Una vez hace mucho tiempo
Una última patada y la puerta al fin cedió, permitiéndome ingresar a la pequeña habitación.
Y ahí estaba él, esposado a la pared en silencio, sin ninguna intención de escapar, cabizbajo y sollozando en silencio.
Oh, mierda, ¿por qué no pude protegerlo?
—Jimin…
—Vete, por favor. No debiste entrar aquí, ¡Solo vete y libérate de mí! —Suplicó entre lágrimas, impotente de no poder hacer más que solo hablar.
—No me iré de aquí sin ti.
Su llanto aumentó mientras yo me acercaba a él y me ponía de cuclillas para quedar a su altura, esos ojos que tanto adoraba estaban rojos debido a las lágrimas que había estado soltando desde hace días.
¿Cuánto tiempo llevaba aquí? Maldita sea.
—Van a quemar este lugar. —Susurró Jimin al borde del llanto—, lo quemarán conmigo dentro. Te tienes que ir.
—No me iré sin ti. —Repetí tomando su rostro entre mis manos.
¿Acaso no lo entendía? Él y yo éramos uno solo, no existía una vida después de él. ¿Por qué entonces me pedía que lo dejara morir solo? No, de aquí nadie me iba a mover a menos que él viniera conmigo.
Se escucharon pasos provenientes de la escalera, sentí a Jimin tensarse y contraer su cuerpo aún más por el miedo. Yo me puse de pie colocándome delante de él para protegerlo.
Una figura masculina hizo acto de presencia en la habitación, apenas aquel chico entró pude ver cómo sus ojos se abrían más de lo usual por la sorpresa de verme ahí, sin embargo no dijo nada. Se quedó de pie en el marco de la puerta esperando a que sea alguien más quien rompiera el silencio.
—¿Qué haces aquí? —Pregunté con la voz endurecida conteniendo las ganas que tenía de estrangularlo en ese mismo momento.
—¿Qué haces tú aquí? —Preguntó él con el mismo tono que yo—, tienes prohibida la entrada a mi pueblo, ¡traidor!
Antes de que pudiera seguir escupiendo su veneno arremetí contra él tomándolo del cuello y lo estampé contra la pared, el chico soltó un quejido de dolor mas no mostró ni un gramo de miedo o arrepentimiento.
—Adelante Yoongi, mátame, asesina al Príncipe, solo eso te falta para firmar tu sentencia de muerte. —dijo entre suspiros por la falta de aire—, aunque, ahora que lo pienso, ya lo hiciste, me asesinaste al momento de traicionarme con mi maldito mejor amigo.
—Namjoon, ¡Perdóname, por favor! —Chilló Jimin desde donde estaba—. Es mi culpa, ¡Todo es mi culpa! Yoongi no es así, por favor, sálvense y sigan con su vida sin mí.
Namjoon aprovechó mi distracción para empujarme lejos de él con fuerza. Volvió su vista hacia Jimin y apretó sus labios con frustración.
—Si actúas de esta manera hasta el final, ¿Cómo pretendes que viva tranquilo? —Reclamó haciendo todo lo posible por contener las lágrimas—. Yo te quería, los amaba a ambos, ¿Por qué, Jimin? ¡¿Dime por qué lo hiciste?!
Me interpuse entre ambos protegiendo a Jimin de Namjoon, el imbécil levantó la mirada hacia el techo soltando una risa amarga.
Ya no quedaba nada de aquel dulce Príncipe que conocí en el pasado, aquel que protegía a Jimin de todos los que lo despreciaban por ser huérfano. No quedaba nada de aquel Príncipe que me presentaron como prometido meses atrás.
Y tal vez tenía algo de razón al decir que fue por culpa de nosotros.
—No tengo nada más que hacer aquí. —Murmuró recobrando la compostura—, Yoongi, si no eres tan idiota como para suicidarte de una manera tan patética te recomiendo que vengas conmigo y te largues al infierno muy lejos de aquí.
Lo ignoré por completo, no me iba a ir de aquí sin Jimin.
Namjoon asintió y se dio media vuelta para irse, dio unos pasos y se detuvo en silencio mirándonos de soslayo.
—Nunca quise que las cosas terminaran de esta manera, y a pesar de que los odie con toda mi alma, créanme que yo no pedí esto, no pedí la sentencia de muerte de Jimin. —se quedó unos segundos callado antes de decir —; adiós.
Namjoon prácticamente huyó de la habitación dejándonos solos otra vez. Escuché a Jimin sollozar pidiéndome que me fuera, que al menos yo me salvara.
Mi pequeño ángel aun no entendía que vivir en un mundo en donde él no existiera no podía considerarse una salvación. Yo lo llevé a la ruina, y ambos arderíamos en el infierno juntos de ser posible.
—Shhh. —limpié sus lágrimas con mis pulgares para después darle un corto beso en los labios, uno que en ese momento parecía tan amargo como el final que nos esperaba.
—Vete de aquí, por favor. —Suplicó por última vez.
—Hey, tranquilo. Lo prometimos, ¿recuerdas? Juntos para siempre.
Tengo recuerdos muy difusos después de aquello, gritos de personas al exterior, piedras que tiraban por las ventanas, el sonido del vidrio rompiéndose en mil pedazos. Fuego, tal vez fue asfixia o las mismas brasas las que nos consumieron terminando con nuestra patética existencia.
Yo tomando la mano de Jimin hasta el último momento, y feliz de saber que al menos mis últimos momentos fueron a su lado, que mis últimas palabras eran dedicadas a él, ambos abrazados deseando a los cielos una nueva oportunidad.
Por lo que me enteré tiempo después al revisar mis libros de historia fue que la Príncipe Kim Namjoon se suicidó poco después de lo sucedido, y aunque los libros no especifiquen las razones, siento, muy en el fondo que fue porque no pudo soportar vivir en un mundo en donde sus personas favoritas ya no estaban.
Las cuales desgraciadamente tuvimos que ser Jimin y yo.
Pero aquello estaba en el pasado.
Los cielos me habían dado la oportunidad de volver a nacer, y la maldición de recordar toda mi vida pasada, pero no me importaba, no cuando aun podía sentir todo el amor que Jimin y yo teníamos.
Lo buscaría hasta encontrarlo, de eso no había duda, esta vez lo protegería de todo y de todos, aun si las circunstancias llegaran a ser el doble de complicadas que en nuestra vida pasada no lo dejaría ir otra vez.
Esta vez tendríamos nuestro jodido final feliz.
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¡Aquí Lu!
Primer fanfic de BTS dónde los Tannies no son BTS, si les soy sincera me da miedo.
Cuando un fanfic pasa a ser una obra original muchas veces es muy odiado por "aprovecharse" de la fama de los chicos, la verdad respeto la opinión de cada quién pero mi Beta me dijo que si me funan ella se hará responsable 🤭
Espero les guste, es una idea que disfruté de desarrollar de manera original. El amor de Heber/Yoongi siempre fue tan entregado e intenso y solo el tiempo dirá si eso le jugará a favor o en contra.
¡Nos leemos!
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