Capitulo 19

"Trago amargo"

Había dolido verlo con aquel carismático chico, pero lo tenía merecido ¿no? Lo había tenido para mí, solo para mí y lo había dejado ir cuando menos lo espere, no lo busque como debí haberlo hecho cuando no apareció esas primeras semanas, debí insistir en saber algo de él pero no fue así. Tuve que apartar la vista, pero no se me fue permitido pues Yess tomo mi mentón y me obligo a seguir viendo aquello.

—Se ven tan lindos, así como tú y yo.

Su voz sonaba dulce, pero sabía en lo más profundo que lo decía con asco o sarcasmo pues en estos años que lo había conocido supe como actuaba cuando se enojaba, cuando algo le gustaba o le desagradaba y más que nada sabia cuando me quería y cuando no. Mire a Matt que en un momento me miro nuevamente y no pude evitar mostrar un destello de anhelo en mis ojos que no se despegaron de los de el hasta que mi pareja me beso atrayendo mi mentón ya atrapado entre sus manos.

—No lo mires, me pongo celoso "cariño"

Le sonreí levemente porque no quería hacerlo enojar más de lo que ya estaba. Respire profundo y controle todo aquello que ya llevaba años cargado y de esta manera camine agarrado de su mano hasta la nueva pareja para saludar los demás y claro a Matthew.

—Matt mucho tiempo sin verte...— comente con una leve sonrisa mientras acomodaba un poco mi cabello como un tic nervioso.

—Lo mismo digo, Yeisson, ¿cómo a estado tu hermana? — escuchar su voz hico que una leve corriente eléctrica recorriera mi cuerpo. – Con eso de que me evita

—Muy bien, ya no necesita nada de ti, pero la pregunta es ¿Quién es tu encantadora compañía? – dijo con un toque de odio muy palpable y sarcasmo.

¿Como que no había hablado con ella? ¿Entonces cuando le preguntaba sobre Matt me ¿mentía?, o era el quien mentía después de tanto tiempo? No lo sabía pero sentí un golpe bajo con aquello intente esconderlo tras una simple mascara que ya había perfeccionado con el tiempo. La pareja del pelinegro sonrió ampliamente como si aquello lo llenara de orgullo al ser presentado, pero esta se fue esfumando cuando Matt contesto como si nada. Como si aquella persona que lo acompañaba no fuera nadie.

—Mi pareja actual, Zaid.

Trague en seco y solo asentimos. Yess contesto por ambos diciendo que era hora de retirarse que sería muy grato verlo en la fiesta no sin antes besarme enfrente de él una vez más. Pero aun sentía esa pregunta taladran en mi mente ¿Me había mentido Sam?

—Sería más propio que sus muestras de cariño fueran en otro lado —comento el tal Zaid con desagrado

—Disculpa a mi novio, suele ser muy cariñoso – conteste con una simple sonrisa y tire de el para alejarlo.

Cuando estuvimos a una distancia prudente me soltó de la mano y me miro con enojo, podía ver como un brillo peligroso emanaba de esos ojos y al instante corrí al auto donde las damas de honor esperaban, necesitaba estar alejado de el y pensar en la poca información que había obtenido sin querer.

————

Ver a Daimiel había echo latir mi corazón tan fuerte que no pude evitar mirarlo más tiempo del necesario, habían pasado años sin verlo y siempre había alimentado a mis sueños y esperanzas con regresar a su lado, pero este tiempo en el que los estudios fueron pesados y el entrar a derecho no había sido cosa fácil, además de sentirme solo pues ya no tenía contacto con Sam quien me evitaba por completo y al contrario de Daimiel siempre temía mandarle un mensaje esperando su rechazo o ver esa foto con su pareja.

Pero al tenerlo ante mi me di cuenta que seguía igual de atractivo y encantador, el traje que tenia puesto remarcaba cada parte de su cuerpo y me imaginé a mi años atrás tocándolo, conociendo cada detalle de su cuerpo incluso aquel lunar entre los muslos en forma de sol, pero todos aquellos recuerdos era opacado por el rubio. Había disfrutado de aquellos instantes mirándolo, pero sentí un asco cuando los vi besarse. Eso fue un golpe que no me esperaba, pero con el tiempo me di cuenta que las cosas habían terminado de esta manera porque el había querido y por qué había sido demasiado lento al declararme aquel día.

