Página 17 (extra)

Nota: *Cabello verde, ojos rojos, cuerpo delgado, todas las características que te llevan a pensar que es idéntico a Izuku, sin embargo el joven Dechan es de género masculino por lo que su cuerpo se asemeja más a su padre en ciertos aspectos como el tema de los músculos de los brazos, aunque no tan pronunciados. Edad dieciséis. 

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Una discusión se escuchaba en la alcoba. Un grito proveniente de Izuku quien llamaba idiota a Katsuki para terminar por salir corriendo fuera de la habitación hacia algún lugar del que nadie tendría constancia. Desde no muy lejos solo su primogénito observa...

De nuevo otra pequeña discusión de pareja, últimamente se repetían mucho, como era de esperar Dechan defendía a su papá en lugar de su padre. Durante toda su vida había visto como Izuku era feliz, sin embargo mediante iba creciendo podía observar como las cosas se tensaban debido a problemas exteriores relativos al consejo de ancianos y a las personas que su padre gobernaba desde que el joven tenía memoria. 

Largos días sin verlo, fechas importantes interrumpidas e incluso pocas demostraciones de afecto, eran ya algo normal. Por lo general su papá no se quejaba demasiado, pero había veces que incluso le pidiera algo con mucho ahínco, su padre se negaba y no había vuelta de hoja. Lo último era que últimamente se perdía y nadie podía encontrarlo, por lo que en algún punto Dechan comenzó a pensar que su padre estaba divirtiéndose con otros íncubos, cosa que en principio era normal, ya que debido a su naturaleza había veces en la que no podías resistirte a los impulsos y terminabas enredado en cosas que era mejor olvidar. 

- ... - El joven observaba a su padre quien estaba un poco cabizbajo mientras mostraba un semblante serio. En cuanto este dirigió la mirada al joven de ojos como los propios, se acercó a él. Se quedó mirándolo durante unos segundos, suspiró y esbozó una sonrisa casi imperceptible mientras se marchaba. 

Tras aquella escena, Dechan fue a buscar a su papá, pero no logró encontrarlo por ningún lado. Era extraño, quizás estaba tan furioso que necesitaba salir del lugar, o eso supuso el chico, de lo cual llevaba razón, se había marchado, ¿ pero a dónde?. 

Poco tardó en ponerse en marcha para ir a buscarlo en casa de sus abuelos. Su abuela Inko fue quien lo recibió ya que su abuelo estaba fuera por un asunto urgente al parecer. 

Tras una pequeña charla con la misma escuchó alguna que otra historia de su papá cuando era pequeño, y como lo calmaban las flores que tan hermosas y preciadas eran para él. Incluso en esos días ya era un enamorado de sus olores y colores, pensaba Dechan. Entre una cosa y otra, terminó en la habitación de su papá rebuscando entre sus cosas en busca de alguna pista que le dijera donde podría estar. 

Guardado en una caja vieja pero bien cuidada, se hallaba cierto cuaderno acompañado de algunas fotos. En las mismas se podían observar a un joven de cabello rubio y ojos castaños, además en otra se podía ver a la misma persona acompañada por otro joven de cabello oscuro y ojos color miel a su lado. Parecían felices, pero quiénes eran y qué tenían que ver con su papá. Siguió mirando aquello y comenzó a leer lo que parecían unas cartas de amor destinadas a un tal Kachan, era extraño pero aún así contempló cada letra, cada palabra de cada carta. 

Pareciera que por donde estaban fueran de su papá quien las enviaba a esa persona de las fotos, cosa que le daba cierta curiosidad. Al final terminó por volver donde estaba su padre, pero no tuvo mucha suerte ya que este había salido a no se sabe donde, por lo que en principio no tenía muchas alternativas, solo había alguien que pudiera ayudarlo en estas situaciones. 

- Pi.... Pi... - La señal del comunicador sonaba por segunda vez, iba a darse por vencido, cuando como el dicho a la tercera va la vencida pero...

- Oh, joven Dechan cuanto tiempo. Te veo más mayor. - 

- Gracias tío, pero ¿ no se encuentra tía Karen? - 

- No, hoy es su día de descanso. Ha salido a tomar el té con alguien, ¿es urgente? - 

- Bueno la verdad... - Le contó un poco por encima todo el problema que había habido en casa y el como Izuku había desaparecido. 

- Ya veo, pero no deberías preocuparte demasiado, conociendo a tu papá volverá pronto, ya lo verás. - 

- Incluso así sea, me gustaría estar con él. Aunque a padre no le importe lo más mínimo, a mi si.- El joven estaba convencido de que en esta ocasión si no hacía nada su papá no volvería, es por ello que quería ir a buscarlo no importaba que. Era consciente de que algunos pensarían que estaba haciendo un gran escándalo, sin embargo últimamente había escuchado ciertos rumores que lo hacía desconfiar. Cosas del pasado volvía para darles una patada en el trasero a todos, sobre todo a aquellos que poco o nada conocían de los hechos que acontecieron años atrás. 

Según las malas lenguas, los actuales gobernantes se casaron debido a que Izuku estaba embarazado, pero que la procedencia de ese bebé era todo un misterio, por otro lado cierta tradición no debería desaparecer no importaba qué, ya que había que conservar el linaje familiar, era por ello que en un par de años más Dechan debería desposarse con alguien más al igual que hicieron sus antecesores. En cualquier otra situación, el joven pensaría que eso no era más que una estupidez, pero a este punto y con la desaparición de su papá ya no sabía que pensar. Al final le pidió a su tío que lo dejara pasar el portal tan solo para comprobar un lugar en concreto. Ya había visitado antes Hamura, por lo que dejarlo solo no era un problema, es más antes de que este se marchar a deambular por aquellos lares, preguntó por la pareja de la foto. Le dijo que uno era su padre, y el otro se trataba de Yamikumo, de quien el joven nunca había escuchado hablar, pero que por alguna razón le resultaba conocido. No era mucha la información, pero ya era algo más. 

