La rutina.
-Buenos días, despierta, vamos Onii-Chan, se nos hará tarde.
-Buenos días... Solo un poco más. -El castaño se tapó con cobijas.
-Ya, arriba -Comenzó a moverlo un poco.
-Ah -Vio la hora en el reloj de pared y bufó - Voy.
-Por fin, tu uniforme, ¿Sabes dónde se encuentra?
-En nuestro closed -Se levantó y caminó al armario tomando la ropa- ¿Te peino?
-Si te das prisa.
-Okay.
Se fue al baño a alistarse abriendo paso a que su hermana fuera desayunar primero, total, ella ya estaba lista con su uniforme escolar.
-¿Makoto sigue dormido? -Su mamá le pasó una taza de café.
-Gracias -Sonrió antes de darle un sorbo y comenzar a hablar- Se está cambiando.
-Últimamente se queda despierto hasta tarde.
-Ya sé.
-Debe ser porque todavía se están adaptando -Llegó su papá sonriendo y saludando- Buenos días -Se sentó en la mesa junto a su hija haciéndole compañía - Ran y Ren no tardan.
-¡Buenos días!
Los pequeños llegaron corriendo a sentarse en el comedor con tanta energía como siempre.
-¿Onii-Chan sigue dormido? -Su mamá pasó a sentarse también con ellos una vez que había servido todo el desayuno en la mesa- Gracias.
-Claro que si Ran.
-No es cierto -Makoto ya listo se sentó - Buenos días.
-Buenos días.
El desayuno dio inicio entre platicas y sonrisas, cosa típica de esa familia.
-¿Entras tú o yo? -El de gran estatura la vio interrogante.
-Los dos, quiero ver como lo regañas.
-Ay.
Negó con la cabeza y entraron al baño encontrando a Haruka con la mirada fija en el agua, Makoto se acercó dándole un sermón y extender su mano al pelinegro
-Date prisa Haru.
-Calma Makoto.
Antes de subir a cambiarse le dio una mirada y se fue completamente, que los dos llegaran era muy común.
-¿No deberías ir de camino con tus amigas?
-Mis amigas no viven por donde nosotros -Vio seria a Nanase.
-Makoto te peino, ¿Verdad?
-Si, es notorio -Los peinados elaborados eran siempre obra de su hermano - ¿Verdad que le queda bien?
-Si, creo que el día de tu boda él será quien te arregle. -Bromeó.
-Nah -Cruzó los brazos- Estaría genial pero no quiero pensar en matrimonia ahora, ¿Sabes?, tengo quince.
-Cierto -Rió su hermano- Y gracias Haru, me gusta peinarla.
-De nada.
El camino a la escuela era así todos los días, con eso no tenían problema, ni siquiera en clase, o bueno, eso era solo para Mareli.
-¿Hay alguien que sepa la respuesta?, que no sea Tachibana-San
No se molestaba en levantar la mano para responder ya que nunca le cedían la palabra, siempre ella era quien respondía a todas las preguntas realizadas por el maestro, al final en la hora del almuerzo ella se iba con su amiga Yadi y otra chica que conoció ingresando de nombre Kyu a la cafetería, bastante normal, mientras que Haruka y Makoto conversaban en los alrededores.
-¿Por qué no entran a un club? -Soltó la de cabello rubio y cortó hasta los hombros.
-No estoy interesada. -Respondió la castaña
- No, yo estoy en fotografía.
-Podrían entrar al de arte, es divertido.
-No, gracias -Las dos amigas se negaron nuevamente.
-Lo intente.
Desde que ingresó a la preparatoria hace seis meses no se la pasa tan bien, lo intenta pero le es difícil, Makoto lo sabe y hace lo posible para que ella se sienta bien en clases contándole chistes, hablando de gatos, el clima, las caricaturas, etcétera.
-Ponte el abrigo -Le pasaba las cosas antes de salir de casa- la bufanda, el gorr-
-¡Ya! -Gritó harta- Solo vamos a la escuela, no a una excursión.
-Debes cuidarte, ¿Verdad mamá?
-Si pero exageras Makoto -Rió su madre desde las escaleras -Con el abrigo y bufanda es suficiente.
-¿Ves? -Se puso la bufanda mientras veía a su hermano seria.
-Entonces vamos saliendo.
