Capítulo 8.- Cediendo a los sentimientos
Lincoln se despidió de Lynn y subió rápidamente las escaleras para llegar a su habitación
Mientras Lincoln subía y se desaparecía del campo visual de Lynn, la castaña tuvo un fuerte ataque de nervios, pensando en lo que había ocurrido en el parque
Sus manos comenzaron a sudar de manera repentina, y unas fuertes sospechas se hicieron presentes en la mente de la deportista
Lola: Lynn, ¿estás bien?—preguntó la princesa de la familia, que estaba sentada en el sillón, pausando por un momento su maquillaje, al notar como Lynn estaba totalmente quieta cerca de la puerta mientras miraba a la nada, luciendo algo nerviosa
Lynn: S-sí... lo estoy
Lola: No parece, estás sudando... ¡no tienes clase!
Lynn: Tener clase no es algo que me importe mucho, Lola—respondió, pareciendo menos nerviosa de lo que parecía hace solo unos segundos
La castaña vio como la pequeña rubia movía sus labios, respondiendo algo. Sin embargo, la deportista se volvió a perder dentro de su propia cabeza, y aunque Lola habló lo suficientemente fuerte, Lynn no tenía idea de que era lo que había dicho su hermana menor
Lola, resignada al ver lo perdida y distraída que estaba Lynn en ese momento, volvió a abrir su espejo para continuar maquillándose. En cambio, Lynn, al cabo de unos segundos, caminó hacia las escaleras algo nerviosa, y subió en dirección a su cuarto
La deportista abrió torpemente la puerta de su habitación, y para su sorpresa, Lucy no estaba en ella. En otro momento quizás hubiera apreciado estar completamente sola en su habitación, sin embargo, justo ahora tenía intenciones de hablar muy seriamente con Lucy
Al no ver a la gótica por ninguna parte, ni siquiera buscándola en su propio ataúd, Lynn se rindió y decidió que era buena idea acostarse en su cama, sin intenciones de dormir, solo porque no tenía nada mejor que hacer
No obstante, después de estar algunos minutos acostada sin siquiera poder cerrar los ojos o por lo menos sentir que estaba descansando, se levantó rápidamente de la cama
—¿Por qué tengo que esperarla?—se dijo Lynn a sí misma, en su cabeza
Así que, decidida, fue a buscar a Lucy
Comenzó buscándola en las habitaciones de sus hermanas, excepto en la de Lori, ya que no tenía mucho sentido buscar ahí, donde cualquiera que no fuera Lori o Leni, tenían prohibido el paso la mayor parte del tiempo
Así que después de buscarla en el segundo piso, decidió seguir buscando abajo, y al fracasar nuevamente en su intento por encontrarla, decidió buscar en una de sus últimas opciones, el ático
Deseando que estuviera allí y no en los ductos de ventilación, Lynn subió por la escalera para subir al ático, y sin detenerse al notar como Luna y Luan la veían subir, fue a revisar si su hermana gótica se encontraba ahí
Al llegar al final de la escalera, la castaña oyó a Lucy a lo lejos, como si estuviera al fondo del ático, alcanzando a oír algunas palabras desconocidas y casi impronunciables para ella, que seguramente salían de la boca de su hermana menor
Lynn subió sigilosamente la escalera, avanzó un poco en medio de muchas cajas y cosas viejas que había en el lugar, hasta acercarse a Lucy sin que ella se diera cuenta. Y cuando estuvo cerca de un interruptor, iluminó buena parte del ático, haciendo que la gótica notara finalmente su presencia
Lucy: ¡Lynn!—exclamó molesta—¿Qué haces interrumpiéndome?
Lynn: Es por una buena razón, chica espeluznante
Lucy: ¡¿Qué es lo que quieres?!—preguntó la gótica, más molesta aún
Lynn: ¡¿Desde cuando estás aquí en el ático?!—respondió Lynn con otra pregunta, de una forma no muy amigable
Lucy: ¿Para eso fue que viniste?
Lynn: Responde, ¿has estado aquí mucho tiempo o acabas de llegar del parque?
