M a m a k o t o .

El invierno apareció en Japón, trayendo consigo olas de frío, neblina, lluvias y uno que otro resfrío, aunque algunos todavía se negaban aceptar que lo tenían.

–Te dije, ponte bufanda, gorro, guantes, suéter, abrigo, chamarra, pero no, la señorita decidió ir a comprar casi en shorts.

Makoto estaba sentado en su cama regañando a la menor, hace un día Mareli salio a comprar unos lápices pero no lo suficientemente abrigada, por consecuencia ahora tiene fiebre y no sale de la cama por ordenes de sus padres y hermano mayor.

–Exageras, ya tome la medicina.

–Si no te cuidas ahora vas a empeorar.

–Me aburro estar acostada.

–Jugamos adivinanzas, vemos televisión o algo en la computadora.

–Esta bien.

No podía hacer nada contra su hermano, al menos ahora verían vídeos de Youtube un buen rato, aprovechando que era fin de semana y ya habían terminado con la montaña de tareas y por supuesto se libraron de la escuela por un tiempo, un corto período pero al menos tendrán descanso.

–Haru vendrá más tarde a verte.

–¿Te dijo o estás suponiendo?

–Lo supongo.

–A ver dime, ¿Por qué?

–Porque no fuiste a hablar como todas las tardes.

–Es algo paranoico, se preocupa demasiado cuando enfermo.

–Tiene un poco de temor que te suceda algo similar a cuando eras niña pequeña.

–Ya no pasa, solo fue esa vez.

–Tienes razón, es paranoico.

–Si, bueno. ¿Puedo ir a la cocina?, tengo ganas de comer las donas.

–No –El castaño rió suavemente y golpeó delicadamente con su dedo índice la nariz de su hermana–. Vas a desayunar algo de verdad sano para ti, no una caja de donas.

–Solo una Mako-Nii.

–No.

–Ah pero no fuera Ran o Ren. A ellos si les concedes todo.

–No empieces con tus celos.

–No son celos –Cruzó los brazos fingiendo molestia–, es sólo que no veo justo la situación.

Makoto no dijo nada unos segundos gracias a que su mente se encontraba pensando si lo que tiene planeado no afectará la recuperación. Finalmente solo se enfoca en actuar, se levantó de la cama y salió de la habitación dejando a la mano reclamando y haciendo grandes dramas que aprendió en las series de televisión que su madre ve por las mañanas.

–No le digas a mamá de esto.

Sus ojos se iluminaron y una sonrisa se dibujo en su rostro cuando vio a su hermano entrar con una dona rellena de crema, en verdad agradecía que ese chico fuera parte de la familia, era el ser más gentil que en la tierra podría habitar.

–Pareces un conejo.

Ignoró el comentario, disfruto la dona lo más rápido que pudo con tal de que su madre no la atrapara en esa situación y terminase reprimiendo a los dos hermanos. A ella por desobedecer y a Makoto por ser su cómplice y proveedor.

–Mamá saldrá.

–¿A dónde?

Los dos vieron curiosos en dirección a la puerta.

–Visitaré a una amiga, no hagan desastre en mi ausencia.

–No prometemos nada.

–Te la encargó hijo, que no abra el refrigerador.

–Si mamá, ve sin preocupaciones.

Dejar a los cuatro hermanos en casa era una de las cosas más cotidianas dado lo bien portados que son pero existen sus excepciones, después de todo siguen siendo niños y chicos en desarrollo.

La puerta no tardó en abrirse en presencia de Haruka, quien al ver a la Tachibana en el sillón bebiendo algo de una taza se sentó a su lado tratando de averiguar si lo que contenía el recipiente estuviera caliente.

–Hola Haru-Chan. Se dice “Hola, ¿Cómo estás? –Soltó la castaña como primera opción.

–Hola –Respondió el de ojos azules tocando la taza con la mano y asintiendo lentamente–, está bien.

–Me voy unos minutos al baño y te escapas.

