Capítulo 18
(Narra TN)
—¿Cómo...? ¿Cómo que un plan para acabar con los humanos? —pregunté, bastante nerviosa. ¿Law solo me había estado utilizando? Y yo había caído como una idiota.
—Puedo explicarlo. Es más, iba a hacerlo ahora —contestó él, serio.
—Claro, que casualidad... —intervino el tipo de pelo plateado, mirando a Law de reojo.
—Bueno, pues explícate —le ordené, mirándole fijamente.
—Bien. Nuestro rey tiene como objetivo utilizar el portal que nos une con el mundo de los humanos para enviar un ejército que destruya o someta a la humanidad. Nos mandó a mí y a siete demonios más a la tierra para encargarnos de oscurecer el aura de ocho niños que podrían ser capaces de ayudar a cerrar el portal. Yo debía encargarme de ti —explicó. Ni me miraba a la cara cuando hablaba. Había sido realmente estúpida—. Al principio lo intenté, pero poco a poco fui cogiéndote cariño y sentía la necesidad de protegerte. Desde que hablamos por primera vez todo fue cambiando. He acabado dándome cuenta de que el portal debe ser cerrado y los demonios no debemos intervenir en este mundo y solo ocuparnos de nuestra tarea en el mundo de la oscuridad. Así que, quiero protegerte y que puedas ayudar a impedir el plan... Necesito saber si me perdonas por no habértelo dicho antes.
No podía contestar. No me salía la voz. Estaba procesando toda esa información. Vale, él venía para ayudar a destruir la humanidad, pero pasando tiempo aquí había recapacitado. Además, no había podido cumplir su misión porque me había cogido cariño y quería protegerme. ¿Cómo iba a enfadarme por todo esto?
—Vaya, esto cambia las cosas... Entonces... —escuché decir al otro tipo.
—Cállate- gruñó Law, mientras miraba cabreado hacia él—. Primero quiero que ella me conteste.
—Sí, te perdono —murmuré, mientras me acercaba corriendo a él para abrazarle. Enseguida noté que me rodeaba la cintura con uno de sus brazos—. Perdón por haber dudado de ti... Menos mal que eres un desastre de demonio.
—Oye, no soy tan desastre. Castigar y torturar a gente mala se me da genial —se quejó él.
—Bueno, si me permitís... —murmuró el otro tipo, impaciente. Me separé de Law y me giré hacia él—. Yo soy uno de los seres de luz, como habréis podido imaginar. Hemos tardado en darnos cuenta de ese maquiavélico plan, ya que nosotros tenemos muy claro nuestro papel y no intervenimos en el mundo de los humanos. Hasta ahora.
—¿Habéis venido para luchar contra los demonios y cerrar el portal? —pregunté, con curiosidad.
—Exacto —contestó él. Miró fijamente a Law- Después de toda la historia que has contando debo entender que vas a ayudarnos. ¿Cierto?
—Sí —contestó Law. Nunca le había visto tan borde. Bueno, un poco en la fiesta de Emma, pero no tan exageradamente borde.
—Perfecto. Entonces déjate de besitos y toqueteos. Necesitamos que (TN) mantenga su aura pura. A saber qué hubiera pasado si no hubiera aparecido de repente —comentó el ser de luz. Law apretó uno de sus puños.
—De eso quería hablar yo —intervine, seria. Era un tema importante. El tipo me miro algo extrañado—. ¿Por qué el sexo es algo malo que oscurece tu aura o lo que sea?
—No si es con la persona que vas a compartir el resto de tu vida —contestó él, como si fuera algo obvio
—¿Sabes en que siglo estamos? —pregunté. Él me miró todavía más extrañado—. ¿Sabes cuantas parejas acaban juntas el resto de su vida? Bueno, ¿quieres decir que una buena persona que lo único que ha hecho «malo» es disfrutar de su cuerpo con otra persona de forma voluntaria va a compartir la tortura con un asesino o un violador?
—Bueno... —murmuró el ser de luz- Así explicado no tiene mucho sentido, pero el sexo por simple placer es un pecado. Está así escrito desde siempre.
—Bien. Cómo vas a estar aquí un tiempo te voy a hacer una lista de personas —dije, mientras me acercaba al escritorio. Arranqué una hoja de una libreta y cogí un boli del lapicero—. Toma. Me gustaría que observaras a estas personas y ver si sigues manteniendo tu opinión. Supongo que como ser de luz te preocuparas por los humanos y querrás ser justo.
—Ah, sí, claro... —murmuró, cogiendo el papel y guardándolo en su bolsillo—. Iré observando el mundo de los humanos, pero no penséis que os quitaré el ojo de encima. Varios de los niños tienen el alma corrompida. Mis compañeros van a intentar que su aura vuelva a ser blanca. Puede llevar días, semanas e incluso meses. Durante ese tiempo los demonios pueden ir entrando por el portal, así que hay que estar preparados para defender a los humanos hasta que consigamos romper la conexión.
