17

Fue como si le hubiesen arrojado un balde de agua fría en la cara. - ¿Disculpe que dijo? -. esperaba que se tratara de un sueño o de una pesadilla, en verdad deseaba despertar ahora.

-Felicidades, usted esta embarazado-. Dijo el doctor con una gran sonrisa mientras le extendía los papeles. -Mire, aquí están los resultados-. Señalo y le explico como la prueba había dado con aquello.

- ¿Acaso es broma? -.

- ¿Cree usted que un doctor haría esa clase de broma? -. Pregunto con un tono sarcástico al tiempo que soltaba una pequeña risita.

- Es imposible...yo soy estéril-. Fue lo que alcanzo a contestar, mientras procesaba toda la información.

-Bueno, en algunos casos suele pasar que las parejas no pueden concebir, que algunos omegas tienen este problema, pero dada la actividad sexual frecuente es posible que logren con el tiempo quedar embarazados, y esto es mucho más efectivo entre alfas y omegas que ya están enlazados-.

-Pero...yo solía tomar muchos supresores, los doctores ya me habían dicho que era estéril de por vida, no entiendo como...-.

-Dejó de tomarlos, es lógico que con el tiempo su cuerpo "sanara" por así decirlo, además debe de tomar en cuenta que ser estéril no es lo mismo que ser infértil-.

-Eso lo sé, pero...jamás pensé que yo...podría...no después de tantos años-.

-No se preocupe, no es la primera vez que esto sucede, ahora bien, voy a mandarlo con un ginecólogo, el será quien lleve el avance de su embarazo, al igual que le dará un carnet donde usted podrá llevar también su registro-.

- ¡No lo quiero, quítemelo ahora! -. Estaba mas que decidido en su respuesta, el doctor estaba sorprendido por las palabras tan decididas de su paciente, suspiro y le regalo una pequeña sonrisa.

- ¿Sabe cuántas parejas han querido tener la suerte que usted? En todo caso, muy a pesar de que usted es la madre, no puedo acceder a lo que me pide, no a menos que su alfa este de acuerdo-.

-Yo no necesito el permiso de mi alfa, si no lo quiero es mi decisión-.

-Eso lo sé, pero usted esta enlazado y tiene un alfa que aún no lo sabe, al menos debería darle la noticia, y en estos casos necesito la aprobación de ambos-.

-Ya...entiendo-. Tomó los papeles y salió del hospital, fue directo a casa, por suerte ese día Josuke no llegaría hasta la noche, tenía todo el día para pensar en cómo le daría la noticia, y sabía que lo más difícil de todo era decirle que no quería al bebé.

A unos minutos de que el ojipurpura llegará, puso los documentos sobre la mesita de la sala, preparó un poco de té para luego servirse, se sentó en el sillón y esperó. Hasta que el sonido del picaporte y la puerta abriéndose hicieron que los nervios se le pusieran a flor de piel.

Josuke lo miró y le sonrío, su corazón se estremeció y sabía que no sería nada fácil. El oficial higashikata se acercó a él.

-Hola amor-. Lo beso como siempre lo hacía, se quitó las cosas de encima y sentó a su lado.

-Tenemos que hablar-. Dijo con tono serio, llevo la taza de té a su boca y bebió antes de seguir hablando.

-Claro... ¿sobre qué? -. Estaba preocupado, temeroso que tuviera que ver con la condición de rohan, lo observó atentamente.

-Estoy embarazado-. No lo pensó ni dos veces y sólo dejo a su boca actuar.

No recibió ninguna respuesta, pero al mirar a Josuke y ver su rostro iluminado con una sonrisa formándose en sus labios, supo que estaba indefenso. Antes de que el joestar pudiese decir algo nuevamente habló.

-Voy a abortarlo-. Y el silencio se hizo presente, esta vez había dolor en el rostro del ojipurpura, la forma en la que una persona podía cambiar de emociones era tan fácil y rápida.

