cuatro
TaeHyung tenía un poco de temor hablar con JungKook en la escuela, no por lo que podrían pensar de él por juntarse con un supuesto "delincuente" (que de delincuente no tenía nada), sino que ya había notado como JungKook ignoraba todo y a todos, así que tenía miedo de hablarle y que el pelinegro pasara de él totalmente. Si la otra vez pudo hablarle en los lavados del patio, fue porque estaba solo.
Hoy tocaba clases de educación física y los estiramientos eran en pareja, TaeHyung sabía que JungKook siempre hacía los ejercicios solo, ya que los demás temían acercarse, hoy no ocurriría de nuevo.
Se acercó con cautela mientras los demás tomaban a su pareja.
- ¡TaeHyung ven conmigo! - Gritó JiMin corriendo hacia él, llamando la atención del nombrado - Ven, vamos a elongar juntos - Dijo tratando de jalarlo del brazo.
- ¿Vino YoonGi hoy? - Preguntó deteniendo sus pasos.
- ... Si - Respondió el rubio confundido.
- ¿Puedes ir con él?... Yo, voy a buscar a alguien - Respondió el castaño con inseguridad. JiMin sonrió curioso, pero no preguntó nada, lo soltó y camino de vuelta a YoonGi, pero no dejó de mirarlo, aunque TaeHyung no se dio cuenta.
El castaño avanzó de nuevo con lentitud, hasta dar con JungKook, que se encontraba lejos del grupo.
- ¿Puedo estar contigo? - Dijo TaeHyung al llegar a su lado. JungKook abrió los ojos sorprendido y miró a todos lados encontrándose con la cara del castaño.
- ¿Estar conmigo? - JungKook frunció el ceño.
- ... ¡Para los ejercicios! - Terminó de decir ya que se dio cuenta que la propuesta principal había sonado rara. JungKook nuevamente lo miró atento por unos segundos, volvió a mirar a todos lados y agitó levemente la mano como si se despidiera de su lugar apartado del resto.
TaeHyung estaba aliviado, el pelinegro no le había ignorado y esto le hizo saltar el corazón un poco, así que sin contenerse tomó de la mano a JungKook llevándolo dentro del grupo.
Todos dejaron de hacer lo que hacían y miraron atentos a la pareja en cuestión, parecía increíble, aparentemente nadie asimilaba que JungKook estaba socializando con alguien.
El castaño se percató que el chico llevaba la pierna derecha lastimada al hacer algunos estiramientos y miró hacia él juzgándolo con intensidad. JungKook al notar la mirada incriminatoria desvió la vista con una mueca de molestia.
- Ya luego iré a la enfermería - Dijo como si se sintiera obligado a justificarse - Sólo me caí en la entrada de la escuela - Alzó los hombros restándole importancia al asunto - Un gato se me cruzó entre las piernas - Rió fugazmente. TaeHyung ladeó la cabeza y sonrió también, era realmente una locura la mala suerte de JungKook, así que no pudo contener la risa, llamando nuevamente la atención de todos.
Alguien se estaba riendo junto a JungKook, aunque el pelinegro parecía disgustado.
[ . . . ]
Ya habían salido de clases y TaeHyung estaba en una tienda comprando lo necesario para el omurice que le había prometido a YeoSang. JungKook había ido por su cuenta a buscar al pequeño, según él pelinegro era mejor de esa forma, ya que el castaño era muy crítico para comprar, por lo que se tomaba bastante tiempo en elegir los comestibles. Luego de ello, se dirigió a la casa de los chicos.
Tocó la puerta esperando que alguien la abriera, lo que no esperaba fue ser recibido por JungKook con un bonito delantal de cocina y por un momento olvidó como respirar.
- ¿P-Por qué estás así? - Preguntó nervioso, tratando de controlar la extraña emoción en su interior.
- Tenía que limpiar un poco la casa... - Respondió extrañado por la actitud de TaeHyung - Así no me ensucio - Continuó dejando pasar al castaño para luego cerrar la puerta tras de sí.
- ¡Kookie! - Se oyó desde lejos la voz de YeoSang - ¿¡TaeHyung ya vino!? - Gritó.
- ¡No! ¡Todavía no vengo! - Gritó de vuelta TaeHyung, para luego escuchar como unos pequeños pasitos apresurados corrían hasta el recibidor.
- ¡TaeHyung! ¡TaeHyung! ¡TaeHyung! - Chillaba mientras corría hacia el nombrado, siendo recibido con los brazos abiertos por el nombrado, alzándolo en el aire con alegría.
JungKook observaba todo desde su lugar, pareciendo distante con la escena en frente. Caminó nuevamente, siendo seguido por TaeHyung que todavía tenía a YeoSang en sus brazos.
JungKook le dijo a TaeHyung que usara la cocina libremente mientras él se iría a bañar, así que le echara un ojo a YeoSang en caso de cualquier cosa.