La presencia del mayor hizo que Mareli sintiera nerviosa por el posible regaño que recibirá por ambas partes dado a que salió de su cama prácticamente descalsa y abrió el refrigerador para obtener unas salchichas.

–No vengas a regañarme –Apretó los labios evitando soltar algo de lo que se podría arrepentir más tarde–, suficiente tengo con mis padres y Onii-Chan.

–Solo a ti se te ocurre salir en pleno inicio de invierno sin suéter.

–No fue eso.

–Es lo único que vemos con lógica.

–Dormimos con la ventana abierta, Onii-Chan no se dio cuenta porque duerme como tronco.

–Ah, ya entiendo. Tienes suerte, salimos de vacaciones.

–Hasta para eso.

–Parece como si lo tuvieras planeado, en vacaciones siempre enfermas.

–Eso es mentira.

–En verano tuviste una gripe y ahora fiebre.

–Lluvias de verano y esta por dejar la ventana abierta, piensa un poco Nanase, también te enfermaste.

–Iré con Makoto, dijo que estaba haciendo algo de comer pero en verdad dudo que pueda.

–¡Corre Haru!, ¡Quiero seguir teniendo casa!

Antes de salir y dejarla en la habitación soltó una risa por el comentario de Mareli pero pronto recordó que las palabras eran ciertas, Tachibana mayor no sabe cocinar del todo bien.

–Ayuda.

Al ver la situación de pánico y la cara de terror de su amigo sin duda se lanzó en la ayuda, ni siquiera supo que era lo que Makoto quería hacer para su pequeña hermana enferma y decidió no preguntar, simplemente centro su atención en preparar algo ligero y satisfactorio para una persona con fiebre.

–Sigues preocupandote por ella.

–¿Y tú no?, tu hermana cuando enferma realmente parece que está a punto de morir.

–Eso era en la niñez, sus defensas se han vuelto buenas. Dentro de tres días estará perfectamente bien.

–Aún así.

–Recuerdo cuando ella tenía cinco años –Se recargo en la mesa de la cocina–, siempre estabas atrás de ella cuidándola pero solo recibias quejas de su parte.

–Nunca se ha dejado proteger, ella puede hacerlo sola –En un plato hondo depósito la comida con total tranquilidad–. Ha cambiado bastante, ya no es esa niña enfermiza, ¿Cierto?

El más alto asintió con una sonrisa, como siempre.

–Me alivia que se lleven bien.

–Iré a dejarle su comida.

–Buena suerte con eso

Nanase sabe a lo que se enfrenta si a ella no quiere comer, a una fiera.

–Vamos.

–Agradezco el gesto pero no tengo apetito.

–Come, te reprondras más rápido.

–Pude hacer mi propia comida.

–Sin embargo no lo hiciste.

–Porque me tienen presa en la Cama –Señaló la puerta donde escucho pasos corriendo y unas risas–, Ran y Ren amenzan con decirle a Mamá que rompí su florero.

–Esos dos, ¿Makoto lo sabe?

–No. Si mamakoto se entera ya estaría recibiendo un regaño.

–En fin, come.

–No quiero sopa.

–No puedes comer seco.

–¡Haruka!

–No vengas con niñerias ahora.

–No es eso.

–Suena que si.

Siempre es lo mismo con ese par, pueden estar jugando en un momento y al siguiente fingir una pelea seria que causa curiosidad en los hermanos menores Tachibana sobre la relación tan extraña que lleva su hermana mayor y vecino.

Al final Mareli comió la sopa gracias a las casi súplicas de Haru y una que otra amenaza de Ran Y Ren, no fue el mejor método pero sirvió de algo, al menos para que su estómago tuviera algo de comida.

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¡Hola!, ¿Alguien sigue leyendo?. Sé que me tarde demasiado pero como en todo han habido varios cambios y periodos de adaptación en este tiempo. Dije que sería constante en actualizaciones atrás pero ahora si, tengo inspiración para continuar la historia 💕🤘
Gracias por leer ✨

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