33. Yukihiro, el enfermo
*Toc toc toc*
Yuki: Ugh... ¡Vo- *Cough cough* ¡Voy! -Dijo lo más alto que le permitió su garganta lastimada-.
Se levantó con dificultad de su futón y abrió la puerta de su cuarto, se arrastró por la pared hasta llegar a la puerta del departamento y abrió.
Miku: Hola Yuki.
Yuki: H-Hola. *Cough*
Miku: ¿Puedo pasar? Tengo algo en las manos.
Yuki: ¿Ah? Cla- *Cough cough, cough cough* Claro, adelante.
El chico se hizo a un lado y la castaña entró. Dejó en la cocina lo que traía (eran unas bolsas) y fue a asistir al peliblanco.
Miku: -Pasando su brazo por su cuello- Estás bastante débil. -Dijo algo preocupada-.
Yuki: Ugh, no te preocupes. Me enfermo muy poco, pero por lo mismo me da algo fuerte. -Aclaró casi en un susurro-.
Miku: Te voy a dejar en el sillón y vas a esperar ahí, ¿Ok?
Yuki: ¿Pero no tienes na- *Cough cough* ¿No tienes nada que hacer? -Preguntó algo preocupado-.
Miku: No, sólo haz lo que te digo. -Dijo mientras le sonreía gentilmente-.
Una vez el chico se acostó en el sillón la chica fue a la cocina y sacó algunas cosas de las bolsas.
Miku: ¿Me permites usar tu cocina? -Preguntó mientras se ponía un delantal azul y se hacía una coleta-.
Yuki: Adelante....
Comenzó a preparar algo. Luego de aproximadamente una hora terminó y lo sirvió, lo agarró y se sentó a un lado del chico para darle ella de comer.
Miku: Yuki, siéntate y abre boca. Aaahhhh~
Yuki: (No quiero parecer niño chiquito si me niego....)
Tras pensarlo unos segundos aceptó y con pena abrió la boca.
Yuki/Miku: (Deja vú.)
La castaña sonrió complacida mientras que el chico ardía de la vergüenza.
Yuki: P-Puedo hacerlo- *Cough, cough* yo, ¿S-Sabes?
Miku: Sí, pero yo quiero hacer esto.
Yuki: Que pena. -Musitó para sí mismo-.
Estuvieron así hasta que Yuki acabó y Miku llevó el plato al lavatrastes.
Yuki: D-Déjalo, yo lo- *Cough cough cough* hago, es lo me- *Cough* Menos que puedo hacer.
Miku: No te preocupes, yo vine a cuidarte.
Yuki: Muchas gracias, ¿Pero por qué?
Miku: ¿Cómo que por qué? Si tú me gu- -Se mordió la lengua- M-Me has ayudado mucho y quería devolverte el favor. (¡¿EN SERIO?! Espera EL MOMENTO, MIKU.)
El peliblanco comenzó a tener escalofríos, pero de esos feos. Su cabeza le comenzó a doler y perdió la conciencia tras un leve ataque de tos.
Miku: ¿Yuki....?
Dejó de lavar los trastes y se acercó al chico; quitó todo el pelo de su frente y la tocó, notando al instante que estaba ardiendo.
Miku: ¡¿Pero qué?! ¡¿Por qué está ardiendo?!
Corrió a la cocina y abrió un cajón buscando el termómetro; lo encontró y se lo puso en la boca. Luego de esperar impacientemente a su lado por unos minutos sonó y se lo quitó.
Miku: 38.5.... ¿Cómo se la voy a bajar....? -Agarró su mano preocupada mientras pensaba en algo-.
Luego de meditarlo fue a buscar alguno de esos artefactos mágicos japoneses, pero no había ninguno. Sin opciones, decidió llamar a Alice.
Alice: [¿Bueno?]
Miku: [¿Alice-sensei? Hola, disculpe las molestias pero ¿Podría decirme por favor dónde tiene las medicinas? Yuki tiene fiebre alta y no encontré ningún *Mencione marca genérica de producto japonés*]
Alice: [¿Esas cosas? Jeje, perdón. Nosotros no usamos de esas cosas. Puedes intentar bajarle la fiebre con trapos mojados en el pecho, frente y torso, pero debes quitarle lo que traiga puesto para que no le siga subiendo. Haz eso en lo que yo llevo alguna medicina, le preguntaré a mamá.]
Miku: [¡¿Eh?! ¡¿No-No puede haber otra forma?!]
Alice: [¿Vas a dudar con él así?]
