Marian: Hola! Esta historia será mayor parte de Kyoya y mi madre Lazari, ¿por que? Por que a la escritora está de faltas de idea y el cerebro se le seca cuando intenta buscar una idea. Esta parte iniciará desde donde Kyoya aparece en casa de mi madre. Sin más que añadir comencemos :D

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- Kyoya... -sangre por casi todo su cuerpo y rostro, moretones que ya estaban morados, orejas y cola de león y su ropa estaba hecha añejos, pero eso no le importó a la azabache y se lanzó a abrazarlo, terminando ambos en el suelo- no vuelvas a asustarte así! Sabes lo preocupada que estuve?! Una semana y ni señales tuya de vida! -.

- Lazari... -el peli verde la abrazo con un poco más de fuerza apenas sintió su hombro húmedo- estoy... en casa -.

Ya más tarde, nadie dijo nada, Lazari ayudo a Kyoya con sus heridas mientras que sus ropas se lavaban, Lazari le cedió la habitación en la cual Ryuga se quedó la noche antes de su transformación. A Kyoya no le gustó por que podía sentir el olor del otro felino pero no podía hacer nada, estaba al lado de la de la azabache y era por que ella pensaba que podría escaparse en medio de la noche, ambos se sentaron a los pies de la cama, sin decir una sola palabra, hasta que Lazari hablo.

- ya... te encuentras mejor? Necesitas algo más? -pregunto aún preocupada por el estado de Kyoya, literalmente no sabía que hacer si tenía algo más grabe que los moretones y cortadas, si era así no podía llevarlo al hospital por su apariencia- Kyoya? -lo llamo, pero este sólo miraba el suelo de la habitación y sólo se dedicó a taparse la cara con ambas manos-.

- pensaba que esto iba a pasar... -respondio al fin- pero no pensé que sería peor para mi... y... no creí que... ese chico -.

- Kyoya -la azabache lo abrazo, colocando su cabeza en su pecho mientras que una de sus manos acariciaba su cabello- no pienses en eso... no fue tu culpa -.

- acabo de matar a alguien -.

- soy la única que pasa por ese callejón, nadie encontrará el cuerpo hasta que el color sea más fuerte o que las ratas se lo coman primero -respondio, segura de sus palabras- seguro que no quieres comer? -.

- no... sólo quiero descansar -respondio casi en un ronroneo, por las caricias que recibía-.

- esta bien -dejo de abrazarlo y se levantó para abrir la puerta- descansa -.

Estaba por abrir la puerta pero la mano de Kyoya sobre esta se lo impidió, cerrandola de golpe, Kyoya se encontraba detrás de Lazari y está misma podía sentir su respiración en su cuello, sinceramente tenía miedo en ese momento.

- quisiera que durmieras conmigo, sólo por esta noche -le pidió al oído, eran raras las veces en donde Lazari se sonrojada, aquí estaba más roja de lo normal-.

- Kyoya, tienes que descansar para que tus heridas sanen -.

Pero Kyoya no escuchó, la levantó estilo nupcial y la llevo a la cama, la acostó de forma delicada y luego él se subió encima para abrazarla y apoyar su cabeza en su pecho.

Lazari estaba muy sorprendida, Kyoya era de actuar de forma brusca pero en estos momentos tenía cuidado y eso de algún modo se le iso tierno a la azabache, tomo la sábana que estaba cerca y tapó a ambos para después corresponder el abrazo y así dormir juntos en la misma cama.

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La mañana llegó y Kyoya seguía dormido, pero faltaba alguien, unos ruidos en la planta de abajo lo alertó y lentamente comenzó a despertar.

- Lazari? -la llamo, esperando encontrarla a su lado pero no la vio- fue despertando a su ritmo, no tenía prisa, salió de la habitación y asomó la cabeza aver si encontraba a la azabache-.

- si, estoy bien -gracias a su ya agudo oído, pudo escucharla abajo- que si, que estoy bien... yo no soy tu novia para que estés 24/7 cuidandome -lentamente Kyoya bajo las escaleras, curioso de saber con quien hablaba- sólo eres mayor por 2 años que yo... y eso a ti que te importa? -.

- Lazari? -la nombrada se guiro y vio a Kyoya detrás suya- con quien hablas? -pregunto un poco celoso-.

- quien anda ahí Lazi? -.

- es sólo un amigo, nada importante -respondio rápidamente-.

- como si te fuera a creer -.

- entonces no es verdad que esperas un bebé con Aoi? -pregunto de forma divertida, Kyoya quedó embobado por su sonrisa-.

- te dije que dejes de espiarme!! -.

- quien dijo que estaba espiando? -respondio aguantando las ganas de reír- yo tengo mis contacto hermano -.

- (hermano?) -penso mentalmente Kyoya, ella jamás nombró a nadie de su familia-.

