Las horas parecen ser agotadores días, es como si estuvieran atrapados en una cámara que absorbe el tiempo. Intentar pasar el rato hablando y leyendo no es suficiente, mucho menos haciéndose pequeñas bromas el uno al otro es entretenido.

Mikaela hace guardia unas horas, mata unos cuantos jinetes y vuelve a casa con rapidez.

Zorash cuida del resto, los mantiene en orden y en silencio hasta el regreso de Mika y siguen con su vida.

La noche se asoma, el sol comienza a esconderse y los cielos empiezan a teñirse de hermosos colores rosas, duraznos y morados pastel.

Un suspiro se asoma de los labios de Zorash al notar que no hay señales del soldado, ve a Mikaela con los ojos cerrados, sentado a su lado en la cama y suspira. Piensa que perderá y que él dormirá en el baño, se arrepiente de haber aceptado esa condición y con intenciones de negociar tocó levemente el hombro del mayor.

—Mikaela.

Lo llamó ganándose un "¿Hmmm?" cómo respuesta, él abrió un ojo, dejando ver ese tono carmesí al que ahora ella se ha acostumbrado en los últimos días.

—¿Quieres reconciderar la apuesta?

—Nunca acordamos lo que sería de ti en caso de perder, eso debería estar bien.

—Ya, hagamos una apuesta justa.

—A estas alturas dudo que sea justo cambiar las condiciones.

—Mikaela.

Reprochó ella agitando sin fuerza la mano del rubio. Él la volteo a ver y con delicadeza posó su mano sobrante en la cabeza de ella, proporcionándole suaves caricias.

—Estaré bien, podemos simplemente dejarlo de lado. Yuu-Chan no regresará hoy.

—Tu pesimismo me pone mal.

—Tu eras la mayor pesimista hasta hace poco, ¿Recuerdas?

—No es verdad.

—Claro que sí.

—Como sea, esta vez Yuu llegará y ya que le has encontrado el gusto a dormir cierra tus ojitos y duerme un poco, te hace falta.

—No necesito dormir.

—Pero es satisfactorio, ¿O lo niegas?

—Si duermo no habrá quien los cuide. De día rondan más peligros.

—Vamos, está anocheciendo.

Demoraron más tiempo del que se imaginaron decidiendo si había que dormir o no, tanto que ni siquiera Mikaela con sus sentidos más sensibles pudo detectar el aroma con el que creció y otros cinco de los cuales apenas aceptaba hace unos días.

—¡Mikaela!

—No quiero, ya te dije.

—¡Zorash! —Se escucho a Alex gritar entusiasta en la planta baja, lo cual llamó la atención de ambos y desviando las miradas que estaban concentradas en el otro a la puerta—, ¡Yuu ha regresado!

Apresuradamente la muchacha de cabellos oscuros vio al más alto y con una sonrisa en los labios vio que todavía había luz del sol, poca, pero había rastros.

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Hola!
Ha pasado mucho tiempo, espero que se encuentren bien. En los últimos años han sucedido demasiadas cosas ¿No?
Estoy realmente feliz y agradecida de que hasta hoy en día está historia siga siendo leída, en verdad muchas gracias.

Empecé a editar los capítulos hace algunos años y hasta hoy no he podido finalizar el trabajo, pero espero hacerlo pronto. Comenzaré a escribir y editar los capítulos restantes dentro de una semana, gracias por estar aquí a pesar de los años, deseo con todo mi corazón que esta pequeña historia sea un buen recuerdo.

Gracias por estar aquí, los amo!

Lunes 25 de enero del 2021.