Llegada a la pesadilla
Narra Talia
Mi nombre es Talia Wikiel, desde hace algunos años tengo problemas para acercarme a la gente, no me gusta salir si no es en compañía de mi padre o mi hermano mayor, no socializo con los pocos que han querido ser mis amigos. Mi madre cree que tengo problemas por lo que me llevaba mucho al psicologo, pero ninguno de sus consejos fueron suficientes; el les dijo que seria mejor que me internaran en el hospital Corona de Elizabeth para terapia constante.
Hoy me llevaran a mi hogar de ahora en adelante, no recogi mis cosas por que no te dejan entrar con nada para evitar problemas; lo único que llevo es mi pánico a que me metan con alguien peligroso ya que las habitaciones con compartidas en parejas. ¿Que tal si me hace daño? ¿Y si me intenta matar? ¿Podría ser peligroso o peligrosa? ¿que tal si es agresivo o agresiva? Ni siquiera se si compartiré cuarto con un hombre o una mujer.
Sam(madre de Talia): hija querida, ya nos vamos
Talia: ya voy bajando.
Salí de mi habitación despidiéndome de la casa, baje a la planta principal encontrándome a mis padres y mi hermano en la entrada; me acerque a ellos y me despedí de mi padre, el tenia que trabajar por lo que me acompañarían mi madre y mi hermano mayor. Al menos él me acompañara hasta llegar allá, eso me calma un poco, pero no lo suficiente; subimos al auto y nos encaminamos a mi "nuevo hogar".
David(hermano de Talia): hay tranquila Tali, se que te mejoras y cuando salgas podremos ir a ese lugar que te gusta.
Talia: gracias, pero no quiero que me esperes tanto.
Sam: pero que va, si tu no están tan chapada de la cabeza, solo sera para que superes el trauma.
Talia: no estoy tan segura, si el psicólogo no logro nada que van lograr encerrándome con otro loco como yo.
David: tu no estas loca, solo un poco afectada.
Sam: mira llegamos -dijo no muy animada-
Nos bajamos del auto, pasamos por la entrada donde nos recibió un hombre con bata; se presento como el dr. Raimondo y le dijo a mi hermano que se quedara en la sala de espera mientras yo y mi madre lo acompañamos a su oficina. Al llegar el se sentó en su escritorio y nos pidió sentarnos en las sillas, lo hicimos y el empezó a sacar algunos papeles.
Doctor: buenas tardes, llenen estos papeles con la información solicitada.
Sam: -mi madre los empezó a llenar- querida si quieres ve a la sala con tu hermano mientras yo lleno la información.
Talia: ¿y si me encuentro a alguien raro?
Sam: tranquila solo tienes que salir y veras a tu hermano en el sofá.
Talia: esta bien, pero si me encuentro a alguien raro y mi hermano no me ayuda que quede en tu conciencia.
Sam: no digas eso querida, vas a estar bien.
Me levante de mi asiento y salí de la oficina cuando iba acercarme a el me choque con alguien, tenia el pelo blanco, era alto, tenia pantalón negro, suéter verde y estaba descalzo; me extendió la mano para ayudarme, pero por miedo me levante sola. Él me miro extrañado pero se mantenía relajado, me tomo de la cintura y me acerco a el susurrándome al oído.
???: te vez tan linda.
Talia: de...déjame en paz.
???: ademas de linda, tímida ¿no es así?
David: déjala -mi hermano me alejo de el-
Enfermero: AHÍ ESTA.
El chico se fue corriendo por los pasillos siendo seguido por varios enfermeros, David me acompaño a sentarme y ayudo a que me calmara un poco, decía que si me asustaba mucho cerrara los ojos y pensara en blanco, pensara una canción y cosas como esas. Logramos escuchar como se abría la puerta de la oficina del dr. Raimondo, mi madre llego con nosotros, ambos nos levantamos.
Sam: bueno querida -le salían lagrimas de los ojos- sabes que esto es por tu bien ¿lo sabes verdad?
Talia: sí mama -la abrace, ella me correspondió- te quiero.
Sam: yo también te quiero, hija. -decía con la voz quebrada y sollozando-
Talia: -nos separamos- David, siempre estuviste conmigo... te robe mucho tiempo
David: hay Talia -me abrazo- tu nunca me robas el tiempo, tu me mantenías con una sonrisa... pero es momento de avanzar ¿no? -sentí como sus lagrimas caían en mi suéter-
Talia: te voy a extrañar -lo abrace con fuerza- prométeme que seguirás estudiando.
David: lo haré -nos separamos- adiós hermana -me dio un beso en la frente-
El y mi madre salieron por la puerta, el dr. Raimondo me llamo y una enfermera para que lo siguiéramos a su oficina, al entrar el le entrego a la joven una ropa de paciente y una caja con el numero 25-Q; le dijo que me acompañara a cambiarme. Ambas salimos y entremos a los baños donde me ayudo a ponerme la ropa de interna, tomo mi ropa y la guardo en la caja; al salir estaba el chico de hace rato con camisa de fuerza acompañado por un guardia y 2 enfermeros.
???: hola linda -se paro frente nosotras- ¿entonces eres interna?
Talia: de...déjame en paz.
???: bueno espero que te toque compartir conmigo, al menos podre lograr que digas algo mas como ahg~ que rico papi ahg~
Enfermero1: déjate de idioteces, Borega.
Borega: solo estoy jugando, como dijo este yo soy Héctor Borega, pero ya me conocerás por los estragos que he causado con mis esbirros hasta que me internaron aquí.
Enfermero2: vamo-nos.
Y los enfermeros junto con el guardia, se lo llevaron a su cuarto; no puede ser, de verdad era el chico Borega, conocido por sus robos y asesinatos, por lo que se siempre le encantaba conquistar mujeres ricas y de hay consiguió su poder en el bajo mundo hasta su captura hace 8 meses. El en camino nos encontramos con el dr. Raimondo, le pido a la enfermera que siguiera con su trabajo; me acompaño por los pasillos hasta mi cuarto.
Doctor: Talia Wikiel, 20 años, sufre de paranoia de tipo no especificado, se aislara con el paciente 34-Q y se le tratara con sesiones cada 3 días.
Talia: ¿quien es él? ¿es peligroso? ¿sufre el mismo problema que yo? -seguía preguntando conforme caminábamos por los pasillos hasta la habitación-
Doctor: solo digamos que esta un poco loco -abrió la puerta- pasa.
34-Q: hola doctor, ¿a quien trajo ahora? no creo que dure mucho con mi compañía.
Doctor: -me empujo adentro del cuarto acolchado- Borega, sera mejor que te comportes con ella.
Talia: B...Borega -escucho que cierra la puerta- NO ME DEJEN AQUÍ POR FAVOR. -golpeaba la puerta mientras gritaba-
Borega: esto sera divertido.
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Espero que les haya gustado y que no haya sido un desastre, el tema de sus enfermedades no es algo que conozca como la palma de mano; pero puedo decir que este tipo de temas me llaman mucho la atención por lo que tratare de investigar los mejor sobre los casos de los pacientes 25 y 34-Q.
Comenten lo que les parece y voten. Así me despido.
Y la whovian se fue en su TARDIS, gritando...
GERONIMO.
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