Como de costumbre subieron en busca de su amigo, claro que con tiempo, Makoto dijo que iba al baño así que dejó a su hermana y amigo solos en la entrada.
-Últimamente estas más seria.
-¿Y cómo no?, no hay piscina, el club cerró, Onii-Chan intenta animarme y tú-
-¿Yo qué?
-Ya no -Disminuyo su tono de voz al ver como el castaño se acercaba-, olvidalo.
-Listo, vámonos a un nuevo día -Sonrió ampliamente.
Haruka vio curioso a la menor, esperaba que terminara la oración pero el hermano mayor interrumpió todo así que a regañadientes se dirigieron a la escuela.
-La clase de hoy, ¿De qué creen que trate?
-Es muy probable que retomemos lo de ayer.
-Makoto, ve primero, tengo que hablar con tu hermana -Vio de reojo a la mencionada.
-Ah... Claro, los veo en clase.
Confundido dejo que hablaran, pensó que seguramente habían tenido una conversación cuando fue al baño. Ambos se detuvieron en uno de los pasillos donde pasaban muy pocos, la razón es porque la mayoría de personas estaban en sus respectivos salones o clubes.
-Termina lo que decías -Cruzó los brazos recargando su espalda en una pared.
-Y tú en este tiempo te distanciaste de mí. -Fue directa, lo vio a la cara seria.
-Vaya -Abrió los ojos con notoria sorpresa-, Lo siento -Inclinó su cabeza a la altura de ella y puso una mano en su hombro- Sabes porque me comporto así.
-Por Rin -Él asintió.
-Sé que no la estas pasando bien, lamento mucho que te sientas así, en serio, mezcle nuestra amistad con los problemas.
-Me consta, estamos pasado por un mal momento.
-Mira, ¿Qué te parece si voy a tu casa esta tarde? -Ella volteó la cara- Vamos, no te pongas así -Pellizcó una de sus mejillas.
-No hagas eso -Quitó su mano y suspiró - Bien.
-Perfecto -Vio la hora en su reloj e hizo una mueca- Ya casi inicia la clase, anda.
Fueron a su clase juntos, al entrar vieron a Makoto hablando con uno de sus compañeros, pasaron a sus asientos y comenzó la materia.
-Entonces le dijiste como te sientes.
-Así es.
-¿Ves?, no era tan difícil.
-No es difícil decirle.
-¿Entonces?
-Olvidalo, nos vemos.
En la salida hablaba con Yadi, iban juntas solo al principio de camino hasta que la Tachibana se desviará con su hermano y amigo.
-¿Vienes a cenar hoy, Haru? -El de ojos verdes no sabía nada.
-Claro, voy a casa y más tarde llego con ustedes, ¿Verdad? -Vio a la menor.
-Eso me dijiste en la mañana.
-Oh, genial.
En la tarde la familia Tachibana se encontraba en casa, los padres hablando en el comedor, los mellizos jugando con los hermanos mayores.
-¡Yo voy! -Ran abrió la puerta, al ver quien era de inmediato se lanzo a abrazar- ¡Haru-Nii!
-Oh, ya llegó -La castaña fue a recibirlo- Ran ya te dio la bienvenida.
-Me sorprende que Ren no vin-
-¡Haru-Nii!
Tal parecía que lo invocaron, ahora el chico de ojos azules tenía a dos pequeños pegados a él.
-Niños dejenlo respirar un poco.
Obedecieron aquella orden para después irse a seguir jugando, ella lo dejó pasar finalmente, saludó a todos y subió a la habitación de sus amigos, allí estuvieron un tiempo hablando, jugando con la consola, hasta que Mareli tuvo que ir a comprar algo que le pidió su papá, claro que no fue sola, sus hermanitos se le pegaron como chicle.
-¿Por qué ahora no la acompañaste?, nunca la dejas salir sola.
-Sabía que Ran y Ren la acompañarían hoy -Suspiró el tipo amable- Aprovechando, ¿De qué hablaron?
-Me dijo que nos hemos vuelto distantes.
-Un poco.
-Es sólo que se volvió un poco difícil -Desvió la mirada de la pantalla- Ella esta creciendo.
-Si, lo sé, como hermano mayor me dio cuenta. ¿Qué tiene que ver eso?
-Es... Más difícil tratarla.
-¿Por qué te gusta?
-Exactamente.
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