no lo estamos, porque eso no es algo de lo que te averguences –dije atontado, intentando sonar molesto.

–Pe-pero la forma en la que lo hice es vergonzosa –dijo mostrándose molesta y avergonzada.

Ella iba acercando cada vez más su rostro al mio, dejándome ver su rostro qué fingía molestia, una molestia que desaparecía poco a poco mientras cerraba sus ojos preparada para besarme.

Hacia tiempo que no teníamos un beso tan privado, y parecía un buen momento para tenerlo… eso ya que olvidamos el lugar en el que estábamos.

–Espero que te gusten las enchiladas, las hice un poco picantes así que… oh, veo que prefieren otra clase de picante, continúen, les avisaré cuando la comida esté lista.

Ambos nos detuvimos en el momento en el que escuchamos la voz de mi madre, volviendonos a la realidad en cuestión de segundos.

Ambos estábamos avergonzados y estaba claro de que no podríamos seguir con nuestro momento romántico mientras está vergüenza nos continuará invadiendo, a pesar de que las ansias de compartir un momento a solas nos inundaba.

Durante la cena ninguno de los dos mencionó nada sobre el asunto, Rakkun se encontraba con mis padres hablando un poco de como era vivir en Perú.

En ningún momento se hizo la pregunta de como nos conocimos, extraño conociendo a mi madre y lo chismosa que puede llegar a ser.

Mi padre parecía contento de ver que yo al fin había conseguido a una novia, en especial a una tan bonita como lo era Rakkun, mientras que mi madre, de vez en cuando volteaba a verme con cierta duda.

Terminando la cena Rakkun pidió tomar un baño antes de dormir, pues habíamos pasado todo el día en el calor del verano y era algo incomodo para ella el estar sudando.

Yo me encontraba preparando la cama en la sala para yo dormir esta noche, ya que mi madre me mataría si durmiera en la misma cama con Rakkun esta noche.

–Bueno, al menos no tendré que lidiar con sus malos hábitos nocturnos –dije para mismo en un tono de broma.

–¿No me digas que Mari hace muchos movimientos bruscos mientras duerme?

–Demasiados, no puedo recordar una buena noche de sueño desde que estamos ju…… ya valí –dije al darme cuenta de que la persona que había preguntado eso había sido mi madre.

–Oh, veo que ya han dormido juntos, y más de una vez al parecer –dijo mi madre con una sonrisa, mientras detrás de ella oculta la ira de un demonio encarnecido.

–E-espera, no es lo que parece, s-sí hemos dormido en la misma cama, pero solo eso, dormir –dije tratando de salvar mi vida.

–Ahaa, y me puedes asegurar que ni una vez han tenido sexo –dijo mi madre, haciendome sentir el ser humano más incómodo del mundo entero.

–……

Había un par de razones del porqué no podía responder a eso, la primera es que me sentía incómodo en responderle a mi madre sobre un tema tan delicado… y la segunda era porque ya habia sucedido un par de veces en el pasado.

–… por lo menos dime que usaste protección –dijo al borde de la ira.

–¡Cl-claro que!… no lo recuerdo –respondí tímidamente.

Quería responder que sí habíamos usado protección la primera vez que lo hicimos, pero recordé que la caja de condones que había comprado Rakkun fue después de haber tenido esa noche alocada.

–… ¿Como que no lo recuerdas cabron? –la sonrisa de mi madre había desaparecido.

–Bu-bueno, fue en el calor del momento, solo íbamos a hablar y… pues sucedió –dije avergonzado de mi mismo.

–Hijo de la… bueno, pero al menos se tomó la pastilla del día siguiente, ¿verdad?

–……

–… Iré a comprar una prueba de embarazo, y cuando regrese me encargaré de castrarte –amenazó mi madre.

No sabía si mi madre hablaba en broma para relajar sus nervios o si estaba hablando en serio, pero no quería avergiuarlo, por lo que dije lo único que se me ocurria.

–E-eso fue hace ya varios meses, por lo que sabría si esta embarazada o no. Además, le llego su período unos días después deque sucediera eso –dije eso al final justo tras acordarme de ellos.

