- ¿Que está pasando aquí? -.

Tonio trussardi salió de la cocina al escuchar gran alboroto que había en su comedor, se quedó un poco perplejo al ver la extraña escena, yukako tomaba con fuerza a koichi, quién hacia el esfuerzo por alejarla, Rohan estaba recargado en una de sus mesas y parecía algo perdido en sus pensamientos, y por último estaba Josuke, quién estaba sobre Okuyasu quitándole su uniforme. Y eso a tonio no le gusto para nada, menos fue su agrado al sentir ese perfecto aroma saliendo de su destinati, desde hace tiempo se había controlado a si mismo e incluso se había prometido a esperar hasta que el chico acabara la escuela, pero como podría controlarse ante esa mezcla de caramelo y frutas, así como el lo describía. Su joven margherita estaba siendo atacado y su instinto salió a flote, se acercó al joestar tomándolo del hombro y enterrándole un poco sus uñas lo empujó alejándolo de Okuyasu, lo tomó de brazos y se aferró a él dejando a relucir sus colmillos.

- ¡No te atrevas a volver a ponerle las manos encima! ¡o te juro que te mato! -. Tonio estaba verdaderamente enfadado y un alfa enfadado era muy peligroso.

El ojipurpura también dejo salir sus colmillos e inclusive estaba por caminar nuevamente hacia el omega en celo, cuando percibió otro aroma diferente que llamo su atención.

-Ven josuke-. Fue atraído por rohan quién tenía los brazos extendidos hacia el.

Mientras tanto yukako con love deluxe sacó de su bolso uno de sus supresores y se lo arrojo a tonio, el cual lo tomo y observó detenidamente.

Sabía que por más grande que fueran sus instintos no lastimaría a su amado, y con una gran fuerza de voluntad le inyectó el supresor, no quería ser odiado por su amor y no lo marcaría a menos que el quisiera ya que el en verdad deseaba que el joven nijimura lo Amara y lo aceptará como su alfa.

Todo parecía un poco más tranquilo, koichi ya estaba mas Calmado y parecía algo avergonzado, tonio cargo a Okuyasu y se lo llevo a su habitación para que descansara, pues el joven nijimura se había desmayado un poco después de la inyección.

Rohan estaba con Josuke, a este lo mantenía abrazado, pues sus feromonas hicieron que se controlara un poco. En un reflejo rohan paso su mano por el cabello del joestar, deslizando uno de sus dedos por las hebras del oscuro cabello.

- ¿Ya te encuentras mejor? -.

-Yo...-. Se alejo del ojiverde, parecía molesto, aunque mas bien estaba decepcionado de si mismo, ya era la segunda vez que intentaba atacar a alguien y lo peor de todo era que esta vez había sido a su mejor amigo, ¿ahora con qué cara lo miraría?

-Ven conmigo-. Rohan jalo al joestar sacándolo del restaurante. Lo tomo de la mano como una madre que lleva a su hijo al kínder, josuke simplemente se dejó llevar, sus pasos siguieron y siguieron, hasta que sintió que ya era suficiente y con un poco de brusquedad aparto su mano de la del ojiverde.

-Ya es suficiente sensei-. Desvío su mirada al suelo sin poder ser capaz de verlo a la cara.

- ¿Que te sucede? -.

- ¿Y todavía pregunta? -. Dijo incrédulo y molesto, apretó sus puños y escucho un suspiro salir de la boca del mangaka.

-No fue tu culpa y estoy seguro de que tu amigo no esta molesto contigo, ni mucho menos te tendrá miedo-.

- ¿Y cómo estás seguro? Después de lo que hice...-.

-No hiciste nada malo-. Se acercó hacia el joestar y acuno su rostro entre sus manos transmitiéndole una sensación cálida, pudo distinguir unas lágrimas que se asomaban en los ojos del joven ojipurpura, nuevamente presenciaba ese rostro triste y no quería verlo de esa forma, así que acercó su rostro lentamente y pego sus labios a los ajenos. Suaves, salvajes y dulces, así describía los labios de aquel alfa, realmente eran fascinantes y un calor invadió su nuca, casi como una brasa puesta sobre la piel, pero sin llegar a sentir dolor, al contrario, realmente se sentía tan bien, tanto que decidió probar aun más esos labios, ignorando todo a su alrededor y por primera vez rohan deseaba que un alfa lo tomara, aunque no cualquier alfa, sino ese alfa que estaba frente a él, aquel alfa que tenía una expresión de asombro y que incluso al mismo tiempo llegaba a parecer ridículo robándole así una pequeña risita.

- ¿Po-por qué? -. Su rostro se tiño de rojo vivo al igual que sus orejas que parecían quemarle la cara y por no mencionar los balbuceos que hacía.

- ¿No puedo?, ¿acaso no te sientes alagado por que el gran Kishibe rohan te beso? -.

- ¡No! ¡Claro que no! -.

- ¿No? -. Y la expresión de rohan cambio a una más seria, se sintió algo ofendido por la respuesta que claramente no se esperaba.

- ¡si! quiero decir, si, es solo que me sorprendió un poco-.

-ah, ya veo, ¿entonces no vas a darme uno tu? -.

- ¿Un qué? ¿¡No me digas que un-un beso!?-.

-Claro que si tontito-. Puso su dedo índice sobre los labios del joestar. Jamás había conocido aun alfa tan lindo e inocente, estaba claro que era tan diferente a los otros y en verdad estaba un poco arrepentido por el como lo había tratado.

-B-bueno-. No podía dejar de balbucear y sentirse abrumado. Se acercó cauteloso y lo beso, se sentía muy bien, así que pegó sus labios aún más, abrió su boca un poco saboreando aquellos labios carnosos y después de un rato pudo sentir como el aire le hizo falta así que se apartó un poco.

Ambos se miraron en busca de una respuesta, tal acto se sentía bochornoso, sus rostros quemaban y por no mencionar el estado excitado de ambos cuerpos, sus corazones agitados y sus ganas descubrir más del otro. Tantas emociones los envolvían en ese momento, pero antes que nada deseaban saber el significado de sus acciones antes de poder continuar.

- ¿Qué significa esto sensei? -.

- ¿Qué crees tú? -.

- Me das permiso...quiero decir... ¿Puedo...cortejarte? -. Aquella mirada reflejaba esperanza y alegría, suplicaba por una oportunidad y casi podía decir que pequeñas estrellas se asomaban en ellos.

-Supongoque no me puedo negar, después de todo, ya lo estás haciendo-.