—¿Qué? ¿Eso significa que mi madre y mi hermana están en peligro? —pregunté, asustada. Vale, tranquilidad estaba con un demonio y un ángel, ellos sabrían qué hacer.
—No somos suficientes seres de luz capaces de venir al mundo de los humanos... Por desgracia llegan pocas almas buenas a nosotros, pero más menos podemos cubrir varias zonas del planeta. Nosotros nos encargaremos de Londres —comentó él.
—Bueno, sois demasiado exigentes —comenté, frunciendo el ceño.
—Hablaremos de ese tema más adelante, cuando pueda comprobar la situación actual y yo decidiré si, al volver, debatimos sobre cambiar alguna directriz —dijo él. Bueno, por lo menos se podía razonar, no se había cerrado en banda. Esperaba que lo llegara a entender o si no, toda la gente buena que conocía podría ir al infierno solo por haberse acostado con alguien—. Demonio, me gustaría hablar contigo a solas.
—Bien. Adiós, (TN)-ya. Nos vemos más tarde —se despidió Law.
Los dos desaparecieron a la vez. Me tumbé en la cama y me quedé mirando al techo. ¿Ahora iba a tener a los dos rondado por mí alrededor? Bueno, si se supone que íbamos a luchar contra demonios, cuanta más ayuda mejor, porque yo no tenía ni idea de lo que había que hacer.
Era increíble como a pesar de todo lo que me había enterado, no podía evitar pensar en el momento que había tenido con Law. Todo lo que había sentido cuando sus manos, sus labios y su lengua me tocaban había sido indescriptible. No íbamos a poder llegar hasta el final, pero... No pondría distancia entre los dos, ¿verdad?
Estaba recordando lo que hablé con mi madre sobre cómo saber cuándo querías a un chico. Cuando querías a alguien tenías ganas de verle, buscabas cualquier excusa para hablar con él, te dormías y despertabas pensando en él, pensabas en él mientras hacías cualquier otra cosa, te quedabas mirándole embobada, tu corazón latía rápido cuando estabas junto a él... A mí me pasaba todo eso con Law. Tenía miedo de que después de esto las cosas ya no fueran como antes.
Unas horas después ya había cenado y me había vuelto a acostar en la cama. Seguía preocupada. Por suerte, me había acostumbrado a ocultar mis emociones durante todos los años de mi vida y mi madre no había notado nada raro. Se preocupaba excesivamente por mí y mi hermana. No era que me molestara, pero no podía hablar con ella sobre este tema y no quería mentirle todavía más.
Maldición. No podía dormirme. Estiré el brazo para coger el móvil de la mesita. Ya eran las tres de la mañana... Por suerte el día siguiente era domingo. Noté que alguien se sentaba sobre el colchón. ¡Era él!
—Law —susurré, mientras me incorporaba rápidamente para acercarme a él. Apoyé las manos sobre sus hombros. Podía tocarle. Necesitaba sentirle cerca—. Law, ya sé que nunca vamos a llegar hasta el final, pero espero que las cosas sigan como antes... No quiero que ahora estés más distante... Estoy muy bien cuando estamos juntos...
—Cállate —me interrumpió, mientras rompía la poca distancia que quedaba entre los dos y juntaba sus labios con los míos. Uno segundos después se separó levemente—. Eso no va a pasar. No voy a poder mantener la distancia contigo, a no ser que tú me lo pidas.
—¿Por qué iba a pedir eso? —pregunté, algo extrañada.
—(TN)-ya... Cuando cerremos el portal en unas semanas o meses o lo que sea, yo ya no podré venir al mundo de los humanos nunca más —contestó, serio. Ya lo había pensado, no era idiota.
—Lo sé... Pero no me importa. Quiero aprovechar el tiempo contigo mientras estés aquí, luego ya me apañaré. Estaré triste al principio, pero te prometo que estaré bien —dije. No era ninguna mentira. Estaría mal pero yo era fuerte, conseguiría vivir con ello. Tampoco me quedaba otra opción, estaba en juego nuestro mundo.
—Pienso igual... Luego tendré toda la eternidad para recuperarme —comentó. Sonrió de lado, pero le noté un poco triste o algo parecido.
—En unos cien años te olvidarás de mí, no pasa nada —comenté, intentando sonreír.
—Claro, no es nada. Solo cien años echándote de menos —murmuró. Noté como se formaba un nudo en mi estómago. Le abracé y apoyé mi barbilla sobre uno de sus hombros. No tardó en devolverme el abrazo—. Es tarde, tienes que dormir.
