Marcas - I
Ya comiste? – Dite irrumpió en preciado lugar de meditación del sexto guardián, que con un suspiro cansino decidió concluir su meditación y atender a su invitado –
Caba...-
Afrodita, ya te dije, que solo me llamaras así – interrumpió importándole poco a nada si eso molestaba o no al menor –
Está bien, entonces, Afrodita, cuantas veces debo decirte que no es de mi agrado que interrumpan mis meditaciones – arrugo el ceño, y trato de controlar su enfado, Afrodita no era culpable de su molestia en primer lugar –
Lo sé – se encogió de hombros – pero como hicimos un trato, pues...- levanto las bolsas en sus manos – es hora de comer y, luego continuamos con la meditación – sonrió con diversión al ver la frustración del rubio –
Vamos – debía recordar que estaba tratando de ser mejor compañero y que había accedido a ayudar a Afrodita. Que nadie dijera que Shaka de virgo no era hombre de palabra, porque el cumplía lo que prometía –
***M***
No deberías intervenir? , es tu amigo – Kanon llevaba rato tratando de hacer que su gemelo mayor hiciera algo para ayudar a Aioros –
...- porque Kanon tenía la idea de que debía ir en ayuda del sagitario? No era su deber u obligación. Además Aioros ya era un adulto debía aprender a lidiar con sus hormonas solo –
Si lastima a Shura va a hacer tu responsabilidad – expreso y se encogió de hombros – eres un alfa con experiencia, obviamente tienes buenos consejos para darle – sonrió con burla –
No soy el único, y si tanto te interesa porque no vas tú – gruño con fastidio –
Yo no ordene su muerte a una edad prematura – respondió con simpleza – además he hablado suficiente sobre educación sexual con los marinas – agito la cabeza al recordar como tuvo que hablar de ello con los generales –
Está pasando por un celo prolongado y abrumado, no creo que sea muy sensato que otro alfa se le acerque – sintió un pinchazo de culpabilidad por lo que debía estar pasando Aioros por su culpa –
Atenea lo revivió con el cuerpo de un hombre alfa de 27 años – Kanon –
Hombre Alfa de 27 años que no ha tenido celo alguno – Saga –
Alfa de 27 años que no ha tenido celo alguno, que tiene a su omega a solo unos escalones y ha entrado en celo interrumpido – Kanon – Shura no va poder caminar, mínimo una semana –
Si es que lo pasan juntos – Saga negó ante la diversión que podía ver por medio de las palabras de su hermano – porque si no...-
Se extenderá el descontrol hormonal por bastante tiempo – concluyo Kanon – mandémosle unas cortesanas, así terminamos con todo –
Aioros no es como tú – el mayor miro mal al menor –
Yo?! Ja! No, hermano mío yo no soy tú, Saga de géminis – le señalo con burla – que se acuesta con todo lo que se mueve –
Yo no...- quiso defenderse pero la mirada que le dio Kanon le hicieron arrepentirse. Era difícil ganarle en una pelea a su gemelo – que se las arreglen solos – Se cruzó de brazos no muy dispuesto a insistir en el tema y dando por concluida la conversación con el menor –
Bueno – el marina se encogió de hombros, al final a él le daba igual lo que pasara entre los doce dorados, lo único que realmente le importaba es que esto no afectara la orden de Atenea –
***M***
Quien era ese alfa?! – gruño con molestia, mientras una rabia casi incontrolable le invadía de solo recordar el aroma que rodeaba a su omega –
...- su omega que le había golpeado para ir con otro alfa – Shura no es...-
Es nuestro omega –
No, no es un objeto – trato de luchar contra ese impulso animal que quería que fuera a capricornio e hiciera entender al español a quien le pertenecía y a quien debía oler –
Es mío –
No! – se tapó los oídos como si con eso pudiese evitar la voz de su alfa interno –
Tenemos que marcarlo y anudarlo...-
Que?! No, de ninguna manera. Solo es mi amigo y yo no...-
Hacerle gritar nuestro nombre. Hacerle saber a quién pertenece y darle un cachorro nuestro para cuidar –
Basta! – debía correr a darse un baño con agua fría y bajarse la calentura. De ninguna manera le haría eso a su amigo, y menos si este tenía a alguien más –
***M***
Puedo hacerlo, si eso es lo que quieres. Solo que no hay marcha atrás – sus ojos azules miraron directo a los celestes –
Eso es lo que quiero. No quiero tener más esto en mi cabeza – había sido difícil, pero Shaka de alguna manera le había ayudado a expresarse y sacar todo lo que estaba guardando en su interior, el sufrimiento, el miedo, el asco, la soledad y tantas cosas que no quería tener más en su interior –
Bien. Cierra los ojos y trata de mantener tu mente en calma – Shaka asintió, era una buena causa, y Afrodita estaba de acuerdo, no había motivo por el cual no ayudarlo – tranquilo... - puso sus manos sobre las mejillas pálidas en un intento de ayudar al mayor a centrarse en algo y olvidar su alrededor –
...- no sabía que era lo que Shaka estaba haciendo pero de alguna manera su cuerpo comenzaba a sentirse más liviano y su mente más tranquila. Poco a poco se iban desapareciendo recuerdos que... olía, podía oler un suave aroma, una fragancia casi imperceptible – Shaka? – Parpadeo en confusión, recordaba haber ido a virgo a meditar con el rubio, pero no recordaba porque se encontraban así de cerca –
Tu... - había terminado con el borrar los recuerdos de Afrodita, cuando pudo percibir por primera vez el aroma omega del mismo. Un olor que nunca había tenido la oportunidad de percibir –
Eras tú – Nunca había tenido la intención de encontrar a su alfa destinado, porque...porque quería que fuera DM, pero perdió las esperanzas cuando la destina del italiano apareció, y ahora resultaba que su destinado siempre estuvo en el santuario, en las doce casas y en el guardián del sexto templo –
Porque...? – Afrodita era un buen caballero, una buena persona, con un pasado oscuro, pero buena persona, un bonito omega pero el no quería al peli celeste. Entonces porque el destino los había unido? –
***M***
Más despacio...- Camus pidió al sentir las fuertes embestidas de su alfa. Apenas y habían terminado de hablar cuando su celo había iniciado. Había estado tan centrado en pelear con Milo y hundirse en su miseria después de esto, que no se había percatado de lo cerca que estaba este – ah! Mi...lo...ah! –
Lo siento... - beso el cuello de su amado Camus – pero... - sintió el aroma de Camus tornarse más dulce y llamativo aun – hueles delicioso... - gruño antes de volver a mover sus caderas contra las de su omega –
Ah! Alfa...más...ah! – adiós a su raciocinio, su omega había tomado el control total de su ser, y este solo quería sentir lo más posible el nudo de su alfa – por...por favor...alfa...- rogo mostrando su cuello, ofreciéndose a ser mordido – ah!...- unas cuantas embestidas más y el nudo alfa se formó al mismo tiempo que la glándula omega era una vez más marcada –
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