Miku: [Mngh.... L-Lo haré....]
Alice: [¡Así se habla Miku! ¿O querré decir cuñada?] -Dijo en un tono bromista-.
Miku: [¡Lo siento, tengo que colgar!] -Dijo sonrojada mientras lo hacía-.
....
Tras forcejear un poco con el cuerpo rígido del chico, logró quitarle la sudadera y playera que llevaba puesta.
Miku: No pienses cosas impuras Miku, no pienses en esas cosas. -Se repitió mientras admiraba el (sorprendetemente) marcado torso de Yuki- Tengo que remojar los trapos....
Mientras hacía eso comenzó a recordar como había reaccionado cuando supo que vio sus cicatrices.
Miku: ¿Qué le habrá pasado....? -Se preguntó a sí misma algo confundida y curiosa, pero preocupada-.
....
Yuki: Mngh.... -Se quejó al sentir los trapos-.
Abrió un poco los ojos y notó que la castaña estaba sentada en el piso sosteniendo su mano.
Yuki: ¿M-Miku?
Miku: ¡Despertaste!
Se abalanzó a él y lo abrazó, pero sintió un fuerte escalofrío por parte del chico.
Miku: P-Perdóname. -Se apartó-.
Yuki: N-No te preocupes. -Dijo algo adolorido-.
Miku: (Parece que todavía se siente mal, pero lo noto... ¿Adormilado?)
Lo que pensaba no estaba del todo errado, de hecho se parecía más a cuando Nino lo drogó.
Hagan de cuenta que habla arrastrando las palabras un poco.
Yuki: ¿Y mi sudadera...?
Miku: T-Te la tuve que quitar para ponerte los trapos húmedos.
Yuki: Ah.... Ok.
Miku: ¿Eh? (¿No se puso nervioso....? Je, esto me trae recuerdos....)
Yuki: Oye, ¿Me pasas la caja de pastillas que está en mi cuarto?
Miku: Sí.
Ella fue y comenzó a buscar.
Miku: ¡¿Dónde está?! -Preguntó desde el cuarto-.
Yuki: ¡En el cajón del mueble a un lado de la cama! -Gritó lo más alto que pudo-.
Miku: ¡Aquí está!
Regresó y se las dio.
Yuki: ... Gracias.
Abrió la caja y tomó una pastilla.
Miku: ¿Qué son?
Yuki: Antidepresivos.
Miku: Ah ya.... ¡¿QUÉ?! -Preg- Gritó preocupada-.
Yuki: Ah sí. Desde que dejé de darles tutorías fui a terapia y me los recetaron. -Dijo mientras soltaba una pequeña risa-.
Miku: .... ¿P-Puedo preguntar por qué?
Yuki: ¡Claro! Jeje. Pero shhh, no le digas a nadie porque es secreto. -Dijo divertido-.
Miku: Ok....
Yuki: Esto te lo cuento porque te tengo mucha confianza, Miku. -Suspiró- Verás,cuando tenía unos 10 años conocí a una chica que, en ese entonces, era de preparatoria. Convivía con ella casi todos los días porque mi amiga de la infancia: Caro, se había mudado recientemente y a ella le agradaba estar conmigo.
Las niñas que se me acercaban, de un día a otro, cada que me veían con esa chica huían aterradas y yo no sabía por qué. Pasó un año y mi amiga de la infancia regresó, mis tíos (sus padres) decidieron regresar porque ella me extrañaba mucho, así como yo a ella.
Volví a juntarme todos los días con Caro después de la escuela; jugábamos y platicábamos mucho, por lo que ya casi no veía a la chica. -Dijo nostálgico- Cuando tenía 11 años mi papá nos trajo a Japón para ver al señor Mauro, que era su amigo. Estuvimos aquí como una semana y luego regresamos, pero me enteré de que Caro desapareció misteriosamente. -Su voz se quebró- P-Poco... Poco después otro amigo que también se juntaba con nosotros sufrió el mismo destino....
Cada vez había más casos de niñas desaparecidas, y todas tenían algo en común: Habían interactuado al menos una vez conmigo. Me mantuvieron en vigilancia (porque mi papá era policía y estaba investigando el caso) y un día simplemente pasó. Estaba regresando de la escuela y alguien me agarró por detrás y me dejó inconsciente. -Un leve escalofrío pasó por su espalda-.