—Es que no podía dormirme... —dije, mientras me separaba poco a poco de él.
—Bueno, yo te ayudo —dijo, mientras acercaba su mano a mi frente.
—No... Duerme conmigo esta noche. —Le paré antes de que lo hiciera
Se quedó callado mientras me miraba fijamente. Puede que se lo estuviera pensando. Finalmente, frunció el ceño y se acostó en la cama. No pude evitar sonreír. Estaba realmente contenta. Me tumbé yo también y me acurruqué contra él. Law me rodeó con un brazo y me atrajo todavía más hacia su cuerpo. Estaba frío, pero para mí, era reconfortante sentirle tan cerca. No podría estar más a gusto. Poco a poco me fui quedando dormida.
Unas horas después la luz que entraba en la habitación me despertó. No solía pasarme, solo cuando tenía el sueño ligero, otras veces dormía como un tronco sin importar lo que pasara a mi alrededor. Me estiré lo máximo que pude. Cuando me giré hacia la pared me encontré con los ojos de Law.
—Buenos días —saludé, mientras me frotaba los ojos. Pensaba que se iría cuando me quedara dormida. No esperaba encontrármelo allí—. ¿Qué tal has dormido?
—Buenos días, (TN)-ya. Los demonios no dormimos —contestó.
—¿Has estado despierto toda la noche? —pregunté. Vaya, eso no lo sabía. Nuevo dato sobre los demonios.
—Sí. Ha sido interesante verte dormir durante toda la noche. Alguna vez he llegado mientras dormías, pero no te había visto tanto tiempo seguido —comentó, sonriendo de lado. Esa sonrisa no significaba nada bueno—. Bueno. En realidad tuve que desaparecer un momento, ya que te tiraste un pedo que apestó toda la habitación.
—¿¡Qué!? —pregunté, avergonzada. Tuve que taparme la cara con las manos. Necesitaba que la tierra me tragara en ese mismo momento.
—Es broma —dijo, mientras me cogía las manos—. Bueno, te tiraste un pedo, pero solo sonó, no olió.
—Bueno, la gente se tira pedos. Es normal —me justifiqué, ya un poco más tranquila. Se incorporó y se puso encima de mí, atrapando mi cuerpo con el suyo.
—Aunque hubieras pasado la noche tirándotelos no se me hubieran quitado las ganas que tengo de besarte —murmuró, cerca de mi oído. No pude evitar reírme.
—Eres todo un romántico —dije, entre risas. Poco a poco me fui relajando y me fijé en que Law me estaba mirando fijamente.
—¿Ya has acabado? —preguntó, mientras acercaba su cara a la mía.
Ni si quiera me salió la voz para contestarle, solo deseaba que acabara de romper la poca distancia que quedaba entre nosotros. Se acercaba muy poco a poco mientras seguía mirándome fijamente. Yo estaba perdida en sus ojos. Sentí su respiración junto a la mía y, unos segundos después sus labios chocaron contra los míos. Cerré los ojos ante el contacto. Me mordió el labio inferior y no pude evitar soltar un pequeño gemido. No tardé en notar como su lengua se introducía en mi boca. La mía le buscó con desesperación, casi de forma inconsciente.
Sin romper el beso me incorporé poco a poco, Law también se echó hacia atrás y me quedé sentada en sus piernas. Aunque, estaba frío, sentía que sus manos abrasaban mi piel por donde me tocaba. Fui la primera en romper el beso, ya que me estaba quedando sin aire.
—Si nos vamos a dar así los buenos días puede que me quede más veces a verte dormir —dijo, sonriendo de lado. Yo también sonreí, mientras intentaba recuperar la respiración. Cogió mi mano y la movió lentamente, hasta colocarla sobre su miembro—. Aunque tenemos un problema... Mira cómo me pones. Por más vídeos que hayas visto no puedes llegar a imaginar todo lo que me gustaría hacerte.
—Law... —murmuré, sin apartar la mano.
Sentía que iba a explotar de lo caliente que estaba. En ese momento me estaban viniendo mil imágenes a la cabeza. Nuestro momento se vio interrumpido, ya que alguien más apareció en la habitación. Aparté la mano rápidamente y me alejé de Law, mientras él chasqueaba la lengua.
—Vaya, tortolitos. Tendré que vigilaros de cerca —comentó el ser de luz, mirándonos con desaprobación—. (TN), empiezan tus clases sobre el mundo de la Oscuridad.
NOTA 📌
No sé si habréis visto o leído Kamisama Hajimemashita, pero yo al ser de luz me lo he imaginado físicamente estilo Tomoe, aunque no exactamente igual pero un estilo así.
Espero que os vaya gustando la historia. Gracias por leer ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top