No hubo más palabras, no por ese momento, esa noche ambos fueron a dormir sin abrazarse o tomarse de las manos, solo y simplemente dándose la espalda.

La mañana en la que Josuke despertó era fría y triste, hizo lo que siempre hacía, se preparó para otro día de trabajo, observó como su compañero dormía plácidamente y recordó la vez en la que rohan le dijo que no podía tener hijos, entonces se preguntaba ahora, el por qué no lo quería.

Bajo a la sala sin hacer ruido alguno y vio los papeles que estaban sobre la mesa, los sostuvo y leyó, dos meses tenía y no pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas, él no quería, por supuesto que no quería perderlo, pero tampoco quería imponerle u obligarlo a hacer algo que no deseaba, después de todo conocía y sabia perfectamente como era la forma de pensar de rohan.

Se secó las lágrimas de su rostro y dejando los papeles aún lado, se encaminó a la salida.

- ¿Te vas sin despedirte? -. Fue llamado por su pareja, quién bajaba las escaleras y se cruzaba de brazos tras de él.

-Lo siento, no quise despertarte-. No volteó y solo mantuvo su mirada puesta sobre la puerta, no quería mirarlo, tenía miedo.

-Hoy iré al hospital, haré la cita para el...-. Fue interrumpido por la fuerte voz de Josuke, quién ni siquiera lo miró.

- ¿¡Podrías al menos pensarlo!?-. Se había alterado, pero ya no podía dar marcha atrás. -Lo siento, me voy-. Salió de la casa azotando y cerrando tras de sí la puerta.

Durante todo el día no pudo concentrarse, por suerte le había tocado un área tranquila, miraba a las personas ir y venir, suspiró y se resignó a lo que vendría después.

Llego a casa, esta vez no quería entrar, pero ya no sabía que más hacer, accedió y se encontró a rohan sentado en el sillón leyendo alguna revista, lo saludó, pero no de la misma manera que lo hacía siempre. Subió a su habitación se cambió de ropa y luego bajo a la primera planta, la atmósfera era incómoda, hasta que al fin uno de los dos habló.

-Fui al hospital con el ginecólogo-. Pero antes de que pudiera decir otra cosa el ojipurpura interrumpió su conversación.

-Está bien, si quieres abortarlo estoy de acuerdo, solo dime que día será tu cita-. Ya lo había pensado muy bien, sabia que rohan era muy necio y aunque lo intentara no podría hacerlo cambiar de opinión. Otra vez el silencio incómodo, la única diferencia era que está vez rohan parecía perdido, la revista que sostenía la dejó caer, no se había dado cuenta en qué momento había empezado a llorar, le había dolido tanto aquella palabra.

- ¿Rohan? -. Josuke le llamó al ver las lágrimas brotar de sus ojos. - ¿Te duele algo? ¿Te sientes bien? Quieres que...-.

-No...yo no quiero perderlos...no quiero que me los quiten, son mis bebés y no quiero que nadie los toque, son míos...lo siento Josuke, lo siento, pero no pude, no puedo, no quiero hacerlo-. Estaba afligido, con un inmenso dolor en el pecho, se dio cuenta de que estaba a punto de cometer un error, asustado de lo que pudiera pasar, pero ahora al saber que dentro de él algo crecía, al imaginar como seria tenerlo en sus brazos y quien sabe cuándo volvería a tener esa oportunidad, se retractó, quería ver esas pequeñas y dulces sonrisas. No podía dejar de llorar, rohan se aferró a su alfa, lo abrazo como jamás lo había hecho, envolviendo ambos brazos alrededor de él. Ambos al mirarse unieron sus bocas en un beso que transmitía más que mil palabras, uno lleno de amor, felicidad, comprensión y dulzura.

Se apartaron tan solo un poco y Josuke se acomodó a su lado sin dejar de abrazarlo, su dulce omega recargo la cabeza en su pecho, se sentía muy aliviado de que cambiara de parecer, se había lamentado ser tan cobarde, pero se dijo a si mismo que fue muy bueno que rohan se diera cuenta por si solo.

