Extra dos


(advertencia: contenido adulto)


"...Él era lo que mas deseaba...lo que mas amo..., mi obsesión...mi lujuria y mi perdición..."

-lo siento, no puedo seguir contigo, Serena...-dijo un azabache desde el anden del aeropuerto, mientras que Serena solo sonreía con amargura, ante el termino de relación, era su primer amor, aunque le dolía, solo fue un romance inocente, que acompaño toda su adolescencia, sin embargo, su corazón estaba hecho trizas, sintiéndose estúpida y usada

-podría haber tenido mas novios en la secundaria- se dijo así misma molesta, siempre habían chicos tras de ella y por ser fiel a su amor, nunca lo engaño, ahora de golpe, él terminaba con ella si ninguna justificación-al menos fue un romance infantil, al menos no perdí mi virginidad con él, pero aun así le afecto mas de la cuenta

Con los años se graduó en la universidad, en la facultad de economía de Tokio, de administración de empresas, era muy inteligente, a pesar de que en la secundaria fue siempre la que iba a los extraordinarios, trabajando en una empresa de prestigio donde escalo con solo 24 años hacer gerente de la misma, llevando una vida rígida entre su hogar y su trabajo

Sin embargo, sus amigas, le ayudaban a que tuviera hobbies y fiestas, la invitaron al gimnasio como modo de distracción, a la vez , a la tienda de video juegos, mas como para compartir momentos memorables, Serena por su parte estaba a gusto, pero no todo lo que tenia era oro, le faltaba algo en su mente, mas bien en su corazón

-señorita Serena, le presento a nuestro nuevo miembro en este equipo, Diamante Black-sus ojos se iluminaron apenas lo vio, su cabello plateado, aquel rostro maduro juvenil, ese porte y prestancia, incluso podía afirmar elegancia en su andar era de verdad un príncipe, y sus ojos, fueron lo que mas captaron su atención, un par de cristales purpuras que hacían el complemento ante su perfecto rostro

-mucho gusto conocerla, señorita Serena-se presento él, tomando su mano para que ella la estrechara con cortesía, y un deseo la invadió lentamente, deseaba con todas sus fuerzas no mirarlo, pero sus orbes azuladas le traicionaban, mirándole cada vez que podía, incluso la distraían un poco de su trabajo, pero este la ignoraba y conversaba con otras mujeres con mucha naturalidad, no era un secreto, en poco tiempo, él se había convertido en el hombre mas popular de la empresa

-es guapísimo, y amable- podía escuchar siempre en los baños, comentarios de mujeres que solo querían estar con él, deseaba con todas sus fuerzas comentar sobre él, y aun mejor, ser la mujer oficial para él

No quería quedarse atrás, se miro al espejo con un solo objetivo, él, ya lo tenia todo, trabajo, una buena salud, buenas amigas, solo le faltaba el amor, el para siempre y no perder el tiempo con ningún otro mas, si, eso era lo que quería, un hombre para su presente y futuro

Le pidió a su amiga Lita, tan sofisticada en todos los sentidos, le enseño a cocinar, mas a saber defensa personal, cosa que la castaña encontró de maravilla, sin embargo, la rubia lo utilizaría con otros fines personales, también fue con su amiga Amy, estudiante de medicina que pronto se marcharía a Alemania, que que obtuvo una beca gracias a sus calificaciones, allí aprendió algunas cosas cruciales en medicina alternativa, Rei y Mina, quienes le ayudaron en modelaje y estética, quería ser perfecta, y para ello tenia que cuidar su propio bienestar, a pesar de todo, este aun la ignoraba, impacientándola, pero con el tiempo noto un comportamiento extraño en el peli plateado, la seguía para todos lados en donde se encontraba ¿coincidencia? ¿o la estaba siguiendo?, cualquiera de las dos opciones le fascinaba, al fin podía verlo aunque de manera lejana, compro lencería de la mejor y mas coqueta posible, leyó mas de algún libro erótico para sacar su sensualidad y florecer sus fantasías mas intimas, fue sus sorpresa cuando se entero que Diamante quería saber sus periodos ¿acaso pensaba que estaba embarazada y acusarla en la empresa?, fue uno de esos días donde fue al gimnasio y se lo encontró como siempre estacionado cerca de donde se encontraba y allí la secuestro