Cuando desperté estaba en un cuarto. En el cuarto de ella. Me violó, torturó, apuñaló y amenazó repetidas veces, por eso tengo todas estas cicatrices. -Señaló todas sus cicatrices en el pecho mientras comenzaba a sollozar- E-Ella me mantenía allí siendo su juguete porque Lilith iba a pagar si yo no hacía caso a sus exigencias, yo no iba a dejar que Lilith pasara por lo que pasó Caro; desde ese entonces me juré a mí mismo que la protegería a ella, a Alice y a mamá a toda costa. Mi papá al final descubrió lo que estaba pasando porque mis notas se vieron bastante afectadas, me volví inseguro y paranoico.
Mi papá fue a rescatarme y yo, envalentonado le grité "¡Desearía no haberte conocido!" mientras lloraba aterrado. Fue el peor error que pude haber cometido. -Sintió una leve punzada en el pecho- Ella se volvió loca y comenzó a destrozar a mi papá al punto de que quedó irreconocible....
Miku, quien todo este tiempo se mostró atenta en este momento estaba preocupada y algo asustada.
Yuki: Ella pareció volver en sí después de tanto tiempo, en su cara se veía lo aterrada que estaba de ella misma, del monstruo en el que se convirtió.... A-Agarró el mismo cuchillo con el que apuñaló a papá y me dijo "Te amo" antes de enterrárselo en la garganta y morir. Yo vi ambos cuerpos sin vida en el suelo. Bloqueé esos recuerdos y hasta hace poco, gracias a la terapia, pude hacer memoria... Pero ha sido bastante doloroso. -Sintió un leve ardor en las cicatrices-.
Hay tantas cosas que quisiera olvidar... Que quisiera cambiar.... -Terminó de narrar-.
Se había quebrado.
Luego de medio año de conocerlo al fin le había contado algo que tanto lo atormentaba.
Se sentía especial, pero también se sentía triste, enfurecida, preocupada.
Miku: Fue... Fue bastante difícil, ¿No....? -Musitó casi en shock-.
Yuki: J-Je, sí....
La castaña se abalanzó y le dio un fuerte abrazo.
Miku: Llora Yuki, lo necesitas. Siempre tendrás mi hombro para llorar, siempre te voy a apoyar. -Susurró mientras se aferraba a su pecho-.
El chico afianzó el abrazo y dejó salir sus lágrimas.
Miku: (Por eso tenías miedo. No tenía idea.... Sufriste tanto...) -Pensó con dolor-.
Se había abierto con ella.
Algo que solamente su familia sabía, ahora ella de las pocas que podía contar con la completa confianza de Yukihiro Usagi.
Miku: .... (Gracias Yuki.... Gracias por confiar en mí....)
....
La puerta se abrió y entró Alice junto con Yakedo.
Alice: ¡Ya llegué! ¡Y hay visitas!
Yakedo: ¡Qué hay, viejo!
Nadie contestó.
Yakedo cerró la puerta y ambas entraron, sólo para encontrarse a Yuki y Miku, ambos dormidos y abrazados con lágrimas secas en el rostro.
Alice: Presiento que pasó algo importante....
Yakedo: C-Creo que le contó.... ¿Desde cuándo le tiene tanta confianza a la quintilliza? -Preguntó algo celosa-.
Alice: Es una larga historia, estoy segura de que luego te platica.
Yakedo: Se me hace que mejor me voy a ir, Onee-san. Le das un abrazo de mi parte. (No quiero ver eso más, me pone de malas....) ¡Nos vemos!
Alice: Nos vemos Yaki, cuídate.
Yakedo salió del departamento.
Alice: Pobre, no estoy segura si tenga algún chance ahora... En fin, ¡Parece que ya tengo con que burlarme!
Tomó una foto con su celular, dejó la medicina en la mesita de a un lado y se fue a su cuarto mientras sonreía.
....
....
....
Pequeño extra:
Eran las 4 de la mañana, todo estaba oscuro.
El peliblanco sintió un leve escalofrío, no tenía sudadera alguna y algo que se había aferrado a él no lo dejaba moverse.
Se paniqueó, pero tras acostumbrar su vista notó que unos audífonos azules brillaban entre la noche.
Los quitó con algo de gentileza y buscó lo que tuviera a la mano para taparse. La castaña apretó un poco el abrazo en señal de molestia y él dejó de moverse.
Rendido, lo único que pudo hacer fue ahorrarse la vergüenza y seguir durmiendo abrazando a la chica para evitar el frío.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Bueno bueno, voy a preguntar esto de nuevo, espero no les moleste.
¿Cuál es su quintilliza favorita y por qué Miku?
XD
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top