Consulta
Anteriormente...
Héctor: es la primera vez que me respondes así.
Talia: s...solo olvidalo... qui...quiero silencio.
El se quedo callado y se sentó, acabó de representar una frase que mi padre me decía "el cobarde lo sera hasta el punto de quiebre y bravucon lo sera hasta que se lo permitan".
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Ante un nuevo amanecer, yo estaba en la esquina de siempre viendo a Borega tratar de quitarse el bosal que le puso la enfermera. Al momento en que Héctor la empieza a maldecir, entra ella por la puerta en compañía de James.
Jesie: 25-Q, es hora de tu consulta. -yo me levanté-
Héctor: hay Jesie -ella lo mira- tú sabes que no la podrás alejar de mi.
James: no te creas idiota -lo toma de la camisa de fuerza- una chica como ella no caería en tus encantos.
Héctor: dices que soy encantador -James se sonroja, me sentía incómoda-
Jesie: ya basta, hay que llevarla con el Doctor.
James tiró a Héctor al piso, tomó mi brazo con fuerza y nos sacó de hay cerrando la puerta; solo podía ver en la ventanilla la exposición de ira.
Héctor: ELLA ES MÍA IDIOTAS, *y si le arrancan un solo pelo, me encargaré personalmente* -lo último no lo logré escuchar-
Jesie: mandaré a alguien para que le quite el bosal.
James: ¿Porqué? -se nota el odio entre los dos-
Jesie: tú no tienes nada que decir -hace que me suelte- la llevaré yo.
James: ¿QUÉ?
Jesie: cállate -le da un zape- alteras a los paciente, ve a hacer lo que te mandó el Dr. Raimondo.
James: -se acerco a mi oído- *volveré por ti hermosa*
M*****, sentí como Jesie me tomaba del brazo y me llevaba al consultorio mientras James se iba en dirección opuesta. Caminamos un buen rato hasta llegar a una puerta blanca con un letrero con la palabra "psicológo Dr. Raimondo"; la enfermera abrió la puerta, yo entré y ella cerro la puerta dejándome sola con el Doctor.
Raimondo: paciente 25-Q, nombre Talia Wikiel.
Talia: s...sí.
Raimondo: bueno antes que nada... ¿Como te va con tu compañero?
Talia: él...m...me da mi...edo...
Raimondo: veo que aún te pone nerviosa -asenti- sin embargo...
Talia: ¿Oc...curre al...go?
Raimondo: ayer las cámaras documentaron algo poco usual según tu registro.
Dijo mientras estaba tecleando en la computadora, me puse nerviosa; el volteó la pantalla y reproducio un video de las cámaras de seguridad.
En el vídeo
Héctor: eres la primera paciente que llama por su nombre.
Talia: *no te creo*
Héctor: ¿Que me dijiste?
Talia: q...que no... te creo -me mira sorprendido- me dijiste que solo tomarias aire y mira el lío en que nos metiste.
Fin del vídeo
Pauso el vídeo, de verdad le respondí, no fue un sueño o una ilusión de mi mente, de verdad le contesté; me quedé mirando al doctor quien mostraba una sonrisa. Se levantó, se acercó y me abrazó; yo, de forma muy nerviosa, acepte el abrazo lo que sorprendió mas al Dr. Raimondo.
Raimondo: increíble... -le mire un poco extrañada- cuando llegaste nisiquiera te atrevías a tocar la mano de alguien, pero ahora incluso aceptaste el abrazo.
Talia: yo... lo hi...ce... entonces.
Raimondo: tu primera semana dio frutos buenos, si sigues así tal vez salgas en unos meses.
El doctor se mostraba felíz, como si yo fuera la primera persona a la que le pudo decir eso. De pronto, James entra de forma repentina, dejándonos sorprendidos.
Raimondo: ¿Qué significa esto James?
James: es el paciente 34-Q, se niega a que los enfermeros le quiten el bosal, de hecho...
Raimondo: ¿Qué ocurre? -el tono de cansancio se hizo presente-
James: quiere que 25-Q se la quité.
El doctor se mostraba sorprendido; sin mas que decir, no fuimos en dirección a mi habitación. Al entrar, vimos que dos guardias rodeban a Héctor y unos enfermeros un poco confundidos, Borega se veía muy iracundo.
Héctor poso su mirada en mi y su expresión de furia cambió a una más relajada, todos me miraban extraño mientras Borega a paso lento se acercó. Él solo me miraba fijamente y cuando menos me lo espero, todos estaba fuera del cuarto y el doctor miraba por la ventanilla.
Héctor: hola querida -este se acercaba cada vez más, yo me aparte y como siempre quede entre su cuerpo y la pared-
Talia: ¿Qué qui...er...es? -mi tartamudeo vuelve-
Héctor: te estuve esperando para que me quitaras esta cosa. -su respiración era agitada, estaba cansado- quitamelo.
Nuevamente el miedo se apoderó de mi, él no se volteaba por lo que pase mis manos por su cuello para llegar a broche que sostiene el bosal; cada roce de mis manos por su piel le daba una sensación de satisfacción y placer, se veía en su cara. Por fin llegué a la correa y la solté, logrando quitarle el aparato; iba a ir a mi esquina cuando siento mas presión sobre mi.
Héctor: tú no vas a ningún lado -con su boca agarró mi muñeca, sin dejar marca, y la dejó en su hombro-
Talia: ¿Qué...e es...tas haci...endo? - hizo lo mismo con mi otra muñeca-
Héctor: quiero que me toques, de la misma forma; pasa tus manos por mi espalda, hombros, cuello y pecho.
Talia: ¿Po...porque?
Héctor: me encanta sentir tus manos en cuerpo... se siente mmh~ genial. -estaba excitado-
Mire a la ventanilla y estaba cerrada, lo que me daba a enterar que estaba sola sin forma de escapar de este albino obsesivo. Mis manos temblaba con cada roce, pero él igual lo disfrutaba; de forma inesperada, puso su cabeza en mi cuello.
Héctor: si tan solo me pudiera quitar esta cosa...
Talia: basta... ¿Q...qué ha...ces?
Héctor: shh... *solo tú... puedes tocarme de esta manera... y solo yo... puedo tenerte así de nerviosa*
Talia: n...no ale...jate. -intenté alejarme pero me siguió presionando contra la acolchada pared-
Héctor: SILENCIO... nadie más podra estar contigo así de cerca... él que lo haga... morirá.
Talia: ...
Héctor: sera mejor que no cambies... ¿Entendido?
Yo solo asentí, mordió mi cuello y lo beso para luego apartarse de mi; ante el impacto me deslizó por la pared acolchada, sentí como puso su cabeza sobre mis piernas mientras gotas saladas se desplazaban por mi rostro y cayó en el suyo.
Se sentó, me miro, yo quedé callada, el miedo me tenia paralizada; se acercó a mi rostro, lamio mi mejilla secando las lágrimas y se volvió a acostar sobre mi.
Héctor: me fascina tu miedo... pero no quiero verte llorar.
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Bueno paps, eso es todo, espero que no haya sido un desastre y que no me de un ataque escribiendo estas cosas.
Comenten lo que les parece y voten. Así me despido.
Y la whovian se fue en su TARDIS, gritando...
GERONIMO.
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