En su camino terminó topándose con Momo, quien lo conocía como hijo de Bakugou, pero no sabía nada de su madre. 

- Momo-san, tiempo sin vernos. - 

- Oh Dechan, pero que mayor estas. Eres todo un hombrecito. -

- ¿ Cómo están los pequeñajos? - Preguntaba por los hijos de Momo, quien tras varios años de noviazgo terminó casada con Todoroki y teniendo un par de gemelos. 

- Ellos están muy bien, en este momento se encuentran en el conservatorio. ¿ Te gustaría algo de té? - Estaba algo apurado, pero también quería saber algo más sobre aquella foto. 

Momo comenzó a relatarle lo que ella sabía perteneciente a la versión que el G.C. había dado a las personas allegadas al joven misterioso. Desapareció de un día para otro ya que su padre estaba muy enfermo y tuvo que volver a casa, por otro lado esta también le comentó cuan enamorado estaba su padre por aquel entonces de aquella persona y que no salió bien, pero que ahora ambos parecían felices, ya que había recibido noticias del otro por carta donde le aseguraba que se estaba feliz. Al parecer se había casado y había tenido un hijo, además cada vez que esta le preguntaba si seguía pensando en Bakugou, este le respondía "todos los días de mi vida", era así como era. Incluso estuvieran separados seguían pensando el uno en el otro, ahora todo estaba claro. Esa indiferencia que mostraba y esas escapadas no eran una broma, se estaba encontrando a escondidas con él, y lo peor de todo era que su papá no lo sabía, y que jamás le contaron nada. Su padre finalmente había perdido todo el respeto que se merecía por haber echo sufrir a su papá. Esta vez no se lo perdonaría. 

Dechan estaba enfadado, enfadado con su padre por haber callado todo aquello, era por ese motivo por el que iría a encontrarse con él, pero antes pasearía un poco por el parque para refrescar sus ideas. Pocas eran las ocasiones en las que podía pasear tranquilamente, aquel paisaje siempre era acogedor, con sus arboledas y su hermoso follaje, su lago que instaba a la calma y su espacios que tan relajantes eran. Entre paso y paso observaba a las personas libres de preocupaciones, pero una en concreto estaba siendo molestada un tanto alejada del resto. 

Mediante se iba acercando Dechan, escuchaba ciertas palabras que daban a entender que ese pequeño moreno que se podía observar de espaldas estaba siendo molestado. 

- Vamos lindura, por qué no viene con nosotros te divertirás. - 

- No... - La persona se retorcía mientras intentaba escapar. Inmediatamente Dechan se acercaba hasta el punto de llegar a unos arbustos, para así observar por una oportunidad de ayudar al joven que allí se hallaba y poder salir ilesos, sin embargo, en el momento en el que se disponía a intervenir, apareció alguien más, alguien a quien conocía muy bien y aunque se viera un poco distinto debido al camuflaje que allí usaban, ya lo sabía por las fotos.

Cuando Katsuki llegó a la escena instantáneamente golpeó a las personas que apresaban al joven de cabello moreno y los hizo huir. La cara del joven al momento después de que todo pasara, ya era totalmente visible para Dechan quien continuaba tras aquellos setos. Cercano a los hechos, pero lo suficientemente alejado para que la pareja no se percatara de su presencia. 

De un momento a otro...

- Deku, qué voy a hacer contigo... - Una frase corta pero que parecía efectiva, ya que la mirada del mencionado se dirigió hacia Katsuki quien fue abrazado por el joven a quien correspondió el gesto profundizando el mismo. La expresión que el rubio mostraba en ese momento no era algo que Dechan pudiera ignorar. Al principio tenía la intención de si se encontraba con su padre o esa persona le echaría la bronca por hacer sufrir a su papá, quien no tenía culpa de aquello, pero al ver aquella escena y a su padre en ese estado, no tuvo el valor para interrumpir. Al final abandonó la escena cabizbajo y sin hacer ningún sonido lo suficientemente perceptible para que aquellos dos se percataran de él. 

Tras unos minutos caminando, Dechan se terminó topando con Eri, quien volvía a casa después de las clases y lo llevó con él. En cuanto a la pareja...

La escena era hermosa, su alrededor parecía invitarlos a seguir en aquel lugar eternamente. Una brisa que arrastraba las hojas caídas de los árboles, tan cálida y agradable. El sonido de la misma que tanta calma transmitía, era un paraíso para los sentidos, y ellos estaban en mitad de ello, abrazados, sintiendo la calidez el uno del otro, y el amor que se procesaban que no era poco o falso, sino todo lo contrario. En todos los años que habían convivido, ese amor se había vuelto aún mayor, pero no era algo que mostraran en público puesto que Bakugou en realidad era bastante posesivo y debía mostrar un porte y un comportamiento adecuados a su posición, pero en privado era otra cosa totalmente distinta, mimos, caricias y besos no faltaban. 

- Deku, ¿aún estás enfadado?. - Se separaba un poco para acariciar su mejilla mientras retiraba su flequillo y así poder observar sus ojos. 


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