Capítulo 43: Origen

—Sostenlo derecho. Necesitas practica, no estás acostumbrada al equipo de maniobras vertical—Indicaba Armin. Debía utilizar el equipo para detener el retumbar, el cuerpo de el titán fundador era puro hueso, debíamos trepar con el nuevo equipamiento—Me sorprende que no puedas, incluso Porco lo esta haciendo mejor—Se río a modo de burla.

Sonreí.

—El es inspirado por Reiner, tienen una rivalidad desde niños—Los observe, ambos luchaban por ver quien era más rápido aprendiendo.

—Lo noté, no imaginé a Reiner así—Asenti devolviendo mi mirada al equipo—Estas diferente...

—Lo se, estaba pensando en una cosas...No entiendo como devolví a Falcó cuando Zeke lo transformó en Titán.

—Tampoco lo comprendo, pero tengo unas teorías—Lo miré atento esperando que hablará—¿Annie es tú hermana?

—¿Qué pregunta es esa?, claro que somos hermanas.

—Es que...todas las teorías se basan en que no tienen la misma sangre, tal vez tu sangre es difrente, real. O puede ser por tus cambios genéticos, habías dicho que recibiste varios experimentos para que tu cuerpo se adaptará al poder Titán—Tenía sentido pero aún seguía sin entender, Annie debía ser mi hermana, nos habíamos criado juntas.

—No lo se y tampoco lo sabremos ahora, lo importate es detener a Eren, después ya veremos cuál es mi origen—Asintió.

—Tienes razón. ¿Seguimos?—Apuntó al equipo.

—Si.

Pasaron unas horas, el día salió y con eso el bote volador estaba listo para partir.

—Ya escucharon, revisen su equipo.

Levi se quejó al momento de usar el equipo, todos lo obersvamos—Dos dedos es todo lo que necesitó. Estaré bien—Aseguró.

Regrese con Annie, apenas escuchaba su conversación.

Los gritos y sollozos eran lo que más se escuchaba, porque Hange se había sacrificado. Era algo que ella deseaba desde hace mucho.

Lo vi en su mirada.

El bote flotante en el día ya estaba en marcha, ahora ideabamos una estrategia para detener a Eren, en caso de ser imposible ya sabíamos que Armin sería el último recurso, siendo el Titán colosal explotaria todo desde la nuca.

Lo haría polvo.

—Yo detendrá a Zeke, solo presteneme su fuerza—Soltó Levi de repente.

—Por supuesto. Tuvimos que matar a muchos de nuestros aliados para conseguir que este bote flotante volará...No podemos convertir esto en una masacre sin sentido—Opinó Jean—Todo esto...para detener el Retumbar. Haré lo que sea.

—Jean...

—Yo le dispare y asesine a Samuel y Daz...—Habló Connie—Corté la cara de mis conocidos hasta que quedaron irreconocibles. Todo mientras me llamaban traidor...Y me seguían diciendo que ellos estaban salvando el mundo—Alzó la cabeza mirando directamente a Reiner—Oye, Reiner. Tú...Keiko...Berthold...Annie...debe haber sido horrible para ustedes.

—Mis pecados estan más allla de la redención. Dudó que alguna vez me perdone lo que hice...incluso si logró salvar lo que queda de humanidad. Así que bueno, al menos salvemos al restó de la humanidad.

—Así es, Reiner. Incluiso si no puedo detenerlo, de todos modos...tengo que hacerlo.

—Así es, somos lo mismo, Reiner—Soltó Jean—No tenía derecho a culparte...Yo me convertí en un asesinó por salvar a la gente.

—En la noche del ataque a Marley, Eren me dijo lo mismo. Creó que entiendo un poco lo que Eren esta pensando...—Aseguró el rubio—Eren...¿No quieres qué paremos?

—¿Qué quieres decir?

—¿Dices qué Eren quiere que lo detengamos?—Indage confusa.

—Ah no...solo creo que si...

—Me he estado preguntando—Comenzó Armin—Eren puede influir en todos los titanes y Eldianos. Sin embargo todavía podemos usar el poder de los titanes.

—¿Estás diciendo que Eren no esta dejando ir deliberadamente?

—Si, debe ser como keiko dijo. Nos dejó nuestra libertad. Es como...tratando de ver que vamos a hacer.

—¿Por qué?¿Podrías ser capaz de detener el retumbar?

—Incluso para este tipo debe ser duró. La masacre de la humanidad es tan...No es algo que pueda soportar—Se refirió a Eren—Si fuera yo, querría confiar el poder del fundador a otra persona

Supe que Porco iba a decir algo inapropiado, lo observe callandolo al momento, sería algo como "hubiéras hecho lo mismo con el acorazado, inútil", tal vez algo peor, no era el momento

En un instante, sentí como mi cuerpo abandonaba el asiento obligándome a sostenerme con la fuerza de mis piernas, estábamos otra vez en esa especie de desierto con el gran árbol brilloso.

Pero no estaban Porco, ni Reiener, Annie o Pieck.

—¡Eren, escuchame!—Gritó Armin—¡Suficiente, estoy seguro!¡Dentro de cientos de años nadie podrá tocar la Isla Paradis!¡El límite de tal terror y horror a sido agitado, ahora podemos concluir un pactó de no agresión y terminarlo!¡No necesitas matar a nadie más!¡La isla esta bien ahora!

No hubo respuesta.

—¡Estuvimos equivocados, nosotros somos los que emujamosba Eren tan lejos!

—¡Eren!¡Después de todo, haremos algo al respecto!—Se unió Jean—¡No más, no tienes que matar ñor nosotros!

—¡Ah..así es!¡Eren!—Ahora Connie—¡Te odie por Sasha, pero estabas muy triste!¡¿No?!¡Pero ni siquiera trate de estar en tu posición!

El silencio nuevamente.

—Eren...yo soy...quiero llevar tus pecados contigo. Tenemos los mismos pecados que tú, así que no nos alejes...así que por favor, vuelve—Dijo Mikasa.

—Así es, Eren ahora solo te daré una patada en el trasero y te dejaré en paz. ¿Por qué no dices algo?

Una chispa paso por mi cerebro, instintivamente volte hacía atrás siendo seguida por los demás.

—El Retumbar no se detiene—Era Eren—No dejaré el futuro de la isla al azar. Seguiré adelante.

Nos sorprendió, pero era algo sabido.

—Oigan.

El capitán apuntaba al árbol brilloso, el árbol de los caminos en dónde se veía la figura de un niño. Mi cuerpo se echó a andar solo, corría con desesperación intentando llegar a ese niño que por las palabras de los demás supe que era Eren.

—Para obtener la libertad, le quitó la libertad al mundo. Pero no les quitaré nada. Ustedes son libres, son libres de proteger la libertad del mundo, son libres de seguir adelanté—Nos detuvimos al cruzarnos con Pieck y Reiner—Mientras tengamos una fe inquebrantable el uno en el otro, chocaremos—Estaba Eren con una niña—Solo hay una que podemos hacer. Luchar.

Ymir Fritz.