Mi querido James
En cuanto Diana termino su asunto con los libros salio corriendo al estacionamiento, antes Anthony la encontró y le dijo casi suplicante.
-Por favor, cualquier cosa que sepas avísame. -Lo haré, te aseguro que lo haré, pero por el momento debo irme, nos vemos después.- Se despidió agitando la mano, llego donde Ian abordo su motocicleta y desaparecieron de su vista.
Suspirando profundamente el rebelde recargo su cabeza contra la pared, cerro los ojos pesadamente y se dijo a si mismo. -Por favor, que este bien que este bien. Llevo sus manos a la cara y las restregó lentamente, visiblemente consternado salio al estacionamiento, no se quedaría a sus demás clases, no tenia el humor de hacerlo, al llegar abrir la puerta e insertar la llave un recuerdo se le presento.
-"Anthony... tu... tu me gustas.. Este es el momento donde me golpeas y me insultas."- Una sonrisa se formo en sus labios, con mucha ternura ese chico le declaro su amor, inocentemente pensó que lo agrederia por hacerlo, los latidos de su corazón aumentaron con rapidez al revivir esos instantes. Ese joven que valientemente se le presento, hoy estaba muy mal, lo recordaba con la clásica carita llena de nervios cada vez que lo veía. Sin darse cuenta sus ojos se humedecieron, no recordaba cuantos años habían pasado desde que lloro. Con melancolía miraba al horizonte, la tarde un poco nublada le pesaba, lo deprimía ya sabia el origen de preocupación por el compañero enfermo.
-Poco a poco... lo lograste James... Mi querido James. - puso su mano derecha a la altura de su corazón, subió a su auto y se marcho.
Al día siguiente era viernes, tocaba la clase con Sanders, como de costumbre Anthony llego tarde.
-Nuevamente usted Que no le enseñaron normas de puntualidad?.- El catedrático se cuestionaba molesto.
- Y que a usted no le enseñaron a saludar?, digo podría llevarse bien con sus alumnos en lugar de regalarlos.- le contesto esa tontería para ganar tiempo y ver si se encontraba Diana... No estaba.
-No vengo a hacer amistad con ustedes, y como veo que poco le interesa mi clase, mientras no llegue temprano no va a tomarla.
-Sabe que? me hace un gran favor... hoy no estoy de humor para escuchar estupideces...- dando un portazo dio media vuelta y se fue. El haberse ganado un enemigo poco le importo comparado con la angustia que sentía.
El fin de semana llego, Anthony ignoraba cualquier detalle con respecto a la salud de James ¿Que estaría pasando? desconocía el hospital donde se encontraba. Diana no acudió a clases, se encontraba al margen de todo. Su mente se imaginaba una y mil situaciones que estarían sucediendo sin que el lo supiera, la angustia lo mantenía en insomnio, fue uno de los fines mas difíciles... Daba vueltas en la cama- No quiero que te pase nada James, quiero verte reír tímidamente cuando me ves, que des esos pequeños saltos cuando te saludo que te sonrojes y te escondas cuando me ves llegar... quiero tenerte junto a mi...- Una lagrima resbalo por su rostro mientras observaba el techo de su alcoba...- Yo... también te quiero.- Se dijo el rebelde en voz baja a la mitad de la noche, por fin lo aceptaba, su compañero de escuela se metió dentro de su corazón gracias a su forma de ser, no necesitaba fingir o tratar ser alguien mas... bastaba comportarse tal cual era para conquistarlo y James lo logro.
Se encogió y suspiro hondo, necesitaba verlo, poco a poco se enamoro de ese joven valiente que una tarde calurosa se le acerco para confesarle sus sentimientos.
El lunes llego, como de costumbre el guapo rebelde arribo a la escuela, estaciono su auto, saco su mochila de la cajuela y se puso una chaqueta para calmar el horrible frío que hacia las 7:00 de la mañana.. se cubrió para entrar a su primera clase. Su mirada denotaba melancolía por la cantidad de recuerdos que se agolparon... comenzó su caminata.
Para no perder las esperanzas miro por los pasillos esperando contemplar la figura de James, no lo vio... sintió un vació dentro de si, pero no lloraría, su niño aun se mantenía en la guerra. Se dirigió a la escalera para subir al primer piso, una presencia se sintió detrás. Antes de que volteara a ver a la persona le toco el hombro.
