"¿Me extrañaste?"

Anteriormente...

¿¿¿: después de mucho tiempo buscando... la boda de mi chica.

¡¡¡: ¿Qué? -dijo confundido- ¿Hablas de...?

¿¿¿: la misma chica que me hizo buscarla por todos lados durante los últimos 10 años... Talia Wikiel.

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Con mis padres y mi hermano conmigo y Lorenzo me sentía más tranquila que hace diez años cuando estaba en un hospital psiquiátrico con un asesino que quería raptarme y llevarme con él para estar juntos, incluso hoy que estamos mi padre y yo parados en la entrada me hace tan feliz. La música comenzó a sonar y nosotros íbamos avanzando por el pasillo siendo el centro de atención de todos en el lugar, los nervios no me dejan respirar.

Josué: *tranquila, todo va a estar bien.*

Talia: *no sé porque siento que algo lo arruinara.*

Josué: *solo miralo* -mire a Lorenzo- *él va acompañarte por el resto de sus vidas.*

Talia: *¿Estas seguro?* -dude-

Josué: *si no lo hace, tendré que hablar seriamente con él.*

Llegamos con mi prometido, mi dama de honor y el padrino, el Padre comenzó a hablar; no podía quitar los ojos de Lorenzo y no los apartaba de mí, se podía decir que los dos estábamos muy nerviosos. Yo aun contenía el aliento y mi opuesto lo noto, se inclino un poco hacia mí.

Lorenzo: *tranquila.*

Talia: *tengo miedo, todo nuestro tiempo juntos hemos estado escondiendonos... se siente raro.*

Lorenzo: *todo va salir bien.*

Padre: Agustín Ramos, ¿Aceptas a Imelda Orozco; para amarla, respetarla, defenderla, protegerla, cuidarla en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, hasta que la muerte los separe?

Lorenzo: acepto. -dijo con firmeza-

Padre: y tú, Imelda Orozco, ¿Aceptas a Agustín Ramos; para amarlo, respetarlo, defenderlo, protegerlo, cuidarlo en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, hasta que la muerte los separe?

Talia: acepto.

Padre: TODO AQUÉL QUE TENGA RAZONES PARA QUE ESTA UNIÓN NO SE CUMPLA, QUE HABLE AHORA O CALLÉ PARA SIEMPRE... Lo que une Dios, que no lo separé el hombre... Por el poder que se me ha encomendado, YO LO DECLARÓ, MARIDO Y...

???: YO ME OPONGO. -se abren las puertas con gran fuerza, mostrando a los intrusos-

Lorenzo: no puede ser. -uno se acerca a nosotros-

Talia: ¿Por qué hoy? ¿Por qué ahora?... -era Héctor-

Héctor: ¿Me extrañaste? -dijo burlón y me tomó del brazo- te dije que... no podrás escapar de mi... por que si lo haces... te buscare entre los escombros que haga caer.

Talia: no lo hagas... por favor. -dije entre lágrimas-

Héctor: muchachos... que caiga este lugar.

Sus secuaces empezaron a disparar mientras los invitados corrían por sus vidas, yo estaba dolída viendo que me apartaban de el único hombre que llegué a amar como parte de mi; pero eso no fue suficiente, ya que uno de los esbirros de Borega lo golpeó mientras él trataba de salvarme, la gota que derramo el vaso.

Tomé el arma en el traje de Héctor, le mordí la mano y fui corriendo donde Lorenzo, le dispare en el pie al esbirro que lo golpeo y lo ayudé a salir del edificio con mi familia siguiéndonos; todos habían salido, pero el lugar estaba destruido. Fue en ese instante que mis esperanzas iban cayendo, ese momento en el que podia ser el mejor día de mi vida y que volvía a tener a mi familia a mi lado para luego ser derribado, que escuche una risa; esa risa... como odio esa risa.

Héctor: JAJAJA... AUN DESPUÉS DE ESTOS 10 AÑOS, DE VERDAD CREISTE QUE TE DEJARÍA IR... -saco una pistola y apunto a Lorenzo- ERES MÍA.

