CAPITULO 30
Cap. 30
Devoró los labios de Aiden con una intensidad que hasta yo estoy sorprendida, siento el deseo y la desesperación de parte de ambos. Él también me extrañaba. Sus manos se mantienen en mi cintura mientras mis brazos están alrededor de su cuello, su lengua explora toda mi cavidad bucal y sus labios se amoldan a los míos.
Y es en ese momento, en ese preciso momento en que me doy cuenta que no puedo vivir sin Aiden Smith, sin este chico rebelde que hace que mi piel se erice con solo mirarlo. No puedo vivir sin este chico que alguna vez fue mi secuestrador, se convirtió en una prioridad en mi vida.
—Te amo, princesa. —Murmura aún entre besos—
Sonrío.
—Y yo te amo... mi chico criminal. —Acaricio sus mejillas—
Vuelve a besarme, pero esta vez más despacio. Disfruta de mis labios y finaliza con un beso en la frente.
No gano nada con negarlo, lo amo.
Entrelazamos nuestras manos y comenzamos a caminar por el lugar, disfrutando de la compañía del otro.
—¿Blake?
—¿Hmm? —Miro levemente hacia arriba—
—Chris me explicó lo que pasó. —Musita—Pero quiero escucharlo de ti, ¿Qué fue lo que paso?
Nos detenemos, miro nuestras manos entrelazadas y suspiro.
—Pues... el último día en tu casa, cuando Magnus te mando afuera, subí a mi habitación. Él se coleo en mi cuarto y me amenazo, me dijo que quería hacer un trato conmigo, te quería devuelta, si no aceptaba él te mataría. —Juego con mis dedos—Y yo... no podía permitir eso, eres muy valioso para mí.
Acuna mi rostro y besa mis labios.
—Te sacrificaste por mí. —Me envuelve con sus grandes brazos—Perdóname, soy un imbécil. Te juzgue sin saber la verdad, perdóname.
—Shh... ya pasó. —Acaricio sus mejillas—Aiden, creo que debo volver a mi casa...
—Puedo secuestrarte otra vez. —Dice pícaro—
—Ya. —Me río—Vámonos, galán. Mis padres deben estar preocupados.
(...)
Después de dos horas y media en carretera y dos hamburguesas de McDonalds finalmente llegamos a Seattle, Aiden tuvo que detener el auto en la esquina de mi casa, no pueden verme con él.
—Hasta aquí llego, nena.
—Lo sé. —Observo la gran mansión en que resido—Ya pensaremos en algo para vernos sin levantar sospechas.
Bajo del auto y me asomo por la ventanilla.
—No te preocupes, muñeca. —Me guiña el ojo—¿A que hora sales mañana de la escuela?
—3:30pm, ¿Por qué?
—Ya te enterarás.
El Mustang ruge, para después perderse entre las calles.
Camino hasta la puerta de mi casa y toco tres veces. La puerta es abierta por Nelly, me ve sorprendida.
—Señorita Blake.
Entro a la casa y dejo mis zapatos a un lado de la puerta.
—Hola, Nells. —Sonrío—¿Mis padres están en casa?
—No hace falta que preguntes, si estamos en casa. —Veo a mi padre bajar las escaleras—¿Puedes dejarnos a solas, Nelly?
Ella hace una leve reverencia y se retira.
—Hola, papá. —Murmuro—
Él hace un gesto para dirigirnos a la sala. Veo a mi mamá sentada en el sillón grande, mi padre se sienta junto a ella dejándome el sofá individual.
—Quiero explicarles.
—Morimos de ganas de escucharte. —Cruza sus piernas—Mira a la hora que estas llegando, no supimos nada de ti en todo el día a excepción de la llamada de tu amiguita.
—Se llama April.
—Como sea. —Dice con disgusto—
—Papá, le avisé a mamá que saldría con mi mejor amiga y hoy sí, admito que me pasé, pero pasamos el día juntas. ¿Qué hay de malo en eso? —Suspiro—
—Lo malo no es que llegarás a esta hora, Blake. Lo malo es tu actitud de unos días para acá, pienso que esa chica te está mal influenciando.
Bufo.
—¿Cómo puedes decir eso? April ha sido mi amiga desde los doce años, no puedes separarme de ella también.
—No llamaste ni una sola vez, tu madre solo recibió una llamada de esa chica que no es mi hija. —Dice con dureza—Te recuerdo que su madre es una bailarina exótica y probablemente se relacionan con maleantes. Creímos que te habían secuestrado de nuevo.
Pongo los ojos en blanco.
