Capítulo 19

(Narra Law)

—A ver si lo he entendido bien... —dijo (TN), mientras señalaba con su lápiz la hoja de su libreta. Había estado tomando apuntes de todo—. Los demonios que nos encontraremos pueden ser de tres formas. Primero, uno de los ocho más poderosos, bueno siete, porque Law está con nosotros. Segundo, demonios con apariencia humana que pueden intentar corromperte y atacarte, pero no son tan poderosos como el primer grupo. Y por último, las almas sin forma que nunca han venido y no se sabe que aspecto pueden adoptar.

—Genial, (TN). ¡Qué rápido lo captas todo! — exclamó el ser de luz, mientras aplaudía contento. Este tipo era muy raro y conseguía ponerme nervioso.

—Lo que no sabemos exactamente cuándo comenzará el plan. La única forma de que pueda volver sería haber conseguido oscurecer el aura de (TN) —expliqué, mientras me miraban atentamente.

—Bien. Entonces, (TN), debes hacer algo que oscurezca tu aura y después me encargaré de redimirte de tus pecados —explicó el tipo, sonriente. Ella me miró nada más escucharlo, el tipo lo captó enseguida—. No, querida. Tiene que ser algo de lo que después te arrepientas de haber hecho. Aunque... Hay cosas que no entiendo muy bien...

—¿A qué te refieres? —preguntó ella, extrañada.

—He estado recaudando información y has mentido toda la vida a las personas de tu alrededor, odiabas a tu padre... Y aun así tu aura permanece completamente blanca. La mentira y el odio suelen oscurecer las almas mínimamente dependiendo del grado —contestó el tipo, pensativo.

—Puede que el odio sea justificado y que haya mentido con buena intención —intervine, algo malhumorado. Este tema me ponía de los nervios—. Si no metierais todo en el mismo saco y tuvierais en cuenta la situación de cada persona... Y parece mentira que lo tenga que decir yo.

—Sí. Me ha quedado claro que tengo que proponer cambiar cosas. Hacía mucho que no visitábamos el mundo de los humanos, puede que tengamos que rectificar algo. Somos bondadosos, estarán dispuestos a debatir el tema —dijo, amablemente. Se giró hacia (TN)—. ¿Los pensamientos impuros también están justificados?

—Mmm...- murmuró ella, mientras me miraba de arriba abajo—. Sí, más que justificados.

—Oh, eres tan graciosa —comentó el ser de luz, riéndose. ¿Pero que le pasaba a este individuo? Era realmente extraño—. Bueno, tu propia aura sabrá lo que debe hacer. Es un caso especial el vuestro, nunca había pasado. De todas formas, como he dicho, si se oscurece un poco se puede revertir Un compañero lo ha conseguido solo en una noche. Ya solo quedan cinco más y podremos unirnos para sellar el portal.

—¿No estabais seguros de que pudiera revertirse? —pregunté. Pensaba que tenían algo más de control sobre estos temas.

—No —contestó, sonriente. Apreté uno de mis puños para intentar calmarme. ¿Nos había tocado el ser de luz más idiota? Joder—. Pero a pesar de nuestro desconocimiento en el caso, hemos venido a prestar nuestra ayuda y haremos todo lo que esté en nuestras manos para establecer de nuevo el orden en la Tierra.

—¡Vaya, sois increíbles! —comentó (TN), emocionada.

—Gracias, querida —dijo él, también emocionado, cogiéndole de las manos.

—Bueno. ¿No íbamos a pensar algo que oscureciera el aura de (TN)? —pregunté, frunciendo el ceño. No debíamos perder la atención en nuestro plan.

—Oh, cierto —dijo el ser de luz.

—Vale, ¡ya sé! —exclamó ella, convencida, después de unos minutos pensando—. Puedo robar algo en una tienda. Robar sí es malo y no quiero, así que luego podré arrepentirme.

—Perfecto. Mañana nos ponemos en marcha —dijo el ser, convencido.

—Está bien, pero hoy necesito tranquilidad para estudiar. Por si todo sale bien y conseguimos cerrar el portal, necesito asegurarme un puesto en la universidad —dijo ella.

—Claro. Por supuesto. Te dejamos tranquila. ¡Qué chica tan responsable! —comentó él, dándole golpecitos en la cabeza—. ¡Nos vemos!