TaeHyung cortaba el pollo con cuidado, cuando escuchó la puerta del baño ser abierta, paseándose frente a él un JungKook con el cabello mojado, usando una camiseta que dejaba ver gran parte de su torso por los costados, debido a la gran abertura en sus mangas inexistentes y un pantaloncillo un poco corto. La impresión fue tal que la pechuga de pollo se le resbaló de las manos, dejando un desastre en la mesa, llamando la atención del pelinegro.
- Lo siento, lo siento - Repitió, pero no estaba seguro por qué se estaba disculpando - Pollo - Rió nervioso - Resbaloso - Apuntó con su mano la presa de pollo causante del problema.
JungKook nuevamente lo miró por unos segundos, pero esta vez parecía como si tratara de entender qué había en la mente del castaño, TaeHyung esperaba que nunca lo supiera.
Durante la cena, TaeHyung trató con todas sus fuerzas de dejar de mirar al pálido, en verdad trataba, pero los pezones de JungKook se dejaban ver de vez en cuando y eso definitivamente distraía... a TaeHyung.
Terminaron la cena y TaeHyung se ofreció a lavar para que no se rompiera otra loza.
- Cuando crezca, lavaré yo para que a Kookie no le pase nada - Dijo YeoSang mientras JungKook lo bajaba de su silla - Yo voy a cuidarte - Sonrió mirando al pelinegro, como si fuera una promesa.
-- O --
Varios días pasaron y muchos en su salón se dieron cuenta de la cercanía de TaeHyung y JungKook. Algunos hasta notaron que frecuentemente caminaban juntos al salir de la escuela.
- ¡Oye! ¡Oye! - Se acercó JiMin con curiosidad - ¿Cómo es que eres cercano a JungKook? - Preguntó agachándose al borde de la mesa de TaeHyung.
- Es porque es simpático - Respondió con simplicidad. JiMin entrecerró los ojos.
- No te meterás tú en cosa de delincuentes ahora ¿O si? - Abrió los ojos asustado - ¡TaeHyung ese no es tu camino! - Haló el brazo del castaño con desespero.
- Nooo - Gruñó TaeHyung - Él no es de esa manera - Lo dijo tan fuerte que toda la clase pudo oírlo. JiMin con una sonrisa tomó su lugar en el asiento ya que el profesor había entrado al salón y ya estaba por comenzar la clase.
TaeHyung no sabía que al decir aquello, provocaría una serie de desastres.
Para cuando JungKook llegó al salón, las miradas nuevamente se posaron sobre él, pero ya no murmuraban, sino que parecían cómplices, entonces TaeHyung se alteró un poco.
Para cuando hubo cambio de periodo, TaeHyung iba a pararse y hablar con JungKook como últimamente estaba haciendo, pero se quedó estático al ver a dos chicas que se adelantaron poniéndose en frente del pelinegro y aunque este las ignoró en un principio, cuando comenzaron a hablarle y él notó que estaban allí, parecía bastante incómodo, pero aparentemente ellas no lo estaban captando.
Todos estaban intrigados observando y el pelinegro contestaba sonriendo con respuestas cortas, amables, pero sin ánimo de realmente entablar una conversación.
Pronto más personas se le acercaron y ya estaba rodeado de un grupo de personas que no paraba de hablarle. JungKook se disculpó diciendo que necesitaba ir al baño.
TaeHyung caminó silenciosamente entre la conmoción de sus compañeros que lucían como si un idol o una estrella de cine les hubiera dado su autógrafo, entonces entendió que el pelinegro siempre fue popular, sin embargo nadie tenía el valor para saludarlo siquiera por miedo a ser rechazado, justo como él sentía antes.
Eso era un problema.
Llegó hasta los baños donde revisó los pies de los cubículos, encontrándose con los zapatos de JungKook, golpeó la puerta, pero no recibió respuesta.
- Soy yo - Comunicó el castaño, entonces la puerta se abrió dejando ver al pálido evidentemente angustiado.
- ¿Qué les pasa a esas personas tan de repente? - Se quejó - Tenían cara de querer comerme vivo - Cubrió su rostro con sus manos, lleno de frustración.
A TaeHyung le pareció que el pelinegro se había vuelto más pequeño, estiró sus manos y lo atrajo hasta su torso, abrazándolo. JungKook no forcejeó.
TaeHyung se sintió celoso y enojado, si no hubiera dicho que era agradable todavía podría sólo él hablar con el pálido y no hubieran hecho que JungKook temblara como gato asustado entre sus brazos.
Llevó lentamente su mano hasta el mentón y alzó el rostro del pelinegro, quien pestañeó confundido ante la repentina acción del castaño y antes que se diera cuenta, TaeHyung estaba besándole en los labios. Cuando con su dedo trató de abrir la boca de JungKook halando sus labios hacia abajo, un golpe resonó por todo el cuarto de baño.
El castaño llevó sus manos hacia su mejilla donde ardía de sobre manera, JungKook le había dado una especie de cachetada.
Alzó la vista buscando los ojos del pelinegro y tragó duro cuando otra vez lo miraba atentamente sin expresión, hasta que finalmente frunció el ceño.
JungKook abandonó el baño y para cuando TaeHyung volvió al salón el pelinegro tampoco estaba ahí, ni sus cosas.
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