-Anthony...- Diana lo miraba, eran muy notables unas enormes ojeras.- Disculpa por no venir antes, pero la situación... no va bien.- Que le paso?.... dime no te quedes callada- la interrumpió.
-Quiere hablar contigo... vengo del hospital, me pidió que te llevara- Vamos no hay tiempo que perder anda.- Con la mano le dio el paso, se dirigieron al estacionamiento, aun bajo esas circunstancias no perdía su caballerosidad, abrió la portezuela del auto para que Diana abordara, luego el subió y condujo rápidamente.
En el trayecto, los dos se mantenían callados... Diana cerraba constantemente los ojos, física y moralmente estaba agotada.
Luego de 20 minutos se detuvieron frente a un edificio rodeado de unos arboles, era el hospital, el la toco levemente para despertarla.
-Diana... ya llegamos a donde me dijiste.
-Hm ¿Que pasa?.
-Ya llegamos.
-Oh... cierto.- Sígueme es por aquí.- Bajo del auto. Anthony lo aseguro y entraron al hospital. Pasaron junto al vigilante, el hombre solo les pidió que se registraran en la bitácora. Avanzaron, para Anthony las paredes y los cuartos eran iguales, el color blanco de la pintura, los azulejos iguales le daban esa terrible, cruel y lúgubre apariencia de hospital.
Pasaron a un sitio donde Anthony noto una figura conocida, Ian se hallaba sentado mientras dormitaba.
-Ya volví.- lo despertó la chica.- Ah Diana eres tu.. ¿A donde...- No finalizo la pregunta, puesto que miro a Anthony- ¿Que hace este imbécil aquí?
-Cuida tus palabras motociclista de pacotilla.
-Te voy a enseñar a...- Diana los separo - Hey basta ustedes dos aya adentro se encuentra James bastante delicado ¿Podrían tener prudencia?
-Pues que se vaya y listo- contesto Ian molesto.
-Yo no me voy, lárgate tu, no tienes nada que hacer aquí.
-El que no tiene nada que hacer aquí eres tu idiota, James es mi hermanito y no voy a permitir que lo sigas lastimando ¿ me oíste?
-Hermano... ¿dijiste hermano?
-Si¿que pensabas?
-Ya Ian por favor, James me pidió que lo trajera, déjense de tonterías.... Anthony esperamos a que el medico nos de el permiso y entras.- El chico asintió.
Un momento después el doctor encargado permitió la visita, James se encontraba aun delicado, pero con las debidas precauciones permitirían el paso de una sola persona, Ian respeto la orden y se quedo afuera con una cara de pocos amigos, Anthony entro... en cuanto cerro la puerta su corazón se estremeció el alegre y tímido chico que conocía se encontraba entubado y con un catéter, se encontraba completamente indefenso, la legionela le estaba dando una dura batalla, James se encontraba despierto.
-Anthony..que bueno...- dijo con un hilo de voz.
-Shh no hables, tienes que descansar.- le dijo cariñosa mente.
a ja- su voz se escuchaba muy débil
-James... yo... yo siento mucho todo esto, debí insistir en llevarte hasta tu casa, por mi culpa estas así.
-No.. no es tu culpa, perdóname por molestarte.- Sus palabras apenas se oían.
-No nada de eso, al contrario me hacías muy feliz con tus ocurrencias y tu timidez.
-¿En serio?
-Claro ¿ Como crees que va a molestarme el chico mas maravilloso de este mundo?
-¿Te refieres a mi?
-Por supuesto que a ti mi querido James.- se miraron con mucho cariño, ese que solo proporciona la persona que mas se ama.
-Te amo Anthony...
-Yo también mi querido James... también te amo.- el rebelde, ese que rompía corazones imito la acción.- Sin saber como, me enamore de ti.
-Anthony..-el pulso cardíaco del enfermo comenzó a aumentar, respiraba con mucha dificultas, la mano de James soltó a Anthony, el rebelde miraba atónito la escena... James no respiraba...
NOTA:
"Hey gracias por seguir leyendo, lamento haberme demorado tanto en escribir, pero ustedes saben, la rutina... bueno si les gusto regalenme un voto y esperen el próximo capitulo."
Saludos Jared
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