Nada más despedirse, desapareció de la habitación, dejándonos solos a los dos. ¿En serio nos iba a ser de ayuda? En fin. No debía subestimarle, estaba seguro de que, a pesar de su actitud, debía ser poderoso. Alcé la vista y vi que (TN) me estaba mirando fijamente.

—En verdad no sé me voy a poder concentrar... Todo esto es muy emocionante —comentó, encogiéndose de hombros—. Sé que es peligroso, pero me siento segura a vuestro lado. Creo que podemos conseguirlo.

—Por eso, tú concéntrate. Nosotros nos encargamos de vigilar —dije, mientras daba unos pasos para acercarme a ella—. Sí te esfuerzas, puede que me pase más tarde a darte una recompensa.

—Vale. Iba a esforzarme igual porque soy una buena chica, pero aceptaré la recompensa. Soy buena, no tonta —comentó, divertida. Era buena, lista y preciosa. Le cogí la cara con las manos y le di un suave beso.

—Esto es un adelanto. Nos vemos más tarde —me despedí, antes de irme.

Aunque no me fui muy lejos. Como siempre me quedé en el tejado de su casa, sentado y apoyado en la chimenea. Iba a ser duro no volver a verle, pero cada maldito segundo a su lado valía la pena. ¿Quién me iba a decir que esto acabaría así? Hace dieciocho años salí del mundo de la Oscuridad totalmente convencido de que iba a cumplir mi misión en un abrir y cerrar de ojos para volver a mi preciada soledad. Suspiré. Mi conversación con el ser de luz todavía daba vueltas en mi cabeza...

Ahora en serio, ¿de verdad sientes algo por esa chica o es un sucio truco? —preguntó, él, serio.

Es verdad —contesté, malhumorado. Lo que menos me apetecía era mantener una conversación con ese tipo.

¿Y por qué ella? Quiero decir, es una chica normal y corriente. O sea, no está mal, pero hay de mejores por aquí —comentó, algo confundido.

Para mí es perfecta, por fuera y sobre todo por dentro —contesté, frunciendo el ceño. Me miró esperando a que especificara más. Suspiré—. Es buena, responsable, se preocupa por los demás, es justa, educada, divertida, graciosa... A veces es tímida, pero sabe dar guerra cuando se lo propone. Es con la única persona o ser junto a quien me siento bien.

Oh, parece que dices la verdad. Era solo para ponerte a prueba. Yo no me fijo en las mujeres, soy más bien asexual —explicó, riéndose. Apreté el puño con rabia. De repente se puso serio otra vez—. ¿Y qué pasará cuando se cierre el portal? ¿Tus sentimientos no te impedirán darlo todo para hacerlo?

No. Solo quiero un buen mundo para ella y para el resto de buenas personas, pero sobre todo para ella —contesté.

¿Y (TN)? ¿Ella será capaz de separarse de ti llegado el momento? —preguntó, más serio que nunca.

Estoy seguro de que sí —contesté, decidido. Ella sabría lo que era más importante, sobre todo para su madre y su hermana.

Genial —contestó, sonriendo y aplaudiendo.

¡Lárgate y déjame solo! —exclamé, furioso. Me sacaba de mis casillas. De repente desapareció.

Por suerte, no me había equivocado. Ella era consciente de que cerrar el portal era lo más importante, ya después cada uno se apañaría con sus sentimientos.

Después de pasar unas cuantas horas en la ciudad, buscando a idiotas con los que jugar un rato, volví a la habitación de (TN). Ya había pasado la hora de cenar, puede que todavía siguiera estudiando. Cuando llegué, me la encontré dormida en la cama con los apuntes entre sus manos. Lo retiré todo y le cubrí con la manta. Creo que se me escapó una sonrisa durante unos breves segundos. Me agaché un poco para darle un beso en la frente y me fui para que durmiera tranquila. Me hubiera quedado, pero quería volver a la ciudad para seguir divirtiéndome con idiotas, sino perdería la práctica y no podía permitírmelo.

El lunes, el ser de luz decidió acompañarme para observar a (TN) en el instituto. No es que a ella le hiciera mucha gracia que estuviéramos los dos pululando por ahí, ya que cada vez le era más difícil ignorarnos, pero a él le hacía ilusión y ella había aceptado. En ese momento era la hora del descanso y estaba con sus dos amigas en la cafetería.