- pues dile a tus "contactos" que si no desaparecen terminarán 20 metros bajo tierra!! -.

- bien, estas en alta voz? -.

- emm... si? -.

- Sebas!! Rytsu!! Corran por su vida si es que las valoran!! -y de fondo se pudo escuchar unos pasos correr apresuradamente y uno que otro grito del resto de sus hermanos- jajajajaja!! -.

- BASTARDOS!! LOS ATRAPARE!!! -.

Lazari no pudo parar de reír y de fondo se podía escuchar a otro chico quejándose, diciendo que parará de reír, Kyoya literalmente estaba sorprendido, jamás había vistos a la azabache reír mucho y más por que era una verdadera risa, no las forzadas que solía hacer y la interacción con otra persona que es su familia le daba mucha curiosidad.

- bien, ya puedes parar -.

- las risas nunca faltan con ustedes tres -respondio ya un poco más tranquila-.

- somos tus hermanos -.

- y muy retrasados -rodo los ojos- y para que era que me llamabas? -.

- ah cierto! Estábamos pensando en visitarte por tu cumpleaños, se que fue ya hace un mes pero... -.

- lo sé, pero no hacía falta, a demás, yo estaba planeando en ir a visitarlos pero surgió unos problemas y tuve que posponer -.

- entiendo, Aoi quería verte y hablar sobre el bebé -.

- me hubiera gustado, tengo que colgar pero te llamo apenas me desocupe, ok? -.

- bien, y dile a tu amigo que no traeme nada contigo -.

- que va, es todo un amor -respondio, Kyoya se sonrojo por eso- hablamos luego Shinku -.

- adiós Lazari -.

Dejo el teléfono y volteo a ver a Kyoya, quien aún seguía embobado.

- necesitabas algo Kyoya? -pregunto Lazari y pronto el nombrado reaccionó-.

- quien era? -.

- es mi hermano mayor, Shinku, suele llamarme una vez a la semana para ver como estoy, aún no supera que me fui a vivir sola con sólo 18 años -dijo mientras hacia un ademán con la mano- por que? -.

- por nada -.

- si claro, estabas celoso? -.

- tomare tu silencio como si -paso por su lado y le acaricio una de las orejas de leon- bien, que quieres de desayuno? -.

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Las semanas pasaron y parece que no hubo noticias sobre el chico que Kyoya mató, Lazari aún fue a visitar a Ryuga y Plag para ver como estaba pero cuando volvía a casa Kyoya la esperaba con el seño fruncido, otras veces la abrazaba de forma posesibamente apenas sentía el olor de Ryuga impregnada en su ropa, incluso comenso a dejarle marcas en el cuello para que supiera que era de su propiedad, recibió unos golpes por parte de ella por eso.

- Kyoya, regresare luego -aviso desde la puerta de casa-.

- a donde vas? -.

- Tsubasa me llamo, necesita que lo ayude en algo importante, no tardaré -.

Y se fue sin más, a Kyoya no le gustaba estar sólo como antes, le agradaba la compañía de la azabache y apenas se había dado cuenta que tenían cosas en común, la mañana paso y con ello la entrada de la tarde. Kyoya sólo se la paso durmiendo mientras esperaba a que Lazari regresará, de la tarde paso a la noche y sin señales de ella, preocupado, salió de la casa notando que no había nadie en la calle, pensando que algo le había pasado.

Corrio por las calles esperando encontrarla, incluso fue a un parque sercano, donde él solía verla pasar la mayor parte jugando con los niños, luego de tanto correr decidió tomar un descanso y fue a los viejos almacenes, donde podría esconderse hasta recuperar fuerzas para continuar la búsqueda.

Ya adentro, se quedó parado en medio del lugar, recordando que era justo ahí en donde la conoció hace 2 años atrás.
Recordó que casi lo golpeó con una vara de metal, creyendo que era uno de los chicos que la habían llevado a la fuerza a ese lugar, recordó que tenía los ojos rojos y con rastro de lágrimas, con sólo pensar en eso se reprimio a si mismo por como la trato en ese tiempo.

Vio por su hombro, escuchó pasos acercándose, se subió a uno de los pilares y se quedó ahí, es espera de ver quien era para almenos asustarlo para que se fuera, primero vio la sombra que era reflejada por la luz de la luna y pronto escuchó una voz.

- Kyoya!! Kyoya donde estas?! -era Lazari, también parecía que había corrido en su busqueda- Kyoya!! Ya es tarde!! Regresemos a casa!! Si?! -.

Kyoya noto su preocupación en su tono de voz, aún que pensó en hacerle una broma, recordó que este lugar era en donde ella tubo sus peores momentos, sin más la abrazo para calmarla y la tomo de la mano.

- regresemos a casa -.

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