Anteriormente...

Héctor: -tiro al doctor al suelo- me temo que no podrá alcanzar su vuelo. -le disparó en el brazo- es hora de averiguar a donde se fue mi chica.

Nico: estamos haciendo un escándalo.

Héctor: tu solo consigue una computadora y hackeala, yo me voy a divertir un rato.

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Estábamos en el avión, yo aun estaba nerviosa de que algo pudiera pasar, no podre llamar a mis padres hasta que él pare de perseguirme, pero quiero que en algún momento pueda ir a visitarlos a Barcelona y que estén tranquilos. Lorenzo estaba recostado sobre mi hombro y yo me quedaba mirando por la ventana, pude ver un grupo de aves pasando por ahí, se veían tan tranquilas sin miedo a que les persigan.

Lorenzo: oye, ¿Cómo es Roma?

Talia: no estoy muy segura, pero al menos he visto en fotos que es muy bello y lleno de historia.

Lorenzo: me gustaría que me enseñaras de lo que sabes. -paso su brazo por mi hombro y acercándome a él- 

Talia: mejor, lo conocieras allá. -el avión tambalea- ¿Qué fue eso?

Lorenzo: espero nada grave. -se escucharon las bocinas-

Capitán: Buenas tardes, les habla el capitán; para notificarles que habrá un retraso indefinido por problemas técnicos, nos detendremos en Lisboa, Portugal para una revisión, gracias.

Talia: hmm...

Lorenzo: ¿Qué pasa? 

Talia: tal vez deberíamos cambiar nuestro plan de vuelo... -me mira raro- Señorita... ¿Es posible que cambios el plan de vuelo estando en el aeropuerto de Lisboa?

Azafata: bueno... si tiene los papeles del viaje original y los boletos, se le puede cobrar el viaje hasta la parada del viaje, así es que si alguien cambia de opinión y tiene la oportunidad de bajar del avión, solo se tomaría el dinero del viaje desde la partida hasta el aeropuerto en Lisboa. 

Talia: gracias.

Lorenzo: ¿Para que lo hacemos?

Talia: no me quiero arriesgar, tal vez el museo sea para otra ocasión.

Lorenzo: se que estaré bien mientras no te deje sola.

Sentimos un temblor en el avión y se escucho que la voz de la bocina distorsionada y confusa, esto no me dejaba tranquila, la azafata pedía a la calma mientras los pasajeros estaban alterados y gritando del susto. Finalmente la bocina se arreglo, pero la voz no era del capitán la que sonaba de esta, mire por la ventana para confirmar mi miedo, había un helicóptero que volaba a nuestra par y en el se asomaba el único ser con el que no me quería encontrar.

Héctor: ATENCIÓN, IDIOTAS... (para el que se acuerda de guardianes de la galaxia) -dijo dirigiéndose a los pasajeros- EN EL AVIÓN EN QUE SE ENCUENTRAN, ESTA DE VIAJERA UNA PERSONA QUE ME PERTENECE; SI ME LA ENTREGAN, NO VOLARE EL AVIÓN EN MIL PEDAZOS... LES DOY UN MINUTO. -se apago la bocina, mientras el resto gritaba-

Lorenzo: *tenemos que salir de aquí* 

Talia: *no, no puedo dejar que esta personas mueran por mi culpa*

Lorenzo: *pero si nos ve saltar del avión, tendrá que dejarlos en paz* -llamo a la azafata-

Azafata: por favor, joven; mantenga la calma. -él la tomo del brazo y le dijo algo al oído- *no puede ser... esta bien, déjenme buscar la "mochila de emergencia"*

Lorenzo: gracias. -la muchacha se fue y regreso con esta mochila- ¿Estas lista? 

Talia: ¿Qué locura vamos a hacer?

Lorenzo: solo confía en mi.

Lorenzo se puso la mochila y ambos nos levantamos de nuestros asientos, la azafata mandaba a todos a abrocharse los cinturones mientras nos ayudaba a acercarnos a la única puerta; de un panel, la muchacha tomo un tipo de megáfono. Sentí un apretón en el vientre, pero lo ignore por el miedo que tenia a estar encerrada con ese hombre de nuevo; por fin se abrió la puerta y la empleada uso el aparato para hablar con ellos.

Héctor: ENTREGENME A MI CHICA.

Lorenzo: -él tomo el megáfono- SOBRE MI CADÁVER.

Héctor: NO JUEGUES CONMIGO, IMBÉCIL.

Lorenzo: ME TEMO QUE YA ES TARDE PARA ESO... cierre cuando salgamos. -le dijo a la azafata-

Talia: ¿Qué quieres decir con ese?

Me abrazo con fuerza y nos empujo fuera del avión, mientras caímos él hizo que me abrazara de su cuerpo, yo me aferre como pude de Lorenzo ante el hecho de que acabábamos de saltar del avión por que un psicópata iba a derribar-lo si no me iba con él, yo ya esperaba lo peor con el hecho de que ni siquiera el helicóptero no estaba preparado para algo como esto y mucho menos yo. El peli-negro jalo de un cordel que libero lo que era un paracaídas en esta "mochila de emergencia", yo gritaba del terror, creo que ahora tengo un nuevo miedo, las alturas.

Lorenzo: CÁLMATE... -trata de mantener estable el paracaídas-

Talia: ¿CÓMO PUEDES DECIR ESO CONSIDERANDO QUE ACABAMOS DE SALTAR DEL AVIÓN Y QUE SI ME SOLTABA PUDE MORIR?

Lorenzo: ¿DE VERDAD CREES QUE HUBIERA SALTADO SIN ASEGURAR QUE ESTUVIERAS A SALVO PRIMERO? -dijo mirando a mi cintura, mostrando que me había amarrado de esta al paracaídas con las correas de seguridad-

Talia: ¿AHORA QUÉ?

Lorenzo: ATERRIZAR Y ESCONDERNOS. -se ve una zona de playa y cerca de esta un gran fuerte- 

Talia: ESTA BIEN... ¿SABES MANEJAR ESTA COSA? -se mueve con fuerza a la derecha- OYE.

Lorenzo: LE ESTOY AGARRANDO EL HILO.

En el helicóptero...

Nico: saltaron... -dijo mirando la caída-

Héctor: sí... -dijo con seriedad-

Nico: ella salto con el chico que te patio en la entre pierna cuando era tu compañero.

Héctor: nunca lo olvido. -presionaba una cajita con fuerza-

Nico: osea, incluso ahora la estas dejando escapar como la primera vez, y que incluso pudiste ubicar siendo que sus nombres no estaban en ninguno de los vuelos.

Héctor: ya lo se... y si me vas a seguir recordando, mejor te tiro también para que la traigas.

Nico: no lo harías. -dice con seguridad y su hermano lo mira con mucho enojo- 

Héctor: ¿Cómo por qué?

Nico: por que sin mi ni siquiera estaríamos en este helicóptero acabando de verla caer.

Héctor: -se calma- odio que tengas razón.

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