A Ash no le había tomado mucho tiempo determinar la dirección de aquella fuerza que lo atraía. Sin embargo, ahora parecía más curioso e intrigado que cauteloso ante lo que fuera que lo llamaba. Dijo que, de algún modo, se sentía... *familiar*.  

De una manera nostálgica y reconfortante, más que amenazante.  

Gary se limitó a asentir, aliviado por el comentario, aunque prefirió mantenerse alerta por si acaso. Bonnie, por su parte, había permanecido en silencio desde que se adentraron en la espesa vegetación. La joven se pegaba a los dos chicos mayores para no perderse, pero se sentía incómoda. Ahora también percibía aquella fuerza de la que hablaban, intensificada por la energía del aura densa y opresiva del lugar, que le recordaba vagamente a Zygarde.  

Pero era diferente... y algo extraña, lo que la hacía sentirse inquieta.  

Ash y Gary contuvieron la respiración al cruzar un manto de niebla psíquica que ocultaba el camino. Al otro lado, emergieron en un claro.

                                                                             (El oasis de la jungla)

Era un conjunto de ruinas antiguas y majestuosas, enclavadas en un exuberante remanso de paz. En medio del dosel arbóreo, se alzaba una gran poza de agua cristalina, coronada por una cascada que brillaba bajo la luz. La superficie del agua, calmada y de un azul intenso, parecía un espejo de vidrio.  

Ash se detuvo de repente, alzando una mano en silencio para que los demás no lo siguieran. Avanzó con cautela, sintiendo algo que le resultaba conocido. Entrecerró los ojos un instante, y una sonrisa traviesa asomó en sus labios. Fingió relajarse, bajando un poco la guardia, y esperó.  

En cuanto detectó movimiento, extendió el brazo y atrapó a su *vigilante invisible*. Gary contuvo el aliento al reconocer a Mesprit, uno de los tres espíritus lacustres que custodiaban la región de Sinnoh. Recordaba vagamente que Ash había ayudado a estas criaturas contra los planes de Team Galactic, pero verlo tan estrechamente vinculado a ellas era algo completamente distinto.  

Ash abrazó al pequeño Pokémon psíquico, y Mesprit, tras superar la sorpresa de ser descubierto, emitió un sonido alegre y lo estrechó con una felicidad tan pura que dejó sin palabras a los demás.  

Azelf y Uxie aparecieron entonces en un destello de luz, con expresiones dichosas aunque algo exasperadas, mientras Mesprit flotaba hacia ellos y observaban al grupo.  

—*Bienvenidos, Ash y amigos, a nuestro santuario en las Islas Naranja* —resonó la voz de Mesprit en sus mentes—. *Un lugar donde podemos usar nuestros poderes libremente. Hoy marca una oportunidad para un gran logro: el retorno del equilibrio a este mundo, más que en años pasados. Los tres los hemos llamado porque sabemos de las habilidades que comparten... y porque fuimos guiados a entregarles algo.*  

Flotando frente a ellos, Mesprit continuó:  

—*Cada uno de ustedes recibirá un don de uno de nosotros. Estos regalos ayudarán en las empresas futuras que emprenderán, como parte del destino compartido por aquellos bendecidos con el don del aura.*  

Los tres quedaron atónitos. Ash, aunque agradecido, cuestionó:  

—¿Por qué ahora? ¿Por qué no en Sinnoh?  

Mesprit explicó con serenidad:  

—*Eras joven, inexperto. Tus emociones nublaban tu juicio. Ahora, reconciliado con Gary y unido a Bonnie, estás listo.*  

Azelf flotó hacia Bonnie:  

—*Soy Azelf, el Pokémon de la fuerza de voluntad. Has demostrado resiliencia ante el dolor. Extiende tus manos.*  

Bonnie obedeció, temblorosa. Un anillo azul la envolvió, infundiéndole determinación.  

—*Que tu luz jamás vacile* —declaró Azelf—. *Que sane el dolor ajeno.*  

Antes de que Bonnie pudiera reaccionar, Mesprit la teletransportó al campamento.  

—*Ahora, ustedes deben purificarse* —anunció Uxie, indicando el estanque—. *Desnúdense y lávense mutuamente. Limpien sus almas de resentimientos.*  

Ash y Gary, ruborizados, obedecieron. El agua, impregnada por el poder de Arceus y Ho-Oh, los sometió a visiones del pasado: Gary vio el dolor que causó a Ash; este, a su vez, enfrentó secretos de Gary. Ambos contuvieron sus impulsos, respetando la sacralidad del lugar.  

Tras secarse, los espíritus les concedieron sus dones:  

1. **Mesprit** desbloqueó sus emociones, vinculándolos mentalmente.  

2. **Azelf** fortaleció su voluntad, protegiéndolos de manipulaciones.  

3. **Uxie** les otorgó conocimiento ancestral del Aura, fusionando sus mentes.  

—*Serán uno: corazón, cuerpo, mente y alma* —advirtió Uxie—. *Aprenderán a bloquearse, pero compartirán todo... incluso el dolor.*  

Al regresar, el grupo los esperaba. Ash explicó los dones, enfatizando la responsabilidad de Bonnie:  

—Tu don es sanar, no combatir. Te entrenaremos con cuidado.  

Gary añadió:  

—El Aura es peligroso si se malogra. Por eso, debes esperar para recibir más poder.  

Misty y Bromearon sobre sus tensiones pasadas, aliviando el ambiente. Tracey justificó su silencio durante la crisis de Kalos, y Gary aceptó sus razones.  

Al final, partieron hacia nuevos desafíos, unidos por un vínculo inquebrantable.