—Algunos ya tienen el aura bastante oscura. ¡Es una pena, son tan jóvenes! —comentó él, afligido. Suspiré, no tenía ganas de aguantar sus dramáticos comentarios—. Una mala época la adolescencia.

Ignoré sus palabras. De repente, Jack se sentó en la mesa con ellas tres. No era muy común. No es que se llevaran mal, pero él solía sentarse con su grupo de amigos. La chica repelente se levantó de su silla y se acercó a esta ellos. Por su expresión, la conversación no iba a ir por buen camino.

—Vaya, (TN)... ¿Sigues con Jack aunque te guste otro chico? —preguntó, alzando la voz, para que le escuchara la gente. El ser de luz de llevó una mano a la boca, sorprendido.

—¿Qué dices ahora? —preguntó (TN), extrañada.

—El chico de la discoteca. El que luego estuvo en mi fiesta... Os vieron entrar juntos a una habitación —comentó Emma, con una sonrisa triunfante—. ¿Le has puesto los cuernos a Jack?

—¡No! —exclamó (TN), frunciendo el ceño. Todo el mundo se quedó en silencio. Jack se levantó de la silla, atrayendo todas las miradas.

—(TN) y yo no somos novios, así que puede gustarle quien quiera —dijo, decidido. Todos los alumnos que estaban en la cafetería empezaron a cuchichear entre ellos—. Yo... Bueno, a mí... Me gustan los chicos.

Todo se descontroló en unos segundos. Los amigos de Jack le miraban sorprendidos, algunos alumnos comenzaron a reírse, otros le miraban con desaprobación, otros con asco, otros con pena... (TN) apretaba los puños bajo la mesa. Se levantó enfadada.

—¡Ya está bien! —gritó tan fuerte que todos se quedaron en silencio—. ¿Pero qué os pasa? ¿Todavía vivís en la edad de piedra? ¿Os parece raro que a un chico le gusten los chicos a estas alturas de la vida? Me daría vergüenza...

—¡Exacto! —exclamó Emma, también bastante cabreada—. Me da asco compartir el mismo aire con vosotros. El amor es el amor, da igual la persona que te guste. Hay que respetar a todo el mundo.

—¿En serio? ¿Esta chica hablando de respeto? —comenté en voz alta, el tipo estaba completamente metido en la conversación y no me prestaba atención.

—Así que, si se os ocurre decir o hacer algo a Jack, os daré una lección. O mejor dicho, os la daremos —dijo Emma, pasando un brazo por los hombros de (TN). Ella le miró extrañada, al igual que sus dos amigas—. Bueno, ella será más buena, pero yo no. Así que, cuidado con lo que hacéis.

—Emma... —murmuró (TN), pero ella no le dejó hablar.

—(TN)...Bueno, y Emily... —dijo Emma, seria, mirando primero a una y luego a la otra—. Sé que es bastante tarde... Llevo tiempo pensándolo pero me daba cosa decirlo. Me gustaría disculparme por haberme burlado de vosotras y por trataros mal.

—Bueno, yo personalmente acepto tus disculpas. Espero que podamos llevarnos bien lo que queda de curso, aunque no seamos amigas —dijo (TN), seria.

—Yo... También las acepto —murmuró Emily, tímidamente.

—Gracias, chicas... Si alguna vez necesitáis algo no dudéis en pedírmelo —dijo Emma, antes de volver con sus amigas.

—Esto ha sido muy raro... —comentó Nora, extrañada. Las tres se rieron.

—(TN), muchas gracias por todo. Siento que hayas tenido que estar fingiendo por mi culpa —comentó Jack, que todavía estaba allí.

—Tranquilo, hubiera esperado lo que hiciera falta hasta que estuvieras preparado para decirlo —comentó ella, amablemente.

—Eres una gran amiga... Voy a agradecerle a Emma también, por haberme defendido —dijo el chico—. Nos vemos.

La hora del descanso había acabado, de hecho, si no se daban prisa llegarían tarde a la siguiente clase. Nora miró la hora en el móvil y cogió a cada una de un brazo. Salieron rápidamente de la cafetería.

—¡Oh! ¿No ha sido precioso? —preguntó el ser de luz, emocionado, mientras me cogía de un brazo—. El perdón, el amor, el arrepentimiento, la amistad... ¡El bien ha triunfado!

¿De verdad me iba tocar soportar a ese tipo hasta que cerráramos el maldito portal?

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