Lucy: ¿De qué hablas Lynn? ¿Acaso debería importarte donde he estado?
Lynn: Respóndeme
Lucy: Suspiro... ¿por qué del parque?
Lynn: Lucy...—dijo el nombre de su hermana, bastante molesta
Lucy: Suspiro... vete de aquí, Lynn—exigió la gótica
La deportista, al darse cuenta de lo difícil que sería para ella obtener alguna respuesta de Lucy, apagó las luces y caminó de vuelta a la escalera para salir del ático, resignada
Lynn bajó visiblemente molesta ante la inexistente respuesta de su compañera de cuarto, y al bajar, su molestia no pasó desapercibida para la hermana que se encontraba justo ahí
Lori: Lynn... ¿está todo bien con Lucy? Los últimos días las he notado algo... distantes—comentó Lori al ver bajar a la deportista
Lynn: ¿Por qué lo dices?
Lori: Nada, las oí discutir—respondió la rubia
Lynn: ¡¿Sobre qué?!—preguntó la castaña, exaltándose un poco
Lori: Literalmente no puedo oír todo desde aquí... ¿era algo que no podía escuchar?
Lynn: N-no... no es nada importante
Justo después de esas palabras de la deportista, el señor Lynn llamó a todos para ir a cenar, y todos, algo desanimados por lo repetitiva que era la cena que preparaba su padre, bajaron a comer
Las cinco hermanas menores se sentaron en ''la mesa de los niños'', mientras que los padres Loud, junto con las cinco hermanas mayores y Lincoln, se sentaron en la conocida ''mesa de los grandes''
Después de que Lincoln cumpliera los trece años hace no mucho tiempo, fue inevitable el cambio de mesa que tanto había deseado un par de años atrás, aunque cuando finalmente ocurrió, no fue demasiado emocionante para él
La cena transcurrió de manera totalmente normal, con la pequeña y casi imperceptible diferencia del cambio de Lincoln y Lynn, que estaban en la mesa sentados uno al lado del otro
No hablaban mucho entre ellos enfrente de la familia Loud como sí lo solían hacer hace algún tiempo. Las miradas que se dedicaban y los pequeños roces con sus manos hacían bastante incómodo hablar entre ellos enfrente de su familia
Algunas de sus hermanas los miraban algo confundidas, pero sin darle tanta importancia como para decirles algo acerca de esto
El momento más tenso entre ellos dos llegó casi al final de la cena, cuando volvió a ocurrir un nuevo roce de manos accidental entre ambos. Y esto, inevitablemente hizo que Lynn se ruborizara completamente
Luna: Hermana, ¿qué te...?
Lynn: Y-yo... tengo que ir al b-baño
Ante la confusión de todos, la deportista se levantó de la silla y subió las escaleras, pero no para ir al baño, la castaña decidió entrar a su habitación y no volver a la mesa, sabiendo que no era capaz de calmarse estando cerca de Lincoln
—¿C-cómo m-me puede estar p-pasando esto?—dijo la castaña en voz alta—No aguanto m-más, e-esto me está s-superando...
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11:00 p.m.
El peliblanco ya se encontraba en su habitación tratando de dormir. Sin embargo, después de casi una hora de no poder hacerlo, Lincoln comenzó a botar una de las pelotas de tenis de Lynn contra la pared, tratando de que finalmente el sueño pudiera vencerlo
Pero el hacer esto dificultó aún más que pudiera dormir, hacer lo que Lynn había hecho toda su vida para tratar de dormir hizo que Lincoln comenzara a pensar en su hermana, por milésima vez durante el día
—¿Qué me está pasando? ¿Por qué no puedo sacármela de la cabeza? ¿Cómo es posible que no me haya alejado de ella cuando nos íbamos a besar?—se preguntaba a sí mismo en su cabeza, recordando lo que había ocurrido esa misma tarde
Este asunto estaba escalando a pasos agigantados, tanto era así que Lynn tuvo que dejar de cenar simplemente por un roce accidental de sus manos en la mesa. Lincoln ya no sabía que pensar acerca de todo esto, el beso accidental, el casi beso, las miradas, los contactos accidentales... y eso si solo tomamos en cuenta lo que había ocurrido el día de hoy
Era tanta la confusión que estaba atravesando en su cabeza que el sueño había sido completamente ahuyentado
Lincoln seguía botando la pelota de tenis contra una de las paredes de su habitación mientras pensaba todo esto, hasta que el ruido de alguien tocando la puerta lo hizo tomar la pelota y detenerse de inmediato
Lincoln: ¿Q-quién es?—preguntó el peliblanco, algo nervioso
Lynn: Soy yo... Lynn—respondió la deportista en voz baja—¿p-puedo pasar?
