Notas del autor:

Advertencia contiene yaoi si no te gusta retírate, si es caso lo contrario disfrútalo.

Los personajes de Kimetsu no yaiba le pertenecen a Koyoharu Gotōge, hago esta historia sin fines de lucro y por mero entretenimiento. Igualmente las imágenes no son mias.

Gracias por darle una oportunidad y disculpen las faltas de ortografía sin mas que agregar disfruten.

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Mi nombre es Tanjiro Kamado, yo nací siendo una persona sencilla, pobre y con mucho amor por parte de mis padres. No teníamos lujos y aun asi, éramos felices con lo teníamos, siempre me enseñaron bondad y compasión con el prójimo.

No había conocido la maldad del mundo.

Al ser muy pobres vivíamos bastante apartado de la aldea, no era bueno, ni malo, tenia la ventaja de no estar presente la violencia frente de nuestra casa y la desventaja de no poder comerciar con facilidad el carbón. Siempre tomamos la ruta de la aristocracia para llegar con facilidad a nuestro hogar, era bastante seguro y corto para nosotros.

Yo nunca ambicioné de cosas materiales, no veía el valor en eso y nunca lo pensé. Sin embargo, todo eso cambio al conocer a quien sería el amor de mi vida, desde ese día solo una cosa desee con egoísmo y era que Gyutaro fuera feliz a mi lado y me amara.

Todos los niños decían que su apariencia era repulsiva, pero se equivocan, a mí me parecía encantadora y linda a su forma. Su cabello rizado, sus ojos azules y su sonrisa, al solo pensarlo me hacían volar alto de la emoción.

Yo me había enamorado de Gyutaro desde niños, yo lo defendí al ver lo malos que eran con el y al ver su rostro, solo vi a un niño completamente diferente a los demás y mi corazón quedo encantado al ver el brillo de sus ojos en los míos. No perdí tiempo y le pide ser amigos para pasar mas tiempo juntos.

Me sentí afortunado de conocerlo, era una persona maravillosa y grata para mí, lo era todo para mí. Mi corazón revotaba de alegría con solo verlo, era una emoción realmente maravillosa que solo podía sentir al estar juntos, era mágico para mí y era feliz, realmente lo era.

Aunque algunos veían mal nuestra relación, porque creían que alguien como yo no podía estar con una persona como el, los niños eran muy crueles con él, le lanzaban piedras, lo amenazaban y lo insultaban si llegaban a verlo junto a mí. Tuve miedo de que me dejará de hablar y se alejará.

Siempre veía el desprecio del cual sufría siempre y sin embargo continuaba levantándose para regresar a mi lado a sonreírme como si nada más importara, más que el compartir momentos gratos.

Nunca me sentía solo a su lado, tampoco triste, era muy especial estar con él y verlo sonreírme. Es tan encantador su sonrisa, me enamora cada vez que lo hace y me hace sentir maravillas en mi corazón.

Estaba loco por él, lo amaba con locura.

A pesar de no tener nada siempre me compartía lo poco que tenía. Y siempre cuidaba de mí, siempre estaba para mí para protegerme. Intentaba torpemente confesar mi amor por él, realmente tenía mucho pánico al estar frente de el y decirle lo enamorado que me tiene, era un fracaso para decirlo, siempre terminaba por ponerme nervioso y arruinaba el momento perfecto para hacerlo.

Al crecer, note una diferencia extraña a mi persona.

Me había percatado de que era alguien a quien consideran bello, los varones actuaban raro a mi persona y me ponían incomodo. No era como Gyutaro, en absoluto no me atraen para nada y siempre intentaban comprar mi amor con objetos caros, no necesitaba nada de eso.

Los rechazaba con mucho respeto y les decía la razón de mi rechazo-Estoy enamorado de Gyutaro...lo siento-no lo sentía para nada, sin embargo, debía ser cortes en mi rechazo con ellos para que no se sintieran tan mal.

Al saber las razones me miraban extraño y me insultaban por ser una persona con malos gustos, decían que mi chico de mis sueños era malo y cruel, que siempre buscaba problemas. Era obvio que están celosos y por envidia dirían un montón de mentiras de mi amado, no le di mucha importancia.

Pero hubo un feudal el cual era muy insistente en tenerme como esposo, era una lucha de rechazos, pero nunca se rendía. Me decía que siempre me ve pasar por su ventana y le parecía tan hermoso, que lo cautivado con solo mirarme, su confesión me dio mucho miedo y empecé evitar la zona por completo.

Todo eso paso al olvido, al confesar mi amor a mi preciado Gyutaro, le dije que lo amaba y este me miro con credulidad y sin embargo me abrazo al ver que nuestros sentimientos eran mutuos, ese día fue maravilloso. Me dijo que iba pedir mi mano, que iba a casarme conmigo y que nos iríamos juntos.

Hay una sola forma de felicidad en la vida, amar y ser amado.

Y yo era amado.

Sin embargo, el infortunio se había presentado ante a mí, nuevamente el feudal había llegado a mi para intentar cortejar conmigo. Lo rechace y le dije que estaba a punto de casarme con Gyutaro, que desistiera. Estaba tan obsesionado no podía creer mis razones de mi rechazo, como podía preferir a un hombre tan feo en lugar de él.

Ahí es cómo fue que conocí la maldad.

Mando a sus hombres que me ataran de las manos y pies, intente defenderme, pero eran muchos, los aristócratas podían hacer lo que les daba en gana y si lo ordenaban, mi familia entera seria condenada con sola una orden-Si no eras mío, no serás de nadie...-eso me dijo antes de quemarme vivo, el fuego era demasiado y solo podía llorar de impotencia.

Al estar ante mi muerte solo pude pensar en una única persona, a mi amado-¡¡No por favor!! ¡¡GYUTARO!! ¡¡GYUTARON SALVAME!!-grité con todo lo que pude, era imposible que me escuchara, sin embargo, lo hice porque lo quería ver, y aun asi no pude verlo por ultima vez a la única persona que me hacía saltar de emoción mi corazón.

Y entonces, solo oía nada, solo podía sentir la calidez de una persona que me abrazaba con desesperación, mi cuerpo me dolía mucho y estaba ardiendo, tenía mucho miedo.

-Qué hecho tan lamentable...-comento alguien ajeno de la situación, al ver la desgracia del doncel.

CONTINUARÁ...

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Notas finales:

¿Alguna duda?

Bueno espero lo hayan disfrutado sus comentarios y sugerencias, respetuosas son siempre bienvenidos, sin más bye bye :D.