Verlos besarse no era muy grato, pero solo yo quería venir a este lugar a verlo realmente pues venir a la boda del primo de mi pareja había sido una excusa al enterarme de que la afortunada era la madre de nada más y nada menos que de Dan, ese había sido mi verdadero motivo.

Después de tanto tiempo lo veía, pero podía distinguir algo diferente cuando estuvimos cara a cada siendo divididos por nuestras parejas. Un brillo de tristeza y otros que se habían hecho difíciles distinguir por el tiempo pero sentí que aquel chico me necesitaba tanto como yo o mucho mas.

—Quieres un cono para la baba? —Pude escuchar la voz de Zaid al hablarme y no pude evitar mirarlo.

—De que hablas?

—Que desde que llego no dejabas de verlo y ahora que se fue te quedaste todo embobado, ¿te gusta más esa basura que yo?

Su pregunta me tomo por sorpresa, pero mi mandíbula se tensó cuando le dijo de aquella manera al castaño, ¿Quién demonios se creía para hablarle de esa manera? Quería gritarle, pero recordé que era mi pareja y me di cuenta era mi "pareja". Aun recordaba aquella salida a un bar donde lo conocí en una de esas borracheras y lo confundí con Daimiel sin pensar asi fue como termine liado con el y atado a la vez pues para el era desagradable ser botado, insistió día y noche hasta que lo logro. Llego un punto donde acepté y empecé a quererlo, pero no era lo mismo.

—Perdón cariño, solo recordé el pasado, fue un buen amigo.

—No parecía que fueran amigos— dijo enojado y yo le di un beso en su frente calmándolo— Odio que le prestes atención a otros, más que a mí.

Sonreí y acaricié su mejilla para besarla, era un buen chico en el fondo y eso era lo que me había cautivado, era cierto que aun quería a Daimiel, pero no era alguien tan importante en mi vida ahora.

Al llegar al salón de aquel gran evento, al aire libre me baje con mi acompañante a mi lado y ambos sonreímos pues al llegar la gente platicaba gustosa y esperaban a los novios, aunque yo esperaba ver al otro chico, sabía que estaba mal pero sentía que no era malo si solo me preocupaba por su estado.

La música sonó y los presentes se levantaron para recibir a los recién casados, gritos, aplausos y un par de lágrimas se presentaron en el lugar y yo solo pude bufar, las bodas no eran lo mismo. Me fije en Daimiel que pasaba detrás de los casados y solo pude sonreírle.

———

De nuevo el aire me falto y una crisis de pánico ataco, tuve que desaparecer un momento esperando no haber sido visto por los presentes, camine apresuradamente hasta la entrada del jardín cerca de un gran árbol adornado con velas flotantes y respire profundo para calmarme.

—Joder, hoy no era un buen día para que viniera...

Susurre cuando sentí como el aire regresaba a mi pecho y intente relajarme para calmar mi ansiedad.

—No fue bueno que viniera hoy?

La voz de Matt lo hizo temblar y se giro para ver al chico con una sutil sonrisa y dos copas en mano.

—N..No...y..yo...— no pude hablar asi que solo calle y lo mire.

—El brindis está por comenzar y no quería que te lo perdieras, así que brindemos por los nuevos amores..—me extendió la copa y yo dude.

—Y los viejos... —susurre al tomar la copa de su mano con firmeza— Salud!

Los dos chocaron sus copas y dieron un largo trago aquella champaña de fresa cuando el discurso termino por parte del hermano de mi madre y solo pude sonreír. El líquido era deliciosa, dejaba un sabor dulce en tu boca. Mire a mi alrededor y más que nada al hermoso árbol con ese camuflaje otoñal y esas hermosas velas flotado en cristal.

—Aun sigues siendo hermoso... como la primera vez que te conocí... solo que más maduro

No pude evitar que el calor de mi cuerpo subiera con intensidad a mis mejillas y tuve que agachar mi rostro para que no se diera cuenta de aquello.

—No deberías decir eso...

—Es la verdad, extrañe ver ese rostro tan delgado, fino, pero a la vez masculino y más que nada esos ojos tan castaños que son tan bellos.

