Mis ojos se cristalizaban al ver ese hermoso anillo de oro que decía FOR EVER en letra cursiva.

Quería responder que sí, pero las palabras no salían de mis labios. Así que solo asentí, y Sebastian se incorporó y me abrazo.

-          Te amo hermosa

-          Te amo hermoso

Puru estaba en la puerta con Ash y Jake que miraban a Sebastian con enojo.

Sebastian agarro mi mano y puso el anillo en mi dedo anular con delicadeza.

Abrace a Sebastian y le bese la mejilla.

Era feliz, porque estaba con el amor de mi vida, estaba feliz porque había encontrado el amor y estaba feliz porque iba a durar para siempre.

La noche terminó. Subimos al cuarto y nos acostamos en la cama.

-          Mañana iremos a comprar tu hermoso vestido de novia…no importa si es complicado o muy sencillo, de todas maneras va a terminar arrugado y en el piso

-          Te salió en verso

-          Tal vez – me miró fijamente y besó mis labios suavemente – te amo hermosa.

-          Yo también te amo Sebastian

Me quitó el vestido con bastante facilidad y yo le quite su camisa, luego sus pantalones hasta u aquedamos completamente desnudos.

Bese cada parte de su cuerpo, el besaba mi cuello.

Me senté encima de su gran erección y entro con facilidad en mí.

Me movía suavemente y en círculos, Sebastian me agarro por la cintura y me hundía aún más en su miembro.

Se puso entre mis piernas y me embistió fuerte y profundamente. Era cada excitante cada embestida. Hasta que llegamos al clímax y caímos dormidos susurrando al final un te amo.

La noche anterior fue fantástica, Sebastian me abrazo toda la noche. Y ni que decir acerca de su propuesta de matrimonio.

-          Buenos días cariño -  dijo Sebastian

-          Buenos días amor

-          Te ves feliz… ¿se podría saber por qué?

-          Claro…primero: me voy a casar con el hombre más maravilloso del mundo, segundo: hice el amor  con el amor de mi vida y tercero: porque la persona que amo me ama a mi

-          Buenas razones…

-          Lo se

Me besó suavemente y me fui al baño a orinar.

Cuando menos pensé las ganas de vomitar me rondaron por la cabeza y así fue

Vomite como si no hubiese mañana.

Entonces empecé a considerar la idea de estar embarazada de Sebastian.