Lincoln: C-claro, pasa Lynn—respondió Lincoln, sin estar demasiado convencido de que quisiera que Lynn entrara en su habitación
La castaña entró y cerró la puerta lentamente, tratando de que nadie se diera cuenta de que había entrado a la habitación de Lincoln
Lincoln: ¿Q-qué haces aquí?—preguntó el peliblanco en voz baja
Lynn: E-em... y-yo, pensé que tal vez querías verme—respondió sonriente
Lincoln: B-bueno... tal vez—dijo algo nervioso
Lynn: ¿Esa no es una de mis pelotas de tenis?—preguntó la castaña al cabo de unos segundos
El peliblanco la había puesto al lado de su pierna, tratando de esconderla un poco, sin embargo, Lynn fue capaz de verla de todos modos
Lincoln: S-sí, de hecho lo es, terminé usándola para tratar de dormir...
Lynn: ¿Podrías prender al menos la lámpara? Quiero verte bien...
Ese momento que Lincoln quería evitar a toda costa, llegó cuando el peliblanco encendió la lámpara de su escritorio
Las miradas entre ambos volvieron a hacerse presentes, y el rubor en las mejillas de Lincoln se hizo notar una vez más
Lincoln: ¡Lynn! D-deja de...
Lynn: ¿Qué tienes Lincoln?
Lincoln: Lynn... y-yo, no puedo-
Las palabras de Lincoln se vieron interrumpidas porque la deportista se estaba acercando lentamente hacia él para darle un beso en la mejilla
Lynn: ¿Decías algo?
Lincoln: ¿Qué estás haciendo aquí Lynn? Tenemos que dormir...
Lynn: No tengo sueño... la duquesa de la oscuridad me quitó las ganas de querer dormir en mi habitación... comenzamos a discutir y la verdad me pareció mejor venir contigo
Lincoln: Oh, ya veo, hablando de eso, ¿de verdad crees que ella estaba en el arbusto?
Lynn: ¿Q-qué? ¿T-tú...?
Lincoln: Sí... b-bueno, puede que haya subido un momento la escalera para tratar de escuchar de que estaban hablando, y no me costó entender por que fuiste a interrogarla
Lynn: Sí, lo creo firmemente, aunque no puedo probarlo
Lincoln: ¿Por qué crees que Lucy tuvo algo que ver con eso?
Lynn: Ella ha estado actuando de forma muy extraña conmigo y no me parecería raro que ella estuviera espiándonos, pero no vine aquí por eso...
Lincoln: Entonces por-
Lynn: ¿Quieres hacer algo? Aún no es tan tarde...—propuso la castaña, interrumpiendo a Lincoln
Lincoln: ¿Hacer algo?
Lynn: Quieres... no sé, ¿leer uno de tus cómics conmigo?
