8
--¿Alexa?--susurro Megan, contra su celular.
--¿Donde estas?--le pregunto su mejor amiga.
--No lo sé.....--cerro los ojos. Nada, absolutamente nada en el mundo haría que ella misma se perdonara por lo que había hecho anoche con ese hombre....que había conocido hace unas horas.
--¿Como que no sabes?
-+Le pregunto Alexa, se levanto de la cama.
--Es que, joder no lo se. Yo, yo no tenia donde dormir y...
--¿Has dormido en un hotel?
--No.--volvió a cerrar los ojos con fuerza.--He dormido con alguien más.
Alexa soltó un grito por teléfono.
--¿Que, lo conozco?.--pregunto emocionada.
--Ni siquiera yo lo conozco.
--Nena, ¿que estas diciendo?
--¡No lo sé! No se que estoy haciendo desde ayer. Simplemente acepte a que me trajera a su casa.--explico desesperada, pero aun manteniendo el volumen de su voz. Estaba encerrada en el baño personal de la habitación de Sebastian y no quería despertarlo, porque no tenia idea de como le hablaría o que se dirían.- Me dijo que no había problema y yo...
--Aceptaste. Claro, como siempre creyendo que no intentaría nada.
Era obvio querida, te quería follar.
--No me ayudas.
--¿Y que hago? Es la verdad.--se excuso la rubia.--Pero y bueno, ¿que tal esta? ¿Lo ha echo bien?
--Estas loca. No tengo la menor idea de que decirle ahora. Joder, me cago de la vergüenza.
--Ha tenido que ser un muy buen polvo eh....para que te sacara de tus casillas.
--Callate.
--No puedo creer que te hallas tirado a un tío que ni siquiera conocías. Eres mi ídolo.
--Calla....
La puerta del pequeño baño se abrió de repente. Megan apretó el celular con sus manos, a la misma vez que juntaba sus labios con fuerza. Él, apareció, entro, volvió a cerrar la puerta y se saco la ropa tranquilamente.
--¿Te interrumpo?--le pregunto Sebastian, al notar que alguien mas ocupaba el baño.
Megan negó con la cabeza.
--No, no es tuyo.--sonrió tontamente. No sabia que coño le pasaba. Sebastian asintió, termino de quitarse los pantalones, una vez en bóxer, e le la quedo mirando. Traía puesta una camiseta suya, una de los Beatles. Le quedaba ancha pero le cubría el principio de los muslos. Megan se ruborizó y colgó la llamada.--¿Que...que haces?
--¿Yo?
--Si, no dejas de mirarme..
--Perdona, me gustan tus piernas.--dijo totalmente fresco.
Ella respiro por dentro. Ese idiota sabia como hacerle sentir cosas inmensas dentro de ella.
--Gracias..
Sebastian volvió a asentir, decía la verdad. Anoche no había dejado de mirarlas, de observar cada parte de ella mientras dormía.
Se río por dentro.
Iba a hacer algo que la incomodaría muchísimo, pero no tenía porque.
--Joder...--se quejo Megan casi inaudible. Sebastian había intentado bajarse el bóxer delante de ella.
--Necesito bañarme, y no quiero que se moje.
--Estas loco, ¿porque no esperas a que me vaya?
--Me has visto desnudo anoche.
Se ruborizó de nuevo.
--Pero...
--Pero...--se acerco a pasos lentos hacia su cuerpo. Megan fue disminuyendo la mirada. Se hacia más y más pequeña con el al frente.
--Es que...
--Es que...--un paso mas. Estaba a punto de tocar su cuerpo con el suyo.
--Es diferente.
--Me ha gustado mucho.--susurro ahora, contra sus labios. Casi tocándose los.
Megan sintió que moría.
--A mi también.--susurro.
A punto de besarse de nuevo. ¡¡Joder!!
¿Que pasaba? Sebastian roso sus labios lentamente. Ni siquiera un beso y ya la tenia jadeando. Se tocaron de nuevo, abrazándola de la cintura.
De pronto una llamada en el celular de Megan.
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