—Papá, no hables así de ella. —Me levanto—Tú no la conoces. Les aseguro a ambos que Magnus no volverá por mí, está muy concentrado en su mafia. Y tú papá, deberías entender que no toda la vida estaré en esta gran mansión.
Muerdo mis labios viendo a mi mamá.
—De verdad me decepciona que no digas nada sobre esto, ni que apoyes a tu hija. —Suspiro con desdén—Buenas noches, iré asearme.
Subo los escalones en dirección a mi cuarto y cierro la puerta con seguro. Resoplo y me tumbo boca bajo sobre mi gran cama.
¿Todo tiene que ser tan jodidamente complicado?
La puerta suena y de mala gana me levanto abrir. Me encuentro con mi hermano.
—No estoy de humor para juegos. —Murmuro—
—Tampoco yo. —Me hace a un lado y entra a mi habitación—Tenemos que hablar, seriamente.
—¿De qué? —Pregunto cerrando la puerta—
Luke me observa bastante serio. Camino hasta mi cama y me siento, Luke hace lo mismo con un sofá en frente de mí.
—Escuché la discusión con nuestros padres. —Expone. Levanto mi ceja en señal de confusión—¿Sabes? Es curioso que está mañana justamente a las 7:50am me diera por llamar a April.
Joder.
—Estaba preocupado por ti. —Rasca su barbilla—Ella parecía muy nerviosa.
—No entiendo a donde quieres llegar, Luke.
—El punto, Blake. —Muerde su labio—Es que, según mamá, ayer saliste a las 11pm con un vestido de fiesta y hoy vienes en jeans.
—April me prestó ropa. —Me defiendo—
—Incorrecto, Blake. —Sonríe—También llamé a su casa, la señora Evans dijo que ni tú, ni April pasaron la noche allá.
Luke no es tan tonto como creí, me tiene en sus manos.
—Vamos, Pulgarcita. ¿Qué escondes? Nos contábamos todo.
Tarde o temprano lo sabrá, puede que no sea el mejor momento, pero... merece saber la verdad, es mi hermano.
Suspiro.
—Bien. Te lo diré, sólo... promete no enojarte.
—Blake.
—¡Promételo! —Suplico—
—Está bien, lo prometo. —Hace una cruz en su corazón—
—Me enamoré, Luke. —Me abrazo a mí misma—Y mentí.
—¿Qué?
—Mentí, Luke. —Repito—Aiden Smith nunca abusó de mí, ni me hizo daño. Al contrario, fue bueno y cuidadoso conmigo, me enamoré de un criminal.
Él no dice nada, solo me observa.
—Luke, dime algo. —Bajo la mirada—
—Desarrollaste el síndrome de Estocolmo. —Asiente para sí mismo—¿Qué quieres que te diga? Ya casi cumples dieciocho, puedes tomar tus propias decisiones. Estoy decepcionado si es lo que preguntas.
Mi corazón duele.
—Luke...—Susurro—
—¿Sabes que pasamos casi tres meses preocupados por ti? Tratando de sacar dinero de hasta debajo de las piedras. Para que ahora vengas y me digas que no hiciste más que vivir un amorío con tu secuestrador.
—Tú no lo entiendes, yo no planeé esto, sólo paso. —Explico—Fue de repente, un día intente escaparme me golpee la cabeza y después fui a cirugía.
—¿Qué? ¿Estuviste herida? —Frunce el ceño—
—Nada grave, enserio. —Pongo los ojos en blanco—El punto es... que a pesar de que me estaba enamorando de Aiden, no pase ni un día en que tú, mamá o papá pasarán por mi mente, pensé en ustedes todos los días. Más de una vez él me consoló porque lloraba a mares por ustedes y me prometió que volvería.
—Ustedes... tuvieron, ya sabes qué. —Hizo gestos con las manos—
—Sí. —Afirmo—
—Yo... no sé qué decirte, sabía que estabas loca pero no que llegarás a tanto.
—Nadie manda en el corazón, Luke. —Tomo su mano—Te quiero, idiota. No era mi intención lastimarte.
—No me lastimaste, es sólo que esperaba algo mejor para ti. —Besa mi mano—
—¿Guardarás el secreto? —Lo veo a los ojos—
—¿Discreto como ratón? —Alza su meñique—
—Y solido cómo roca. —Culminó entrelazando nuestros meñiques—
***
Quiero un hermano como Luke :(
Bueno chicas, esto es todo por hoy. No olviden votar y dejar sus comentarios, siempre los leo me hace muy feliz el apoyo que le están dando a la historia, son las mejores.
El día lunes o martes también actualizaré con doble episodio, atentas con las notificaciones.
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