Lincoln: ¿Q-qué? ¿T-tú quieres leer conmigo?—preguntó el peliblanco, impactado, porque nunca hubiera pensado oír a Lynn pedirle algo así
Lynn: Sí, sé que siempre te dije que no me gustaban pero... podría cambiar de opinión
Lincoln: B-bueno... claro, está bien, sólo que me parece muy raro viniendo de ti
Lynn: Lo sé, es un poco raro pero tenía ganas de leer uno contigo—dijo con una dulce sonrisa
Dicho esto, y aún sorprendido, Lincoln sacó varios de sus cómics de Ace Savvy, y sentados en su cama cerca de la lámpara, ambos se pusieron a leer. Y para sorpresa de ambos, Lynn parecía bastante entretenida leyendo
A pesar de que había muchas cosas que la deportista no entendía, Lincoln le fue explicando todo poco a poco, y era algo que el peliblanco estaba disfrutando bastante, ya que ninguna otra de sus hermanas había puesto algo de interés a las cosas que a él le gustaban, como en este caso, los cómics de Ace Savvy
Sorpresivamente, pasaron alrededor de una hora leyendo
Lynn: Nunca creí que me gustaría jaja, pero fuiste explicándome las cosas y creo me gustó, aunque la verdad al principio sólo fue una excusa para quedarme aquí más tiempo
Lincoln: ¿Por qué quedarte aquí más tiempo?
Lynn: No quiero volver a mi habitación, ya sabes... Lucy—respondió—¿me dejas dormir contigo?
El peliblanco se quedó reflexionando unos cuantos segundos esta pregunta, dudando un poco sobre permitir que Lynn se quedara o no
Lincoln quería evitar que Lynn se quede por lo que había estado pasando entre ellos, aunque muy en el fondo, el peliblanco sabía que estaría contento de que su hermana se quede a dormir en su cuarto esta noche
Siguió pensándolo durante algunos segundos más, y estuvo a punto de decir que no. Sin embargo, los ojos de Lynn lo convencieron de dejar que se quede
Lincoln: Está bien... te puedes quedar
Lynn: ¿Enserio?—preguntó, tratando de ocultar su felicidad
Lincoln: Sí, no sería la primera vez
Lynn: No, pero la última vez no me soportaste
Lincoln: Esa vez era porque quería que hicieras las paces con Lucy, ahora no están peleadas exactamente, así que supongo que puedes quedarte
Lynn: ¡Wujuu! ¡Gracias Lincoln!—dijo Lynn alegremente, mientras le daba un enérgico abrazo a su hermano
Inmediatamente después, Lynn salió en dirección a su habitación para ir por algunas de sus cosas
Lincoln: Rayos... ¿por qué dije que sí?—dijo el peliblanco en voz alta cuando Lynn salió de la habitación
Lynn salió, y después de salir, se dio cuenta de lo tarde que era por el casi absoluto silencio que había en la casa. A esa hora solo se oía ruido del cuarto de Lori y Leni, probablemente siendo Lori la que aún estaba despierta a estas horas
Era más tarde de lo que pensaba, el tiempo pasaba diez veces más rápido para ella cuando estaba con Lincoln
Entró a su habitación, y agarró su almohada, junto con algunas pelotas y balones que tenía, tratando de hacer el menor ruido posible. Lucy se daría cuenta de todos modos que no durmió ahí pero era mejor que se de cuenta mañana y no ahora
Lo logró, o al menos eso parecía, y en un par de minutos, ya estaba de vuelta con Lincoln
Estaba hecho bolita y se estaba cubriendo la cara con ambos brazos
Lynn: ¿Qué te pasa Lincoln?
Lincoln: Ah, la última vez que dormiste aquí me tiraste el piso con tu máscara de lucha libre, me alegro que ahora no lo... ¡aauch! ¡Lynn!
Lynn: Dos por cubrirte, y lo hubiera hecho pero ya es tarde para hacer ruido, Lincoln
Lincoln: Bueno... buenas noches Lynn—dijo el peliblanco mientras bostezaba
Lynn: ¿¡Qué!? ¿A dormir? ¿Ahora? ¿Vas a dormir ahora que tienes una nueva compañera?
