Conforme los días pasaban todo volvía a su lugar, incluyendo la situación de Yadi, parecía mas tranquila y trataba de comportarse normal ante Makoto quien ni enterado estaba de lo que pasaba con ella. La señora Nanase volvió y se hizo cargo de su hijo como antes haciendo que cada chico volviera a su hogar.

-¿Ya estas mejor con el tema de Haru?

-Si, Natsuya-Senpai también habló conmigo.

-¿Si?, ¿De qué?

Era de noche, los hermanos hablaban a oscuras cada uno desde su cama de lo sucedido hace días.

-Parece que soy muy evidente en lo de Haru.

-Si, algo.

-¿De verdad no te sientes atraído por alguien?

-No, ninguna persona me atrae, ¿Por qué?

-Es que... Ah, eres tan distraído.

-¿Hum?

-Ojala no sea tarde cuando notes algo o mejor a alguien.

-Mareli no comprendo.

-No es nada Onii-Chan.

El día siguiente era libre y nadie tenía algo que hacer, ni siquiera los hermanos.

-¡Onee-San!, ¡Onii-Chan!, juguemos algo - Su hermanita los tomaba de la mano a ambos mientras se dirigían a la sala con el niño.

-¿A qué?

-Onii-Chan ten imaginación -Lo regaño Ren.

-Si Onii-Chan - Se burló Mareli- ¿Que les parece armar un rompecabezas?- Los pequeños negaron- ¿Video juegos?

La idea ganadora es más que obvia, dos horas pegados en la consola hasta que escucharon el timbre de la cosa, fue a ver la señora Tachibana que al instante llamó a su hija dejándola que atendiera la visita.

-¿Quien... Oh, hola Sou.

-Hola Mare.

Sousuke saludaba con su rostro serio, vestía pantalón de mezclilla rasgado, camisa negra y suéter blanco.

-¿Qué se te ofrece?

-¿Te gustaría salir?, no hay clases, el clima es bueno.

-Ay Sou, claro pero tengo que avisar.

-Bien, esperare aquí.

-Cool.

Solo avisó y se fue con Sousuke a pasear por allí sin problemas.

-¿No tuviste problemas con encontrar mi casa?

-No, pregunte a las personas y listo.

-Es bueno saberlo.

-¿Ya esta todo bien?

-Si, se arreglaron las cosas, competirán.

-¿De verdad?

-Lo acabo de decir.

-Ah, si, ¿Y tú vas a competir?

-Tengo que.

-Va a ser interesante.

-Supongo que si, ¿Novedades de Rin?

-En todas sus cartas dice que le va bien.

-¿De verdad?, ojala siga así.

Sus pláticas eran demasiado comunes, más por el comportamiento tranquilo de Yamazaki y porque ella no sabía los gustos exactos de él.

-¿Y que te gusta de tu escuela?

-Hay club de natación, nado individual y las instalaciones son grandes.

-No te gustan los relevos, ¿Verdad?

-No es de mi agrado, un día discutí con Rin por lo mismo.

-¿Te insistió?

-Algo, ya paso.

-Bueno, ¿Qué tanto te decía él de mi?

-"Mareli es tan tierna", "No se te ocurra hablarle feo porque te mata", "Es especial", "Es muy astuta, cuidado", "Mareli, Mareli y más Mareli", realmente eras su mejor amiga.

-¿Si?, vaya que exageraba en algunas cosas.

-No tanto, en realidad eres astuta. ¿Él nunca les contó de mí?

-Desafortunadamente no pero puedo deducir que eran muy buenos amigos.

-Estas en lo correcto.

-¿A donde sería bueno ir?

Las horas que convivieron fueron totalmente improvisadas pero del mismo modo fue divertido, conocieron un poco más uno del otro.

-La competencia esta a nada.

-Si, nos veremos allí.

-Claro Sou.

En la tarde ella ya estaba en casa dibujando con sus pequeños hermanos, la salida con Yamazaki no había sido nada fuera de lo común así que no tenía mucho que decir. En el club Iwatovi animaba a Nagisa con su competencia en solitario, estaba muy nervioso por ello.