No pude evitar sentir una alegría emerger pero que poco a poco se fue apagando pues esas cosas ya no eran verdad, había escuchado a Yess decir que no era suficientemente lindo pero que se conformaba.

—No mientas... existen mejores.

Pude ver como Daimiel se sonrojo aún más y solo pude sonreír, no mentía, en todos estos años había esperado verlos una vez más y ahora estaban ocultos por sus acciones, lo tome del mentón e hice que me mirara.

—No miento. Soy un hombre que ya no miente. — Pase mi mano de su mentón a su mejilla y la acaricie.

El chico me miro, embobado y recordé que esos momentos cuando nadie sabía de nuestra relación, no relación, donde podíamos hacer este tipo de cosas sin miedo a ser juzgados.

—Cuando te fuiste y no supe nada de ti, me di cuenta que había perdido algo que quería.

Susurro y yo sentí un vuelco en mi corazón, con aquellas palabras tan sinceras que eran apoyadas por la mirada del contrario.

—Ese día, quería decirte que si te gustaría salir conmigo... pero se adelantaron – Rasque mi nuca y me aleje de él como si su piel quemara. – Tonto ¿no? Me di cuenta que no era lo que necesitabas, pero tu si eras lo que yo necesitaba.

—¿Era? — jadeo y me miro con más intensidad.

—Eras, ahora tengo a Zaid, es un encantador chico...— al pensar en el no pude evitar sonreír

¿Por qué sentía arder mis ojos?, ¿acaso me dolía saber que tenía a alguien que era su "todo"? Lo mire con la mirada cristalina, sentía que en cualquier momento caerían mis lagrimas por mis mejillas sin poder detenerse, pero no paso, agache la cabeza y solo asentí.

—Tienes razón, no merece lo mismo que hice yo —Me réferi a su novio Zaid y solo sonreí de lado.

—Supongo eres feliz con Yess, ¿no?

Asentí pues creí que rompería en llanto en solo pensar en todos los maltratos por los que había pasado y que fuera tan bueno para engañar con mi romance. Temblé por la tristeza contenida y por las lágrimas. Llorar en una boda no era digno.

—Daimiel, mírame

Negué

—Mírame.

Su voz se fue haciendo más firme, pero me negué rotundamente.

—Que me mires!

Al instante levante mi cabeza y me tope con sus ojos negros como la noche y no pude más. Tuve que taparme la cara para romper en llanto frente a un hombre que no veía hace tiempo, la música sonaba en el fondo, las luces daban esa calidad que no había ene se momento y mis brazos eran mi consuelo.

—Daimiel..— susurro mi nombre y me atrajo contra él en un abrazo tan cálido.

Me escondí en su pecho y lloré como un vil niño pequeño.

Verlo quebrarse ante mi me había dolido, que había pasado que esa relación de ensueño que cualquier persona desearía tener?, no lo sabía y no parecía el momento peor si necesitaba hacer algo. Le levanto el mentón y tanteo el territorio antes de fundirse en un beso con aquel castaño. Había extrañado los besos de Dan y su presencia.

El beso fue lento, lleno de cariño, un cariño mutuo que era perfecto para el momento. Los dos estaban tan metidos en su burbuja, disfrutando del otro, de sus cuerpos que encajaban tan bien, de tener al pequeño en sus brazos y degustar una vez más de ese puro sentimiento de gozo. Sin saber ambos habían sufrido la ausencia del otro.

Un carraspeo y un par de hermano provocaron que el momento de reencuentro se rompiera y miraron a ambos rubios.

—No puedo dejarte ni un momento verdad cariño?, enserio te ofreces a todos si te dicen algo bonito... —La voz de Yess taladro los oídos de Daimiel. Busco con la mirada a s amiga rubia esta lo miro.

—No seas tan cruel con la pequeña peste, ¿que no ves que le lástima que su amo lo trate como basura? — dijo la chica mientras se acercaba a él pero fue detenida por Matt.

—Me recuerda que tu también fuiste basura en algún momento ¿no? — dijo con soberbia y sonrio.

—Y...yo...— no sabía que decir ante aquello pues me sentí traicionado.

—Vamos, Matt sabes que esto ya no te incumbe, déjame llevarme a la mascota. —dijo con una sonrisa. — ¿Que no vez que no puede ni hablar?

