¿Y si...?

-Hola Iku... ¿Asahi?

-¡Hola chicos!, Ikuya esta arreglando algunos detalles en la habitación pero pasen.

El grupo de amigos pasaron sin pedir más explicaciones, la casa de los Kirishima era bastante bonita y grande, Asahi les dio un tour por todo el lugar como si de su hogar se tratara para finalmente terminar en lo mismo, la sala de estar.

-Si no llega Ikuya en tres minutos tendré que presentarlos con su madr-

-No seas entrometido tonto -Llegó el rey de Roma corriendo al lado de sus amigos- Hola, los llevaré con mi mamá.

Les hizo una seña con la mano, la mamá de él era realmente amable, no les hizo demasiadas preguntas ya que no quería incomodar.

-Chicos, voy a la tienda, cuiden que Asahi no revise mis cajones.

-¡Hey!, ¿Por qué desconfias de mi?, ¡Yo no te doy motivos!

-En primera deja de gritar y en segunda siempre molestas con todo. Los dos Tachibana cuiden todo el movimiento de mi habitación por favor.

-Claro

Asahi esperó a que él saliera de la habitación para después sonreír e ir rumbo al closed de su amigo, cuando estaba a punto de abrirlo Makoto lo impidió poniendo una mano en la puerta de este.

—Ni se te ocurra —Amenazó la chica.

—Bien.

Pronto regreso el anfitrión con su cara seria, comenzaron a platicar de lo linda que era su casa y lo amable que parecía ser su madre.

—¿Y tu hermano? —Preguntó de la nada el castaño de ojos verdes.

—En su habitación haciendo notas para Nao-Senpai.

—Si que se preocupa por su amigo.

—Si.

Después de un rato Makoto fue al baño pero se estaba demorando demasiado, por lo que mandaron a la hermana para ver si todo estaba bien pero en el camino se encontró con el capitán del equipo de se natación.

-Mar-Chan, ¿Cómo te va?

-Regañando a Asahi, ¿Tu Senpai?

-Es tu rutina eso, ¿no? -Soltó una carcajada- Acabó de visitar a Nao.

-¿Y que cuenta Nao-Senpai?

-Ah, es un testarudo, le digo que no puede hacer ciertas cosas pero el insiste demasiado.

-Al menos tiene actitud.

-Lo sé pero me preocupa que esa misma actitud tenga consecuencias.

-No lo creo, Nao-Senpai sabrá cuidarse adecuadamente.

-Estoy seguro de que tu harías lo mismo si estuviera en la misma situación algunos de tus amigos.

-No lo niego -Rió.

-¿Qué temas estas viendo en la escuela?

-En matemáticas estamos viendo los métodos de encontrar el valor de "X"

-Esa maldita "X" -Pusó los ojos en blanco- ¿Ya entendiste?

-Si pero es aburrido todo el procedimiento.

-Lamento decirte que veras eso hasta en la sopa -Soltó varias carcajadas al ver como la menor negó con la cabeza varias veces- Lo digo en serio.

-Me queda la resignación.

-Lo siento mucho amiga mía -Palmeó su espalda mientras sonreía.

-Por ahora no pensaré en eso, voy a buscar a mi Onii-Chan.

-¿Dónde se metió?

-Fue al baño pero conociéndolo seguramente se entretuvo viendo por alguna ventana.

-Entonces corre, en la ausencia de ambos los otros se pueden matar.

-Cierto, luego nos vemos Senpai.

Se retiró del mayor para ir en busca de su hermano, al llegar a la puerta del baño tocó y recibió respuesta.

-Esta ocupado. -La voz de él sonaba nerviosa, algo andaba mal.

-¿Qué tienes Onii-Chan?

-¡Mare!, ¡Me alegra escucharte!

-¿Qué te pasa?, llevas mucho tiempo allí dentro y me preocupe.

-Es vergonzoso.

-Dime, somos hermanos.

-No te rías -Después de eso hubo silencio de algunos segundos, detrás de la puerta se escuchó un suspiro- No hay papel.

-Ah... Eso.

Ninguno hablo durante quince segundos, Makoto de pena y Mareli porque estaba pensando.

-¿Sigues ahí hermana?

-Si, ¿Seguro que no hay papel?, ¿Ya buscaste?

-Eh... No, no hay nada.

-Entiendo, voy a pedirle a la mamá de Ikuya, espera un poco.

-Si pero no le digas a los chicos.

-Ya sé, esperame.

Sabía que la mayor se encontraba en la sala viendo la televisión, le dijo del problema de su hermano en el baño, primero se rió del descuido que cometió la señora, hace horas había ido de compras pero olvido poner el papel higiénico.

-Dile a tu hermano que lo siento mucho.

-Si, gracias.

Con un paquete de papel se fue al baño, tocó la puerta varias veces pero lo que recibió fue un:

-¿Mare?