—¿Ustedes como están?, ¿Se llevan mejor?

Hoy por ejemplo él pequeño rubio preguntaba sobre la situación de sus amigos en el nuevo equipo de relevo.

—Mejor, aprendimos a comunicarnos sin necesidad de ofensas.

—Oh, Mako-Chan siempre tan amable.

—Eso lo dice ahora — Bromeó la Tachibana — Pero es verdad, por fortuna ya se hablan y arreglaron las diferencias.

—Chicos eso me hace feliz, ¿Puedo conocer a sus amigos? — Los hermanos y el Nanase se vieron durante unos minutos y asintieron, provocando en el menor alegría — ¡Si!, ¡Ya quiero verlos!, seguramente son tan lindos como ustedes.

Lamentablemente la ocasión para presentarlos no aparecía, al parecer el destino indicaba que aún no era el momento indicado así que dejaron que todo fluyera de forma natural.

—¡No toques mis gafas!

—¡Tonto, son las mías!

—¡Por supuesto que no!, ¿Estas ciego?

El día de la competencia había llegado y como es de esperarse, ni siquiera en esa ocasión tan Ikuya y Asahi podían dejar de discutir.

—¡Mareli-Chan!, dile algo.

—No, es al revés Mare. — Ikuya se defendía.

—Parecen mis hermanos pequeños ustedes — Rió — Las gafas si son de Ikuya, Asahi tus gafas están en la banca de por allá.

—Oh... Ya, ¡lo siento Ikuya Baka!

—Si tan solo te disculparás bien tarado.

—Ustedes no tienen remedio, ya van a competir.

—Tranquila, tu ya pasaste y ganaste, nosotros lo haremos bien.

Makoto intentaba calmar a su hermana, se preocupaba mucho por ellos, no quería que tanta presión le terminara afectando.

—¡Dense prisa!, ¡Ponganempeño!

—Mareli, te quedaras afónica si sigues así — Su amiga la miraba de forma divertida.

—Deberias estar gritando también, Onii-Chan esta compitiendo.

—Lo hago.

Al terminar la competencia, tal y como lo habían dicho Mareli terminó con dolor de garganta horrible pero valió la pena. Los vio hasta que llego el momento de retirarse del lugar, ya con la ropa deportiva de la escuela.

—Fue —Se aclara la garganta— Genial.

—¡Oh no! —Asahi gritó — ¡No va a poder hablar!, ¡Quedo afónica!

—Se le pasara, solo debe tomar agua, un poco de miel y listo, ¿Cierto? —Su hermano la conoce así que ella asiente.

—¡Mareli!

Sousuke se acercó al grupo de amigos felicitando a la Tachibana por ganar en una competencia, al cabo de un rato se despidió mientras que Haruka se alejó un poco para leer la carta de Rin, todo parecía estar bien según indicaba él en su escrito.

—Rin, me alegra.

—¡Haru!, ¿Vamos yendo?

—Si, esperen.

El día fue lleno de emociones, más al final que causo impacto, le relajaba saber de Rin.

—Tengo una duda Mareli.

—¿Qué Asahi?

—¿Cómo es que ese Sousuke es tan duro con nosotros y contigo se comporta tan amable?

—Supongo que es porque soy cercana a un amigo.

—Ah, ya entiendo.

—Hablando de Sou... Onii-Chan voy a salir con él mañana.

—¿En serio?

—Si.

—¿Tienes que ir?, yo quería que mañana tuvieramos una pijamada en casa de Ikuya. —El inquieto fingió llorar.

—¿Por qué en casa tuya? —Se refirió al peli-verde confusa.

—Lo hablamos hace unos momentos y no parece mala idea vendrás, ¿No?

—Claro, llegare con Mako-Nii.

—¡Si!, ¡Me alegra!, Te esperamos allá.

—Eso debería decirlo yo, en fin.

Cada uno tomo su camino, empezando por los hermanos Tachibana que ahora pasaban tiempo en familia.

—Los Nanase vendrán a Cenar.

—¿Quieres que te ayude a limpiar papá?

—Claro Mareli, andando. Makoto ayuda a tu mamá con los trastes.

