La estampó contra la pared de su habitación, cerrando la puerta detrás.
Megan soltó un gemido, el había comenzado a jugar con su cuello de una manera única, paso su lengua por él, al mismo tiempo que lo mordía ligeramente.

Mas abajo, sus manos se encargaban de desabotonar aquella blusa que Megan había tardado en quitarse cuando estaba en el auto de Sebastian.

Pero ahora, no tenia escapatoria. Quería verla desnuda, sus ganas fueron mayores, arrancando con brutalidad aquella prenda. Los botones se desprendieron toscamente.

Sebastian se le separo... Quería mirarla....Quería observar sus senos redondos aun cubiertos por el sujetador. Se inclino para pasar su lengua por el pecho descubierto de ella.

--Mmmh.--murmuro Megan. Apretó la nuca de Sebastian, invitándolo a que su lengua la tocara aun mas intensamente. No podía controlarse, ya no había nada  que la hiciera detenerse. Las manos de Sebastian se encargaron esta vez, encontrando rápidamente el broche que ataba la falda de Megan, bajando a la mismo vez la cremallera.

Los ojos de Sebastian observaron la fina linea de la bonita tanga de Megan. Se humedeció sus labios carnosos y listos para devorarsela esta noche.

Le bajo la falda completamente, ahora ella vestís un bonito conjunto de lenceria. Joder, se tenso más esto era tan fuerte.
Solo viéndola se estaba masturbando mentalmente.

Coño.

¿Por qué no la había follado antes? ¿Por que no la había conocido antes?

Había conocido muchas mujeres.....pero ella era diferente.
Sus dedos tocaron las nalgas de ella, apretandoselas. Se pego a ella, cuepo a cuerpo.

Se tocaron, se estaban sintiendo entre ellos.
Sebastian podía percibir cuanto mojada estaba.
Y ella....ella podía notar lo excitado que se encontraba al sentir esa grandisima erección pegándose a su vientre. Paso a besarle el cuello, mezclando su acogedor aliento con el maravilloso perfume de Megan. Exquisita.

A continuación, sus manos tocaron su espalda suavemente, sus dedos se resbalaron entre su piel, poco a poco llegando hasta el broche de su sujetador.

Ella se separo escasos centímetros.

--Sebastian.--murmuro. Un murmullo parecido a una queja. Sebastian la miro a los ojos.--Yo.... --pero el la habia besado de nuevo.

--Lo disfrutaras, te lo prometo.-- desabrocho el sujetador de Megan, pero ella aun no quitaba sus manos de este para que pudiera caer en paz. Se miraron de nuevo.--Creeme.--dijo el, mientras que Megan se mordía su labio.--Solo deja me a mi, preciosa. Yo me encargo.--Cogió sus manos y las separó de sus senos lentamente.
Megan solto poco a poco el sujetador hasta que cayo al suelo.

Sebastian trago saliva. La vista se le nublo un poco más. Tenia la boca echa agua. Quiso besar esos deliciosos senos ahora mismo, morderselos y hacerla gritar.

Que ese jodido miedo se le fuera, estaba tratando con él maestro del sexo.

Volvió a pegarse a ella, sus senos quedaron atrapados entre su torso. Megan lo abrazo del cuello, mientras el colocaba sus manos en su cintura.
Un beso más, Sebastian introdujo su húmeda lengua en la boca dulce de ella. Megan hizo lo mismo, sus bocas se juntaron.

De pronto, las manos de Sebastian bajaron un poco más, llegando hasta su culo de nuevo. Lo apretó fuertemente.

--Estas mojada.--susurro Sebastian, ella asintió. Había perdido completamente la cordura por el. Necesitaba sentirlo dentro de ella ahora mismo.--Lo estas, ¿cierto?.-- pregunto, sus dedos bajaron por entre el abdomen hasta llegar al borde de sus braguitas, las estiro ligeramente e introdujo el dedo índice.

--Oh.---Megan arqueo la espalda, desesperada.

--¿Que?.--sonrió el.--¿estoy haciendo algo malo?.--pregunto. Su dedo índice toco él monte de venus de Megan. Lo toco una vez mas, acariciandoselo, Megan hecho la cabeza para atras.

--Dios.--murmuro ella. Nunca había experimentado algo así, jamás. Pero eso no había sido todo.

--Quiero que mires.--susurro Sebastian. Megan hizo un gran esfuerzo para concentrarse en sus palabras.

Sus miradas llenas de lujuria y deseo se encontraron.

--Baja la mirada, bonita.--y ella lo hizo, encontrándose con la escena mas caliente que jamas había visto.