Al verse amarrada, se sintió atemorizada por leves segundos, hasta que se dio cuenta que se trataba de su eterno enamorado, estaba feliz, que le confesara que estaba locamente enamorado de ella la hizo inmensamente feliz, cuando este planeaba encerrarla por siempre ¿acaso no era mas de una prueba de amor?, Serena se soltó finalmente de las ataduras, para que ella le inyectara en su cuello un poco de sedante que pudo obtener de Amy, mas bien, ella le robo a su amiga un poco para su plan

Una vez desmayado, lo llevo a su hogar, donde lo desnudo por completo, pudo verlo con todo su esplendor, atándolo a la silla, ella fue al baño donde se preparo como una reina, con un baño de burbujas en una tina, y fragancias exquisitas que le habían dado sus amigas, vistiéndose con la lencería que había adquirido únicamente para él, sentándose de manera coqueta mientras esperaba sus despertar

Fue allí cuando confeso todos sus sentimientos que tenia hacia él, era lo mejor que le había pasado, pero a él no lo compartiría con nadie, no dudo en castigarlo por hacerla sufrir de ese modo, para luego desatar su bata, dejándola caer a través de su cuerpo, y mas deslizando sus bragas a través de sus piernas donde el peli plateado mostraba una erección claramente notoria, sentándose en sus piernas para ubicar su miembro en su intimidad ingresando en el, dándole su primera vez, no cabía duda, era algo que de verdad le dolía, pero a la vez era tan estimulante que no espero mucho tiempo para brincar sobre su virilidad, sintiendo la sensación mas gratificante de su vida, se estaba entregando al hombre que mas amaba en este mundo, sintiendo como la cálida esencia de Diamante recorría cada rincón de su interior, escuchando su respiración acelerada, su corazón latiendo con fuerza y completamente extasiado, era lo máximo, sacando un jarabe, dándoselo a beber a través de su boca en un beso apasionado que solo nublaba sus sentidos

-¿Qué le diste a beber?-le pregunto

-¿creíste que acabaríamos?-le pregunto-tu...-tomo su mentón-eres mi esclavo, mi hombre, todo...-dijo mientras este se arrodillaba

-todo de mi te pertenece-ella extendía su pie mientras este lo tomaba con suma delicadeza, para besarle los pies, ella se apoyo en el mueble que estaba a sus espaldas cerrando los ojos ante la sensación de placer que le entregaba el peli plateado, al escuchar los suaves gemidos, Diamante, subía sus besos y lamidas lentamente por su pierna hasta sus muslos, levantando el trasparente camisón que portaba hasta llegar a su intimidad, donde beso, par lamer sus labios interiores con pasión arrancando un grave gemido que se escucho por toda la habitación

-yo...hare que mi diosa se sienta a gusto conmigo y nunca me abandone- le juro antes de volver a su tarea en su intimidad, abriendo un poco sus pétalos rosas, introduciendo su lengua en su entrada, haciendo que la joven presa de la lujuria mordiera el dorso de su mano con fuerza aguantando lo mas posible escandalosos gemidos, sintiendo como ella desprendía su néctar a través de su boca saboreando cada rincón de su reina, levanto el camisón de la joven arrojándolo muy lejos en la habitación-hare sentir bien a mi dueña...-tomo sus caderas sentándola en el mueble abriendo sus piernas, tomando su miembro llevándolo a su entrada, Serena, lo vio tan erecto, duro y palpitante, que solo entrelazo sus brazos alrededor de su cuello, donde este la penetro con fuerza de una vez, recargándola sobre el mueble donde de cayeron todas las cosas, entrando y saliendo de manera lenta, firme y fuerte en cada embestida, haciéndola enloquecer, cada vez ingresaba aun mas profundo, haciendo que ella gritara de placer

-¡Diamante!-gritaba abrazada a él, arañándole la espalda, solo logrando que este gimiera de placer

-Serena, mi diosa, yo tu humilde esclavo-gemía en su oído mientras empujaba contra ella, sintiendo como su miembro se contraía mas y mas en las paredes delgadas de la joven quien le avisaba de un próximo orgasmo, acelerando sus embates cuando, Serena dio un gran gemido, expulsando su semilla una vez mas, abrazándola con fuerza al terminar –te amo...

-también yo...-pronuncio ella acariciando su nuca, recargándose sobre su hombro –pero...-le miro a los ojos –aun no hemos terminado...

-como usted lo desee...


¿continuara?...


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Holaaaa espero que les haya gustado este extra., gracias x leer y comentar, publicare proximamente en brazos de la oscuridad, no se la pierdan, mil abrazos!!!

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