—Si.

Luego de unas cuantas horas llegó la visita,a decir verdad las dos familias son muy cercanas así que tienen demasiados temas de conversación.

—Lo hicieron muy bien, fue tan emocionante todo. —La madre del chico de ojos azul hablaba tan calmada.

—¿Verdad?, cambiando de tema, lo que más espero es que nuestros hijos se lleven bien.

—Concuerdo —Apoyó el señor Tachibana a su esposa.

—Ran dame eso.

—No, tu ya comiste dos y yo ninguno.

—Pero yo lo quiero.

—Niños —Con tan solo una mirada de Mareli ellos se calmaron— Bien.

Por otro lado Makoto y Haruka se quedaron viendo durante unos segundos con pánico por lo que habían presenciado, sin duda alguna cuando ella fuera mayor sería una mujer de carácter dominante.

—¿No hay una niña en que Haru-Kun se encuentre interesado?

—No —Miente.

—Vaya, ya encontrarás a alguien.

Esa noche fue bastante común, nada de gran relevancia. Al día siguiente si iba a suceder algo importante, la salida de Sousuke y Tachibana, justo ahora se están despidiendo de la madre.

—¿Qué te gusta comer?

—¡Arroz y muchos camarones!, ¡Los amo!

—Oh, ¿Animal favorito?

—Tortuga.

—¿Metas?

—Mantener mi promedio, mejorar mi carácter, terminar la escuela, ingresar a la universidad y terminar una carrera, trabajar  y vivir sola en un departamento... Creo que mientras pase el tiempo tendré más.

—Tienes una vida planeada, creeme, lo conseguirás.

—¿Tu?

—Seguir nadando.

—Hum... ¿Tienes más preguntas?

—Espera ... —Siguieron caminando un minuto para que él volviera a hablar con más ánimo —¿Por qué defiendes tanto a Nanase?

—Es mi amigo, lo haría con cualquiera.

—¿Tienes hambre?

—Eh — Movió la cabeza en modo de más o menos.

—Vamos a comprar algo.

Después de varias conversaciones algo secas por fin la bomba estalló pero para bien.

—¡No!, ¿Cómo dices eso Sou? —Su risa era evidente a kilómetros.

—¿Qué?, no me lo vas a negar, ese "maniquí" parecía un esqueleto de clase de anatomía.

Resumiendo, hace cinco minutos pasaron por una tienda de ropa donde el maniquí del aparador no parecía uno, si no un esqueleto humano, Sousuke lo dijo en voz alta cuando justamente salió la dueña a barrer la calle, quien al oírlo se rió al igual que Mareli, ahora que ya se han alejado de ese lugar ella sigue riendo, realmente le pareció gracioso.

—Si pero tampoco era para decirlo cerca de aquella tienda —Puso su mano en el hombro del mayor.

—No, no. Incluso la dueña estalló de risa como tu —Se defendió sonriendo.

—¡Estas sonriendo! —Brincó emocionada— ¡Si tan solo tuviera una cámara!

—No es para tanto. —La sonrisa seguía allí.

—Claro que si.

—No.

—Si.

—No, no.

—Si.

—Si.

—Si, ¡No voy a caer en eso!

—Pequeña listilla.

Pronto recordó el compromiso con sus amigos y por eso regresó a casa, donde lo esperaba Makoto con dos mochilas.

—Suerte en la pijamada.

—Gracias, tenemos que salir más Sou, me gusta convivir contigo.

—Lo mismo digo, nos vemos Tachibana.

—Adiós Sousuke.

En forma de despedida le alborotó el cabello pero como lo lleva en coleta no hubo gran cambio, riendo se acercó a su hermano quien la veía interrogante.

—¿Haru nos alcanza o vamos por él?

—Allí viene. —Con la mirada le indicó que él estaba detrás de ella, de inmediato volteó sonriendo.

—Hola Haru, ¿Listo?

—Si, ¿Te divertiste?

—Bastante, pero bueno vamos a lo siguiente.

—Ajá.

—Ten Mare, mamá empacó lo de siempre —Habló Makoto tranquilo extendiendo la mochila morada a su hermanita.