Narrador Omnisciente

Empresa casamenteros Hazim

En la amplia sala de reuniones de la empresa Hazim, una de las más prestigiosas agencias de casamenteros, se respiraba satisfacción. Los tonos suaves de la decoración elegante contrastaban con la excitación palpable entre los presentes. Artemisa, la presidenta de la compañía, estaba al frente de la mesa, con su característico porte de confianza. Frente a ella, las pantallas proyectaban las estadísticas de éxito recientes, y, entre ellas, un caso que destacaba por encima de los demás: la historia de Brenda y Trevor.

—Otro éxito rotundo —anunció Artemisa con una sonrisa tranquila, pero llena de orgullo—. Brenda y Trevor no solo encontraron el amor, sino que están formando una familia. Este es el tipo de resultado que refuerza por qué somos los mejores.

Los asistentes a la reunión aplaudieron. Hera, sentada a la derecha de Artemisa, asintió con satisfacción. Había seguido de cerca el caso, trabajando detrás y frente de escena para asegurarse de que todos los elementos se alinearan a la perfección. Brenda y Trevor estaban más felices que nunca, y sus nombres eran ahora parte de las historias de éxito que la empresa tanto valoraba.

—Con esto, podemos dar por cerrada su historia —continuó Artemisa—. Otra pareja sólida, otro triunfo para Hazim.

Pero la reunión no había terminado. La presidenta tenía otros casos importantes que asignar. Artemisa se puso de pie, tomando una carpeta gruesa y sellada con "Confidencial" en la portada.

—Hera —dijo, mirándola con seriedad—, este es tu próximo encargo. Será un desafío, pero confío en tus habilidades para manejarlo con la discreción que requiere.

Hera tomó la carpeta sin hacer preguntas. Sabía que, en Hazim, cuanto menos se cuestionaba, mejor era para todos. Artemisa siempre entregaba los casos confidenciales solo a los mejores.

Pero no era la única misión especial de la tarde. Artemisa miró entonces a Hades, uno de los casamenteros más exitosos de la empresa. Su reputación por tener la mejor tasa de aciertos era legendaria. Con su estilo reservado y su capacidad para ver conexiones donde nadie más las veía, Hades había ganado su lugar como uno de los mejores en Hazim. Sin embargo, esta vez, su tarea sería diferente.

—Hades, para ti tengo algo... particular —dijo Artemisa, alzando una ceja, como si insinuara que el caso no sería como los otros—. Aquí está el perfil de la persona que se te ha asignado.

Hades extendió la mano para tomar la carpeta que Artemisa le entregaba. Pero cuando sus ojos se posaron sobre el nombre de la persona que debía ayudar, su expresión cambió por un instante, casi imperceptible. Era un nombre que conocía demasiado bien: su mejor amiga de la infancia. Alguien con quien había compartido años de recuerdos, alguien que nunca había esperado ver bajo su cuidado en la agencia.

—¿Algún problema? —preguntó Artemisa, al notar el ligero titubeo de Hades.

—No, ninguno —respondió él, recuperando la compostura.

Pero por dentro, su mente estaba en caos. ¿Cómo se suponía que debía hacer que su mejor amiga se enamorara de otro? El dilema comenzó a formarse en su mente, una lucha entre el deber profesional que había jurado cumplir y los sentimientos personales que durante mucho tiempo había mantenido a raya.

Durante años, Hades había sido el casamentero implacable, guiando a sus clientes hacia sus parejas ideales con una precisión casi mágica. Pero ahora, la misión era personal. La pregunta que lo atormentaba era simple, pero devastadora: ¿Qué sucede si estas enamorado de la persona que debes hacer que se enamore de otro?

La posibilidad de fallar no lo había perturbado antes, pero esta vez era diferente. Si seguía su trabajo como siempre, podría perderla para siempre. Sin embargo, si dejaba que sus sentimientos lo guiaran, podría poner en riesgo no solo su amistad, sino también su carrera. La responsabilidad pesaba sobre él como nunca antes.

—Cumpliré con mi trabajo —dijo para sí mismo, mientras dejaba la sala—. Aunque una pequeña voz en su interior susurraba una verdad que él no quería aceptar: su corazón ya había tomado una decisión, aunque su mente aún no lo sabía.

Mientras la puerta se cerraba tras él, el dilema seguía creciendo. ¿Cumpliría con su misión o seguiría el dictado de su corazón? Solo el tiempo diría si Hades, el casamentero más certero de Hazim, podría seguir las reglas... o si rompería la más importante de todas: no enamorarse de la persona a la que debía guiar hacia otro amor.

Nota de gratitud

¡Hola!

Quiero tomarme un momento para agradecerte por acompañarme en esta increíble aventura que ha sido "Mi destino / Los dioses casamenteros". Tu apoyo ha sido fundamental para que este proyecto cobrara vida y pudiera llegar tan lejos. Cada comentario, cada lectura y cada gesto de aliento me han motivado a seguir adelante y a mejorar constantemente.

Crear esta historia ha sido un viaje lleno de emociones, desafíos y mucha pasión, y saber que has estado ahí, compartiendo cada paso del camino, hace que todo haya valido la pena. Espero que hayas disfrutado de este mundo tanto como yo disfruté creándolo. A pesar de que por tantas situaciones me tomara tanto tiempo terminarlo, pero fueron fieles esperando cada actualización.

Gracias, de corazón, por ser parte de este sueño.

Con gratitud,

Celeste Fer