-Si, ¿Puedo pasar?

-No puedes abrir la puerta.

-Levantate entonces del trono o voy a entrar.

-Voy.

Abrió la puerta un poco pero solo saco la mano, recibió el paquete de papel. Le tocó esperar a Makoto pacientemente, cuando salió negaba varias veces con la cabeza.

-No les digas por favor, por favor.

-Tranquilo Onii-Chan, no es la primera ves que te quedas sin papel, hasta a mi me paso el otro día, olvidaste poner el papel y le pedí a mamá gritando

-¡Es cierto!, lo olvide -El más grande agarró su cabeza por el pánico.

-Como sea, vamos de regreso o los otros se van a matar.

-Cierto, ¡Corramos!

Como una bala salieron disparados hasta la habitación de Ikuya donde es la pijamada, se escucharon pronto los reclamos del peli-rojo y el peli-verde, en cuanto las siluetas de los hermanos cruzó la puerta guardaron silencio.

-¿Qué pasa aquí?

-Mejor dicho, ¿Qué les sucedió a ustedes dos?, tardaron demasiado.

-Dejalos Asahi, son hermanos y entre ellos se entienden.

-Exacto -Los dos hablaron al mismo tiempo sentándose en el suelo.

-Chicos -Asahi tomo una almohada de la cama del peliverde y con una voz calmada dijo- Tengo una idea...

-Oh no.

La chica ya sabía por donde iba la cosa, por eso mismo se escondió rápido detrás de su hermano mayor, este la vio confuso por segundos pero comprendió la situación así que solo asintió esperando a que sucediera el acontecimiento.

-¡Guerra de almohadas!

Aventó la almohada a cara de Ikuya, este a Haru y él a Makoto, así los chicos se pusieron de pie y comenzaron su pelea un tanto brusca, ella lo observaba desde el suelo riendo a carcajadas.

-¡Vamos Mareli!, ¡Unete al juego!

Ikuya apoyando la decisión del peli-rojo le lanzo una almohada a la chiquilla haciendo que ella de inmediato se uniera a la batalla, claro que ellos al verlo decidieron disminuir la rudeza del juego.
Pasaron horas de diversión entre ellos con esa actividad pero como todo, ellos se cansaron y les dio hambre.

—¡Ikuya alimentanos!, ¡Nos morimos de hambre! —El de cabello rojo se tiro al suelo fingiendo estar muerto.

—No seas —El mencionado lo pateó ligeramente y salió del lugar — Voy a ver que encuentro.

—¡Rapido!

A los minutos llego el anfitrión con dos platos llenos de galletas, bombones, chocolate y esa clase de cosas, comenzaron a comer siendo ya las doce de la noche, el sueño apareció de poco a poco en los Tachibana, tanto que la cabeza de la menor cayó sobre el hombro de su hermano y la cabeza de este sobre la cabeza de ella, formando así una escena muy tierna que hizo que los amigos soltaran unas cuantas risillas.

Son tan lindos. —El de cabello rojo abrazó una almohada.

—Shh, chicos deberíamos acomadarlos para que duerman.

—Tks... Solo aguantaron hasta las dos de la madrugada —Kirishima se reprochó— Bien, entonces hagamoslo.

Los hermanos escucharon eso, se pusieron de pie y fueron al baño a cepillarse los dientes y regresaron a la habitación únicamente para acomodarse entre unas cobijas y dormir, los chicos solo vieron eso con gracia, sin duda alguna esos dos eran un caso especial.

—No fue necesario —Haruka se levanto del sitió con seriedad— Voy al baño.

Una vez que salió del retrete se encontró con Natsuya, quien parecía estar algo cansado, estaba por irse el de ojos azul intenso pero su mayor lo detuvo con un "Hey"

—¿Qué sucede?

—Sé que es algo atrevido lo que preguntaré pero lo veo necesario —Nanase lo vio confundido— ¿Hasta cuando seguirás actuando como si ella no te importara?

—Sabes que ella me importa, es mi amiga.

—Ambos sabemos que no es así.

—Ah, no es el momento todavía.

—Ay Haruka —Negó con la cabeza— Espero que estés consciente que dejas pasar el tiempo, Mareli va a crecer más y por lo tanto llamara la atención de chicos —Ante eso Haru frunció el ceño— Te pondré un ejemplo, ¿Y si Mare me llegase a interesar como chica?, yo no me apiadare de ti aunque sepa tus sentimientos, si tengo la oportunidad de conquistarla creeme que lo haría.

—Eso-

—Dejame terminar, en este caso ella solo me interesa como amiga y ya, así que tranquilo chico —No pudo evitar el de cabello negro suspirar aliviado— Pero habrá chicos que no se tocaran el corazón y harán hasta lo imposible para ganársela. Haruka... Cuida de ella bien hasta que llegue el momento —Palmeó su espalda antes de irse— Solo que trata de no demorar.


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