—Perdona, pero creo que no entiendes, no eres quien para obligarme

—Soy el que se folla a esta zorra castaña cada noche...soy su du...—no pudo terminar cuando el castaño lo golpeo en la mejilla.

Semejante escena en una boda no era nada propia, pero al estar tan alejados de los demás apenas era visible.

—Yo no soy tu zorra!!.. yo...yo.. yo te amo...— dije con la voz entrecortada por las ganas de llorar pero seguí— corrijo, te amaba... y tu Sam, realmente te creía...

La chica lo miro con diversión al igual que su hermano, pero el contrario con enojo reprimido.

—Cariño, por favor. todo fue idea de tu noviecito.

—Solo quería aganarle a Matt, mostrarle lo que se siente que te quiten algo que quieres, pero termino siendo más delicioso jugar contigo Daimiel, poder follar a mi antojo, ilusionarte y romperte cuando me aburría. Eso fue el mejor premio. — respiro el aire como si fuera una gran victoria y me miro.

—Nunca te hice nada... Yess no sé a qué te refieres...

La chica rubia se acercó a su hermano y lo beso enfrente de los chicos.

—A mi...

Matt ahora entendía todo y eso en un punto le desagradaba pues ver aquellas despreciables personas era asqueroso. Quien diría que jugar con los sentimientos de una mujer podían ser peligrosos y más si su hermano la ama.

—Yo que tengo que ver?!!!— grito Dan.

—Tu! Eras la manera de vengarme, no fue tan difícil... conocía muy bien al pelinegro y solo utilice sus instintos por el mas débil en su contra.

Sentí mi rostro enrojecer y un enorme enojo lleno todo mi cuerpo a tal grado que no pude evitar lanzarme contra Yeisson a puño limpio. Uno dos, y un golpe en mi mejilla me hizo caer y dos golpes nuevos por parte del rubio asestaron contra mi cara y mi rodilla termino en sus estomago para quitarme de encima con éxito y golpearlo un par de veces mas antes de ser nuevamente derrumbado y sentir un inmenso dolor en mi nariz. El cabron la había roto!! Sentía brotar la sangre de mi nariz quebrada pero mi enojo era mayor. Me lance contra el y lo golpee repetidas veces en la cara, mejilla, labios y en la ceja. Quería demostrarle que ahora era mejor que el y así entre golpes y insultos peleamos.

Sentí miedo, al ver como aquellos dos se golpeaba y Sam gritaba de horror.

—Zorra!!!! –Le di una cachetada sin importarme ser hombre pues estábamos lo suficientemente lejos de la gente y necesitaba desquitarme con ella.

Pero antes de que el golpe la mandara al suelo la rubia se agarró sin éxito de la cara de Dan, arañándolo en el proceso. Salio corriendo en busca de ayuda para toda esa gran pelea entre aquellos dos hombres.

—Ayuda!!

Fue lo único que pude gritar al llegar y recargarme en mis piernas por el cansancio de correr, no tenía buen cardio. La gente al instante salido dispara y le pedí disculpas a mi madre con la mirada. Tíos y primos separaron a los busca pleitos. Zaid fue con su novio y lo consintió mientras que yo deseaba estar en su lugar cuidando de él pero solo podía preguntar vagamente de cómo estaba pues era apartado por su novio. Matt fue llevado al hospital al igual que Yess, pero en mi caso antes de que se largara le grite.

—TE PUEDES MORIR GRAN HIJO DE PERRA... TERMINAMOS!!!

Todos los presentes me miraron y no pude evitar soltar en cólera. Mi madre se acercó y me abrazo para calmarme. La miré y solo me escondí en su pecho, seguramente manchando su vestido tan precioso con lágrimas y un par de gotas de sangre.

—Quiero estar con él, aunque sea desde lejos..

—Tienen que curarte también —dijo con voz dulce su madre y el asintió.

Susurre y ella me miro comprensiva, pero tenía que poner en orden todo en aquella fiesta, así que con Daniel manejando y un Dan deprimido emprendieron viaje al hospital dejando a su madre en aquel lugar junto con los demás invitados. 

Pues este se puede decir es el capitulo antes del final, espero les guste y si tienen dudas pregunte.  Los amo, besos bye <3.

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