No podía sentirme más avergonzado qué ahora, hablar de estas cosas con mi madre es algo que me hubiera gustado evitar.

–Bien, parece que no está embarazada. Aunque si lo estuviera te obligaría a hacerte cargo de todo –dijo mi mamá enfurecida.

–Sí llega el día en el que Rakkun queda embarazada, yo me encargaré de ella y de nuestro hijo, no tienes que obligarme a hacerlo –dije sin recate alguno.

–…

Mi madre se quedo en silencio por varios segundos mientras me veía detenidamente. Cuando finalmente dijo algo o emitió algún sonido, este fue un pesado suspiro antes de hacerme una simple pregunta.

–Tu realmente amas a esta chica, ¿no es así?

–Sí, la amo con todo mi corazón y no la dejaré ir –dije con completa sinceridad.

–Bien, al menos me alegra de que no seas un irresponsable –dijo ligeramente aliviada.

–Gracias, supongo –dije ¿aliviado?

–Pero eso no quiere decir que pueden seguir teniendo relaciones sin protección, por la seguridad de ambos deben de usar condon todo el tiempo, ¿me escuchaste? –dijo fastidiada.

–S-sí, fuerte y claro –dije ligeramente asustado.

–Bien, ahora duérmete, aunque les de permiso de salir no quiere decir que les daré oportunidades de hacer lo que quieran en mi casa –dijo justo antes de irse.

Mire a mi madre mientras se iba, se notaba ligeramente orgullosa, al mismo tiempo que fastidiada.

Por ahora, solo esperaba que Rakkun no haya escuchado todo este tumulto entre mi madre y yo. Después de todo, no lo mencioné, pero mi madre tiene un tono de voz sumamente alto.

–Haa, se siente muy bien poder tomar un baño después de un caluroso día –dijo Rakkun mientras se secaba el cabello.

No tardo en llegar a mi lado y recostarse sobre mi pecho.

–Pero lo mejor es poder acostarme en mi lugar reservado –dijo mientras hundía su rostro en mi pecho.

–Lastima que tendremos que dormir separados –dije ligeramente desanimado.

–Sí, y si te soy sincera, estos últimos meses me costo trabajo dormir ya que no estaba contigo. Pero hoy, sabiendo que estás tan cerca de mi… bueno, la verdad va a ser más difícil dormir, pero lo intentaré –dijo tratando de hacer una mala broma.

–Solo, trata de no escabullirte a mi cama en la noche –dije seriamente.

–Ohhh, sí, claro, nada de escabullirme –dijo tras guiñar el ojo.

–Hablo en serio, no se te ocurra venir a mi cama en la noche –dije serio de nuevo.

–Lo entiendo, no iré a tu cama, y menos cuando todos estén dormidos –volvió a guiñar el ojo.

–……

Sabía que sin importar que dijera Rakkun no me haría caso, por lo que decidí ya no decirle nada.

–Bueno, ve a mi cuarto, trata de dormir al menos un poco –dije, esperanzado de que se quedara completamente dormida y que se le olvidara esa locura de escabullirse.

–Sí señor…, pero antes.

Rakkun interrumpió sus palabras para darme un corto y dulce beso en los labios, dejándome nuevamente hipnotizado.

–Buenas noches –dijo antes de correr a mi cuarto.

–S-sí, buenas noches –respondí atontado.

Me acosté sobre mi cama, y no pude dormir ya que estaba esperando el momento en el que Rakkun se escabullera a mi cama… cosa que jamás sucedió, por que estoy seguro de que se quedó completamente dormida.

Cuando uno recibe su mayor pena y dolor, entonces debería de recibir una gloriosa recompensa… o disculpa, pero en esta ocasión solo recibí Pena, Dolor Y sufrimiento.

//Okok, sé que me tarde mucho, pero ando chambeando y toma 13 horas de mi vida!!!! Jamás crezcan ni se vuelvan adultos.
Comenzaré a escribir en mi camino al trabajo, por lo que espero actualizar más seguido. Nos vemos.