Lincoln: (bostezando) Dijiste que ya era tarde, deberías dormir tú también
El peliblanco, ya habiéndole permitido a Lynn dormir con él, decidió darle la espalda y tener el menor contacto posible con ella durante toda la noche, y después de dormirse, parecía haber logrado su objetivo
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Parecía que era aún más tarde, Lynn movió bruscamente al peliblanco para que se despertara y Lincoln no pudo evitar despertarse
Lincoln: ¿Q-qué o-ocurre Lynn?—preguntó Lincoln, aún medio dormido
De repente, Lynn se puso encima de Lincoln, mientras lo veía directamente a los ojos con una mirada que nunca había visto por parte de su hermana
Lincoln: ¿Q-qué v-vas a hacer L-Lynn?—volvió a preguntar, tartamudeando
Lynn: Cállate Lincoln, solo déjate llevar
Esa respuesta de su hermana le pareció algo confusa, Lynn no actuaría así. Después de un par de segundos, Lynn se fue acercando poco a poco e intentó besarlo en los labios
Lincoln: ¡Lynn! ¿Q-qué e-estás haciendo? N-nosotros no-
En un principio Lincoln intentó decirle que estaba mal pero mientras fueron pasando los segundos, terminó cediendo ante los besos y caricias de la castaña
Lincoln estaba disfrutándolo, sin importar lo enfermizo que pudiera llegar a ser. Sin embargo, el placer que estaba sintiendo fue interrumpido por Lynn
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Lynn: ¡Lincoln! Despierta, te estás moviendo demasiado—dijo la deportista, regresándolo a la realidad
Fue muy raro para Lincoln despertar y ver a la persona que estaba besando en sus sueños, y lo peor de todo era que se trataba de su hermana. No lo podía creer, cada vez estaba más cerca de ceder ante sus sentimientos, por muy incorrectos y enfermizos que pudieran ser
La deportista estaba muy sonrojada, y en ese momento el peliblanco se dio cuenta del motivo, una de sus manos estaba en los pechos de Lynn, quizás algunas cosas que había hecho en el sueño que acababa de tener también las hizo en la vida real
Lincoln: L-lo s-siento Lynn, d-de verdad lo siento, y-yo...
Lynn: No te preocupes Lincoln, no se sintió mal...—admitió la castaña
Muy apenado por lo que acababa de ocurrir, y sin muchas cosas para decir, Lincoln le volvió a dar la espalda a Lynn mientras se volvía a acomodar en la cama, lo más lejos de ella que le era posible
Lincoln había tocado a su hermana, esto estaba llegando demasiado lejos, y el peliblanco trataba de impedir que siguiera escalando
Lynn: Oye Lincoln...—lo llamó
Lincoln: ¿Q-qué ocurre Lynn?
Lynn se empezó a subir encima de él
Lincoln: ¿Q-qué haces L-Lynn?
Lynn: Sólo una pregunta, Linc
Lincoln: P-por favor dila rápido
Lynn: ¿Crees que soy bonita?
Lincoln trató de responder y no parecer nervioso pero no pudo evitar tartamudear, estaba muy sorprendido de la pregunta que le había hecho su hermana tan de repente
Lincoln: P-pues... y-yo... y-yo c-creo que eres muy linda Lynn...—admitió, nervioso como nunca antes por lo que estaba ocurriendo
Lynn: Iré al grano, ¿yo te gusto?
Lincoln: Y-yo...
Lynn: Shhh—dijo mientras ponía uno de sus dedos en la boca de Lincoln—no es necesario que me respondas, esto lo dirá
Fue lo último que dijo la castaña para después darle un dulce y cálido beso en los labios a su hermano peliblanco, que no hizo absolutamente nada para evitarlo
Era algo que aunque en el fondo sabían que estaba mal, y era completamente enfermizo e injustificable, ambos querían hacer lo que estaban haciendo y por un momento fue como tocar el cielo para ambos
Lincoln esta vez ni siquiera intentó decirle a Lynn que estaba mal como si lo había intentado en el sueño, en su lugar hizo lo que Lynn le había dicho, en ese mismo sueño ''solo déjate llevar''
Lincoln: T-te amo Lynn
Lynn: Tú eres lo que más amo, Linc
Fue lo último que dijeron antes de continuar con los besos apasionados, y por supuesto, las caricias. Eran momentos donde no pensaban si lo que hacían estaba bien o mal, aunque supieran lo mal que estaba
Lo único que les importaba era la chispa ardiente que había estado reprimida en lo más profundo de sus corazones, y que finalmente había dejado de estar reprimida
Sabían que habían cruzado la línea, sin embargo, eso no los detuvo
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