- ¿Te sientes mejor? -.

-Sí...sabes, el doctor dijo que son mellizos, me hizo una ecografía...a pesar de que le dije que no lo hiciera, fue allí donde supe que los quería-.

-Mellizos...-. Murmuro, su corazón revoloteaba como ave queriendo salir de la jaula, se sentía inmensamente feliz.

Rohan se alejo y lo miro con esos verdes y hermosos orbes, y con la atención puesta sobre su persona le sujeto de la mano, entrelazando sus dedos y rozando sus nudillos.

-Soy una persona que no se visualiza con hijos, alguien que siempre había estado solo, y no sé qué tan buena madre seré, así que te pido que me tengas paciencia-.

-Entiendo, yo tampoco se si hare...haremos bien las cosas como padres, pero si tu y yo estamos juntos entonces podremos hacer cualquier cosa-.

Cerca del fin de semana ambos fueron al hospital, se les asigno un ginecólogo quien les hizo entrega de su carnet de embarazo y le entrego a rohan un logo de maternidad que siempre tenía que llevar consigo, se les explico que el embarazo de mellizos algunas veces era riesgoso, pero siempre y cuando ambos llevaran un control y asistieran regularmente a sus citas todo iría bien.

Lo siguiente que siguió fue comprar ropa que a rohan le quedara, cosa difícil ya que cada diseño y prenda eran rechazadas por el ojiverde. Realizaron un programa de actividades, esto con el fin de ejercitar a su pareja y que el parto no se le complicara.

Tenían que dar la noticia, hicieron una pequeña cena en la cual invitaron a sus amigos con sus respectivas parejas.

-Estamos embarazados-. Fue lo que dijeron al unísono frente a sus invitados.

Grande fue la sorpresa de todos al escuchar esas palabras, aunque tomoko era la más emocionada del grupo.

- ¡Oh, por dios! -. tomoko se levantó del sillón y corrió a abrazar a su hijo, una vez se apartó miro atentamente a rohan quien lucía avergonzado de recibir tanta atención, algo raro de él, ya que siempre le gustaba ser el centro de atención. La madre tomo de las manos a su yerno para luego besar ambas manos en un gesto de agradecimiento, no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas en el proceso, una vez levanto la mirada captando a si el rostro ajeno, le regalo una gran sonrisa para luego estrecharlo entre sus brazos. -Felicidades sensei, sé que serás una gran madre-.

Una vez se aparto fue el momento de los demás para felicitarlo, entre ellos yukako y koichi quienes ya tenían tres años de casados, tonio y Okuyasu quienes tenían apenas un año de haberse enlazado, ya que así, lo habían decidido ambos.

-No puedo creer que nos hayan ganado ustedes, se supone que rohan no quería hijos-. Yukako más que molesta se encontraba celosa, después de todo ella quería ser la primera en dar a luz.

- ¡Ahhh, muchas felicidades! me siento tan feliz por ustedes-. Koichi en verdad estaba feliz por sus amigos, después de todo y de tantos años le parecía justo que ambos hicieran una familia.

-Oh bro...-. Okuyasu no pudo evitar llorar mientras abrazaba a su amigo con fuerza, después de todo el sentimentalismo era su fuerte. Tonio tuvo que apartar a su pareja para que dejara de molestar a Josuke, y el solo se limito a estrechar la mano de ambos.

Pero había algo que tomoko estaba pasando por alto, y esto era que al parecer su hijo había hecho todo al revés, pues en las manos de los dos no había ninguna sortija.

- Por dios es cierto, aún no están casados-.

-Sobre eso...Josuke y yo hablamos y decidimos solo firmar los papeles, realmente no queremos hacer algo grande, preferimos que sea sencillo y ya-. Hablo rohan sintiéndose un poco mal por romper las ilusiones de la madre del joestar.

-Oh, ya veo, esta bien si es lo que ambos quieren me parece bien-. Tomoko no estaba para nada molesta, y por supuesto menos que había recibido tan hermosa noticia.

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