Talia: NUNCA FUI ALGO TUYO. -él estaba por disparar, pero me puse en medio-

Lorenzo: ¿Qué haces? No dejaré que te hagan daño.

Talia: YA ME CANSÉ DE HUIR, SI TANTO ME QUIERES, ENTONCES... -me apunté con la pistola que tenia en la cabeza- tendré que caer para que te detengas.

David: NO HAGAS ESTO, -mis padres lo detuvieron- ES UNA LOCURA.

Talia: si debo detener esta locura con otra, lo haré... -me empece a acercar-

Héctor: ¿CREES QUE TE DEJARE IR?

Nico: Héctor... 

Héctor: CALLA... me has causado muchos problemas, pero ahora estarás a mi lado para siempre.

Talia: ¿Por qué querrías estar con alguien como yo?, después de todo lo que ha pasado, lo que me has hecho sufrir con solo tu presencia en ese cuarto cerrado, todos los problemas que te he causado al tratar de huir de ti; me persigues por todos lados como un perro a su dueño diciendo a los cuatro vientos que te pertenezco CUANDO EN REALIDAD NO ES ASÍ...

Héctor: no me importa... -dijo entre risas- TÚ VENDRÁS CONMIGO, ESTARÁS A LADO DE ESTE DEMENTE QUE HA LLEGADO TAN LEJOS SOLO PARA QUE ESTÉS A SU LADO, EN ESTA HISTORIA SOY YO QUIEN GANA Y OBTIENE SU PREMIO... HOY YO GANÉ.

Talia: solo fuiste parte de mis pesadillas.

Héctor: pero ahora seré parte de tu vida... HOY Y PARA SIEMPRE COMO UNO SOLO.

Se escucho un disparo... en ese momento todo quedo en silencio y un cuerpo cayo siendo el choque contra el suelo lo único que se escucho, la cabeza tenia un agujero por donde paso la bala al salir disparada del arma. Alce la mira del cuerpo para ver quien disparo, fue grande mi sorpresa al ver que fue quien menos esperaba que cometiera tal acción... Nico Borega mato a Héctor Borega, después de tantos años trabajando a su lado como uno de sus secuaces; se acerco al cuerpo inerte de su hermano.

Nico: *que pena que no pude detenerte antes...* -dijo cerrando los ojos del muerto- Adiós, hermano... -se levanto-

Talia: ¿Por qué lo hiciste? -pregunte confundida, él me miro-

Nico: porque yo sé que se siente tener que huir y esconderse por culpa de otro, si no moría lo volverían a encerrar y alimentarían su locura y deseo de muerte.

Lorenzo: ¿Tratabas de protegerla?

Nico: quería que mi hermano volviera a ser el mismo antes de ese día... pero ni siquiera al obsesionarse contigo logre hacerlo cambiar... perdónenme...

Nico se fue caminando a la nada, nadie lo detuvo y no había razones para hacerlo; la policía llego con los bomberos, arrestaron a algunos secuaces e interrogaron a los invitados incluida mi familia, Lorenzo y yo. La muerte de Héctor Borega fue anunciada en todo el mundo y su cuerpo se quemo en la morgue, su hermano nunca volvió a aparecer; sigo usando mi nombre falso pero ahora vivo con mi familia y mi esposo en Barcelona donde seguimos teniendo una vida en paz, con nuestro hijo en brazo que aún no tenia un nombre.

Lorenzo: ¿Cómo deberíamos llamarlo?

Talia: Felipe... -sostenía al pequeño en brazos-

Lorenzo: ¿Felipe Ramos Orozco?, no sé si quieras que tenga el nombre falso del hermano del demente que quiso poseerte.

Talia: Nico era un buen hombre, solo no supo tomar sus decisiones. Además, creo que a él le encantaran los caballos.

Lorenzo: ¿No te cansas de tus datos históricos, verdad? -negué- Bien, se llamara Felipe.

Talia: prométeme algo... no le ocultaremos nada, no quiero que se sienta apartado de nosotros.

Lorenzo: lo prometo.


























El Fin

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